26 de noviembre de 2016

Deuda CABA



Deuda CABA: “Macri ya hizo en la Ciudad lo que está haciendo en el país”
23 de noviembre de 2016

Informe “Endeudamiento en la Ciudad de Buenos Aires”, elaborado por Claudio Lozano junto a Jaime Farji y la Mesa de Coyuntura Ciudad de Bs. As. del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, en el que se analiza el gasto previsto por el Presupuesto 2017 para la Ciudad y se concluye que el cuadro deficitario será de 6.175 millones de pesos.

En el informe, Lozano sostiene según los datos relevados que “el proyecto de Presupuesto para la Ciudad de Buenos Aires en 2017 prevé un gasto primario de $171.818 millones, financiado por recursos totales de $172.047,6 millones. El pago de intereses de la deuda, calculado en $6.404 millones, completa un cuadro deficitario de $6.175,4 millones.

Además, durante 2017 hay vencimientos de deuda por $10.944,6 millones; completando un rojo total de $17.120 millones.  

La fuente prevista para hacerle frente es un nuevo endeudamiento por $16.175; que se completa  bajo la línea con una caída de $945 millones en la Inversión Financiera neta.

Es bueno precisar frente a la situación descripta, que todo el déficit de las cuentas públicas de la ciudad tiene que ver con intereses y amortización de deuda. Si no fuera por la deuda, las cuentas de la Ciudad de Buenos Aires estarían en equilibrio. Por otra parte y tal cual consignáramos, la ciudad se endeuda en el presupuesto 2017 para pagar deuda. Deuda nueva para pagar deuda vieja”.


Fuente: IPyPP

1 de noviembre de 2016

Los dueños del mundo


Hay un hecho que debe preocupar a todos los ciudadanos del mundo: el desplazamiento del poder de los estados-nación hacia el de unos pocos conglomerados financieros que operan a nivel global.

el 1% más rico controla más de la mitad
de la riqueza del mundo


Dónde está hoy el poder en el mundo
Leonardo Boff

Especial para HDC

Hay un hecho que debe preocupar a todos los ciudadanos del mundo: el desplazamiento del poder de los estados-nación hacia el de unos pocos conglomerados financieros que operan a nivel global, cuyo poder es mayor que el de cualquiera de los Estados tomados individualmente. Estos realmente detentan el poder real en todas sus ramas: financiera, política, tecnológica, comercial, medios de comunicación y militar.

Este hecho ha sido estudiado y seguido por uno de nuestros mejores economistas, profesor del posgrado de la PUC-SP con amplia experiencia internacional: Ladislau Dowbor. Dos estudios de su autoría resumen la vasta literatura sobre el tema: “La red de poder corporativo mundial” y, el más reciente, de septiembre de 2016: “Gobierno corporativo: el poder caótico de los gigantes financieros”.

Es difícil condensar el cúmulo de informaciones que parece aterrador. Dowbor sintetiza: “el poder mundial realmente existente está en gran parte en manos de gigantes que nadie eligió, y sobre los cuales cada vez hay menos control. Son billones de dólares en manos de grupos privados cuyo campo de acción es el planeta, mientras que las capacidades de regulación global van a gatas. Investigaciones recientes muestran que 147 grupos controlan el 40 por ciento del sistema corporativo mundial, siendo el 75% de ellos, bancos. Cada uno de los 29 gigantes financieros genera un promedio de 1,8 billones de dólares, más que el PIB de Brasil, octava potencia económica mundial. El poder ahora se ha desplazado radicalmente” (cf. Gobierno corporativo, op. cit).

Además de la literatura específica, Dowbor refiere los datos de dos grandes instituciones que sistemáticamente a lo largo de los años se ocupan de los mecanismos de los gigantes corporativos: el Instituto Federal Suizo de Investigación Tecnológica (rivaliza con el famoso MIT de EE.UU.) y el Credit Suisse, el banco que dirige las grandes fortunas del mundo y, por lo tanto, sabe de estas cosas.

Los datos presentados por estas fuentes son sorprendentes: el 1% más rico controla más de la mitad de la riqueza del mundo. 62 familias tienen un patrimonio igual al de la mitad más pobre de la población de la Tierra. 16 grupos controlan casi todo el comercio de materias primas (cereales, minerales, energía, tierra y agua). Debido a que toda la comida obedece las leyes del mercado, sus precios suben y bajan a merced de la especulación, quitando a vastas poblaciones pobres el derecho a tener acceso a una alimentación suficiente y saludable.

Los 29 gigantes planetarios, de los cuales el 75% son bancos, empezando por el Bank of America y terminando con el Deutsche Bank, son considerados “sistémicamente importantes”, pues su eventual quiebra (no olvidemos que el más grande, los Lehamn Brothers de América del Norte, se declaró en quiebra) llevaría a todo el sistema al abismo o muy cerca, con consecuencias nefastas para toda la humanidad. Lo más grave es que no hay regulación para su funcionamiento, ni puede haberla, porque las regulaciones son siempre nacionales y ellos actúan planetariamente. No hay todavía una gobernanza mundial que cuide no sólo de las finanzas, sino del destino social y ecológico de la vida y del propio sistema-Tierra.

Nuestros conceptos se evaporan cuando, nos recuerda Dowbor, se lee en la portada de The Economist que la facturación de la empresa Black Rock es de 14 billones de dólares (el PBI de los EE.UU. es de 15 billones de dólares). Estos gigantes planetarios manejan alrededor de 50 billones de dólares, el equivalente a la deuda pública total del planeta. Lo importante es conocer su propósito y su lógica: buscan simplemente ganancias ilimitadas. Una compañía de alimentos compra una mina sin ningún tipo de experiencia en el ramo, sólo porque da beneficios. No hay ningún sentido humanitario, como tomar una pequeña porción de las ganancias para un fondo contra el hambre o para disminuir la mortalidad infantil. Para ellos, eso es tarea del Estado y no para los accionistas.

Por estas razones entendemos la iracundia sagrada del papa Francisco contra un sistema que sólo quiere acumular a costa de la pobreza de las grandes mayorías y de la degradación de la naturaleza. Una economía, dice, “que está centrada en el dios dinero y no en la persona: éste es el terrorismo fundamental contra toda la humanidad”. En su encíclica ecológica lo llama un sistema anti-vida y con tendencia suicida (nº 55).

