30 de diciembre de 2018

La lógica del acuerdo Macri-FMI


"Pocas veces se ha dado una muestra tan demoledora de irresponsabilidad financiera gubernamental, con el agravante que ello se hace a costa de la mayor transferencia de recursos del Estado y del Pueblo Argentino que se tenga memoria en beneficio del Sector Financiero-Bancario – interno e internacional..."


La lógica del acuerdo Macri-FMI

Lic. Héctor Giuliano
25-12-1018




El gobierno Macri ha fracasado: es uno de los fracasos más estrepitosos en materia financiera, económica y social de la Historia Argentina.

En sus tres años de gestión Macri no ha mejorado ninguna de las variables que indiquen una evolución positiva en estos tres sectores básicos de la vida nacional y, por el contrario, las ha empeorado todas: Inflación, Tipo de Cambio, traslado de la Devaluación a Precios, caída de los Salarios Reales, baja de las Jubilaciones/Pensiones y del valor de los Planes Sociales, Pobreza/Indigencia, Sub-ocupación/Desempleo, Déficit Fiscal, Déficit de Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos, aumento de la Deuda Pública, aumento más que proporcional en sus Intereses y menor plazo promedio de las nuevas obligaciones, caída del Consumo, baja de la actividad industrial – con menor aprovechamiento de lacapacidad instalada – falta de Inversiones Productivas y de Inversiones Extranjeras Directas (IED) pero, en cambio, enorme aumento de las Inversiones Financieras Autónomas, Recesión Económica y Crecimiento negativo del PBI.

Éstos son los hechos: no son consideraciones subjetivas ni interpretaciones distorsionadas o tendenciosas de la realidad.

El presidente Macri ha vivido vendiendo expectativas a falta de poder mostrar resultados concretos desde sucampaña electoral y la asunción del gobierno a fines del 2015 hasta hoy; y lo sigue haciendo en el último año de su mandato, en que las autoridades, el Fondo Monetario (FMI) y los economistas del establishment auguran ahora señales de recuperación recién desde fines del Segundo Trimestre del 2019 (!), esto es, en las postrimerías de su período de gestión.

Macri vino a Gobernar con Deuda y en dos años llevó al país a un nuevo Default. Esto fue detonado por la toma sistemática y generalizada de nuevas obligaciones sin la más mínima capacidad de repago, tanto de la Tesorería como del BCRA y también de las Provincias (con la de Buenos Aires a la cabeza).

Pocas veces se ha dado una muestra tan demoledora de irresponsabilidad financiera gubernamental, con el agravante que ello se hace a costa de la mayor transferencia de recursos del Estado y del Pueblo Argentino que se tenga memoria en beneficio del Sector Financiero-Bancario – interno e internacional – aliado del Gobierno.

El vertiginoso aumento de la Deuda fue acompañado por un aumento más que proporcional en el pago de sus Intereses: el tan denostado aumento del Gasto Público está piloteado justamente por estos intereses, que son incluso superiores al Gasto Previsional Neto (Aportes/Contribuciones menosJubilaciones/Pensiones): para el año 2019 el gasto presupuestado de Intereses es de 746.400 M$1mientras que el neto previsional es de 420.000 M$ (1.63 B$ – 1.21B$).

Según las leyes de Presupuesto respectivas, los intereses a pagar –medidos en dólares – eran unos 10.000 MD en 2016, 14.000 MD en 2017, 21.000 MD en 2018 (406.500 M$) y 18.600 MD para 2019 (746.400 M$, casi el doble que el año actual); aunque con la importante aclaración que en estos dos últimos casos los importes resultarían en la práctica mucho mayores que los previstos porque las tasas que se empezaron a concertar desde la Crisis de Deuda que desató la corrida cambiaria hacia fines de Abril son más altas que las tasas promedio de la Deuda Total con que fueron elaboradas las previsiones presupuestarias.

El ritmo de aumento de los intereses es superior al del aumento del Gasto Público Primario general: en los 10 primeros meses de 2018 -que es la última información oficial disponible (período Enero-Octubre) – el aumento promedio de los Gastos Primarios fue del 21.4 % mientras que el aumento de los Intereses Pagados fue del 64.2%, es decir, que los Intereses crecen tres veces más que el crecimiento de los gastos generales.

Ergo, que frente al remanido lamento sobre el peso del Gasto Público siempre se omite decir que el principal rubro que provoca el aumentodel Gasto – que es a la vez el componente determinante del Déficit Fiscal – y el rubro que tiene mayor ritmo de crecimiento es el pago de los Intereses de la Deuda Pública.

Y para cubrir este déficit causado por los Intereses de la Deuda se sigue tomando más Deuda.

NUEVA CRISIS DE DEUDA

Frentea la Crisis de Deuda desatada por el acelerado sobre-endeudamiento macrista – tanto del Tesoro Nacional como del BCRA – en Abril de este año el problema estalló por el lado del Banco.

Desde fines de 2015 hasta Marzo de 2018 – gestión Sturzenegger – el stock de la Deuda por Letras de Corto Plazo LEBAC (la mayoría a 30 días promedio) se multiplicó por 4: de 346.300 M$ a 1.383.700 M$(1.38 B$).

A lo que hay que sumar el fuerte aumento también de los Pases Pasivos en el mismo período (que son colocaciones a sólo 1 y 7 días) y la reciente incorporación de las LELIQ, que son Letras de Liquidez tipo LEBAC a menor plazo (7 días) y pagan tasas de interés más altas.

Notablemente,el proclamado desarme de la Bomba de LEBAC se ha venido realizando a costa de crear la nueva Bomba de las LELIQ, que – como decimos – son obligaciones a menor término y mayor tasa.

Al 30.11.2018 el saldo de la deuda cuasi-fiscal del BCRA era de 1.305.300 M$ (1.3 B$ ≡ 34.300 MD): a) 832.700 M$ de LEBAC/LELIQ(116.300 y 711.400 M$ respectivamente, más 4.900 de otros instrumentos), y b) 472.600 M$ de Pases Pasivos.

Esta masa de deuda en cabeza del BCRA, que devenga una tasa del orden del 60 % anual, significa el costo financiero sin precedentes de más de 783.000 M$ en un año: 2.200 M$ por Día ó 65.300 M$ por Mes.

Si a esto le sumamos los Intereses que paralelamente paga el Tesoro Nacional, que según el Presupuesto 2018 estaban estimados en 1.100 M$ promedio diarios pero que ahora han tenido ulteriores aumentos de tasas que los llevarían a 1.400 M$/Día o más, tenemos que el Estado Argentino – solamente por estas dos grandes masas de endeudamiento público – tiene un piso de Intereses a Pagar del orden de los 3.300 M$ por Día.

Como dato comparativo: según noticias del Ministerio de Desarrollo Social, hoy el Gobierno gira 1.500 M$ mensuales a la Provincia de Buenos Aires para contener la situación social del Conurbano Bonaerense. Es decir, que para aguantar los efectos de la Pobreza creciente que genera el extraordinario aumento de la Deuda del Estado y el pago de sus Intereses la administración Macri gasta en un mes de ayuda social a la provincia menos de la mitad de los intereses que paga en un sólo día a los acreedores financieros del Estado.

El aumento desproporcionado y acelerado de la Deuda Pública Macri, combinando el descontrol de la Deuda del BCRA con el empeoramiento del monto, costo y perfil de vencimientos de la Deuda del Gobierno Central – dada la magnitud creciente de Letras del Tesoro (LETE) y Letras Capitalizables (LECAP, con anatocismo mensual) – llevó a la nueva Crisis de Deuda que vivimos y a la consiguiente corrida cambiaria desde fines de Abril de este año, derivada de la abrupta salida de capitales de las LEBAC y su pase masivo a dólares por parte de grandes bancos y fondos de inversión especulativos, quepusieron en jaque las reservas internacionales y la estabilidad monetaria y cambiaria del Gobierno (un movimiento que fue lideradopor la banca Morgan Stanley).

Frente a esta situación el presidente Macri, a los fines de salvar la continuidad financiera y política de su gobierno, decidió pedir asistencia al FMI con carácter de urgencia.

