23 de agosto de 2019

Saqueo financiero organizado


"...el mecanismo de saqueo que utiliza el Gobierno, se demuestra en que el presidente Macri «vino a Gobernar con Deuda y en dos años de gestión financiera llevó al país a una situación de cesación de pagos (default), una nueva Crisis de Deuda que sólo puede paliar hasta terminar su mandato merced al salvataje con un mega-préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI)..."



El licenciado en Administración y Finanzas; experto en Deuda Pública y Externa, Héctor Giuliano, señaló que «Argentina está siendo sometida a un proceso de saqueo financiero organizado, comparable al del Proceso Militar 1976-1983 y a la Convertibilidad Menemista de la década del ’90».


Héctor Giuliano
«Todos los días el Banco Central (BCRA) cubre – con pagos y/o con capitalizaciones – vencimientos de Intereses a Pagar del orden de los 3.400 M$ (sin contar aquí otros 2.000 M$ promedio diarios que paralelamente carga el Tesoro Nacional por su Deuda Pública: lo que da un total conjunto de 5.400 M$ por día en concepto de Intereses)», explicó Giuliano.

En el mismo sentido, el especialista  indicó que «esta sangría de dinero se produce a través de una trampa de arbitraje entre Tipo de Cambio y Tasa de Interés que administra el BCRA en coordinación con los grandes grupos financiero-bancarios acreedores del Estado».

Para Giuliano, el mecanismo de saqueo que utiliza el Gobierno, se demuestra en que el presidente Macri «vino a Gobernar con Deuda y en dos años de gestión financiera llevó al país a una situación de cesación de pagos (default), una nueva Crisis de Deuda que sólo puede paliar hasta terminar su mandato merced al salvataje con un mega-préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI), un préstamo Stand-By por 56.300 millones de dólares, cuyos desembolsos sostienen la supervivencia de su administración hasta fin de año (con la paradoja que la cuenta de ese préstamo la tiene que pagar el próximo gobierno)», argumentó el economista.

Según Giuliano, el mecanismo que dio lugar a esta crisis financiera – que estalla en Abril del 2018 y se prolonga hasta el presente – está directa y totalmente ligado al problema de la Deuda Pública y particularmente al sobre-endeudamiento incontrolable del BCRA, que actuó y actúa como detonante de la crisis».

«La base de la cuestión de fondo que da lugar a este problema – problema que configura una distorsión de la estructura financiera del Estado – es la Política de compra de Reservas Internacionales con Deuda y la trampa consiguiente de arbitraje entre Tipo de Cambio y Tasas de Interés:

a) El BCRA sube y mantiene elevadas las Tasas de Interés locales – concretamente, la Tasa de Interés de Referencia que paga por las Leliq o Letras de Liquidez, que hoy sobrepasa el 63 % anual (la tasa más alta del mundo).

b) La administración Macri permite la total e irrestricta volatilidad de Capitales, es decir, el libre movimiento de entrada y salida de fondos de inversión, que pueden ingresar e irse del país cuando lo desean y sin cargo alguno.

c) Con esta combinación de altas tasas y volatilidad se estimula y produce la entrada de grandes capitales especulativo-financieros – masas de dinero no vinculadas a la actividad económica física o real sino aplicadas al lucro por inversiones financieras autónomas – y con ello el BCRA genera dos fortísimas distorsiones o desequilibrios paralelos:

Por un lado, estas divisas aumentan artificialmente el stock de las Reservas del BCRA porque se trata de reservas transitorias y expuestas por ende a un egreso tan sorpresivo como su ingreso. Y por otro lado, tal entrada de fondos genera un mayor endeudamiento del BCRA, que es la entidad a la que van dirigidos tales fondos, que son atraídos por las altísimas tasas de interés que paga el Estado, no el Mercado Privado (aumento extraordinario del Gasto Público Cuasi-fiscal).

Es decir, que la política de altas tasas de interés con garantía oficial de libre movilidad de capitales crea una doble y gravísima vulnerabilidad al BCRA: menor proporción de Reservas Propias y mayor Deuda de Corto Plazo.

e) Para optimizar la ecuación de ganancia de estos capitales especulativos, el BCRA garantiza a los Bancos tenedores de las Leliq una triple ventaja:
1.- Les compromete mantener un piso suficientemente elevado de tasas de interés a pagar (que durante el mes de Agosto es del 58 %), aunque el nivel real de las tasas es siempre superior a ese porcentaje (hoy mayor al 63 % anual). 2.- Les garantiza a los Bancos – y por consiguiente a los capitales financieros que operan a través de esos Bancos – una estabilidad relativa del Tipo de Cambio (base Dólar), de modo que la incidencia posible de cualquier devaluación del peso no les afecte en forma significativa sus niveles de rentabilidad.  Paralelamente les refuerza la garantía de estabilidad cambiaria por medio de contratos de Dólar a Futuro, de modo que si se produjera cualquier devaluación del peso los acreedores quedan a cubierto de tales variaciones.

d) Los capitales financieros ingresados se colocan en Leliq a través de los Bancos, que son los intermediarios del negocio de prestarle plata al BCRA contra altas tasas de interés (lo que aumenta el crédito de los bancos al Estado a la vez que lo detrae del destino de crédito al Sector Privado).

e) Para optimizar la ecuación de ganancia de estos capitales especulativos, el BCRA garantiza a los Bancos tenedores de las Leliq una triple ventaja:

1a) les compromete mantener un piso suficientemente elevado de tasas de interés a pagar (que durante el mes de Agosto es del 58 %), aunque el nivel real de las tasas es siempre superior a ese porcentaje (hoy mayor al 63 % anual).

2b) les garantiza a los Bancos – y por consiguiente a los capitales financieros que operan a través de esos Bancos – una estabilidad relativa del Tipo de Cambio (base Dólar), de modo que la incidencia posible de cualquier devaluación del peso no les afecte en forma significativa sus niveles de rentabilidad.

3c) paralelamente les refuerza la garantía de estabilidad cambiaria por medio de contratos de Dólar a Futuro, de modo que si se produjera cualquier devaluación del peso los acreedores quedan a cubierto de tales variaciones.