Ese sistema es homicida, biocida, ecocida y geocida. ¿Cómo puede prosperar tal inhumanidad en la faz de la Tierra y todavía decir que no hay alternativa (TINA = There Is No Alternative)? La vida es sagrada. Y cuando es sistemáticamente agredida, llegará el día en que puede tomar represalias destruyendo a quien la quiere destruir. Este sistema está buscando su propio fin trágico. Ojalá la especie humana sobreviva.        

Fuente: HDC

25 de octubre de 2016

Volverán las oscuras golondrinas...

25.10.2016 / En declaraciones a El Economista:

Wall Street: "Argentina está recibiendo sólo inversiones golondrina, lo que llueve es endeudamiento"

... y después vendrán los buitres

El economista y jefe de BCP Securities alertó por la deuda que contrae el Ejecutivo y sostuvo que los dólares que llegan son únicamente para aprovechar las altas tasas de interés. Indicó que no hay regímenes fiscales especiales para la inversión directa.

Walter Molano, economista jefe de BCP Securities, hombre de Wall Street, y conocedor de la Argentina, sostuvo que el país sólo está recibiendo "inversiones golondrina" que "vienen para aprovechar las tasas de 25 por ciento en moneda local para irse rápidamente si algo no les gusta".

Molano señaló que se trata de "inversión de portafolio, es decir, bonos y acciones" ya que Argentina "captó la mitad de todo lo que llegó a América Latina" en fondos de ese tipo. Sin embargo advirtió que “en inversión directa la imagen es muy distinta”. “Brasil captó 75 mil millones de dólares en lo que va de 2016 y Argentina, como decía, apenas dos mil millones de dólares", afirmó.

Por su parte Molano apuntó contra las declaraciones de funcionarios macristas y dijo: “El otro día, un ministro dijo que está lloviendo inversión. No, está lloviendo el endeudamiento". En este sentido sostuvo que "alguien que va a poner ladrillos en el país para recuperar eso en 20 años se asusta" pero "no pasa lo mismo con las inversiones golondrina que vienen a aprovechar las tasas de interés de 25% en moneda local".                       

En declaraciones al diario El Economista, el ejecutivo explicó que en el país "no hay regímenes fiscales especiales para la inversión directa, como en Colombia". "La otra cuestión, y que tiene menos que ver con el Gobierno, es que el inversor global aún sigue preocupado de regresar a lo anterior, y eso asusta. Uno ve el kirchnerismo y observa que hace declaraciones, manifestaciones y se mantiene activo, así como también cae el apoyo hacia el Gobierno", explicó.


25 de agosto de 2016

Al fondo, a la derecha


"El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta" 
Prov.  22:7

Mientras espera la lluvia de inversiones ...

EL QUANTUM DE LA DEUDA MACRI

Por Héctor GIULIANO
(13.8.2016)

Es muy probable que el gobierno Macri logre batir este año récords históricos de endeudamiento público, externo e interno:

  1. El Presupuesto 2016 – Ley 27.198 (aprobada a fines de Octubre del año pasado) – autorizaba originalmente un aumento del stock de deuda de 247.500 M$, equivalente (≡) a 23.400 MD (*), al tipo de cambio de 10.60 $/US$ - durante el ejercicio (tomando como base un Déficit Fiscal de 97.700 M$ (≡ 9.200 MD).
  2. La Ley 27.249 (del 1.4 del corriente año) autorizó un endeudamiento adicional por 12.500 MD para pagar los acuerdos con la mayoría de los holdouts (los tenedores de bonos que no entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010).
  3. Con esto, el incremento anual de la Deuda Pública se iría este año prácticamente a 36.000 MD (35.900).
  4. Pero a este subtotal falta agregar el aumento del déficit fiscal excedente previsto actualmente para el 2016, que se proyecta – según diversas estimaciones - entre 360 y 400.000 M$ (≡ 24 y 26.700 MD, al nuevo tipo de cambio de unos 15 $/US$). El saldo acumulado del déficit al fin del primer semestre de este año era de 133.200 M$ y las perspectivas son fuertemente crecientes para el segundo.
  5. Restando el déficit original previsto – los 9.200 MD - a los nuevos totales calculados para el 2016, quedaría un saldo neto de aumento entre 14.800 y 17.500 MD: un promedio de 16.200 MD más de deuda.
  6. Con lo que el total de aumento de la Deuda Pública llegaría a unos 52.000 MD o más.
  7. Y a esto habría que agregarle la cuota parte de endeudamiento que debiera corresponder a la cobertura del mayor déficit fiscal registrado en el 2015, que fue de unos 232.400 M$ - 49.600 M$ originalmente previsto (Ley 27.008) contra  282.000 M$ real según la ejecución presupuestaria (incluyendo 57.000 M$ de la Deuda Flotante) – una suma que no se sabe en qué medida es cubierta con deuda emitida este año; con lo que la cifra final del aumento de la deuda en el 2016 pudiera añadir otros 10-15.000 MD.


Tal el cuadro de situación del aumento de stock de la deuda pública que se produciría durante el corriente ejercicio.

Y todo esto, como deuda en cabeza sólo de la Administración Central, sin contar con el fortísimo aumento de deuda que paralelamente se está produciendo a través del Banco Central (BCRA)  y del conjunto de las provincias (incluyendo la CABA-Ciudad Autónoma de Buenos Aires):

  • En lo que respecta al BCRA, su deuda cuasi-fiscal al 31.7 pasado era de 71.600 MD (en moneda extranjera y en pesos), producto de sumar los tres grandes rubros del Pasivo: 12.300 MD por encajes bancarios en dólares, 15.900 MD por Otros Pasivos (Swap de China y préstamos de otros bancos centrales) y 43.400 MD por Lebac/Nobac. La deuda por estos mismos rubros al 31.12.2015 era de 53.400 MD (10.700 + 10.600 + 32.100 respectivamente), por lo que el aumento de los pasivos del BCRA en los 7 meses del 2016 de la administración Macri fue de 18.200 MD (de los que poco más de la mitad corresponden hoy a la masa de Lebac en pesos, que si no sigue remunerada a las altas tasas de interés actuales se correría hacia el dólar). 
  • En lo que toca a las provincias, el Ministerio de Economía (MECON, hoy Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas) no tiene información actualizada sobre la deuda pública consolidada, que al 30.9.2015 – última información disponible – era de 206.700 M$ (≡ 22.000 MD), sin deuda flotante ni contingente. No se tienen todavía los datos a fin del año pasado pero recientemente el ministro Prat Gay habló frente a los gobernadores de un déficit global de los estados provinciales de 95.000 M$ (≡ 6.300 MD) al cierre del ejercicio 2015, una diferencia que tiene que cubrirse con endeudamiento. En lo que va del año, las provincias ya habrían tomado deudas por más de 5.000 MD y se estima que el acumulado del 2016 llegaría a los 7.000 MD. La deuda de las provincias podría estar así en el orden de los 29.000 MD (casi 30.000): 22.000 MD del saldo al 30.9.2015 – sin poder considerar la deuda contraída en el cuarto trimestre del año pasado por falta de información – más los 7.000 MD de este año. El gobierno nacional ha venido amortiguando o sosteniendo las finanzas provinciales en su conjunto e induciendo que los estados locales aumenten sus colocaciones de deuda – interna y externa – para sufragar sus déficits fiscales.