SALVATAJE DEL FMI

Aprincipios de Mayo, como producto inmediato de la Crisis de las Lebac y la imposibilidad de sostener el pago de los Servicios de la Deuda Pública en general, el presidente Macri solicitó ayuda urgente al FMI.

En Junio, el Fondo le acordó a la Argentina un préstamo Stand-by extraordinario de 50.000 MD – el más grande de la historia de nuestro país y también de la historia del propio FMI – de los que le desembolsó de inmediato 15.000 MD, dólares que en su gran mayoría fueron destinados no a cubrir el Déficit Fiscal sino la venta de divisas de las reservas internacionales del BCRA, esto es, afinanciar la fuga de capitales (bajo la gestión Caputo, que sucedió a Sturzenegger).

Dado el incumplimiento de las condicionalidades del Fondo y la dilapidación de sus recursos prestados, en Octubre se tuvo que firmar un nuevo Acuerdo – o Stand-by modificado – que amplió el monto otorgado a 56.300 MD pero endureció más todavía las exigencias del Ajuste y el cronograma de medidas a adoptar en materia financiera.

Bajo la nueva dirección del BCRA – a cargo de Guido Sandleris – se implementaron entonces los requerimientos del nuevo convenio con el Fondo, cuyas principales medidas establecen lo siguiente:

  1. En materia monetaria, el abandono del mecanismo de Metas de Inflación y su reemplazo por un esquema de Emisión Cero o nulo aumento de la Base Monetaria hasta Junio de 2019, o sea, una limitación de los medios de pago circulantes o restricción de la Liquidez y del Crédito para forzar Recesión en la Economía con el argumento de contener la Inflación (un objetivo manifiestamente incumplido hasta la fecha).
  2. El aumento de la Tasa de Interés de Referencia del BCRA al 60 % anual – que es la tasa que determina la base de todas las tasas del Mercado – con un piso garantizado a los acreedores financieros de las nuevas LELIQ (que empezaron a reemplazar a las LEBAC) y de los Pases Pasivos del Banco. Tasas que llegaron a más del 70 % en las primeras semanas posteriores al comienzo del programa, provocando un agravamiento de la Recesión Económica y la Pobreza.
  3. A diferencia de las LEBAC, que podían venderse a Fondos de Inversión (FI) y acreedores privados en general, las LELIQ sólo se venden a Bancos, que las pueden utilizar para integrar sus encajes sobre depósitos, lo que implica una forma indirecta de remuneración de las inmovilizaciones bancarias (como lo fuera la Cuenta de Regulación Monetaria en época de Martínez de Hoz), aunque ello no impide la intermediación de los FI a través de los Bancos, como sigue ocurriendo.
  4. En materia cambiaria, se formaliza el régimen de Libre Flotación del Tipo de Cambio, con restricciones expresas de intervención del BCRA dentro de una determinada banda (que originariamente era de 34-44 $/US$ y que se indexa al 3 % mensual). Esto significa que el Mercado Cambiario queda sujeto a los movimientos de los grandes fondos especulativos internacionales bajo compromiso de inacción del BCRA y con topes para dichas intervenciones, que eran de 150 MD diarios y ahora fueron bajadas a sólo 50, esto es, a un nivel de inoperancia estatal como para poder influir sobre la cotización del Dólar.
  5. En función de ello, especialmente desde Agosto, se viene produciendo una nueva ola de ingresos de capitales golondrina – FI de corto plazo que lucran con el arbitraje entre tipo de cambio relativamente estable y tasas de interés locales, que son las más altas del mundo y que paga el propio Estado Argentino a través de las letras del BCRA y del Tesoro.
  6. Estos capitales incrementan artificialmente el nivel de Reservas del BCRA – que actualmente se encuentra en el orden de los 51.000 MD pero no le garantizan su permanencia, lo que deja continuamente expuesto al Banco a la movida extorsiva clásica e institucional de los Bancos y FI: o me das alta Tasa de interés por las LELIQ y Pases Pasivos o me paso al Dólar.
  7. La combinación entre Libre Flotación del Tipo de Cambio – privatizado así el Mercado Cambiario bajo control de los grandes Fondos de Inversión especulativos (Hedge Fund) – y elevadísimas Tasas de Interés que aumentan en forma inmanejable el Gasto Financiero del Estado (por vía del BCRA y por vía de la Tesorería a la vez) mantiene una inexorable situación de Iliquidez e Insolvencia sin remedio; y que el préstamo del FMI no la soluciona sino que la enmascara.
Éste es el contexto que permite que el Sector Financiero-Bancario maximice sus ganancias especulativas en la Argentina – las utilidades más altas del Mundo – al amparo de un régimen privilegiado de colocaciones sostenidas por el Estado y respaldado con los desembolsos del FMI y su auditoría directa de las cuentas fiscales como garantía en favor de los acreedores financieros del Estado.


ESTRATEGIA DEL FMI

El salvataje del gobierno Macri para que pueda llegar a fin de su mandato en el 2019 abre sombrías perspectivas en la Argentina porque tiene claros compromisos de contrapartida:

  1. Durante el año que le resta de su gestión la administración macrista compra su estabilidad y permanencia en el gobierno a costa de una sangría de dinero de más de 3.000 M$ de intereses por día, que es el precio fáctico de su artificial sobre-vida financiera y política.
  2. Durante este período, la administración macrista tiene que llevar a cabo o al menos dejar planteadas una serie de Reformas Estructurales cuya naturaleza y alcance todavía no han sido explicitados a la Opinión Pública pero que abarcan, entre otros, fuertes cambios en materia de flexibilización laboral, rebajas en los beneficios jubilatorios, concesiones oficiales en el campo de los Servicios Públicos (Precios y Tarifas) y en licitaciones de Obras Públicas e Infraestructura (principalmente ligadas al nuevo sistema de endeudamiento vía programas PPP-Participación Público-Privada).
  3. La Administración Macri tiene que institucionalizar y mostrar resultados especialmente en su Política de baja de los Salarios Reales – aumentos de las Remuneraciones inferiores a la tasa de Inflación – rebaja progresiva del peso de las Jubilaciones/Pensiones y licuación de los Gastos por Planes Sociales.
  4. Para ello el gobierno debe seguir provocando Inflación vía liberación de Precios generales del Mercado, aumentos de Precios/Tarifas de Servicios Públicos, Devaluación con traslado más controlado a Precios, altas Tasas de Interés, incremento de la Presión Tributaria y desfasaje de los aumentos de salarios menores al aumento de los Precios. Teniendo como factor a su favor el cobro del tantas veces denostado Impuesto Inflacionario.


Esta batería de medidas está destinada a cubrir la gran ecuación inmediata: Ajuste y rebaja de los Salarios Reales para compensar los crecientes Intereses a Pagar de la Deuda Pública y allanamiento alas nuevas condiciones económico-financieras fijadas por el Fondo.2

La Política de Gobernar con Deuda del presidente Macri llevó al país a un nuevo Default pero ese Default está siendo cubierto con los desembolsos del FMI para evitar que se deba encarar en forma inmediata una nueva gran reestructuración de Deuda: un nuevo Megacanje cuya negociación se difiere para trasladarlo al próximo gobierno electo en el 2019.

Por eso, el crédito Stand-by (SBA) del FMI constituye un préstamo-puente para que el gobierno Macri no le interrumpa el pago de los servicios de la Deuda a los Acreedores, para que pueda completar su mandato bajo condiciones de total sumisión a las políticas dictadas por el Fondo y para que pueda a la vez dejar pegada así en tales compromisos a la administración que surja de las elecciones del año que viene, cualquiera sea su signo.

El SBA, en la práctica, cumple entonces un triple objetivo:

  1. Institucionaliza la intervención del FMI en las Cuentas Fiscales de la Argentina y en la determinación formal de sus Políticas Públicas, esencialmente en materia de Política Financiera: Monetaria, Cambiaria y Bancaria.
  2. Compromete encarar las citadas nuevas Reformas Estructurales a cargo de la administración macrista en lo que le resta de su mandato.
  3. Deja sentada las bases para una inexorable nueva reestructuración de Deuda o nuevo Megacanje por parte del próximo gobierno.