Con esta triple forma de garantía la Argentina es hoy probablemente el principal paraíso financiero del Mundo.

f) Cubierto así el riesgo cambiario en los negocios de los capitales golondrina, el BCRA pasa a garantizar también el riesgo financiero propiamente dicho del correlativo negocio interno de los bancos tomadores de Leliq y Pases Pasivos. Y para ello no sólo les garantiza un piso alto de las Tasas de Interés (punto a) sino que además les permite a los bancos utilizar las Leliq para integrar los encajes indisponibles por depósitos , lo que constituye un empapelamiento parcial pero creciente de tales encajes, cosa que aumenta el peligro sistémico en caso de una corrida bancaria por retiro masivo de pesos para pasaje a dólares.

g) La resultante directa e inexorable del aumento de la Tasa de Referencia de la Política Monetaria (tasa de las Leliq) es un mayor costo financiero generalizado – que se transmite y provoca recesión en la Economía – y que, en lo inmediato, incrementa el stock de los pasivos remunerados del BCRA (Leliq y Pases Pasivos), con mayor presión por alto costo de sus Intereses a Pagar.

h) Bajo este juego de variables interdependientes de Tasas de Interés extraordinariamente altas – de cortísimo plazo y con piso asegurado – garantía de estabilidad cambiaria (que es un verdadero Seguro de Cambio) y relación Leliq-Encajes Bancarios, el BCRA queda atado de pies y manos como para no poder tomar decisión autónoma alguna en materia de Política Financiera; con el agravante que no tendría además tiempo de respuesta para cualquier curso de acción alternativo dada la inmediatez en las condiciones de su endeudamiento.

Porque no hay tiempos de respuesta frente a una masa extraordinaria de Leliq a 7 días, con renovaciones diarias y altísima capitalización por anatocismo, y otra masa paralela de Pases Pasivos a sólo un día.

i) En este contexto, el BCRA – con acuerdo del FMI – utiliza una presentación tan discutible como engañosa de la meta de Base Monetaria (BM), supuestamente congelada o con crecimiento Cero porque no computa la Base Monetaria Amplia sino sólo una BM limitada o restringida.

Hasta aquí la secuencia básica del mecanismo de saqueo financiero que padece la Argentina a través de la Política de sobre-endeudamiento del BCRA, una política que constituye hoy el capitulo central dentro del esquema de sangría monetaria y cambiaria del Estado.

Habiendo entonces entrado capitales financieros – en función de la combinación de altas tasas de interés y tipo de cambio estable – contando los acreedores con la garantía cambiaria y bancaria del BCRA por sus pasivos remunerados de corto y cortísimo plazo (Leliq y Pases) y sin tiempos de respuesta frente a eventuales retiros de fondos, la Política Financiera del BCRA (Política Monetaria, Cambiaria y Bancaria) queda totalmente supeditada a la acción de los Acreedores Financieros del Estado.

Porque todo lo que el Banco pierde en materia de aumentos del Pasivo y aumento de los Intereses a Pagar lo ganan obviamente los acreedores privados, que son esencialmente los Bancos y Fondos especulativos de Inversión.

Es la carta extorsiva clásica del acreedor usurario: me das más Tasa o me voy al Dólar. Pero una suerte de extorsión que es consentida y armada por las autoridades porque arranca de la política gubernamental de Gobernar con Deuda y, dentro de la misma, de la Política institucional del BCRA de aumentar hasta el paroxismo sus niveles de endeudamiento y el consiguiente mayor costo de sus pasivos remunerados.

Se trata, en la práctica, de un virtual asalto financiero al BCRA, con el agravante que es un asalto dirigido y coordinado por el propio BCRA.

El gobierno Macri – en complicidad con los acreedores financieros del Estado – mantiene en secreto la identificación de los titulares de las obligaciones que constituyen la Deuda Pública Fiscal (del Tesoro Nacional) y Cuasi-fiscal (del BCRA), así como tampoco informa sobre los acreedores de las Deudas Provinciales y demás organismos públicos.

No sabemos con quiénes nos está endeudando la administración Macrista: no se conoce quiénes son los Bancos tenedores de las Leliq y Pases Pasivos ni mucho menos el monto de los títulos que están en poder de cada uno de ellos, no se conoce la identificación y monto de los capitales financieros internacionales ingresados y operantes en el país a través del negocio de carry trade o bicicleta financiera – que se realiza a través de la intermediación bancaria – ni se conoce la correlación que existe entre dichos fondos especulativos y las entidades financieras respectivas.

Ni se conoce tampoco con quienes el BCRA suscribe sus contratos de Dólar a Futuro, que refuerzan el compromiso de garantía a los acreedores financieros del Banco.

Estrictamente hablando, este problema no es nuevo: la regla tradicional del Poder Financiero es que todo lo verdaderamente importante en esta materia permanezca en secreto. Y la Deuda es lo más secreto, en la Argentina y en el Mundo, precisamente porque es lo más importante.

Cuando este mecanismo de endeudamiento es sostenible – aunque sea en forma precaria y/o con refinanciaciones constantes – el engaño es manejable ante la opinión pública (más allá del daño y de las irregularidades que este proceso conlleva) pero cuando, como en el caso argentino actual, hay un sobre-endeudamiento incontrolable y de imparable altísimo costo financiero, allí deviene escandaloso no sólo el proceder de las autoridades sino también su complicidad en el ocultamiento de los acreedores, porque es un agravio a la transparencia de las decisiones públicas y porque pasa a ser una forma de cubrir la impunidad de las responsabilidades de funcionarios que estarían actuando en forma irracional y en conflicto de intereses junto con los Acreedores del Estado.

El presidente Macri habla mucho contra la Mafia Sindical pero soslaya hablar de la Mafia Financiera que lo sostiene y que está saqueando al país.

22-8-2019

20 de agosto de 2019

Macri: Locura financiera

Locura financiera Macri: el pago de intereses de las LELIQ y la Deuda iguala a todo el gasto del Gobierno Nacional

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El grado de desmesura o verdadera locura en que ha caído el Gobierno de Macri lo demuestra este gráfico. Allí salta a la vista que el gasto en intereses de la deuda por parte de Tesoro y de las LELIQ por parte del Banco Central, suma 1,46 billones de pesos, y que ello representa más que todo el gasto de funcionamiento del Gobierno Nacional, que suma 1,42 billones. Equivaliendo además al 73 % del monto destinado a Seguridad Social.

Por Mario Cafiero (Ingeniero industrial – ex diputado nacional) 
31/7/2019

Actualmente el monto neto de las LELIQ según informa el Banco Central, trepa a 1,19 billones de pesos, equivalentes al cambio actual a 27.197 millones de dólares. Que crece semanalmente como una bola de nieve al 100 % anual, porque lo que se paga de intereses, vuelve a esterilizarse como Lelik.

Con la tasa del 60 % anual fijada por el Banco Central, ello representa un pago de intereses diarios de 1.956 millones de pesos o 44 millones de dólares. Lo que a lo largo del año trepará a un monto de 714.079 millones de pesos, o 16.318 millones de dólares al cambio actual.

Si consideramos el período que va desde el inicio del gobierno de Mauricio Macri hasta ahora, o sea en sus casi 4 años de gestión, lleva gastados más de 45.000 millones de dólares en intereses de las LELIQ. Un promedio de 1.100 millones de dólares por mes o sea 37 millones de dólares por día.

Un negocio increíble para los bancos y la especulación financiera, Máxime si uno recuerda que el motivo del desguace y privatización de la red de ferrocarriles argentinos, eran porque generaban un déficit de un millón de dólares por día. Registrándose actualmente un pago de intereses equivalentes a 44 redes de ferrocarriles.

