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Es curioso comprobar cómo sujetos altamente versados en diversas ramas del saber humano, exhiben una ignorancia su pina en cuanto se ocupan del tema deldinero. En general, doctos e ignorantes, lo único que saben a propósito deldinero es que siempre andan escasos de él. En una época como la actual, en quelos que controlan la llamada opinión pública atraen la atención de las gentessobre temas tan insólitos como exóticos -la Atlántida, los extraterrestres, laPrimhistoria, la Parapsicología, los fenómenos “paranormales”, la vieja “sabiduría oriental” y un larguísimo etcétera- parece extraño que, así como enArqueología, Historia, Filosofía, son -y no lo criticamos apriorísticamente-unos verdaderos revolucionarios, en cambio, cuando se trata de abordar eltema, de palpitante interés, del dinero, nuestros “fabricantes de la opinión” son unos auténticos reaccionarios. Para ellos siguen vigentes los viejos conceptos de la economía medieval, ellos, ¡tan progresistas!.
Para ellos, el dinero es una mercancía, pero es evidente que el dinero, como medio de cambio, -que eso es lo que es y no otra cosa- debe ser, por encima de todo, estable, y una mercancía sólo será estable mientras su oferta esté bien equilibrada como su demanda, y esto no le puede interesar, lógicamente, a un comerciante de dinero, pues a éste lo que le interesa es que la demanda sea muy superior a la oferta, para subir el precio de su mercancía. ¿Que es el dinero? El dinero no es más que un medio utilizado como calculador o contadorde riqueza. Como medio de cambio que es, su valor procede de su aceptabilidad. Charles A. Lindbergh, Sr., lo definió como “algo que ha llegado a alcanzar tal punto de aceptabilidad que no tiene importancia de qué metal esté hecho ni porqué la gente lo desea, pues nadie rechazará tomarlo a cambio de bienes o servicios” 1.
También se ha dicho que el dinero es como un boleto universal. Una empresa teatral, una ferroviaria, o de autobuses urbanos,emiten sus propios boletos, cuya posesión da derecho a utilizar los servicios de tales empresas. Pues bien, el dinero es, repetimos, un boleto universal o, dicho de otra manera, una reclamación de su poseedor contra sus conciudadanos; reclamación cuyo origen es, precisamente, un trabajo que se ha hecho en pro de la comunidad.
Pero la mejor definición la da Sir Arthur Kit es cuando dice: “El Dinero es la Nada que se obtiene por Algo antes de que se pueda obtener por cualquier cosa”2.
Examinémoslo: el Dinero es la Nada, es decir, un pedazo de papel cuyo valor intrínseco es nulo. Se obtiene por Algo, o sea, por un trabajo en pro de la comunidad, y con él se puede obtener cualquier cosa que pertenezca a dichacomunidad.
Hemos dicho que el dinero es un medio de cambio: más exactamente, es el medio de cambio. Todos los productores emplean su tiempo y energía en proporcionar bienes y servicios útiles a la comunidad. Las cosas que producen, sin consumirlas ellos mismos, pasan a disposición de la comunidad. A cambio, reciben dinero, que es como una reivindicación sobre bienes que otros han producido. Al ser el instrumento de cambio, el dinero pasa igualmente a ser el instrumento de medida. El dinero mide la riqueza de una comunidad, exactamente de la misma manera que el metro mide las longitudes y el kilogramo los pesos. Partiendo de ese indiscutible principio, el valor de una moneda debe permanecer estable. Si ello no es así y si los precios se disparan, ganando siempre la carrera que disputan con los salarios, es debido a las manipulaciones de los siniestros funcionarios del Puente del Diablo. Ha llegado el momento de que nos ocupemos del “modus operandi” de esos caballeros.
1 - Charles a. Lindbergh, Sr. : “Banking and Currency and the Money Trust” p.81.
2 - Arthur Kitson: “A Fraudulent Standard”, p. 69
(*) Bochaca, Joaquín. El enigma capitalista
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