Aparte de estos dos rubros – BCRA y Provincias - no hay información alguna acerca de la deuda de los municipios del país, de las empresas oficiales, organismos nacionales, fondos fiduciarios y juicios contra el Estado con sentencia en firme, razón por la cual el monto de la Deuda Pública Nacional es un misterio.

Aunque no se tienen los datos, se sabe que las empresas del Estado – caso YPF – han venido realizando también operaciones relevantes de préstamos directos y/o colocación de bonos.

Si tenemos entonces que el aumento de la deuda del Estado Central sería este año de unos 52.000 MD (punto f) y a ello le agregamos sólo las dos informaciones conocidas sobre otras deudas fiscales -  29.000 MD de las provincias y 18.000 del BCRA (subtotal: 47.000 MD) – el endeudamiento total del gobierno Macri treparía a unos 100.000 MD (99.000) en el 2016 (!): un récord histórico, en valores absolutos y relativos.

Y esto, sin contar la cobertura con deuda del déficit fiscal 2015 (los 10-15.000 MD mencionados en el punto g).

Las autoridades, obviamente, cuentan con este tipo de informaciones actualizadas pero las mismas no son transmitidas para conocimiento de la opinión pública.

La última información disponible sobre la Deuda Pública del Estado Central es de 234.200 MD al 31.12.2015: 222.700 MD de Deuda Performing o en cumplimiento de los intereses y 11.500 MD de los holdouts.

A estas cifras hay que agregarle la deuda no computada de los cupones PBI – unos 14.000 MD – y un adicional de deuda no considerada a esa fecha que llevaría a casi 20.000 MD el total de los holdouts (19.000 MD) que significaría unos 8.000 MD más: subtotal 22.000 MD.
De este modo, el stock ajustado de la deuda pública del Estado Central habría sido a fin del año 2015 de unos 256.200 MD (más del 70 % está en moneda extranjera).
En lo que va del corriente 2016 se estima que el gobierno Macri ha colocado deuda – externa e interna - por unos 36.000 MD.

El Ministerio de Hacienda acaba de editar en su página web el cuadro con las emisiones de deuda durante este año hasta el 31.7: 27.400 MD (de los que 3.300 están en pesos).

Son parte del aumento de la deuda total antes citado, que pasaría los 50.000 MD en el 2016.
Con el agravante que gran parte de la nueva deuda – en pesos y en dólares – está constituyéndose a muy corto plazo, como el caso de las colocaciones de Letras del Tesoro (LETES) a 90 y 180 días de plazo, o bien a pocos años, con lo que baja la vida promedio de la deuda y se agrava el perfil de sus vencimientos.

Este extraordinario aumento de la Deuda del Estado significa no solamente una carga financiera mayúscula por el monto de una deuda impagable – hasta el último centavo que vence por capital se paga con nueva deuda y además se toma deuda adicional sin capacidad demostrada de pago – sino que aumenta obviamente también los servicios de pago por intereses, que están creciendo a la par en forma vertiginosa: el Presupuesto 2016 contempla un total de intereses a pagar durante el año de 104.100 M$ (≡ 9.800 MD, casi 10.000, tomados a un tipo de cambio retrasado de 10.60 $/US$) pero ya durante el primer semestre se pagaron 95.800 M$ y las nuevas deudas que se están tomando aumentan considerablemente esta cifra.

Solamente la colocación de los 16.500 MD en bonos para pago a los holdouts – una emisión récord del año en el mundo – a una tasa de interés promedio de 7.14 % implica un aumento del pago de servicios por intereses de unos 1.200 MD anuales.

Con el agravante lógico que, dado que la mayoría de las nuevas deudas son en dólares, a la carga de los intereses se le suma el riesgo cambiario, que es igualmente elevado.

El círculo vicioso del endeudamiento se cierra así a un nivel más alto todavía porque con el aumento de los pasivos se incrementa el gasto público por intereses y consecuentemente el déficit fiscal; y este déficit se cubre con más deuda.
Y con el mayor aumento de la deuda externa se acentúa paralelamente el déficit de cuenta corriente de la Balanza de Pagos, lo que requiere a su vez mayor cantidad de divisas para poder afrontar el desequilibrio.

En el marco de su política institucional de gobernar con deuda la administración Macri afronta una encerrona financiero-fiscal cada vez más peligrosa de re-endeudamiento y toma de deuda nueva sin que exista la más mínima demostración de su capacidad de repago, por lo que se agregan más pasivos al sistema de Deuda Pública perpetua que pesa en forma creciente sobre nuestro país desde hace 40 años y sin solución de continuidad.

Es parte del precio que el gobierno Macri paga para poder sostener su supervivencia financiera y política.

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(*) Nota:
Las abreviaturas M$/MD significan Millones de Pesos/Dólares respectivamente y se expresan siempre con redondeo, razón por la que puede haber mínimas diferencias entre totales y sumatoria de términos.
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23 de julio de 2016

¿Los piratas cambian de rumbo?


Xi Jinping, brindando con Isabel II. Londres, 2015

Post-Brexit: Gran Bretaña desecha a Europa por China e India
Alfredo Jalife-Rahme
6 de julio de 2016

La reina de Inglaterra anda feliz después del Brexit. Ocho días después exhortó a los parlamentarios de Escocia –la cual busca paradójicamente tanto su separación de Gran Bretaña (GB) como su incorporación a la Unión Eu­ropea (UE)– a sentir esperanza y optimismo (http://goo.gl/Ab0jsC).