Con la particularidad que como el préstamo del FMI no tiene mira de poder ser devuelto en tiempo y forma, el mismo queda condenado de antemano a ser prorrogado sucesivamente – a través de waivers o dispensas – de modo que el Fondo permanezca así como Auditor permanente de los intereses de los Acreedores del Estado.

El gobierno Macri deja firmado un acuerdo con el Fondo que vence en el 2021, esto es, abarcando el fin de su mandato y los dos primeros años de la nueva administración electa en el 2019.

El FMI le desembolsa a Macri 51.100 MD (28.300 en 2018 y 22.800 en 2019)– es decir, el 90 % del total (56.300 MD) – y la cuenta la va a tener que pagar el futuro gobierno (!); pero sorprendentemente nadie dice nada al respecto.

Y mientras esto ocurre, la Argentina – siguiendo una suerte de constante histórica bajo el Sistema de la Deuda Pública Perpetua – deviene el campo preferido de los macro-negociados del Capital Financiero-Bancario, como ya ocurriera antes de todos los grandes Megacanjes de nuestra historia contemporánea, como el caso de los Acuerdos de Nueva Yorkde 1985-1987, del Plan Brady de 1992-1993, del Megacanje De la Rúa-Cavallo del 2001 y del Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010.

Siempre se cumple la misma regla: Devaluación-Inflación previas que garantizan la licuación de precios y salarios locales medidos en dólares, altas Tasas de Interés y corridas cambiarias que producen ganancias especulativas récord en materia financiera, caída de las cotizaciones de Bonos/Acciones en la Bolsa que favorecen un fuerte traspaso de títulos y empresas de manos nacionales a extranjeras, fuga de capitales financiadas con nuevos préstamos (del FMI y otrosorganismos de soporte) y aumento indiscriminado de la Deuda Públicaa ser renegociada.

Luego, producido el inexorable agotamiento de los recursos fiscales y cuasi-fiscales o del BCRA para poder sostener el pago de los Intereses de la Deuda: apertura de rondas de conversaciones para llegar a un nuevo Megacanje y comenzar con ello un nuevo Ciclo de Endeudamiento del Estado.

Porque las Crisis de Deuda no son ruptura sino parte de los Ciclos de la Deuda.

Dado que los incumplimientos ante el FMI se pueden capear con sucesivos perdones del Organismo esta variante garantiza la continuidad indefinida de la auditoría del Fondo y su función de reaseguro ante los Acreedores Financieros hasta fines del actual gobierno y con vistas a la negociación de un futuro nuevo Megacanje por parte del próximo gobierno.

Y con esto se busca lograr el objetivo final de la asistencia del FMI que es – como lo dijera su directora-gerente Christine Lagarde y los funcionarios de la administración macrista – que la confianza retorne a la Argentina para que el país pueda así volver el Mercado Internacional de Capitales, es decir, para volver a endeudarse.

Son las consecuencias inexorables de la proclamada inserción de la Argentina en el Mundo Globalizado y de la Política Institucional de Gobernar con Deuda.

La tarea del gobierno Macri hasta fines del 2019 es cumplir con estos requerimientos de base del proceso de endeudamiento contando para ello con el sostén de los grandes Países Desarrollados, con la alianza del Sistema Financiero-Bancario – internacional y local – y con el apoyo y la complicidad interna de la Clase Política.

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Fuente: Infoydata



12 de agosto de 2018

Parásitos



El sector financiero es un parásito

En un mundo amenazado por la espada de Damocles de la Deuda, la banca se ha constituido como único deudor insolvente impune.

PACO RODRÍGUEZ DE LECEA / NUEVA TRIBUNA

«El sector financiero proclama que forma parte de la economía, pero no es verdad. Es algo externo, un parásito.» Lo dice Michael Hudson, economista a contracorriente. No es una idea peregrina, es algo que todos, expertos y no expertos, podemos advertir a simple vista. Los expertos, sin embargo, prefieren no verlo. Miran a otra parte, detectan “brotes verdes” en algún lado,o nos aseguran con énfasis que no hay alternativa. «Es ciencia-ficción, viven en un mundo paralelo en el que todo el mundo paga sus deudas», comenta Hudson.

...la economía enflaquece, la banca engorda...

El resultado: la economía enflaquece, la banca engorda. Tenemos organizaciones que vigilan un orden mundial impuesto por la banca: el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial. Vivimos en el delirio financiero; nunca tantos habíamos pasado tantas penurias por  la acción de tan pocos.

Todo empezó cuando la economía productiva y la economía financiera, que se suponía formaban parte del mismo orden “natural” de las cosas, intercambiaron sus papeles. La economía productiva era la locomotora que tiraba del tren. A las finanzas, que entonces tenían la connotación de públicas, se les atribuía el papel de control, de amortiguador o de freno, para evitar las tremendas sacudidas de los ciclos económicos. En algún momento a alguien se le encendió la bombilla de la privatización de la banca. Se supuso que una banca privada fuerte sería más capaz de asignar sensatamente los recursos. Que las finanzas ilustradas serían la nueva locomotora de la economía, dirigidas por algoritmos infalibles.

Este ha sido el resultado de la gigantesca operación. La intervención de las entidades globales en las jóvenes economías africanas ha sembrado el mar de pateras; su asesoramiento a las naciones europeas y latinoamericanas ha hecho retroceder la democracia, impulsado las demagogias, exacerbado las desconfianzas y los rencores duraderos, disparado la corrupción.

«El sector financiero ha tomado el control de la economía, y la oprime hasta asfixiarla,» afirma Hudson. La banca ha provocado ya la mayor crisis de la época aún incipiente de la globalización. El remedio impuesto por los expertos ha sido reflotar la propia banca mediante préstamos a fondo perdido. En un mundo amenazado por la espada de Damocles de la Deuda, la banca se ha constituido como único deudor insolvente impune.

Y sigue engordando sus activos. Vamos de cabeza a la siguiente crisis global.

Fuente: pajarorojo

15 de junio de 2018

El nuevo Stand-by del FMI



"El Fondo cumple el rol fáctico de auditor externo para garantizar a los acreedores el cobro de los servicios de intereses de la Deuda de los Países Deudores sin liquidez ni solvencia para poder cumplir con sus obligaciones, como es el caso de la Argentina..."



ROJA SOBRE EL ENDEUDAMIENTO MACRISTA Y LA VERDAD SOBRE EL ENORME "STAND-BY" DEL FMI, 

DEUDA DEL BANCO CENTRAL E INTERVENCIÓN DEL FMI 
Por Héctor GIULIANO (10.6.2018)

Ante la ineptitud, la descoordinación y la corrupción de una gestión de gobierno que no da pie con bola en materia de Finanzas del Estado y está llevando su endeudamiento público a límites inmanejables, los acreedores de la Deuda han pedido la intervención de las Cuentas Nacionales por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). 

El Fondo cumple el rol fáctico de auditor externo para garantizar a los acreedores el cobro de los servicios de intereses de la Deuda de los Países Deudores sin liquidez ni solvencia para poder cumplir con sus obligaciones, como es el caso de la Argentina. 

Desde su asunción en Diciembre de 2015 el presidente Macri está dedicado a Gobernar con Deuda y ha convertido el Endeudamiento no sólo en la pieza central de su administración sino, a la vez, en la base de su supervivencia financiera y política. 

La administración macrista – en su tercer año al frente del Ejecutivo – sigue vendiendo a la opinión pública anuncios y expectativas a falta de poder mostrar resultados de mejoras concretas en cuanto a Inflación, Tipo de Cambio, Tasas de Interés, Precios/Tarifas racionales de Servicios Públicos, Déficit Fiscal, Inversión, Producción y Consumo, Balanza de Pagos, Salarios Reales, Jubilaciones/Pensiones y Asistencia Social, etcétera.

