"Imagínese un mundo donde el gobierno, esa entidad absolutamente corrompida, puede decidir quién puede usar el dinero que le corresponde y quién no."
Reunión secreta en Wall Street para implantar el dinero electrónico
9 MAYO, 2016
Una “reunión secreta” que ha involucrado a más de 100 ejecutivos de algunas de las mayores instituciones financieras en los Estados Unidos, se ha llevado a cabo en la ciudad de Nueva York.
Durante esta “reunión secreta”, una compañía conocida como “Chain”, dio a conocer una tecnología que transforma los dólares estadounidenses en activos digitales “puros”.
Según los informes, en la reunión había representantes de Nasdaq, Citigroup, Visa, Fidelity, Fiserv y Pfizer; la empresa Chain afirma estar asociada con Capital One, State Street y First Data.
Esta tecnología “revolucionaria” está destinado a cambiar completamente la forma en que usamos el dinero, y representaría un paso importante hacia la implantación final de una sociedad sin dinero en efectivo.
Pero si realmente este nuevo sistema basado en dinero digital tuviera que ser tan bueno para la sociedad, ¿por qué se discutió sobre ello en una reunión secreta entre banqueros y financieros de Wall Street?
La noticia sobre esta reunión, que debía ser secreta, apareció en un medio de masas: Bloomberg, lo que nos indica que la existencia de la reunión, probablemente ha sido filtrada de forma interesada para empezar a sembrar a la opinión pública con lo que se avecina .
Así es como lo presentaba Bloomberg en su artículo titulado “Dentro de la reunión secreta donde Wall Street probó el dinero Digital” …
Un lunes de este pasado mes de abril, más de 100 ejecutivos de algunas de las instituciones financieras más grandes del mundo, se reunieron privadamente en la oficina de Nasdaq Inc. enTimes Square.
No estaban allí sólo para hablar de blockchain, la nueva tecnología, (base para la creación de criptodivisas como Bitcoin), que algunos predicen que transformará el mundo de las finanzas, sino para construir y experimentar con el software en cuestión.
Al final de la reunión, los asistentes habían visto algo revolucionario: dólares estadounidenses convertidos en activos digitales puros, capaces de ser utilizados para ejecutar y liquidar una transacción al instante.
Esa es la promesa de un blockchain, un sistema de transacción de dinero instantáneo y fiable, que sustituye al sistema de transacción de dinero habitual, engorroso y propenso a provocar errores y mediante el cual se pueden tardar días en mover el dinero de un lugar a otro o en realizar cualquier transacción comercial.
Mientras que el efectivo en una cuenta bancaria es gestionado electrónicamente en la actualidad, hay una clara diferencia entre ese sistema y lo que significa decir que el dinero es realmente digital. Los pagos electrónicos en realidad son sólo intercambios de mensajes que el efectivo necesita para pasar de una cuenta a otra, y el intercambio de esta información entre las cuentas, es lo que añade tiempo al proceso de pagos y los hace farragosos.
Para los clientes, mover dinero entre cuentas puede tardar días ya que los bancos esperan confirmaciones de uno y otro lado antres de completar las transacciones. Los dólares digitales, sin embargo, están pre-cargados en un sistema que utiliza un blockchain. A partir de ahí, se pueden intercambiar de inmediato para cualquier transacción.
“En lugar de mover un registro o un mensaje, lo que se mueve es el activo real. El pago y la liquidación se convierten en la misma cosa”
Esto puede parecer un gran avance tecnológico y comercial, pero en realidad debería alarmar a todo el mundo.
Y máxime cuando son los grandes capitostes de Wall Street los que dan estos pasos decisivos mediante reuniones secretas.
Hasta ahora existía la percepción de que proyectos como el Bitcoin, eran algo contracultural, que actuaba en contra de los intereses de estas élites financieras.
Craig Wright |
Curiosamente y de forma casi simultánea, las élites de Wall Street se han reunido para utilizar esta tecnología con el dólar y a la vez, el inventor del Bitcoin, que se ocultaba tras el pseudónimo de Satoshi Nakamoto, se presenta ante el mundo como un empresario australiano llamado Craig Wright.
Todo ello marca un punto de partida definitivo hacia la implantación del dinero electrónico en todo el planeta, un proceso avanzado ya en varios países.
En Suecia, por ejemplo, el 95% de todas las transacciones de venta al por menor ya se realizan sin dinero en efectivo y se están eliminando cientos de cajeros automáticos. En Dinamarca, los funcionarios del gobierno tienen el objetivo declarado de “erradicar el dinero en efectivo” para el año 2030. Y en Noruega, el mayor banco del país ha hecho un llamamiento público para la eliminación completa de todo el dinero en efectivo.
Otros países de Europa ya han prohibido las transacciones en efectivo por encima de cierta cantidad.
El impulso global hacia una sociedad sin dinero en efectivo se está intensificando, porque tanto a los bancos como a los gobiernos, les interesa implementarlo.
El fin del dinero físico en efectivo significa el fin de la libertad de todos los ciudadanos.
El dinero electrónico implicará que todas nuestras transacciones, aunque consistan en comprarnos un chicle, podrán ser controladas y monitoreadas por las autoridades y será pues, el fin definitivo de nuestra privacidad.
Los gobiernos nos dicen que acabando con el dinero en efectivo, podrán perseguir a los traficantes de drogas, a los evasores de impuestos, a los terroristas y a los que lavan dinero sucio; pero en realidad, su objetivo es controlar completamente todas nuestras transacciones financieras y por lo tanto nuestras vidas.
“Luchar contra el crimen” es el típico subterfugio que se utiliza habitualmente para engañar a las mentes débiles y crédulas, que aún creen en la supuesta bondad del sistema y de los dirigentes que lo manejan.
Mientras estamos distraídos con mil y una estupideces políticas, estas élites llevan a cabo sus planes reales sin que nos percatemos de ello.
Y uno de los puntos clave para alcanzar sus objetivos es precisamente la abolición del dinero en efectivo, para convertirnos a todos en esclavos completamente dependientes.
Imagínese un mundo donde el gobierno, esa entidad absolutamente corrompida, puede decidir quién puede usar el dinero que le corresponde y quién no.
Cualquier persona molesta o rebelde, cuyas opiniones puedan ser calificadas como “desestabilizadoras” para el sistema, verá como le cortan el acceso a cualquier vía de pago con la que subsistir.
Si el gobierno decide que alguien “no es legal”, se le negará la opción e comprar, vender, abrir una cuenta bancaria, conseguir un trabajo, subir a un tren o un avión, comprar gasolina para su coche…
Es literalmente la implantación de una nueva esclavitud, que complementada con el control total de internet y la vigilancia exhaustiva de todo lo que escribimos y decimos, sienta las bases para el establecimiento de la mayor tiranía de toda la historia.
Ahora ya se han reunido los gerifaltes de Wall Street para discutir cómo van a implementarlo…
¿Aún hay alguien tan ingenuo como para creer que el dinero y las criptodivisas son algo positivo que acabará con el poder real de los grandes banqueros?
Todo está perfectamente planeado…
Fuente: PUEBLOSHABLAN