La reina Isabel II, quien supuestamente apoyó el Brexit, diagnostica que los británicos viven y trabajan en un mundo demandante (sic) y crecientemente complejo (sic) con eventos y desarrollos que ocurren a una velocidad notable.

Tampoco exhibe malestar el premier saliente David Cameron, del Partido Conservador, quien insólitamente convocó al referendo para oponerse al Brexit… ¡Luego me platican!

Según el Financial Times (FT), en el nuevo mundo post- Brexit GB volteará a ver a China (¡supersic!), India y Estados Unidos (EU) después de su ruptura con la UE (http://goo.gl/qC6zYB).

Se trata de una clásica jugada geopolítica de la pérfida Albión: mantiene su pie izquierdo noratlántico con EU, donde cultiva su relación especial, mientras quita su pie derecho de Europa para colocarlo en China e India.

Sarah Gordon, del FT, afirma que GB lanzará misiones comerciales de alto nivel a China, India, EU y el Commonwealth, mientras el premier saliente Cameron “instruyó a los líderes de negocios que era imperativo para las trasnacionales de GB ‘no permanecer fijadas’ en la UE, sino que había que poner un gran esfuerzo para hacer avances más allá del bloque”, cuando es importante que los hombres de negocios entiendan que se están mudando de casa.

Mediante su dramático giro geopolítico/geofinanciero, la secretaria del Tesoro de GB contempla duplicar (¡supersic!) sus exportaciones a un billón de libras esterlinas en 2020, en comparación con las 507 mil de 2014.

No digo que GB se incorporará al BRICS –menos ahora que palidece en su acrónimo la letra B, de Brasil–, pero es imprescindible la lectura e interpretación de Rusia, que señala la probabilidad de un tratado de libre comercio de China (sic) y GB y de “cómo el Brexit puede acelerar el acercamiento entre chinos y británicos” (http://goo.gl/CKSEb8), a lo cual se había adelantado George Osborne (http://goo.gl/mWqUWF), quien sentenció, con antelación a la visita del mandarín Xi a Londres en octubre pasado, que GB sería el mejor (sic) socio de China en Occidente.

Lu Zhengwei, economista en jefe del Banco Industrial de Shanghai, exhortó al “establecimiento de un tratado de libre comercio entre China y GB, en el mundo post- Brexit”.

Sostengo mi axioma tripolar: “en los asertos selectivos de las tres superpotencias quizá se resuma el núcleo del nuevo orden global como consecuencia del Brexit: EU afirma que ganó Rusia; China asevera que ganó el dólar y perdió el euro, y Rusia asegura que ganó China” (http://goo.gl/ZAfv2o).

A contracorriente de los grotescos propagandistas neoliberales globales (quienes no salen de su catatonia), Thierry Meyssan, director de Red Voltaire, interpreta la nueva política exterior británica (http://goo.gl/aWuEQC): La prensa occidental no para de repetir que, al decidir su salida de la UE, los británicos se han aislado del resto del mundo y que tendrán que enfrentar terribles consecuencias económicas. Pero el descenso de la libra esterlina podría convertirse en una ventaja en el seno del Commonwealth, una familia mucho más extensa que la UE y que abarca los seis continentes. Pragmática, la City podría convertirse rápidamente en el centro mundial del yuan e implantar la divisa china en el seno mismo de la UE. A su juicio, ya estaba lista la mesa para hacer de la City londinense el caballo de Troya chino en la UE, en detrimento de la supremacía de EU."

Sarkis Tsaturyan, historiador ruso-armenio y analista político internacional, expone tres magnas consideraciones para el acercamiento de GB y China: 1) la Bolsa de Londres –eje global del comercio– es el más importante centro financiero de Europa y el segundo mercado para comercializar la divisa china, el yuan, cuando el Banco China Minsheng abrió su oficina europea en Londres y no en Francfort; 2) Pekín vislumbra a Londres como el punto terminal de su nueva ruta de la seda terrestre, y 3) “Pekín establecerá lazos directos con la City y ejercerá presión sobre los eurócratas de Bruselas”, mientras Londres reforzaría sus posiciones en Europa, redistribuyendo las inversiones chinas. En reciprocidad, el liderazgo de GB cabildea para la internacionalización del yuan apuntalado por el oro (sic).

Según Tsaturyan, los calculos de GB son claros, ya que “buscan inversiones chinas en el proyecto del centro neurálgico (powerhouse) del norte que tiene por objetivo vincular Manchester, Liverpool, Leeds, Sheffield y Newcastle con una red de trenes de alta velocidad”. Se infiere que tales trenes serán construidos por China.

China vislumbra el lucrativo mercado europeo, donde GB sería el eje, como alternativa al de EU (sic).

Según el portal Sputnik, Washington está furioso, ya que las recientes iniciativas de Pekín “pueden descarrilar el TTIP (Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones) que encabeza el establishment financiero de EU”.

No se puede soslayar el papel de Rusia como una ruta segura de tránsito e indispensable abastecedor de energía a China, a juicio de Tsaturyan, cuando resalta la relevancia de dos rutas ferroviarias que constituyen el nervio principal de la geopolítica moderna: 
1) Shanghai/Vladivistok/Nakhodka/San Petersburgo/Rotterdam y 
2) Shanghai/Alma Ata/Orenburg/San Petersburgo/Rotterdam.

¡La circulación sanguínea de la infraestructura euroasiática!

El célebre Banco de Inversiones e Infraestructura Asiático –que acordó designar a un ruso (¡supersic!) como vicepresidente– “continuará su cooperación con GB y los países de la UE tras el Brexit”.

A mi juicio, la City (https://goo.gl/dis4nV) lleva gran ventaja geofinanciera debido a su añeja bidireccionalidad con China en la plaza de Hong Kong, primer sitial del ranking mundial.

Fue GB quien inventó el juego financiero vigente y, además de contar con los óptimos recursos humanos en la materia (finanzas/seguros/banca), ostenta una impresionante participación en los mercados financieros globales (datos de 2014): 
1) derivados de las tasas de interés sobre el mostrador (OTC), 48 por ciento; 
2) rotación del cambio de divisas (Forex), 41 por ciento; 
3) seguros marítimos, 28 por ciento; 
4) activos de fondos de cobertura de riesgo ( hedge funds), 18 por ciento, y 
5) empréstitos bancarios internacionales, 17 por ciento (http://goo.gl/neMNzK).