O si lo relacionamos con un icono de la corrupción como lo del Sr. Lopez revoleando bolsos, las LELIQ serían un revoleo desde el Banco Central a los bancos equivalente a 5 veces por día lo del Sr. Lopez, durante todos los días y todos los meses. O sea una lesión al erario público casi dos mil veces mayor. Sin embargo, nada de ello lo refleja la gran prensa y los medios, permitiendo que los elefantes pasen por la puerta del bazar sin que la opinión pública se escandalice.

Una forma más clara de poner en evidencia esta locura financiera amarilla, consiste en comparar el pago de intereses de la Deuda Publica y de las LELIQ, que trepa a 1.459.731 millones de pesos ($ 1,46 billones) con todo el gasto de funcionamiento y capital del Gobierno Nacional, que monta 1.417.882 millones de pesos ($ 1,42 billones). Tal como se puede apreciar en la siguiente planilla, en la que se debe descontar de su Subtotal el Servicio de la Deuda Pública.

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Dicho monto de 1,46 billones de pesos representa además el 73 % de los 2,0 billones de pesos destinados a Seguridad Social, que cubren desde las jubilaciones y pensiones de la ANSES, hasta las AUH (Asignación Universal por Hijo).

También equivalen a siete veces el Presupuesto destinado en el 2019 al Ministerio de Educación. A entre nueve y diez veces el presupuesto de Ministerio de Hacienda o de la Presidencia de la Nación. A doce veces el presupuesto del Ministerio de Salud y Desarrollo Social.

A entre trece y quince veces los presupuestos de Seguridad, Defensa, o Transporte, respectivamente. A 23 veces el presupuesto del Ministerio del Interior, Obras Públicas, y Viviendas. A 31 veces el presupuesto del Poder Judicial. A 39 veces el presupuesto del Ministerio de Producción y Trabajo.

A 49 veces el presupuesto del Ministerio de Justicia. A 56 veces el presupuesto del Poder Legislativo. A 88 veces el presupuesto del Ministerio Público Fiscal, y a más de 100 vedes el presupuesto del ministerio de Relaciones Exteriores y Jefatura de Gabinete respectivamente.

El cepo de las LELIQ y las ganancias por la devaluación del BCRA
Las LELIQ son en realidad un “cepo al peso”, con el que Macri sustituyó el “cepo al dólar”. Es un “cepo al peso” porque mediante una exorbitante tasa de interés se absorben pesos de la circulación monetaria. La promesa era que con las LELIQ… ¡se iba a controlar la inflación! .

Además las LELIQ provocan iliquidez, por la falta de pesos, y esta es la causa principal de la caída vertiginosa de la actividad económica industrial y comercial. Las LELIQ entonces, tienen un enorme costo para el Estado y además dañan al sector privado, dado que provocan la caída del trabajo y producción.

Su pago se solventa con las ilusorias ganancias contables que las devaluaciones del peso le deparan al Banco Central, las que a su vez causan una enorme penuria social, infligiendo así un doble sufrimiento a la sociedad.

Los balances del Banco Central revelan claramente el origen de los supuestos e ilusorios fondos contables provenientes de la devaluaciones, y su aplicación al pago de intereses de las Lebac ahora LELIQ.

En el año 2016 pagó intereses por 163 mil millones de pesos, y obtuvo ganancias contables por la devaluación por 212 mil millones de pesos, con una ganancia del ejercicio de 67 mil millones. En el 2017 el pago de intereses trepó a 233 mil millones de pesos, contra una ganancia contable por las devaluaciones de 137 mil millones de pesos, lo que le deparó una pérdida de 67 mil millones, e hizo que su patrimonio se redujera al monto insignificante de 7 mil millones.

Mientras que en el 2018, el pago de intereses trepó a 390 mil millones de pesos, y las supuestas ganancias contables, por las enormes devaluaciones que hubo ese año treparon, a 789 mil millones de pesos. Lo cual a costa del malestar de los argentinos, le deparó una ganancia neta del ejercicio de 576 mil millones de pesos, que elevó su patrimonio neto a 584 mil millones, multiplicándolo 77 veces respecto el del ejercicio del año anterior.

Actualmente con los siderales pagos de intereses de las LELIQ en un marco de estabilidad cambiaria, el patrimonio neto del Banco Central se redujo un 40 % respecto el máximo alcanzado en el año. Razón por la cual la gran pregunta es hasta cuándo podrá seguir pagando el Banco Central los descomunales intereses de las LELIQ, sin incurrir en nuevas grandes devaluaciones, o pedir su quiebra.

Mauricio Macri como presidente vuelve a repetir su pasado como empresario. Sus propuestas empresarias fueron ruinosas para el grupo de su padre Franco. Con el “negocio” del Correo Argentino llevó al borde la quiebra al grupo Socma. Ahora está llevando a la quiebra a la Argentina y de yapa al FMI su principal acreedor, que irresponsablemente dejó que se fugara todo lo que prestaba.

En lugar de divagar sobre Barreda, cuchuflito, o pindonga, como hacen los grandes medios, los argentinos necesitamos sincerar la realidad económica. Para eso hacen falta dirigentes que hablen con la verdad y que destapen la olla, no importa del tamaño que esta sea.  Y hacer un acuerdo entre el sector del trabajo y del capital productivo para que Argentina  salga de la trampa de la especulación financiera.-




29 de enero de 2019

DEUDA PÚBLICA Y DÉFICIT FISCAL 2018



Por Héctor GIULIANO
(24.1.2019)

El Ministerio de Hacienda ha dado a conocer días pasados el Resultado Financiero del Ejercicio 2018 y lo que sigue son algunas observaciones y comentarios personales acerca del mismo.[1]

DÉFICIT FISCAL Y RESULTADO FINANCIERO

El gobierno Macri y el Fondo Monetario Internacional (FMI) utilizan una fórmula engañosa cuando se habla de la meta del Déficit Cero del Presupuesto 2019 porque no se refieren al Resultado Total de las Cuentas del Estado Nacional sino a las cifras sin contar el gasto público por Intereses a Pagar, esto es, al denominado Resultado Fiscal Primario.
El cierre del Ejercicio 2018 es reflejo de este problema:


a)  El Gasto Público Primario (sin contar el pago de Intereses) fue de 2.939.500 M$ (casi 3.0 B$).
b)   Los Ingresos Fiscales fueron de 2.600.600 M$ (2.6 B $).
c)   El Déficit Fiscal Primario fue así de (-) 339.000 M$.
d)   Pero los Intereses Pagados por la Deuda Pública fueron 388.900 M$ (389.000).
e)   Por ende, el Resultado Financiero o Déficit Total real fue de (-) 727.900 M$ (728.000).

Esto es, que el Déficit Fiscal final del 2018 aumentó un 15.7 % medido en términos nominales (sin efecto inflacionario) contra el año 2017, que había sido de (-) 629.050 M$.