Esta patética falta de resultados financieros y económicos, unida al detonante de la Crisis de Deuda cuasi-fiscal del Banco Central (BCRA) y a la falta de capacidad de gobierno para manejarla explica el pedido de asistencia urgente al FMI, con la consecuente intervención directa del organismo en el control de las Cuentas Públicas.

SALVATAJE DEL BCRA

Comúnmente los préstamos del FMI al Gobierno Nacional se conceden para cubrir desequilibrios del Tesoro Nacional de corto plazo, esto es, déficits de los gobiernos de turno frente a coyunturas desfavorables de Balanza de Pagos vinculadas al Déficit Fiscal.

Pero, en este caso, se da la peculiaridad de que el crédito stand-by que se solicita con carácter de urgente no tiene la finalidad primaria de cubrir problemas de la Tesorería sino el agujero negro financiero de la Deuda a corto y cortísimo plazo del BCRA por Lebac y Pases Pasivos, esto es, que el pedido urgente al Fondo es para salvar el Déficit cuasi-fiscal del Estado. 

Para ello, el gobierno Macri necesita contar con una masa de divisas muy importante a los efectos de mostrar a sus acreedores que dispone de la ayuda internacional necesaria para poder responder a una eventual salida generalizada de los capitales golondrina que operan en el país – como ya se ha producido en los últimos dos meses – y/o garantizarles su permanencia sin sobresaltos.

Estos fondos de inversión especulativos lucran hoy en la Argentina con los márgenes de ganancia por arbitraje entre tipo de cambio y tasas de interés más altos del mundo. 


Un préstamo Stand-by de 50.000 MD cubre esta necesidad de garantía sobre el enorme stock de letras del BCRA (las Lebac) y respalda a la vez la posibilidad de su conversión gradual a títulos de mayor plazo, sean propios o del Tesoro Nacional. 
Pero sobre todo ayudaría al gobierno Macri a sostenerse en el poder hasta la terminación de su mandato a fines del 2019, tanto por la Crisis de Deuda del BCRA como por la paralela crisis subyacente de la Deuda del Gobierno Central, que es uno de los objetivos reconocidos por altos funcionarios de la propia administración macrista, como el Ministro de Finanzas Luis Caputo y el Jefe de Gabinete Marcos Peña. 

Al 31.5 el monto de las Reservas Internacionales (RI) Brutas del BCRA es de 50.100 MD pero estas reservas han sido compradas con Deuda, una deuda que aumenta el Pasivo del Banco cada vez más, que dispara un incremento astronómico de los Intereses a Pagar y que compromete con ello su existencia como Banco: son 1.21 B$ (= 48.700 MD) de Lebac y 96.900 M$ (= 3.900 MD) de Pases Pasivos netos ; en total 1.3 B$ (= 52.600 MD). 

Paradójica o sintomáticamente, la macro-devaluación producida en las últimas semanas ha servido para licuar gran parte de estos pasivos del BCRA en pesos cuando se los mide en dólares: al 30.4 el stock de Lebac y Pases era casi como ahora, de 1.38 B$ - que al tipo de cambio entonces vigente (20.6917 $/US$) equivalía a 66.600 MD: 1.33 B$ de Lebac (= 64.100 MD) más 52.200 M$ (= 2.500 MD) de Pases Netos. 

Esto implica una relevante licuación de la extraordinaria masa de deuda por Lebac y Pases del Banco – una masa de obligaciones que están en pesos – traducida a dólares, como derivado de la fuerte devaluación que se ha registrado en los últimos dos meses, que equivale así a unos 14.000 MD (66.600 – 52.600).

El cálculo de reservas propias del BCRA, sin embargo, es muchísimo menor al saldo de las reservas brutas del Banco, dando incluso un balance real muy negativo. 

Y esto es sumamente grave porque los tenedores privados de Lebac y Pases Pasivos – dado su cortísimo plazo - pueden trasladarse muy rápidamente a dólares.

El monto del préstamo stand-by, que originariamente se cifraba en unos 30.000 MD, se ha extendido a 50.000 MD, lo que constituye un crédito récord histórico para la Argentina y para el propio FMI, cosa que denota la gravedad de la situación argentina. 


Y a esto se agrega un conjunto de otros préstamos de Organismos Multilaterales de Crédito (OMC) por 5.650 MD más, acordados con el Banco Mundial (BM ó BIRF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF).

Estos créditos, a su vez, se suman a los 2.000 MD girados días pasados por el Banco de Pagos Internacionales (BIS) de Basilea, una entidad que está integrada por los principales bancos centrales del mundo, y a dos operaciones de préstamos Repo – por otros 2.000 MD – contraídas con los Bancos HSBC y Credit Suisse.

El propósito conjunto del paquete de préstamos del FMI y los OMC es producir un blindaje de las reservas internacionales del BCRA que permita contener una salida masiva de dólares como la que se ha venido produciendo por la corrida cambiaria de los últimos dos meses; que le ha costado al Banco la pérdida de unos 12.000 MD (algo más que el 20 % de sus reservas totales).

CRISIS DE LA DEUDA CUASI-FISCAL

El BCRA fue metido durante la gestión Macri-Sturzenegger en un callejón sin salida debido a la enorme bola de nieve de la deuda en Lebac. 

Este sobre-endeudamiento mayúsculo e irresponsable, producido fuera de toda capacidad de repago del Banco y realizado a los fines de sostener la Política Cambiaria de Dólar Barato con altas Tasas de Interés, ha llevado a la mayor sangría financiera de la Historia Argentina: el BCRA tendría que afrontar hoy el pago de más de 450.000 M$ de intereses anuales (una cifra superior a los intereses que paga el Tesoro Nacional), lo que implica erogaciones de unos 35.000 M$ por mes.

La extrema gravedad de la situación del BCRA – que es la que en realidad ha movido el pedido de urgencia para salvar al Banco de lo que el propio FMI califica como quiebra técnica – ha obligado tradicionalmente a pensar en la alternativa de conversión de las Lebac en títulos de más largo plazo dado que hoy poco más de la mitad del stock de 1.2 B$ de esas Lebac está colocado a 30 días (sin contar los vencimientos de Leliq – que son letras a 7 días – y de los Pases Pasivos, a 1 y 7 días). 

Una suerte de nuevo Plan Bonex 1989 pero con la particularidad que sería voluntario y no compulsivo como aquél.

Esta posibilidad de alargamiento de los plazos hoy está inhibida por la presión extorsiva de los tenedores especulativos de Lebac y Pases, que exigen al BCRA más tasa para no irse al Dólar: la constante amenaza de pasar por el Escritorio para renovar los vencimientos o pasar por Caja para cobrarlos en efectivo.

El Banco elevó sus tasas de interés antes del último vencimiento mensual de Lebac (la subasta del día 15.5 pasado) llevándolas del 27.25 al 40 % anual pero con ello no frenó totalmente la salida de dólares – que siguen mermando las reservas internacionales – y fue forzando sucesivas intervenciones del propio BCRA y/o de Bancos Oficiales (con el BNA-Banco Nación Argentina a la cabeza) para poder seguir sosteniendo el tipo de cambio a menos de 26 $/US$. 

Este drenaje imparable de costos en divisas por salida de dólares y costos financieros en pesos por pago de altísimas tasas de interés llevó al BCRA a un punto crítico y ello explica el por qué del llamado desesperado del presidente Macri al FMI y al gobiernos de los Estados Unidos para que le habiliten de urgencia un salvataje del Banco y, a la vez, el sostenimiento artificial de su gobierno frente a la nueva crisis financiero-cambiaria en que la propia administración Macri – por sus errores y por su complicidad en el negociado de las Lebac, no por herencia recibida – se encuentra metido y sin capacidad de resolverla. 

Es por eso que este mega-préstamo pedido al FMI no es para equilibrar las Cuentas Públicas – más allá de las economías presupuestarias recesivas de rigor que el Fondo exige en estos casos – sino para salvar de la quiebra técnica al BCRA.