Xie Yu, del South China Morning Post (con sede en Hong Kong), asevera que después del Brexit lo que sigue para el yuan es sí a la devaluación y no a la fuga de capitales, lo que más teme China (http://goo.gl/qnUOUn).

Ahora los inversionistas chinos, desde Hong Kong hasta Shanghai, se abalanzarán para comprar bienes raíces en Londres.

Keith Johnson, de Foreign Policy, enfatiza que las ambiciones de China en Europa versan en geopolítica como en comercio (http://goo.gl/HqrZ4u).

El mayor acercamiento de GB con India, potencia oculta y tercera geoeconomía global –el año pasado con un crecimiento superior a China–, merece un capítulo especial.

Fuente: Jornada-UNAM

15 de julio de 2016

DEUDA PÚBLICA 2016: SIN PRESUPUESTO


"La administración Macri está colocando deuda nueva en gran escala por montos que exceden las autorizaciones presupuestarias conocidas para el corriente año, estaría cubriendo gastos corrientes con deuda pública – lo que está prohibido por ley – y no está informando sobre los montos de nueva deuda correspondientes a la cobertura de los déficits financieros de 2016 y 2015 no contemplados en el ejercicio en curso."



Por Héctor GIULIANO 
(8.7.2016)

La normativa oficial sobre Crédito Público – Ley 24.156 de Administración Financiera del Estado y todas sus disposiciones conexas (con base en el artículo 75 de la Constitución Nacional) – establece taxativamente que las operaciones de deuda deben estar autorizadas por ley del Congreso.

La Ley 27.198 de Presupuesto 2016 – emitida a fines del gobierno Kirchner – prevé un aumento de la deuda pública durante este ejercicio, en pesos y en moneda extranjera, por el equivalente a 23.400 MD (Millones de Dólares).

La Ley 27.249 – del 31.3 de este año – autorizó un endeudamiento adicional por 12.500 MD para el arreglo de pago a los Holdouts, lo que elevaría ese total a unos 36.000 MD (35.900).

Pero el presupuesto del corriente año contemplaba un Déficit Fiscal de 9.200 MD mientras que ahora este déficit se estima entre 25 y 30.000 MD, esto es, unos 15.000 MD más de lo originalmente previsto, de modo que el endeudamiento total superaría los 50.000 MD en el ejercicio, ya que el déficit se cubre con más deuda.

Sin contar todavía aquí el impacto financiero diferencial por los pagos a jubilados/pensionados de la ley aprobada días pasados – que sumarán montos ciertos al gasto público – contra las cifras del nuevo blanqueo, que constituyen montos inciertos.

Este extraordinario aumento adicional de la Deuda Pública en curso no se encuentra clara ni debidamente respaldado por las normas de endeudamiento del Estado.

Con el agravante que la Ley 27.198 de Presupuesto 2016 ha quedado totalmente distorsionada con la serie de medidas adoptadas por la nueva administración Macri sin haberse procedido a las correspondientes modificaciones presupuestarias.

Los supuestos macro-económicos básicos del actual presupuesto consideraban un tipo de cambio a 10.60 $/US$ y una Inflación minorista (IPC) promedio de 14.5 % y final anual de 10.40 % (!), valores que ya han tenido variaciones sustanciales contra las optimistas proyecciones oficiales: dólar hoy a 15 $ e inflación prevista en más del 40 % durante el año.

Apenas asumido el gobierno Macri – e incluso antes, durante la campaña electoral del 2015 – se habló de la necesidad de corregir el Presupuesto de este año, en particular desde las filas del Frente Renovador del ex candidato Sergio Massa (aliado político-parlamentario del oficialismo), aunque luego de las sucesivas negociaciones con el bloque de Cambiemos esta idea quedó sin efecto.

La actual administración, por ende, estaría colocando deuda por encima de las autorizaciones presupuestarias expresas para el ejercicio 2016, lo que constituye un tema que debiera ser debidamente aclarado por el gobierno ya que las operaciones de endeudamiento contraídas sin respetar los términos de la Ley 24.156 de Administración Financiera del Estado son nulas:

  1. El artículo 56 de la Ley prohíbe la realización de operaciones de crédito público para financiar gastos operativos pero las nuevas deudas de la Nación – y también de las Provincias (que no están en la ley nacional de presupuesto pero sí en las leyes provinciales respectivas) – se estarían contrayendo para cubrir estos gastos corrientes.
  2. Las Letras de Tesorería – que según los artículos 57 y 82 de la 24.156 no se consideran Deuda Pública – son obligaciones a corto plazo (menos de un año) que deben ser reembolsadas dentro del mismo ejercicio que se emiten pero las últimas Letes se están colocando con vencimiento en el 2017.
  3. El artículo 60 establece en forma expresa que no pueden realizarse operaciones de crédito público sin ley de presupuesto ni ley especial al respecto – como fue el caso de la Ley 27.249 – salvo las correspondientes a organismos financieros internacionales de los que el país forme parte.
  4. El artículo 61 impone que cuando se trata de Deuda Externa debe emitir opinión previa el Banco Central (BCRA) pero no se sabe si este requisito se está cumpliendo y – en caso afirmativo – en qué términos (como ya faltó también en la Ley de pago a los Holdouts, en que no se conoce el dictamen pertinente).
  5. El artículo 66 dice textualmente que: Las operaciones de crédito público realizadas en contravención a las normas dispuestas en la presente ley son nulas y sin efecto, sin perjuicio de la responsabilidad personal de quienes las realicen. Y que: Las obligaciones que se derivan de las mismas no serán oponibles ni a la administración central ni a cualquier otra entidad contratante del sector público nacional.


El gobierno Macri – a contrario sensu de su declarada política de transparencia – no está suministrando informaciones claras y concretas sobre toda su operatoria de endeudamiento público.

El arreglo con los holdouts – que fue aprobado por ley del Congreso - no estuvo acompañado de las pertinentes liquidaciones de pago ni detalle alguno que permitiera saber qué se estaba autorizando a pagar, por qué montos y por qué conceptos desagregados, ni bajo qué antecedentes específicos de reclamos.

Tampoco tuvo explicación alguna el préstamo sindicado por 5.000 MD contraído en Enero pasado con los siete grandes bancos – liderados por la Banca Morgan – que son los mismos que, también por contratación directa, intervinieron como bancos colocadores y compradores de la emisión de bonos por 16.500 MD para pago a los Holdouts en Abril.