La Ley 27.467 de Presupuesto 2019 prevé ahora un Déficit Fiscal Primario Cero (3.7 B$ de Ingresos Totales contra otros 3.7 B$ de Gasto Público, sin incluir Intereses) pero da un Resultado Financiero de (-) 600.000 M$ (exactamente 596.100), que equivale a (=) unos 15.000 MD (14.900) y corresponde al monto de los Intereses a Pagar, que son los que realmente determinan este déficit del Ejercicio.

Ergo, el Estado Central sigue teniendo déficit y este déficit es causado íntegramente por el gasto de los Intereses (que no son todos los intereses devengados sino sólo los que se contempla abonar).

Ello significa que en el corriente año (como en todos los años) el país no sólo no amortiza los vencimientos de Capital de la Deuda Pública – que se refinancian en su totalidad (hasta el último centavo) – y toma más Deuda Nueva sino que además no puede pagar siquiera los Intereses completos de la Deuda y la diferencia la capitaliza por anatocismo.[2]

Una situación de Insolvencia e Iliquidez Fiscal de este tipo implica un estado virtual  de Default por impago, que es encubierto con el préstamo-puente (igualmente impagable) del Stand-By por 56.300 MD que le ha sido otorgado por el FMI al gobierno Macri para que pueda completar su mandato.
Dicho con otras palabras: que la declarada Política de Déficit Fiscal Cero enmascara en la práctica una nueva Política de Capitalización de Intereses del Estado frente a la situación de Default a la que llevó su nueva Política de Gobernar con Deuda inaugurada en Diciembre del 2015.

LA DEUDA PÚBLICA EN 2019

Este año está previsto según Presupuesto un Endeudamiento Público de 3.11 B$ (= 77.400 MD) contra Amortizaciones de Deuda (que, en realidad, no son amortizaciones netas sino cancelaciones que se realizan con refinanciación total de las obligaciones que caen a su vencimiento, es decir, canjeando Deuda Vieja por Deuda Nueva) por valor de 2.03 B$ (= 50.700 MD).

La diferencia representa el aumento previsto de la Deuda Pública durante el Ejercicio, que resulta así de 1.07 B$ (= 26.700 MD).

Pero a este saldo habría que sumarle otros 800.000 M$ (= unos 20.000 MD) por Letras del Tesoro, lo que eleva el total de incremento de la Deuda en el año a 46.700 MD.

Como el saldo de la Deuda Pública al 30.9.2018 – última información oficial disponible – era a esa fecha de 321.000 MD (320.900) y todavía se desconoce el monto de las colocaciones del último trimestre del año no es previsible a cuánto ascenderá el incremento final de la Deuda para fin del 2019 pero estaría en el orden de los 380.000 MD o más, considerando los desembolsos del FMI (9.600 MD).[3]

INCIDENCIA DE LOS INTERESES

Los Intereses a Pagar por la Deuda Pública aumentan más que proporcionalmente en relación al aumento del Stock de la Deuda y sus efectos son cada vez peores porque a la carga de intereses sobre la deuda existente se le suma la que corresponde a la toma de más Deuda Nueva y a las tasas que se pagan, que son más elevadas.

La magnitud del pago de Intereses a los Acreedores financieros del Estado por el lado de la Tesorería - que hoy es menor a la que se paga por el lado del Banco Central (BCRA) por su masa de Leliq y Pases Pasivos – ha tenido una evolución creciente: 9.800 MD en 2016, 13.800 MD en 2017, 21.100 MD en 2018 y 18.600 MD para 2019 (en que estaría jugando la tasa del FMI, que es inferior a la Tasa de Interés promedio de la Deuda Total).

De allí que el gobierno pueda mostrar – expresado en dólares – un mismo nivel de Intereses a Pagar en 2018 y 2019, aunque estabilizado en un monto altísimo.

Pero ello no ha resultado así hasta ahora porque en 2018 los Intereses Pagados fueron de 388.900 M$ (= 20.200 MD, al tipo de cambio presupuestario de 19.30 $/US$). Más hubo otros intereses, por 124.900 M$ (= 6.500 MD) – correspondientes a la Deuda Intra-Estado - que no se abonaron sino que se capitalizaron por anatocismo, de modo que el total de Intereses a Pagar habría resultado en realidad de  513.800 M$ (= 26.600 MD), contra el proyectado del Presupuesto, que era de 406.500 M$ (= 21.100 MD).

Lógicamente, la gran devaluación producida durante el año – que dejó completamente superado el tipo de cambio proyectado de 19.30 $/US$ - hizo que los intereses a pagar en dólares se encareciesen para las cuentas fiscales en moneda nacional mientras que los intereses a pagar en pesos se licuasen expresados en dólares.

De todas formas, los intereses totales excedieron las previsiones presupuestarias del año pasado.

INGRESOS Y GASTOS FISCALES DEL 2018

Los Ingresos Totales del Estado Central el año pasado fueron de 2.600.600 M$ y tuvieron un aumento del 30.2 % contra el 2017 mientras que los Gastos Primarios (sin Intereses) fueron de 2.939.500 M$ y registraron un incremento del 22.4 % contra el año anterior.

Esto significa que – medidos en términos nominales (sin efecto inflacionario) – el aumento de los Ingresos fue superior al aumento de los Gastos, con un Déficit Primario de 339.000 M$. Pero los Intereses Pagados fueron 388.900 M$ y tuvieron un aumento del 72.9 % (casi 73), lo que muestra que el incremento de estos Servicios de la Deuda fue más de tres veces el del Gasto Primario.

Dicho con otras palabras: que esos pagos de Intereses – parte clave del Sistema de la Deuda - fueron la causa del Déficit Fiscal y son los gastos del Estado que revisten mayor magnitud y nivel de crecimiento. Con el agravante que no son todos los Intereses Devengados del Ejercicio porque excluyen 124.900 M$ de intereses sobre la Deuda intra-Estado que no se abonaron sino que se capitalizaron por anatocismo en el año.

Si estos Intereses Capitalizados se suman a los Pagados ello da un Total de Intereses del Ejercicio de 513.800 M$ mientras que según Presupuesto 2018 se habían sino previstos unos 100.000 M$ menos, 406.500 M$.

Los Intereses de la Deuda constituyen el principal rubro del Gasto Público. Todo el mundo se rasga las vestiduras por el peso y el aumento del Gasto Público pero se omite deliberadamente decir que los Intereses son el primero y más gravoso de los gastos del Estado.[4]

Ergo, los Intereses son el principal rubro del Gasto Público, son las erogaciones que tienen mayor ritmo de aumento y son consecuentemente la principal causa del Déficit Fiscal.

Porque cuando al Déficit Fiscal Primario de 339.000 M$ se le suma el monto de los 388.900 M$ de Intereses Pagados el Resultado Financiero da los 727.900 M$, que es el déficit total, real y concreto del Estado y que viene determinado así por el Gasto de los Intereses.