LA PROPUESTA DEL FMI

Dada la incapacidad y la connivencia del funcionariado macrista – y del propio presidente como Jefe de Gobierno – para manejar el problema de la crisis de endeudamiento cuasi-fiscal que esta administración ha generado, los acreedores financieros del Estado decidieron poner manos a la obra e impusieron la intervención directa del FMI sobre las Cuentas del Estado Argentino (siempre bajo la hipócrita expresión de que se trata de un supuesto “plan argentino” que el Fondo analiza y aprueba). 

Un plan que cumpla la doble función de dar salida a la crisis por sobre-endeudamiento del BCRA y que permita al gobierno Macri llegar al fin de su mandato en 2019. 

El encargado de haber dado a conocer estas pautas del FMI parece haber sido el Ministro de Finanzas, Luis Caputo: 

a) El Tesoro Nacional – con la ayuda del FMI - se iría haciendo cargo paulatinamente de cancelarle al BCRA las Letras Intransferibles que el Banco tiene en su poder como producto de la Política Kirchnerista de Pago sistemático de Deuda Externa con Terceros (Acreedores Privados y OMC) utilizando Reservas del BCRA (letras que hoy totalizan 67.100 MD). 
b) Estos pagos el Tesoro los efectuará en Pesos, no en dólares, que el BCRA utilizará para recomprar parte de sus pasivos en Lebac. 
c) El procedimiento significaría un canje indirecto de Lebac por Bonos del Tesoro, ya que el gobierno cancela las Letras Intransferibles con pesos, el Banco usa ese dinero para cancelar Lebac con los tenedores y la Tesorería repone – antes o después – los fondos usados apara pagarle al BCRA con la emisión de nuevos Títulos Públicos, es decir, colocando más Deuda.d) Paralelamente, el BCRA dejará de financiar con emisión monetaria a la Tesorería a través de sus Adelantos Transitorios al Gobierno Nacional, que hoy suman 530.400 M$ (= 21.300 MD). 
e) El BCRA iría así reduciendo gran parte de su Activo y, como contrapartida, también bajaría su Pasivo – por Lebac, Leliq y Pases – se supone en la misma proporción. 
f) El Tesoro, carente de fondos propios como para rescatar las Letras Intransferibles en poder del BCRA, se fondearía para ello no sólo en la asistencia del FMI sino, sobre todo, con la colocación de nuevos Bonos Públicos, esto es, aumentando adicionalmente su Deuda Fiscal. 


De esta manera – aunque gradualmente - se producirían tres cosas a la vez:

1. El traspaso de la deuda cuasi-fiscal del BCRA en Lebac a nuevos títulos fiscales del Tesoro, a mayor plazo (alargamiento de los vencimientos). 
2. La descarga o “sinceramiento” financiero-contable del BCRA por eliminación gradual de las Letras Intransferibles en el Activo y del mega-stock de Lebac en el Pasivo. 
3. El aumento adicional de la Deuda Pública del Estado Central no sólo por la colocación de nuevos Bonos para canje de las Lebac sino además por la nueva Deuda Externa contraída con el FMI. 


El Presupuesto 2018 prevé un aumento de la Deuda Pública de 46.500 MD, a los que se sumarían ahora el monto extra-ordinario de Nueva Deuda por el préstamo Stand-by de 50.000 MD y otro monto, a determinar, derivado del traspaso de los pasivos de Lebac del BCRA, esto es, por el pasaje de la deuda cuasi-fiscal del Banco a deuda fiscal del Tesoro (ya que las Lebac no están registradas como tales). Sin contar con las nuevas ayudas de los OMC, del BIS de Basilea y de los Bancos Privados. 

Empero, como el crédito del Fondo es – por definición – un préstamo contingente, es decir, que se lo computa como Deuda a medida que se lo utiliza; y como el reemplazo indirecto de las Lebac por Bonos del Tesoro a mayor plazo es gradual, los resultados no estarían rápidamente a la vista.

Dicho con otras palabras: que la ayuda del FMI es para que el Estado Central se endeude dos veces: una, por los 50.000 MD del préstamo Stand-by con el Fondo; y otra, por los Bonos adicionales que emita para fondear el rescate indirecto de la Lebac.

Si el primer desembolso del FMI – previsto para el 20.6, por 15.000 MD (un 30 % del total acordado) – se destinase a recomponer, reforzar para la venta y/o garantizar las reservas del BCRA, puede suponerse que el resto del préstamo se utilice como crédito puente para cubrir el bache entre rescate de las Letras Intransferibles y colocación de nueva Deuda del Tesoro. 

Pero esto último es hipotético dado que está sujeto al conocimiento de los términos del acuerdo con el Fondo, que hasta ahora se desconocen.

CONCLUSIONES PRELIMINARES

Hablamos de conclusiones preliminares porque hasta el momento sólo se conoce el anuncio oficial de la conferencia de prensa Dujovne-Sturzenegger, puesto que el Acuerdo con el FMI todavía no está firmado y – gestiones secretas mediante (no negociaciones) – falta todavía esperar la letra chica del convenio que se suscriba.

Lo que estamos viendo sería algo tan claro como infantil: la idea de vender la imagen de que ahora el FMI es bueno, que nos ayuda y que el gobierno Macri presenta su plan argentino que el Fondo analiza y luego le aprueba. Y lo aprueba justamente porque da la casualidad que está perfectamente en línea con sus recomendaciones del Informe Cardarelli de Diciembre 2017. 

Es la forma de salida en que el presidente Macri ha caído – en la mitad de su gestión – por culpa de su Política irracional de Gobernar con Deuda (sobre-endeudamiento del Tesoro y paralelo sobre-endeudamiento del BCRA), por su irresponsabilidad en el manejo de las Finanzas Públicas y por la ineptitud suya y de su funcionariado superior (bajo conflicto de intereses) en el manejo de las decisiones de gobierno. 

Y así es como sigue aumentando la Deuda Pública de la Argentina.

Lic. Héctor L. GIULIANO 

23 de mayo de 2018

Ineptitud, corrupción, y deuda


“CRISIS DE DEUDA DEL BANCO CENTRAL”
Por Héctor GIULIANO (19.5.2018)

Héctor Giuliano



La corrida contra el Dólar – no contra el Peso – que hasta ahora hizo perder unos 10.000 MD (1) de Reservas Internacionales (RI) al Banco Central (BCRA) en dos meses – tuvo la semana que pasó un desenlace extraordinariamente favorable para los capitales especulativos que operan en el Mercado de Lebac – Primario y Secundario – dado que el gobierno Macri renovó 616.000 M$ del mega-vencimiento de letras del día 15.5 y emitió incluso otros 5.000 M$ de letras nuevas otorgándoles a los acreedores tasas de interés que son récord en la Argentina y en el Mundo.


Esto se logró – un éxito según los funcionarios macristas - a un costo financiero altísimo porque el BCRA elevó sus tasas de interés por las Lebac del 26-27 % anual que había pactado el mes de Abril al 40 % que reconoció este mes de Mayo, para los plazos que en su gran mayoría van de los 36 a los 63 días.

Las nuevas colocaciones se hicieron en línea con las tasas de rendimiento que el propio BCRA venía pagando en los últimos días en el Mercado Secundario, con la importante participación paralela de los bancos oficiales y del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES en la compra de letras – de modo que el gobierno habría rescatado así más de 60.000 M$ de Lebac durante la crisis cambiaria de las últimas semanas.

Esto es, que se pudo reducir una parte de la masa de vencimientos del 15.5 apelando al rescate anticipado de obligaciones en letras, y ello – como en los tiempos del Kirchnerismo – se hizo a costa de un significativo aumento adicional de la Deuda intra-Estado.

Fue así que el mega-vencimiento – que era de unos 680.000 M$ para el 15.5 – se presentó disminuido para el martes 15.5 a los 616.000 M$ citados, que fueron motivo del re-endeudamiento con la licitación de ese día.

Cabe recordar, además, que simultáneamente con estas obligaciones cuasi-fiscales de corto plazo el BCRA debe otros 300.000 M$ por Pases Pasivos, que son operaciones a sólo 1 y 7 días de plazo; y que se remuneran con el mismo nivel de tasas de referencia.