La administración Macri está colocando deuda nueva en gran escala por montos que exceden las autorizaciones presupuestarias conocidas para el corriente año, estaría cubriendo gastos corrientes con deuda pública – lo que está prohibido por ley – y no está informando sobre los montos de nueva deuda correspondientes a la cobertura de los déficits financieros de 2016 y 2015 no contemplados en el ejercicio en curso.

El denominado Programa Financiero 2016 – aparentemente, un programa de endeudamiento para el período Mayo-Diciembre del año – no muestra informaciones claras y concretas sobre este punto de la deuda adicional por el déficit fiscal excedente.

Ni mucho menos sobre la inexistente capacidad de repago de las nuevas obligaciones, como no sea siguiendo permanente e inexorablemente la política institucional de cancelar vencimientos de capital con nuevas deudas y abonar cada vez más intereses.



7 de junio de 2016

Más deuda externa y atraso cambiario


"La administración Macri ha planteado desde el inicio de su mandato una política de gobernar con deuda y su gestión sigue consecuentemente la premisa clásica neo-liberal de no emitir moneda sino emitir deuda."


"...han convertido hoy a la Argentina nuevamente
en un paraíso para las ganancias especulativas..."


NUEVA DEUDA EXTERNA Y ATRASO CAMBIARIO
Por Héctor GIULIANO
(3.6.2016)

Existe una relación directa entre el problema del retraso cambiario y el aumento de la deuda externa argentina:

a)    El gobierno, por lógica, recauda la gran mayoría de sus ingresos tributarios en pesos.

b)    Los servicios por capital e intereses de la deuda externa y también de una parte creciente de la deuda colocada internamente, en cambio, tienen que pagarse en moneda extranjera. Hoy aproximadamente el 70 % de la deuda pública total en cabeza del Estado Central está en moneda extranjera.

c)    Ergo, el tipo de cambio deviene una variable de ajuste clave dentro de este esquema de endeudamiento ya que cuanto más bajo se encuentre la referencia básica del dólar ello permitirá una conversión de pesos a mayor cantidad de dólares para atender el pago de estos servicios.

El retraso cambiario relativo - después de la macro-devaluación del peso de Diciembre pasado – ha vuelto a ser una realidad en nuestro país y se está dando en forma paulatina pero sistemática: una situación que se agrava todavía más en la actualidad debido al proceso de revalorización del dólar a nivel mundial, lo que hace que a la apreciación real del peso que se está produciendo por tasa de devaluación menor a la tasa de inflación se sume esta incidencia de la mayor fortaleza del dólar frente a terceras monedas.  

La administración Macri ha planteado desde el inicio de su mandato una política de gobernar con deuda y su gestión sigue consecuentemente la premisa clásica neo-liberal de no emitir moneda sino emitir deuda.

Con el agravante que se plantea y materializa incluso la toma de gran parte de deuda en moneda extranjera para obras públicas y de infraestructura que se pagan en pesos, lo que constituye un despropósito financiero.

La estabilización del tipo de cambio con el aumento extraordinario de las tasas internas de interés – lideradas por las letras del Banco Central (BCRA) - y el acortamiento de los plazos de salida en beneficio de capitales golondrina – de 365 a 120 días – han convertido hoy a la Argentina nuevamente en un paraíso para las ganancias especulativas de corto plazo de los capitales financieros internacionales, que pueden aprovechar así el enorme diferencial entre tasas locales y mundiales en un contexto de estabilidad y retraso cambiario. 
  
Requerir inversiones extranjeras directas (IED) y/o inversiones locales productivas – dolarizadas o en pesos – mientras las propias autoridades estimulan de esta forma ganancias financieras récord constituye toda una contradicción: una sospechosa contradicción por parte de un elenco de funcionarios de gobierno que provienen en su gran mayoría precisamente del ámbito financiero, bursátil y bancario privados.

La política gubernamental Macri parte de la base de una clara jerarquización de la rentabilidad financiera por encima de la rentabilidad económica: tasas de interés positivas con respecto a la inflación y tasas de inflación superiores a la tasa de devaluación del peso.

En este sentido, se puede decir que actualmente el BCRA defiende más el precio de cotización del dólar que el valor adquisitivo del peso, castigado por un proceso de estanflación – estancamiento con inflación – producto de las acciones concretas llevadas a cabo por el nuevo gobierno:

  1. Macro-devaluación con traslado generalizado a precios (pass-through).
  2. Tarifazo por aumento extraordinario de precios y tarifas de servicios públicos.
  3. Aumento de las tasas de interés a niveles récord –que son también un factor de inflación porque se trasladan a los precios a través del costo financiero de las empresas– con sus efectos recesivos sobre la producción y el consumo.

En consecuencia, el proceso inflacionario en curso – con proyecciones actualizadas del orden del 40 % anual – junto con la estabilización y/o baja relativa de la cotización del dólar – hoy en 14 $/US$ mayorista – configura un cuadro de retraso cambiario.

Y se trata de un atraso cambiario que tiende a acentuarse cada vez más en la medida que ingresen más capitales especulativos externos – atraídos por las altísimas tasas de interés domésticas - y/o que se liquiden localmente más divisas por exportaciones (estimuladas por el empuje inicial de la macro-devaluación de Diciembre y la baja o eliminación de retenciones agrícolas).

Notablemente, el gobierno Macri se rehúsa a aplicar controles de precios – mantiene el inoperante sistema de precios cuidados heredado de la administración Kirchner con los mismos inútiles resultados – y dice encarar el problema de la inflación en el marco de la Política de Defensa de la Competencia y no en el de la Política de Defensa del Consumidor.

La administración Macri sostiene así una alianza fáctica, estratégica y estructural, con los sectores financiero-bancarios y las grandes empresas – con los supermercados a la cabeza - que preservan y aumentan sus ganancias a través de sus operaciones especulativas y sus remarcaciones diarias de precios a costa del desfase financiero de los salarios reales, que cargan con las desactualizaciones entre precios variables e ingresos fijos y quedan afectados con los aumentos periódicos retrasados e incrementos porcentuales compensatorios dados a futuro y en cuotas.

Y la cosa puede incluso ser peor aún cuando desde la administración Macri las autoridades amenazan a las Empresas con abrir el mercado interno a las importaciones con el argumento de frenar así los aumentos de precios locales, lo que agravaría todavía más el cuadro de recesión, pobreza y desempleo.