EL LADO OCULTO DE LA LUNA

El argumento tradicional e institucional del establishment neoliberal ha sido y es la invectiva de que el elevado Gasto Público General es la causa del Déficit Fiscal y que la necesidad de financiamiento de este Déficit explica el crecimiento de la Deuda Pública.

Pero esta argumentación no tiene bases empíricas: primero, porque se omite decir que el principal rubro del Gasto es precisamente el pago de los Intereses de la Deuda; segundo, porque como derivado directo de lo anterior se omite también resaltar que dicho monto de Intereses a Pagar es lo que determina el Déficit Fiscal, y tercero porque no es cierto que el aumento de la Deuda corresponda al nivel del Déficit Fiscal sino que dicho aumento siempre es superior al Déficit.

Veamos específicamente este punto: 

a) Durante los últimos años (2016-2019) se han producido aumentos sistemáticos y relevantes del stock de la Deuda Pública.
b)  Estos aumentos son superiores al aumento del Déficit Fiscal (medido como Resultado Financiero o Déficit Total, no como Déficit Fiscal primario, que no incluye el importe de los Intereses).
c)  Los Intereses a Pagar son el principal rubro del Gasto del Estado y factor determinante del Déficit Fiscal.

Ergo, no solamente los Intereses son la principal causa del Déficit sino que el aumento del stock de la Deuda Pública es mucho mayor que dicho déficit.
Surge entonces la pregunta del millón: si la Deuda se incrementa más que el Déficit – siendo que el endeudamiento para financiar Inversiones Públicas no llegaría en los últimos años a montos relevantes – qué es lo que explica la diferencia?

Si bien el análisis de este tema requeriría todo un desglose explicativo por separado puede anticiparse la hipótesis de que la causa estaría en el sostenimiento artificial del tipo de cambio; más concretamente, en la toma de Deuda en Moneda Extranjera (Externa e Interna) para mantener la Política de Atraso Cambiario tal como se vino llevando a cabo después de la macro-devaluación de Diciembre de 2015 – que inaugura la nueva política macrista de Gobernar con Deuda – hasta la Crisis de Deuda de Abril del 2018, que obligó a la administración Macri a romper el corsé cambiario sincerando en parte la cotización del Dólar.

Aunque con la importante observación que la nueva etapa de esta Política de Endeudamiento Público, pactada con el FMI, lleva no sólo a un aumento ulterior de la Deuda – inmediata con el Fondo y futura con el objetivo declarado de regresar al Mercado Internacional de Capitales para volver a endeudarse – sino también a una nueva fase de retraso cambiario relativo.

Porque para entender el problema de fondo del aumento de la Deuda del Estado hay que analizar no sólo el endeudamiento del gobierno por vía de la Tesorería sino además de la otra cara de la moneda – la cara oculta de la Luna – que es el endeudamiento paralelo del BCRA y es la que determina justamente la nueva política de atraso del tipo de cambio.

Porque el Tesoro y el BCRA aumentan el stock de Reservas Internacionales con Deuda: divisas del FMI que se toman prestadas para sostener un Gasto Público que se paga mayoritariamente en Pesos y divisas provenientes del nuevo Swap con China que se toman para costear el aumento de las Reservas.
De qué sirve tener 65.800 MD de Reservas en el BCRA (al 31.12.2018) si tales reservas se han comprado a costa del endeudamiento a corto plazo del Banco en Lebac/Leliq, Pases Pasivos, Encajes en Moneda Extranjera y Otros Pasivos (Swap) al costo de pagar intereses del orden del 60-57 % anual (que llegaron a más del 70 %) ?   

Cuál es la verdadera razón de una Política de Compra y Stock de Reservas sostenidas con Deuda del BCRA y con las divisas provenientes de la toma paralela de Deuda por parte del Tesoro (una política común del Macrismo y el Kirchnerismo)?

Lo hemos explicado ya en otras oportunidades: el 80 % de la Deuda Pública (más de 250.000 MD sobre el total de la Deuda de 321.000 MD existente al 30.9.2018, que es la última información oficial disponible) está en Moneda Extranjera y gran parte de la deuda en pesos está asumida con cláusula de ajuste por Tipo de Cambio.

El problema reside en que el gobierno recauda básicamente en Pesos pero la mayoría de la Deuda está en Moneda Extranjera, por lo que el retraso cambiario no sólo ayuda a las autoridades a convertir pesos recaudados en más dólares sino que, peor aún, el Gobierno se endeuda para conseguir esos dólares – divisas que entran por vía  del Tesoro y del BCRA – y para ello el Banco Central sube las tasas de interés como forma de reciclar las deudas existentes y lograr la toma de nuevas deudas.

Porque el atraso cambiario deviene la principal garantía de repago de los Intereses – ya no del Capital, que se refinancia íntegramente a su vencimiento – y también el principal requisito para la toma de más endeudamiento.

Esta sujeción al Sistema de la Deuda Pública Perpetua es el condicionante central no sólo de la garantía y continuidad del Sistema de la Deuda a través de los sucesivos gobiernos sino también la base de las negociaciones políticas de fondo que se desarrollarían actualmente en el armado de las coaliciones electorales para el 2019.

Porque la premisa del nuevo Acuerdo con el FMI no es solamente sostener al gobierno Macri frente a la Crisis de Deuda derivada de su Política de Endeudamiento, para que pueda completar su mandato sin caer en un nuevo Default, sino dejar a la vez comprometido al nuevo gobierno que sea electo este año con el arreglo Stand-By que se prolonga hasta el 2021. 
  
Y en esto subyace la explicación tradicionalmente oculta a la Opinión Pública por parte del  gobierno Macri, de la Partidocracia opositora con representación parlamentaria y de los medios de prensa del Establishment, aliados en esta maniobra de confusión sobre la Deuda, sobre las Finanzas Públicas en general y sobre la estafa que la misma conlleva en contra de los intereses financieros del Estado.

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[1] Las abreviaturas M$/MD y B$ significan Millones de Pesos/Dólares y Billones de Pesos respectivamente, y se expresan siempre con redondeo, razón por la cual pueden darse mínimas diferencias entre totales y sumatoria de términos.
Todos los datos citados están tomados de las leyes de Presupuesto anuales originalmente probadas por el Congreso y se encuentran reunidos en la Tabla Anexa que figura al final del presente artículo.

[2] El anatocismo – o Interés de los Intereses – es el mecanismo del Interés Compuesto por el cual los Intereses Devengados y no Pagados se transforman en Capital y devengan nuevos intereses.
Desde el punto de vista fáctico, el Anatocismo es sinónimo de la Usura.