Al 15.5 – última información oficial disponible - el stock de todos estos pasivos de corto y cortísimo plazo del Banco por Lebacs y pases era así superior a 1.5 B$.

CUADRO DE SITUACIÓN 

Como producto de la maniobra extorsiva de los grandes tenedores financieros de las Lebac y Pases Pasivos por arbitraje entre Tipo de Cambio y Tasas de Interés – me das mayor tasa o me paso al dólar, aumentando la corrida cambiaria y su traslado a precios – el BCRA sufrió el efecto combinado de la tríada de variables especulativas clásicas y relacionadas entre sí de tipo de cambio, tasas de interés e Inflación:

  1. aumento del dólar por la fuerte baja de reservas derivada de la salida de capitales que estaban colocados en pesos en letras del BCRA y en letras/bonos del Tesoro, que se vendieron abruptamente y tales fondos en pesos fueron a la compra de dólares, 
  2. aumento de las tasas de interés de las Lebac y del corredor de pases por parte del BCRA para intentar retener las colocaciones en Lebac y frenar con ello el aumento del dólar (cosa que no se logró totalmente), lo que implica un encarecimiento mayúsculo de los pagos de intereses para los nuevos títulos emitidos, y 
  3. incremento adicional de la Inflación por traslado a precios de la devaluación del peso, del brutal incremento de las tasas de interés y del paralelo aumento que se está produciendo de los precios en general y de los Precios/Tarifas de Servicios Públicos en particular. (2)
La corrida cambiaria hacia el dólar y la consiguiente suba de las tasas de interés del BCRA provocó un importante doble efecto a raíz de estas operaciones porque: por un lado, se produjo un pérdida de reservas internacionales – que son los principales Activos del Banco – y por otro lado, se dio una reducción del stock de Lebac (aunque muy relativa porque no todos los pesos que salieron de títulos públicos provenían de letras del BCRA); pero simultáneamente se registró un fortísimo aumento del pago de intereses por las Lebac - que son los principales Pasivos del BCRA – con lo que aumentaron extraordinariamente los Intereses a Pagar por el Banco (Pérdida por Intereses Pagados).

El BCRA paga anualmente unos 350.000 M$ por concepto de Intereses de las Lebac y ahora – de mantenerse el brutal aumento de las Tasas de los últimos días, que fueron llevadas del 27.25 al 40 % anual, podría pasar a 450.000 M$, es decir, unos 100.000 M$ más.

Prorrateado por 12 meses, esto significa que de aquí a la próxima licitación mensual de Lebac los tenedores de las letras – que en conjunto cobran unos 25.000 M$ de intereses por mes pasarían a ganar un adicional de otros 8.000 M$ en sólo 30 días.

...niveles de endeudamiento cuasi-fiscal (del BCRA) y gastos públicos por servicio de intereses absolutamente insostenibles...

Son niveles de endeudamiento cuasi-fiscal (del BCRA) y gastos públicos por servicio de intereses absolutamente insostenibles para cualquier administración normal del Estado; y que, como agravante, se suman a los del Tesoro Nacional. (3) 

Como el Gobierno Central y el BCRA son dos caras de una misma moneda en materia de endeudamiento del Estado los efectos monetarios y cambiarios se reflejan simultáneamente en las cuentas respectivas.

Con un importante fenómeno, que se está produciendo y no parece advertirse adecuadamente: que estas cuentas (fiscales y cuasi-fiscales) tienen un sesgo relativamente favorable – medidas en dólares – porque producen una licuación de la deuda en pesos mientras preservan el valor de las obligaciones contraídas en moneda extranjera y/o atadas a cláusulas de indexación por tipo de cambio. 

Siendo importante destacar que la mayoría de la Deuda en Pesos está contraída como Deuda intra-Estado y, por ende, el perjuicio por esta desvalorización – siempre expresada en dólares – le cae al propio Estado (con el FGS de la ANSES, Bancos Oficiales y otros Entes Públicos a la cabeza).

Las consecuencias de estos movimientos en el tipo de cambio y las tasas de interés, por ende, no son neutras en la estructura de la Deuda Pública y no lo son particularmente en el caso del BCRA, donde presentan incluso variantes especiales.

En efecto, como las Reservas están compradas con Deuda (Lebac) estas operaciones serían teóricamente compensatorias – por disminución simultánea de activos y pasivos – pero, en su conjunto, tuvieron una importante y paradojal incidencia en el cuadro financiero-contable del BCRA, sobre todo en lo tocante a la citada licuación de pasivos en pesos, visible cuando se los expresa en dólares equivalentes. (4)

CONDICIONANTES FINANCIEROS DE LA POLÍTICA ECONÓMICA

El BCRA no aumenta la Tasa de Interés para contener la Inflación sino para controlar la cotización del Dólar.

De hecho, el extraordinario aumento de las tasas y la venta de reservas no influyó contra el aumento de Precios sino, por el contrario, se sumó a la Inflación creciente, por vía del costo financiero y el traslado parcial de la devaluación a precios, llevando el desequilibrio muy por encima de la Meta de Inflación del 15 %, hoy con una inflación real del 24-25 % anualizada.

...la inflación de precios le sirve al gobierno por partida doble: para bajar los ingresos reales de los trabajadores, la clase pasiva y los planes sociales mientras que sus ingresos no quedan afectados gracias al efecto del impuesto inflacionario

Más aún – como ya lo hemos explicado en otras oportunidades – la inflación de precios le sirve al gobierno por partida doble: para bajar los ingresos reales de los trabajadores, la clase pasiva y los planes sociales mientras que sus ingresos no quedan afectados gracias al efecto del impuesto inflacionario.

Por eso el gobierno Macri no lleva controles de precios y deja que masiva y sistemáticamente las empresas y comerciantes remarquen discrecionalmente los precios de bienes y servicios, contribuye a la inflación con el aumento de Precios/Tarifas de Servicios Públicos, de Presión Tributaria y de altas Tasas de Interés, factores todos ellos que son componentes determinantes e inmediatos en el aumento de los precios de la Economía.

Y el tipo de cambio, por devaluación del Peso frente al Dólar, junto con la tasa de interés es también el más usual, directo y deletéreo factor determinante de la Inflación Interna por traslado de la devaluación a los precios. 

Por otra parte, es necesario tener presente que estrictamente hablando no es cierto que el Tipo de Cambio en la Argentina sea hoy Libre y Flotante porque el BCRA lo regula directamente, si es necesario – con intervenciones vía venta de divisas, como lo ha venido haciendo en las últimas semanas – pero fundamentalmente lo regula a diario en forma indirecta, a través de la Tasa de Interés. 

Es por eso que la Tasa de Interés – que regula el BCRA – no tiene el objetivo primario de frenar la Inflación sino de regular la cotización del Dólar, que no es lo mismo.

Es parte del mecanismo que interactúa permanentemente coordinado desde el gobierno con el macro-negocio de los capitales especulativo-financieros o capitales golondrina, porque cuando el BCRA aumenta la tasa de interés atrae capitales externos y/o retiene los ya colocados en dólares – que sobrepasan la demanda de divisas y ayudan así a mantener baja su cotización – y, por el contrario, si baja la tasa de interés estos capitales migran según el tipo de cambio y aumentan la cotización del Dólar. Siendo el posterior traslado a precios (pass through) no el problema principal sino un problema derivado de lo anterior.

Y todo esto puede hacerse y se hace en sólo cuestión de horas o – como lo hemos visto en estos días pasados – con altibajos durante el correr de la misma jornada.

Dada la magnitud de las cifras en juego – que exceden la eufemísticamente llamada capacidad de fuego del BCRA para atender este tipo de corridas cambiarias – la Argentina no posee hoy reservas propias ni mínimamente suficientes para poder contener las operaciones de estos capitales buitre, que pueden distorsionar el funcionamiento de todo el sistema financiero en menos de 24 horas y con ello arrastrar a una crisis financiero-económica generalizada y también a la caída política del gobierno Macri. (5) 

El negociado básico de la Globalización Financiera reside esencialmente en el arbitraje entre Tipos de Cambio y Tasas de Interés, para lograr que – estabilizando el tipo de cambio para garantizar los valores monetarios de entrada y salida de capitales golondrina - esos capitales externos puedan obtener ganancias récord en el país cambiándose a pesos y colocándose a tasas que en la Argentina son un múltiplo de las internacionales. 