Este proceso de estanflación – provocado desde el gobierno – configura un plan de ajuste que se sostiene con y para el endeudamiento externo, siendo el retraso del tipo de cambio una herramienta clave dentro del esquema.

Una administración de gobierno que plantea, en forma cuasi-dogmática, que fuera de la deuda externa no hay salvación de la Economía –que es la reedición de la denominada Política de Crecimiento con Deuda, ya experimentada con resultados finales desastrosos bajo la gestión Martínez de Hoz durante el Proceso Militar primero y luego bajo la convertibilidad menemista durante la década del ´90– está condenada a cosechar, temprano o tarde, los mismos resultados.

Y ello es y seguirá siendo así en la medida que se propenda a que exista una mayor rentabilidad de las Finanzas sobre la Economía Física o Real: es la eterna controversia entre la naturaleza y magnitud de la tasa de ganancia que se logre sobre las inversiones reales o directas y la tasa de ganancia sobre las llamadas inversiones financieras autónomas o especulativas, que son las que priman en nuestro país y en el mundo. 

El objetivo del gobierno Macri es gobernar con deuda, y no es un objetivo declarativo sino en perfecta ejecución, con eje en una nueva ola de macro-endeudamiento externo que está en curso.

Esta política de endeudamiento actúa como disparador de un nuevo circuito perverso en materia económico-financiera en la Argentina:

a)    Para poder pagar los servicios de intereses de la deuda exterior – sólo los intereses, porque hasta el último centavo de capital se refinancia íntegramente con nuevas deudas – y para poder garantizar además la toma de más deuda externa e interna en moneda extranjera el gobierno necesita mantener un retraso cambiario relativo.

b)    Para poder mantener este retraso cambiario la administración Macri aumenta las tasas de interés favoreciendo la entrada de dólares financieros y tomando más deuda externa para sostener el nivel de las reservas internacionales del BCRA (como ya se ha hecho con el préstamo repo de Enero pasado – por 5.000 MD-Millones de Dólares – concertado con un grupo de bancos liderados por la banca Morgan, cuyas características y cláusulas se mantienen en secreto).

c)    Al aumentar las tasas de interés se provoca recesión económica, retracción del consumo (lo que acentúa el proceso recesivo) y se retro-alimenta la inflación por vía financiera.

Se da así – otra vez en la Historia Argentina - la paradoja que enseñara hace ya muchos años el fallecido ingeniero Marcelo Diamand: que pagamos la deuda externa no con mayor esfuerzo o trabajo sino al revés, dejando de trabajar; porque la recesión económica deviene una condición necesaria del pago de la deuda debido a que favorecería una mayor balanza comercial por aumento de los saldos exportables y que los desbalances de la cuenta corriente se cubrirían con más endeudamiento externo.

El retorno a este esquema de re-endeudamiento perpetuo, empero, no puede entenderse acabadamente si no se comprende la funcionalidad de las gestiones Kirchner y Macri en materia de Deuda Pública:

  1. El gobierno Kirchner vivió pagando deuda externa para bajar el stock de la deuda con terceros – acreedores privados y organismos financieros internacionales (con el FMI  a la cabeza) – a la vez que manteniendo una elevada proporción de deuda pública en moneda extranjera.
  2. Este desagote relativo de deuda externa fue realizado a costa de la creación por traspaso de una enorme e impagable deuda interna intra-Estado - del Tesoro fundamentalmente con la ANSES, el BCRA y el BNA - lo que llevó a su empapelamiento con títulos oficiales y, con ello, a la descapitalización y desfinanciamiento del sector público.
  3. Tanto la política llevada a cabo por la administración Kirchner como la actual de la administración Macri comparten el mismo objetivo declarado: regresar al mercado internacional de capitales, esto es, volver a endeudarse (que tal era la finalidad del Megacanje Kirchner-Lavagna 2005-2010 y de la Hoja de Ruta Boudou 2008).


La idea era y es que la deuda interna en pesos – mayoritariamente en manos del propio Estado - se vaya licuando por inflación y por reducción gradual de las tasas de interés, con lo que se iría produciendo una disminución progresiva de esta deuda interna para reconstituir sus montos como nueva deuda con terceros.

Y esto ya está ocurriendo: durante el ejercicio 2015 – según cifras oficiales del Ministerio de Economía (MECON, hoy Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas) – el endeudamiento público aumentó en 95.400 MD durante el año, de los que 62.400 fueron para cubrir amortizaciones de capital (refinanciación total de los vencimientos) y la diferencia de 33.000 MD constituyó nueva deuda. Pero la licuación de deuda por devaluación (y, en menor medida, por CER o sub-indexación por inflación), fue equivalente a 32.000 MD, por lo que según el cuadro de Flujos y Variaciones de Deuda, el aumento neto fue de sólo menos de 1.000 MD (840), expresado en dólares.

El desagote de gran parte de la deuda pública con terceros - bajo el mito kirchnerista del des-endeudamiento (mito compartido también por la actual administración y por todo el establishment financiero) – el re-endeudamiento del Estado con toma de Deuda Nueva y el retraso cambiario relativo para poder garantizar el pago de intereses son las tres piezas clave de la nueva política de gobernar con deuda.

El allanamiento a un nuevo enfoque monetario de la balanza de pagos, sostenido con deuda externa en gran escala, vuelve de este modo a determinar la política económico-financiera de la Argentina y bajo el eufemismo de la reinserción en el mundo reabre así un nuevo ciclo de endeudamiento dentro del sistema de deuda perpetua que rige en nuestro país desde hace 40 años.


13 de mayo de 2016

Wall Street y el dinero electrónico


"Imagínese un mundo donde el gobierno, esa entidad absolutamente corrompida, puede decidir quién puede usar el dinero que le corresponde y quién no."

Reunión secreta en Wall Street para implantar el dinero electrónico
9 MAYO, 2016


Una “reunión secreta” que ha involucrado a más de 100 ejecutivos de algunas de las mayores instituciones financieras en los Estados Unidos, se ha llevado a cabo en la ciudad de Nueva York.

Durante esta “reunión secreta”, una compañía conocida como “Chain”, dio a conocer una tecnología que transforma los dólares estadounidenses en activos digitales “puros”.

Según los informes, en la reunión había representantes de Nasdaq, Citigroup, Visa, Fidelity, Fiserv y Pfizer; la empresa Chain afirma estar asociada con Capital One, State Street y First Data.