[3] El saldo de la Deuda Pública al 30.6.2018 es de 320.900 MD, más los desembolsos del FMI del Cuarto Trimestre por 9.600 MD (4.100 MD el 26.10 y 5.500 MD el 15.12) más el aumento de los 46.700 MD previsto según el Presupuesto 2019 da un total provisorio de 377.200 MD (siempre sobre base de cifras oficiales).
Aparte de la citada falta de datos del último trimestre del 2018 hay que tener presente que durante el año pasado se produjo una fuerte licuación de la Deuda Pública en Pesos – que es el 21 % de la Deuda Total – por efecto de la macro-devaluación registrada durante el ejercicio, que compensó con creces el fuerte aumento de la Deuda durante el año y es una de las claves que se está utilizando para amortiguar la exposición de ese crecimiento de la Deuda (siendo la otra – más abarcativa – la de la Deuda Intra-Estado) .
Según el Cuadro de Flujos y Variaciones acumulado al 30.9.2018, el stock de la Deuda Pública habría descendido en 13.300 MD hasta esa fecha, producto de Endeudamiento por 97.400 MD (92.900 MD más Otras Emisiones de 4.500 MD) menos 49.700 MD de Amortizaciones/Cancelaciones, lo que da un aumento de la Deuda de 47.700 MD, pero con Ajustes de Valuación (por Tipo de Cambio/CER) durante el período de (-) 60.800 MD y más/menos otros conceptos menores, lo que da la citada disminución relativa del saldo de la Deuda de 13.300 MD.

[4] Durante el Ejercicio 2018 – después de los Intereses a Pagar por 513.800 M$ (388.900 M$ de Intereses Pagados y 124.900 M$ de Intereses Capitalizados) - los mayores gastos del Estado Central fueron: 281.200 M$ por Subsidios Económicos (Energía y Transporte), Salarios por 400.800 M$, Gastos de Capital por 210.300 M$ (Inversiones Públicas) y 266.000 M$ de Jubilaciones/Pensiones Netas (Gastos Contributivos directos por 1.167.900 M$ contra 901.900 M$ de Aportes/Contribuciones a la Seguridad Social).




10 de enero de 2019

EL CÍRCULO VICIOSO DE LA DEUDA DEL BCRA





"...estamos asistiendo a una sangría monetaria y cambiaria que conlleva probablemente el saqueo financiero más grande de la Historia Argentina y la misma se está desarrollando hoy –aquí y ahora- bajo las narices del Pueblo Argentino, al amparo de la corrupción que supone el pago de estas sumas irracionales de Intereses por parte de la administración Macri, con la complicidad de la Clase Política que nada dice al respecto y con el encubrimiento de los grandes medios de comunicación que manejan la opinión pública..."




EL CÍRCULO VICIOSO DE LA DEUDA DEL BANCO CENTRAL
Lic. Héctor L. GIULIANO
Buenos Aires, 9.1.2019



La conocida expresión círculo vicioso - según la Real Academia Española (RAE) - se define como el “vicio del discurso que se comete cuando dos cosas se explican una por otra recíprocamente, y ambas quedan sin explicación; por ejemplo, abrir es lo contrario de cerrar, y cerrar es lo contrario de abrir”.

En términos técnicos podríamos hablar de causación circular: la acción o efecto de causar aplicada a la retro-alimentación de un problema. En este caso, el problema es la Deuda y, más específicamente, la Deuda del Banco Central (BCRA). 

En línea con este planteo de base, lo que sigue es un borrador de ideas – una suerte de razonamiento en voz alta – acerca de un problema financiero-fiscal clave para el Estado Argentino que se da en el marco del Sistema de Deuda Perpetua en que vive nuestro país y es la cuestión del arbitraje entre Tipo de Cambio y Tasas de Interés, causa y efecto de ese problema central.

La Tasa de Interés y el Tipo de Cambio se mueven básicamente en relación inversa: cuando aumenta la Tasa de Interés tiende a bajar el Tipo de Cambio y recíprocamente cuando la Tasa baja el Cambio tiende a subir.

La formulación del problema podría sintetizarse así: 

El BCRA – con el argumento declarativo de lucha contra la Inflación – sube la Tasa de Interés de Referencia (que es el piso de las tasas del Mercado) pero en realidad lo hace para contener el alza del Dólar. Más con ello atrae el ingreso de capitales especulativos del exterior, que entran al país para aprovechar el diferencial de altas tasas de interés domésticas, que son un múltiplo de las internacionales. El BCRA no puede bajar las tasas, porque si ven mermar sus ganancias relativas se produce la salida de esos capitales que entraron, lo que hace subir el tipo de cambio (por menor oferta de divisas), ese aumento del dólar se traslada a los precios y entonces el Banco tiene que volver a subir la Tasa de Interés para retener los dólares.
Ergo, estamos dentro del circuito en que las Tasas de Interés suben para frenar el aumento del Dólar pero ese freno o contención del Dólar presiona a la suba las Tasas de Interés.

Con la paradoja que ambos factores – Tipo de Cambio y Tasas de Interés – presionan a su vez sobre la Inflación (que es el supuesto objetivo que se quiere evitar), dado que los dos factores se trasladan igualmente a los precios.

Por ende, no es cierto que el objetivo del aumento de las Tasas de Interés es luchar contra la Inflación sino que el objetivo primario es tratar de controlar la cotización del Dólar. Y ambas variables – tipo de cambio y tasas de interés – se retro-alimentan entre sí.

EN EL PRINCIPIO ERA LA DEUDA

La Argentina se encuentra metida desde hace más de 40 años (1976-2019) y sin solución de continuidad en una trampa de Deuda Pública Perpetua, donde frente a montos de endeudamiento impagables el país vive refinanciando en forma permanente el Capital o Principal de sus pasivos – hasta el último centavo – tomando más deuda y pagando cada vez más Intereses. 

Este proceso ha sido mantenido bajo todos los gobiernos que se han sucedido durante este largo período – cualquiera haya sido su signo político – y en la actualidad, bajo la administración Macri, ha sido llevado al paroxismo de una Deuda incontrolable y con destino final incierto: un nuevo Default o, para conjurarlo, otro Megacanje (tarea que pasaría al próximo gobierno).
Pero para entender este proceso y cómo funciona el Sistema de la Deuda sigamos el razonamiento correspondiente:

a) Dada la existencia de una Deuda Pública Impagable y el consiguiente aumento astronómico de sus Intereses la Argentina – bajo la nueva Política Macri de Gobernar con Deuda – cayó en forma acelerada en un Default por impago, situación que se cubre con el mega-préstamo Stand-By del Fondo Monetario Internacional (FMI), que es lo que hoy le permite a la administración macrista poder llegar al fin de su mandato este año.

b) La contrapartida exigida por el FMI – en su rol de Auditor de los Acreedores financieros del Estado – es un Programa de Ajuste que comprende básicamente el aumento de los Ingresos Fiscales vía mayor Presión Tributaria y la contención del Gasto Público a través de la baja de las remuneraciones reales que se pagan por Sueldos/Salarios, Jubilaciones/Pensiones y Planes Sociales, a través de la reducción de Subsidios a los Servicios Públicos (que se traduce en aumentos extra-ordinarios y generalizados de Precios y Tarifas) y a través de la disminución de las Inversiones Públicas.

c) Este esquema produce caída del Consumo, Recesión Económica, Desempleo y Pobreza, y está destinado a cumplir una gran ecuación: garantía de pago de Servicios de la Deuda por medio de un fortísimo ajuste fiscal y económico, para poder responder al pago de los intereses crecientes producto del mayor endeudamiento. 