Pero las turbulencias vividas en las últimas semanas – y los mayúsculos negociados hechos al amparo del secreto de las informaciones oficiales en la materia – escaparon a la coordinación y control de las autoridades macristas, sea por ineptitud, por connivencia o por ambas cosas a la vez.

En estas circunstancias es explicable (que no es lo mismo que justificable) que el presidente Macri – frente al abismo que media entre las expectativas que trata de vender a la opinión pública y las crudas realidades que vive su Administración – haya decidido pedir asistencia financiera urgente al FMI y que éste, en su rol de auditor garante de los pagos del país a los acreedores del Estado, vaya a tomar la supervisión o monitoreo directo de la Política Financiera Fiscal de la Argentina.

FMI E INDEPENDENCIA DEL BCRA

La peculiaridad del urgente pedido de ayuda del gobierno Macri al FMI parece explicada más por la necesidad de salvataje al BCRA que al propio Tesoro Nacional, dado que éste ya viene llevando a cabo su programa gradual de ajuste fiscal – explícito y/o encubierto – desde que asumió el poder en Diciembre de 2015 – y que aparentemente no dependería de tal asistencia urgente para llegar a las metas fiscales (que ya fueron modificadas en línea con las exigencias del Fondo).

El BCRA, en cambio, se encuentra en la encrucijada de no poder hacer frente a la concentración de vencimientos de sus impresionantes deudas a corto y cortísimo plazo.

La irresponsabilidad total en el crecimiento descontrolado de la emisión de letras y pases pasivos, el sostén total de las reservas internacionales con las deudas a corto plazo en Lebac y el empapelamiento del Banco con Títulos Públicos impagables del Gobierno (herencia del gobierno Kirchner) y del mantenimiento de otra masa de créditos sin valor por Adelantos Transitorios al Tesoro (mantenida por la actual administración) han llevado a una situación crítica a la Institución. (6)

Las financieramente ruinosas licitaciones mensuales de Lebac - a costos astronómicos de pago de intereses para el Banco y para el Estado Argentino - los montos crecientes de tales vencimientos y los negociados calzados merced a toda una batería de disposiciones macristas dictadas a favor de los capitales especulativos, han llevado la situación del BCRA a esta situación insostenible.

En tales condiciones, el BCRA necesitaría paliar el estrangulamiento financiero absoluto que tiene por sus pasivos en letras y pases pasivos tratando de patear para adelante sus compromisos – idea de alargar los plazos de las Lebac que se renueven a más de 200 días, cuando hoy más de la mitad del stock está colocado a 30 días - y/o traspasar progresivamente la mayor parte de estos pasivos a corto y cortísimo plazo canjeándolos por Letras del Tesoro (Letes) o Bonos de la Deuda Pública, ambos a mayor plazo.

Sería una suerte de Plan Bonex (1989) pero no compulsivo sino voluntario. (7)

Sin embargo, para llevar a cabo una operación de este tipo se necesita una amplia y fuerte apoyatura financiera internacional y también acuerdos bilaterales con poderosos Fondos de Inversión externos – como los recientemente ingresados al país BlackRock y Templeton (con licitaciones de bonos BOTE armados de urgencia y aparentemente a pedido) – como así también el OK de los Países Desarrollados (empezando por los Estados Unidos) y de los Organismos Financieros Internacionales (con el FMI a la cabeza).

Y para ello sería coherente que la asistencia financiera pedida de urgencia por el presidente Macri para obtener un préstamo stand-by (que es un crédito contingente) de “alto acceso” o trámite rápido, no sea en la práctica para destinarlo al Tesoro sino al BCRA, a los fines que éste pueda garantizar así el proceso de conversión gradual de sus letras a otros títulos a más largo plazo o bien directamente a nuevos Bonos del Tesoro; y además para seguir sosteniendo artificialmente su desequilibrio financiero estructural.

Pero las combinaciones posibles sobre lo que pudiera ocurrir son múltiples y las conversaciones en curso son secretas, de modo que sólo cabe esperar a que tomen estado público los anuncios acerca de los arreglos cuando sean pactados en firme.

Mientras tanto, el BCRA afronta la angustia del próximo mega-vencimiento de Lebac del Martes 19.6, por un monto de 660.300 M$ (sobre un stock de letras de 1.11 B$), que equivalen hoy a 26.800 MD. Cifras tan conflictivas como inmanejables.

Una ayuda del FMI [...] pudiera salvar las apariencias del BCRA... 

Una ayuda del FMI de este tipo – reemplazando la Deuda cuasi-fiscal existente con Acreedores Privados por Deuda con el Organismo Internacional - pudiera salvar las apariencias del BCRA frente a su crisis estructural por Iliquidez e Insolvencia, pudiera servir para emparchar su situación financiero-contable con el préstamo externo y lo afianzaría en la idea de independencia del Banco con respecto al Gobierno.

ALGUNAS CONCLUSIONES

En base a los pocos dados oficialmente conocidos, en medio del tratamiento secreto de todas las informaciones ligadas a las operaciones en letras (Lebac/Leliq), Pases Pasivos (a 1 y 7 días) y Letras Overnight (de subsidio a los Bancos por menos de 24 horas), de los actores por las compras y salidas del país de divisas sin identificación de sus operadores, de falta de un censo de los acreedores por Lebac y de otros pasivos del BCRA, de los titulares de nuevos contratos de Dólar Futuro en los mercados Rofex y MAE, etc. es imposible sacar conclusiones en firme.

Sin embargo, algunas cosas irían quedando bastante claras hasta ahora:

  • La ayuda financiera de emergencia al FMI sería más para salvar de la quiebra técnica al BCRA que para auxiliar hoy al Tesoro. Y el Plan de Ajuste Fiscal que se impone es para que el Tesoro sostenga al BCRA y no a la inversa
  • El BCRA no defiende el valor del Peso sino el valor del Dólar, porque ésa es la moneda fuerte con la que se miden todas nuestras cuentas fiscales y cuasi-fiscales y consecuentemente, los niveles posibles de pago de intereses crecientes frente a la nueva Ola de Endeudamiento extraordinario que retoma el presidente Macri en el marco de su Política de Gobernar con Deuda.
  • Es coherente pensar que uno de los objetivos clave subyacente en todo este proceso sea una Devaluación gradual o progresiva del Peso bajo medidas recesivas que contengan el traslado de dicha devaluación a los Precios, de modo de ir logrando una baja generalizada de los salarios reales en dólares y del llamado Costo Argentino en general, a los fines de terminar garantizando una futura nueva Tablita Cambiaria – por convergencia entre incrementos del tipo de cambio e Inflación y aumento de Salarios por debajo de la Inflación.
Dada la ineptitud, la descoordinación y la corrupción de la administración Macri para poder lograr resultados en este tipo de objetivos, el FMI intervendría así para supervisar y controlar en forma directa – con monitoreo según avances trimestrales – el cumplimiento de nuevas metas financieras y fiscales, para poder completar así el mandato macrista en lo que resta del bienio 2018-2019.

Y para ello es necesario defender a rajatabla el sagrado principio de la independencia del BCRA, un eufemismo bajo el que se esconde la realidad de un gobierno bicéfalo donde el BCRA manda sobre el Poder Ejecutivo y los Acreedores de la Deuda Pública – con la auditoría permanente e institucional del FMI – mandan sobre el BCRA.

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[1] Las abreviaturas MD/M$ significan Millones de Dólares/Pesos respectivamente y B$ – Billones de Pesos. Todas las cifras se expresan con redondeo, razón por la que pueden darse mínimas diferencias entre totales y sumatoria de términos.

[2] Estos temas ya fueron tratados por el autor en tres trabajos recientes: “Crisis de Deuda, Dólar y Tasa de Interés” (28.4.2018), “Crisis de Deuda y Emergencia Financiera Macri” (5.5.2018) y “Fondo Monetario y salvataje al Banco Central” (12.5.2018).