Esta tecnología “revolucionaria” está destinado a cambiar completamente la forma en que usamos el dinero, y representaría un paso importante hacia la implantación final de una sociedad sin dinero en efectivo.

Pero si realmente este nuevo sistema basado en dinero digital tuviera que ser tan bueno para la sociedad, ¿por qué se discutió sobre ello en una reunión secreta entre banqueros y financieros de Wall Street?

La noticia sobre esta reunión, que debía ser secreta, apareció en un medio de masas: Bloomberg, lo que nos indica que la existencia de la reunión, probablemente ha sido filtrada de forma interesada para empezar a sembrar a la opinión pública con lo que se avecina .

Así es como lo presentaba Bloomberg en su artículo titulado “Dentro de la reunión secreta donde Wall Street probó el dinero Digital” …

Un lunes de este pasado mes de abril, más de 100 ejecutivos de algunas de las instituciones financieras más grandes del mundo, se reunieron privadamente en la oficina de Nasdaq Inc. enTimes Square.

No estaban allí sólo para hablar de blockchain, la nueva tecnología, (base para la creación de criptodivisas como Bitcoin), que algunos predicen que transformará el mundo de las finanzas, sino para construir y experimentar con el software en cuestión.

Al final de la reunión, los asistentes habían visto algo revolucionario: dólares estadounidenses convertidos en activos digitales puros, capaces de ser utilizados para ejecutar y liquidar una transacción al instante.

Esa es la promesa de un blockchain, un sistema de transacción de dinero instantáneo y fiable, que sustituye al sistema de transacción de dinero habitual, engorroso y propenso a provocar errores y mediante el cual se pueden tardar días en mover el dinero de un lugar a otro o en realizar cualquier transacción comercial.

Mientras que el efectivo en una cuenta bancaria es gestionado electrónicamente en la actualidad, hay una clara diferencia entre ese sistema y lo que significa decir que el dinero es realmente digital. Los pagos electrónicos en realidad son sólo intercambios de mensajes que el efectivo necesita para pasar de una cuenta a otra, y el intercambio de esta información entre las cuentas, es lo que añade tiempo al proceso de pagos y los hace farragosos. 
Para los clientes, mover dinero entre cuentas puede tardar días ya que los bancos esperan confirmaciones de uno y otro lado antres de completar las transacciones. Los dólares digitales, sin embargo, están pre-cargados en un sistema que utiliza un blockchain. A partir de ahí, se pueden intercambiar de inmediato para cualquier transacción.

“En lugar de mover un registro o un mensaje, lo que se mueve es el activo real. El pago y la liquidación se convierten en la misma cosa”


Esto puede parecer un gran avance tecnológico y comercial, pero en realidad debería alarmar a todo el mundo.

Y máxime cuando son los grandes capitostes de Wall Street los que dan estos pasos decisivos mediante reuniones secretas.

Hasta ahora existía la percepción de que proyectos como el Bitcoin, eran algo contracultural, que actuaba en contra de los intereses de estas élites financieras.


Craig Wright
Curiosamente y de forma casi simultánea, las élites de Wall Street se han reunido para utilizar esta tecnología con el dólar y a la vez, el inventor del Bitcoin, que se ocultaba tras el pseudónimo de Satoshi Nakamoto, se presenta ante el mundo como un empresario australiano llamado Craig Wright.

Todo ello marca un punto de partida definitivo hacia la implantación del dinero electrónico en todo el planeta, un proceso avanzado ya en varios países.

En Suecia, por ejemplo, el 95% de todas las transacciones de venta al por menor ya se realizan sin dinero en efectivo y se están eliminando cientos de cajeros automáticos. En Dinamarca, los funcionarios del gobierno tienen el objetivo declarado de “erradicar el dinero en efectivo” para el año 2030. Y en Noruega, el mayor banco del país ha hecho un llamamiento público para la eliminación completa de todo el dinero en efectivo.

Otros países de Europa ya han prohibido las transacciones en efectivo por encima de cierta cantidad.

El impulso global hacia una sociedad sin dinero en efectivo se está intensificando, porque tanto a los bancos como a los gobiernos, les interesa implementarlo.

El fin del dinero físico en efectivo significa el fin de la libertad de todos los ciudadanos.

El dinero electrónico implicará que todas nuestras transacciones, aunque consistan en comprarnos un chicle, podrán ser controladas y monitoreadas por las autoridades y será pues, el fin definitivo de nuestra privacidad.

Los gobiernos nos dicen que acabando con el dinero en efectivo, podrán perseguir a los traficantes de drogas, a los evasores de impuestos, a los terroristas y a los que lavan dinero sucio; pero en realidad, su objetivo es controlar completamente todas nuestras transacciones financieras y por lo tanto nuestras vidas.

“Luchar contra el crimen” es el típico subterfugio que se utiliza habitualmente para engañar a las mentes débiles y crédulas, que aún creen en la supuesta bondad del sistema y de los dirigentes que lo manejan.

Mientras estamos distraídos con mil y una estupideces políticas, estas élites llevan a cabo sus planes reales sin que nos percatemos de ello.

Y uno de los puntos clave para alcanzar sus objetivos es precisamente la abolición del dinero en efectivo, para convertirnos a todos en esclavos completamente dependientes.

Imagínese un mundo donde el gobierno, esa entidad absolutamente corrompida, puede decidir quién puede usar el dinero que le corresponde y quién no.

Cualquier persona molesta o rebelde, cuyas opiniones puedan ser calificadas como “desestabilizadoras” para el sistema, verá como le cortan el acceso a cualquier vía de pago con la que subsistir.

Si el gobierno decide que alguien “no es legal”, se le negará la opción e comprar, vender, abrir una cuenta bancaria, conseguir un trabajo, subir a un tren o un avión, comprar gasolina para su coche…

Es literalmente la implantación de una nueva esclavitud, que complementada con el control total de internet y la vigilancia exhaustiva de todo lo que escribimos y decimos, sienta las bases para el establecimiento de la mayor tiranía de toda la historia.

Ahora ya se han reunido los gerifaltes de Wall Street para discutir cómo van a implementarlo…

¿Aún hay alguien tan ingenuo como para creer que el dinero y las criptodivisas son algo positivo que acabará con el poder real de los grandes banqueros?

Todo está perfectamente planeado…

Fuente: PUEBLOSHABLAN