Ahora bien, qué rol cumple el BCRA dentro de este esquema?

TRAMPA POR RECURRENCIA FINANCIERA

La secuencia de pasos que hoy se desarrolla en función del programa de ajuste dictado por el FMI tiene que ser entendida tanto a nivel conceptual como práctico y para ello es necesario comprender la lógica y la mecánica del proceso financiero que acompaña al sistema de endeudamiento del Estado y que lo determina.

Veamos cuál es básicamente esta secuencia, que conlleva el arbitraje institucional entre tipos de cambio y tasas de interés, desde el ángulo del BCRA:

a) El BCRA aumenta las Tasas de Interés a través de la Tasa de Referencia de su propio endeudamiento (fundamentalmente sus pasivos a corto plazo por Leliq y Pases) y con ello incrementa en forma astronómica sus pérdidas por Intereses a Pagar.

b) Este altísimo nivel de las tasas locales atrae capitales especulativos que ingresan al país para lucrar con el diferencial de tasas frente a los bajos niveles de intereses que se pagan en el Mundo.

c) Con la entrada de estas divisas aumenta artificialmente el stock de las Reservas Internacionales del BCRA. Entendiendo por artificial el hecho que no son capitales provenientes de operaciones económicas y/o comerciales comunes sino negocios transitorios – de muy corto plazo – de naturaleza exclusivamente financiera: lo que se denomina Inversiones Financieras Autónomas, esto es, que ofrecen una rentabilidad en función no de la actividad productiva directa sino en función de otros Activos Financieros, reales y/o derivados.

d) Estos capitales financieros externos no se colocan en la actividad privada local sino en el Sector Público, principalmente en la deuda cuasi-fiscal citada del BCRA por Leliq y Pases Pasivos, que pagan tasas de interés récord en la Argentina y en el Mundo.

e) Es decir, que la entrada de tales capitales especulativos implica un aumento del Gasto del Estado por Intereses, tanto del Tesoro Nacional como principalmente del BCRA, siendo que hoy el rubro Intereses es el primero del Banco en orden de importancia y también el primero de los gastos fiscales netos. 

f) Por los dólares ingresados – que aumentan el Activo por Reservas Internacionales - el BCRA emite Pesos; pero luego absorbe inmediatamente esos pesos colocando Letras (Leliq) y Pases Pasivos correspondientes al valor emitido.

g) Con ello, el aumento del Activo por Divisas queda neutralizado contable y financieramente por el paralelo aumento del Pasivo por concepto de Letras y Pases; aunque con la importantísima particularidad que debido a esta operatoria el BCRA pasa a cargar más pérdidas a su cuenta de Intereses a Pagar.

h) Se trata, en definitiva, de una forma de compra de Reservas con Deuda (lo mismo que ocurría ya bajo el Kirchnerismo, aunque ahora en mucha mayor escala).

i) O sea, que la entrada de capitales financieros no sólo produce un aumento artificial de las Reservas – por tratarse de fondos transitorios o volátiles – sino que a la vez provoca una Emisión Monetaria que es absorbida con pasivos del propio BCRA.

Caramba, esto significa que si esos fondos especulativos no hubiesen entrado al país – atraídos por las altas tasas de interés que paga el BCRA – el BCRA no habría emitido esos pesos y, consecuentemente, no los hubiera tenido que rescatar pagando altísimas tasas de interés.

Esto es, que le hubiera salido más barato al BCRA imprimir directamente los billetes que hacerlo – como lo hace – contra entrada de moneda extranjera y quedándose con Deuda que toma a tasas de interés del orden del 60 % anual (que son las tasas más altas del planeta).

Porque toda entrada de divisas sin correlato en el aumento de riqueza nacional – a diferencia del caso de las Inversiones Extranjeras Directas (IED) o de la liquidación de Exportaciones - no sólo expande la Base Monetaria (BM) sino que lleva al BCRA a neutralizar ese incremento colocando de inmediato deuda cuasi-fiscal.

Dicho en términos más simples: que si esos capitales financieros no hubiesen entrado el BCRA no hubiera tenido que emitir Deuda.
Está así el gobierno Macri inventando Deuda a través del BCRA?

EL SOFISMA DE LA DEUDA DEL BCRA 

La palabra sofisma – según la RAE - quiere decir razón o argumento falso con apariencia de verdad.

El BCRA – desde la gestión de macro-endeudamiento Sturzenegger hasta la fecha – viene sosteniendo que el aumento de las Tasas de Interés es necesario para frenar la Inflación en la Argentina pero esta postura es muy discutible desde el punto de vista teórico y práctico:

1. Porque la Tasa de Interés es también un factor de Inflación, con el agravante que se extiende más rápidamente – en realidad, en forma inmediata – y afecta toda la cadena de valor que determina los precios de la Economía.

2. Porque la Tasa de Interés, cuando no se aplica a proyectos económicos con Tasa de Retorno (TIR) superior a la tasa financiera del préstamo sino a refinanciaciones sistemáticas de Deuda es – por definición – una pérdida directa, gravosa y sin recupero para el Deudor, como en el caso argentino (lo que es válido tanto para la Tesorería como para el BCRA).

3. Porque la Tasa de Interés aumenta el Gasto Público – Fiscal y Cuasi-fiscal o del BCRA – acentuando el peso del Déficit consolidado del Estado (que paradójicamente es aquello que se dice querer bajar) y ese déficit se cubre con más Deuda.

Y esto que se plantea aquí conceptualmente tiene además una demostración empírica porque, pese al sempiterno argumento del gobierno y del establishment financiero al respecto, tres años de sobre-endeudamiento macrista en gran escala, con el estribillo de la necesidad de altas tasas de interés para luchar contra la inflación, no sólo no han logrado resultados de baja de la Inflación sino que, por el contrario, contribuyeron a incrementarla y a mantenerla elevada.