[3] Según la Ley 27.431 de Presupuesto 2018 el Estado Central paga unos 407.000 M$ anuales por Intereses de la Deuda Pública (que son independientes de los que paralelamente paga el BCRA).

Ayer acaba de editarse en la página web del Ministerio de Finanzas (MF) el último Informe de Deuda Pública,   con los datos al 31.12.2017, y éste arroja un saldo a esa fecha de 334.700 MD. La Deuda aumentó así 55.800 MD durante el año mientras que en el Presupuesto del Ejercicio estaba previsto que aumentara 38.200 (17.500 MD más), lo que conlleva un incremento adicional sustancial del quantum de los intereses devengados a pagar durante el corriente año porque aumenta el stock de la Deuda y los Intereses lo hacen en una proporción mayor.

[4] El estado financiero-contable del BCRA hoy ha quedado conformado en forma bastante peculiar después de la crisis cambiaria de las últimas semanas:

a) Las Reservas Internacionales han bajado en dólares – de 61.700 MD al 31.3, a 56.600 MD al 30.4 y 52.700 MD al 15.5 – pero por efecto de la devaluación del peso han aumentado en moneda nacional: de 1.2 B$ al 31.3 y 30.4 a 1.3 B$ al 15.5.
b) Los Adelantos Transitorios al Tesoro se mantienen estables en pesos – unos 519.000 M$ – pero han disminuido expresados en dólares: de 93.700 M$ a 87.900 MD para las mismas fechas.
c) Este fenómeno es muy importante porque – como vamos a seguir viendo – se está produciendo una fuerte licuación de las deudas cuasi-fiscales del BCRA por obligaciones en pesos como derivado de la devaluación de las últimas semanas.
d) De la misma manera, el Activo Total del BCRA tuvo un decremento en dólares – 172.200 MD al 31.3, 166.100 MD al 30.4 y 153.600 MD al 15.5 – pero un aumento contable en pesos: de 3.5 B$, 3.4 B$ al 30.4 y 3.8 B$ al 15.5.
e) La evolución de la Base Monetaria (BM) fue más estable: 993.500 M$ (≡400 MD) al 31.3, 999.400 M$ (≡ 48.300 MD) al 30.4 y 1.1 B$ (≡ 42.700 MD) al 15.5; lo que explica el aumento del tipo de cambio teórico de referencia al dividir la BM por las RI, que daba 16.13 $/US$ al 31.3 (993.500 M$ BM / 61.700 MD RI), 17.65 $/US$ al 30.4 (999.400 M$ / 56.600 MD) y 20.58 $/US$ al 15.5 (1.1 B$ / 52.700 MD).
f) La variación más notable – por su licuación en dólares – fue la de las Lebac, que pasaron de 1.4 B$ a 1.3 B$ y a 1.2 B$ al 31.3, 30.4 y 15.5 respectivamente pero expresadas en dólares tuvieron una baja más que proporcional a la de su merma de stock en pesos, pasando de 68.700 MD a 64.100 MD y 48.400 MD respectivamente. Esto es, que con la devaluación del peso se produjo una fuerte disminución (en dólares) de los pasivos en letras del BCRA.
g) Algo parecido ocurrió con los Pases Pasivos, que aumentaban paralelamente a esta reducción del stock de Lebac por pasaje de los capitales financieros de letras – más de la mitad de las cuales están colocadas a plazos de 28-30 y ahora 36 días – a pases, que son a sólo 1 y 7 días. Así el saldo de Pases se movió de 288.900 M$ (≡ 300 MD) al 31.3 a 285.000 M$ (≡ 13.800 MD) al 30.4 y a 303.300 M$ (≡ 12.200 MD) al 15.5, lo que muestra también una reducción de estas obligaciones de cortísimo plazo medidas en dólares.
h) En contrapartida, el rubro Otros Pasivos (fundamentalmente el swap con China) pasó – para las mismas fechas – de 214.700 M$ (≡700 MD) a 220.700 M$ (≡ 10.700 MD) y a 222.200 M$ (≡ 9.000 MD, una baja de casi 2.000 MD durante la primera quincena de Mayo, que pudiera corresponder a cancelaciones parciales pero que no han sido informadas como noticia).

El tipo de cambio mayorista del BCRA tomado a los efectos de todas estas conversiones monetarias peso-dólar fue de 20.1433 $/US$ al 31.3, 20.6917 $/US$ al 30.4 y 24.7997 $/US$ al 15.5.

Estas densas relaciones financiero-contables tienen por finalidad demostrar que paradójicamente el BCRA mejoró artificialmente – porque no son producto de ganancias genuinas sino de resultados por tenencia – sus números expresados en pesos mientras empeoran en dólares.

Con ello, el Patrimonio Neto del Banco pasó así de 206.700 M$ (≡ 10.700 MD) al 31.3 a 231.600 M$ (≡ 11.200 MD) al 30.4 y a 579.500 M$ (≡ 23.300 MD) al 15.5, cabiendo aclarar que, en este caso, los resultados aumentan también en dólares como consecuencia de la conversión de pesos y no por disposición efectiva de tales dólares (aunque pudieran ser utilizados para comprar divisas en el Mercado, re-capitalizando al BCRA).

[5] Al 15.5 las reservas propias del BCRA eran negativas: si a los 52.700 MD de Reservas Brutas se le restan los pasivos directos en moneda extranjera por 24.300 MD – producto de 11.400 MD de Encajes Bancarios en Dólares más 9.000 MD de Otros Pasivos (Swap con China) – las Reservas Netas quedan en 32.300 MD.

Pero si a este subtotal se le restan los pasivos en pesos rápidamente convertibles a moneda extranjera por 60.600 MD – 48.400 MD de Lebac más 12.200 MD de Pases Pasivos (*) – las Reservas Propias no sólo devienen inexistentes sino que pasan a ser negativas en 28.300 MD.

Notablemente, es una cifra próxima al monto de los 30.000 MD del préstamo stand-by que se estaría negociando con el FMI. Una suerte de re-capitalización indirecta del BCRA por endeudamiento con el FMI.

(*) Se toma aquí el saldo de los Pases Pasivos (12.200 MD) sin netearlos con los Pases Activos (8.300 MD) – lo que daría un saldo negativo menor de 3.900 MD – porque las operaciones de estos pases son parte de las mismas operaciones que las letras a menores plazos y porque además estos pases están respaldados por Lebac, que son pasivos del propio Banco (!).

De todos modos, esta diferencia no hace al fondo de la cuestión de la falta de reservas propias del BCRA.

[6] El BCRA arrastra un desequilibrio contable-financiero estructural desde la gestión kirchnerista que se ha venido agravando con el macro-endeudamiento insostenible por letras y pases pasivos desde la actual administración macrista:

El Banco no tiene Reservas Internacionales propias sino sostenidas con Deuda (las Lebac y otros pasivos de corto plazo); e incluso la composición de las mismas es dudosa porque no se sabe a qué corresponden las Colocaciones realizables en Divisas, que conforman aproximadamente la mitad de las Reservas Brutas.
El Banco tiene Títulos Públicos en cartera por 67.000 MD y Adelantos Transitorios al Gobierno Nacional por el equivalente a otros 20.900 MD – en total. 87.900 MD – que son créditos impagables y reducen así dramáticamente la calidad de los Activos del BCRA.
El stock de Lebac (48.400 MD) y Pases Pasivos (12.200 MD) – 60.600 MD en total – excede la Base Monetaria (BM), que es equivalente a 42.700 MD.
Por ende, el Patrimonio Neto de la Institución (23.300 MD al 15.5) – y sus ganancias financieras contables o aparentes, no genuinas – no es representativo de la crítica situación de Iliquidez e Insolvencia del BCRA.

[7] El Plan Bonex fue un plan financiero impuesto bajo la Crisis de Deuda de Diciembre 1989 – bajo la administración Menem – que consistió en el canje compulsivo de los depósitos a plazo fijo por títulos públicos a 10 años de plazo denominados Bonex 89. 

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