LA ARGENTINA COMO NUEVA EXPERIENCIA PILOTO DEL FMI

Pero retomemos ahora – con estos nuevos elementos de juicio - nuestro razonamiento, que habíamos dejado en el punto h):

j) Tenemos que el BCRA no aumenta la Tasa de Interés para luchar contra la Inflación sino para tratar de controlar el Tipo de Cambio, aunque lo haga en forma indirecta.

k) La tríada Tipo de Cambio-Tasa de Interés-Inflación, que es el complejo básico y clásico de la Economía Financiera, da la clave de todo esto cuando se responde a la pregunta de cuál de estas tres variables – íntimamente relacionadas entre sí – es la que manda; siendo que la cruda realidad nos muestra que la variable que manda es el valor del Dólar.

l) El gobierno necesita un tipo de cambio comparativamente bajo y retrasado para poder garantizar el pago de los Servicios de la Deuda en Moneda Extranjera, sea Externa o Interna.

m) La tendencia hacia un tipo de cambio bajo está implícita en la Política de Gobernar con Deuda de la administración Macri por la sencilla razón que el Estado Argentino recauda en Pesos – salvo los gravámenes sobre el Comercio Exterior – pero su deuda está contraída mayoritariamente en Moneda Extranjera o ajustada por tipo de cambio: es el 80 % del total de la Deuda del Tesoro y hoy está agravada por el hecho que además la Deuda cuasi-fiscal del BCRA está expuesta en su totalidad al paso por arbitraje de pesos a dólares.

n) De hecho, después de la mega-devaluación de Diciembre de 2015 (que produjo una pérdida financiera al BCRA de 53.000 M$ por diferencias de cambio en los contratos de Dólar Futuro y se trasladó íntegramente a precios durante el Verano 2016) la administración Macri mantuvo una política de atraso cambiario en el período 2016-2017, que duró hasta el estallido de la cotización del dólar a partir de Abril del 2018; siguiendo para ello la regla cíclica que muestra que a los tiempos de corsé cambiario siguen inexorablemente, temprano o tarde, los tiempos de explosión del tipo de cambio, con las consiguientes Crisis de Deuda por descalce monetario-cambiario y Default por incapacidad de repago.

o) Pero a diferencia de lo ocurrido en otras oportunidades, esta vez la nueva Crisis de Deuda no estalló por el lado del Tesoro sino que lo hizo por el lado del BCRA, como resultado de la llamada Bomba de las Lebac, hoy sustituida por la Bomba de las Leliq y de los Pases Pasivos. 

p) Frente a la dramática coyuntura de sobre-endeudamiento del BCRA, derivada de la entrada de Capitales Financieros, fue creciendo el quantum de los Intereses a Pagar y la dependencia frente a los Acreedores por la natural lógica extorsiva de: o me das más Tasa o me voy al Dólar.

q) Y una salida masiva de dólares – como la que se produjo entre Mayo y Junio pasado (más de 12.000 MD en dos meses) – no sólo significó la pérdida de Reservas sino también el aumento de las cotización del Dólar en la plaza local, con el agravante de su traslado a precios (que es más Inflación) y de su mayor peso en el pago de los servicios de la Deuda en Moneda Extranjera (que son aumento del Gasto Público y del Déficit Fiscal por incremento de los Intereses). 

r) Frente a esta emergencia financiera, derivada de la nueva Crisis de Deuda – una crisis que provocara la propia administración Macri por culpa de su Política de Gobernar con Deuda - el gobierno pide entonces ayuda urgente al FMI, que le otorga un préstamo récord histórico – para la Argentina y para el propio FMI – a los fines de sostener el pago de los servicios de intereses a los Acreedores y de proveer divisas al BCRA para financiar la Fuga de Capitales.

s) De esta manera, después del fracaso de su Política Económico-Financiera y Social el gobierno Macri recibe el 90 % de los desembolsos del crédito Stand-By del FMI en el período 2018-2019 (51 sobre 56.300 MD) para poder llegar al fin de su mandato y le pasa la cuenta a pagar al próximo gobierno electo.

En consecuencia, el sobre-endeudamiento paralelo del Tesoro y especialmente del BCRA llevan así a un esquema estructural ligado al movimiento de los capitales financieros que institucionaliza el sostén de las Reservas con Deuda y con ello la dependencia del arbitraje entre Tipo de Cambio y Tasas de Interés.

Con lo que se cumple el enunciado del círculo vicioso de la Deuda cuasi-fiscal del BCRA: 1. Las Tasas de Interés del Banco suben, 2. Al subir las Tasas ingresan Capitales Externos especulativos, y 3. La Emisión Monetaria, producto del ingreso de estas divisas, se absorbe pagando altas Tasas de Interés.

Y entonces el circuito del Eterno Retorno de la Deuda vuelve a empezar.

Se da así la paradoja que cuanto más aumentan las Reservas del BCRA - vía ingreso de fondos financieros - más vulnerables devienen dichas reservas porque están expuestas a las transferencias por volatilidad de capitales, dado que la Argentina bajo la gestión Macri se ha transformado nuevamente en el paraíso financiero de los capitales especulativos del Mundo, que obtienen ganancias récord por arbitraje y gozan de total libertad para entrada y salida del país.

Lo que equivale a una suerte de “inflación de Reservas” porque es un incremento del nivel de reservas que se da contra aumento de los pasivos del Banco: un derivado de su Política de compra de Reservas con Deuda.

Con el agravante que con ello se va configurando cada vez más una categoría superior del problema del Banco – del que todavía no se habla - que es el proceso hacia una gradual privatización indirecta de hecho del BCRA, porque un Banco Central sin Reservas Propias, sobre-endeudado y sin liquidez ni solvencia para poder sostener el cumplimiento de sus obligaciones – como no sea pagando indefinidamente cada vez más intereses – es un Banco Central sin capacidad de Política Financiera, controlado y dependiente de la voluntad o el juego de sus acreedores, y pierde su razón de ser como Banco oficial del Estado.

CONSIDERACIONES FINALES

El problema de la Deuda es el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin de la Política de Gobierno y, por ende, de todo lo que ocurre en la Argentina en materia financiera, económica y política.

La Deuda no es un hecho o un proceso aislado; la Deuda es un Sistema y un sistema viviente, operativo y retro-alimentado a diario. Y hoy lo estamos comprobando en la Argentina bajo sus formas más perversas y recurrentes.

En línea con lo que dijimos en la Nota 4: estamos asistiendo a una sangría monetaria y cambiaria que conlleva probablemente el saqueo financiero más grande de la Historia Argentina y la misma se está desarrollando hoy – aquí y ahora - bajo las narices del Pueblo Argentino, al amparo de la corrupción que supone el pago de estas sumas irracionales de Intereses por parte de la administración Macri, con la complicidad de la Clase Política que nada dice al respecto y con el encubrimiento de los grandes medios de comunicación que manejan la opinión pública.

Es la situación patética de una administración de Gobierno fracasada que, para mantener su supervivencia financiera y política, entre Tesorería y BCRA vive pagando intereses de 4.500 M$ (≡ 120 MD) por día: 190 M$ (≡ 5 MD) por hora que pasa de nuestra vida. 

Son 135.000 M$ (≡ 3.550 MD) por mes y 1.643.000 M$ = 1.64 B$ (43.200 MD) en un año.

Es la forma en que se cumple la profunda lógica de la Usura: garantizar a los Acreedores financieros del Estado que su Deudor nunca pueda dejar de ser Deudor.