23 de agosto de 2019

Saqueo financiero organizado


"...el mecanismo de saqueo que utiliza el Gobierno, se demuestra en que el presidente Macri «vino a Gobernar con Deuda y en dos años de gestión financiera llevó al país a una situación de cesación de pagos (default), una nueva Crisis de Deuda que sólo puede paliar hasta terminar su mandato merced al salvataje con un mega-préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI)..."



El licenciado en Administración y Finanzas; experto en Deuda Pública y Externa, Héctor Giuliano, señaló que «Argentina está siendo sometida a un proceso de saqueo financiero organizado, comparable al del Proceso Militar 1976-1983 y a la Convertibilidad Menemista de la década del ’90».


Héctor Giuliano
«Todos los días el Banco Central (BCRA) cubre – con pagos y/o con capitalizaciones – vencimientos de Intereses a Pagar del orden de los 3.400 M$ (sin contar aquí otros 2.000 M$ promedio diarios que paralelamente carga el Tesoro Nacional por su Deuda Pública: lo que da un total conjunto de 5.400 M$ por día en concepto de Intereses)», explicó Giuliano.

En el mismo sentido, el especialista  indicó que «esta sangría de dinero se produce a través de una trampa de arbitraje entre Tipo de Cambio y Tasa de Interés que administra el BCRA en coordinación con los grandes grupos financiero-bancarios acreedores del Estado».

Para Giuliano, el mecanismo de saqueo que utiliza el Gobierno, se demuestra en que el presidente Macri «vino a Gobernar con Deuda y en dos años de gestión financiera llevó al país a una situación de cesación de pagos (default), una nueva Crisis de Deuda que sólo puede paliar hasta terminar su mandato merced al salvataje con un mega-préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI), un préstamo Stand-By por 56.300 millones de dólares, cuyos desembolsos sostienen la supervivencia de su administración hasta fin de año (con la paradoja que la cuenta de ese préstamo la tiene que pagar el próximo gobierno)», argumentó el economista.

Según Giuliano, el mecanismo que dio lugar a esta crisis financiera – que estalla en Abril del 2018 y se prolonga hasta el presente – está directa y totalmente ligado al problema de la Deuda Pública y particularmente al sobre-endeudamiento incontrolable del BCRA, que actuó y actúa como detonante de la crisis».

«La base de la cuestión de fondo que da lugar a este problema – problema que configura una distorsión de la estructura financiera del Estado – es la Política de compra de Reservas Internacionales con Deuda y la trampa consiguiente de arbitraje entre Tipo de Cambio y Tasas de Interés:

a) El BCRA sube y mantiene elevadas las Tasas de Interés locales – concretamente, la Tasa de Interés de Referencia que paga por las Leliq o Letras de Liquidez, que hoy sobrepasa el 63 % anual (la tasa más alta del mundo).

b) La administración Macri permite la total e irrestricta volatilidad de Capitales, es decir, el libre movimiento de entrada y salida de fondos de inversión, que pueden ingresar e irse del país cuando lo desean y sin cargo alguno.

c) Con esta combinación de altas tasas y volatilidad se estimula y produce la entrada de grandes capitales especulativo-financieros – masas de dinero no vinculadas a la actividad económica física o real sino aplicadas al lucro por inversiones financieras autónomas – y con ello el BCRA genera dos fortísimas distorsiones o desequilibrios paralelos:

Por un lado, estas divisas aumentan artificialmente el stock de las Reservas del BCRA porque se trata de reservas transitorias y expuestas por ende a un egreso tan sorpresivo como su ingreso. Y por otro lado, tal entrada de fondos genera un mayor endeudamiento del BCRA, que es la entidad a la que van dirigidos tales fondos, que son atraídos por las altísimas tasas de interés que paga el Estado, no el Mercado Privado (aumento extraordinario del Gasto Público Cuasi-fiscal).

Es decir, que la política de altas tasas de interés con garantía oficial de libre movilidad de capitales crea una doble y gravísima vulnerabilidad al BCRA: menor proporción de Reservas Propias y mayor Deuda de Corto Plazo.

e) Para optimizar la ecuación de ganancia de estos capitales especulativos, el BCRA garantiza a los Bancos tenedores de las Leliq una triple ventaja:
1.- Les compromete mantener un piso suficientemente elevado de tasas de interés a pagar (que durante el mes de Agosto es del 58 %), aunque el nivel real de las tasas es siempre superior a ese porcentaje (hoy mayor al 63 % anual). 2.- Les garantiza a los Bancos – y por consiguiente a los capitales financieros que operan a través de esos Bancos – una estabilidad relativa del Tipo de Cambio (base Dólar), de modo que la incidencia posible de cualquier devaluación del peso no les afecte en forma significativa sus niveles de rentabilidad.  Paralelamente les refuerza la garantía de estabilidad cambiaria por medio de contratos de Dólar a Futuro, de modo que si se produjera cualquier devaluación del peso los acreedores quedan a cubierto de tales variaciones.

d) Los capitales financieros ingresados se colocan en Leliq a través de los Bancos, que son los intermediarios del negocio de prestarle plata al BCRA contra altas tasas de interés (lo que aumenta el crédito de los bancos al Estado a la vez que lo detrae del destino de crédito al Sector Privado).

e) Para optimizar la ecuación de ganancia de estos capitales especulativos, el BCRA garantiza a los Bancos tenedores de las Leliq una triple ventaja:

1a) les compromete mantener un piso suficientemente elevado de tasas de interés a pagar (que durante el mes de Agosto es del 58 %), aunque el nivel real de las tasas es siempre superior a ese porcentaje (hoy mayor al 63 % anual).

2b) les garantiza a los Bancos – y por consiguiente a los capitales financieros que operan a través de esos Bancos – una estabilidad relativa del Tipo de Cambio (base Dólar), de modo que la incidencia posible de cualquier devaluación del peso no les afecte en forma significativa sus niveles de rentabilidad.

3c) paralelamente les refuerza la garantía de estabilidad cambiaria por medio de contratos de Dólar a Futuro, de modo que si se produjera cualquier devaluación del peso los acreedores quedan a cubierto de tales variaciones.

Con esta triple forma de garantía la Argentina es hoy probablemente el principal paraíso financiero del Mundo.

f) Cubierto así el riesgo cambiario en los negocios de los capitales golondrina, el BCRA pasa a garantizar también el riesgo financiero propiamente dicho del correlativo negocio interno de los bancos tomadores de Leliq y Pases Pasivos. Y para ello no sólo les garantiza un piso alto de las Tasas de Interés (punto a) sino que además les permite a los bancos utilizar las Leliq para integrar los encajes indisponibles por depósitos , lo que constituye un empapelamiento parcial pero creciente de tales encajes, cosa que aumenta el peligro sistémico en caso de una corrida bancaria por retiro masivo de pesos para pasaje a dólares.

g) La resultante directa e inexorable del aumento de la Tasa de Referencia de la Política Monetaria (tasa de las Leliq) es un mayor costo financiero generalizado – que se transmite y provoca recesión en la Economía – y que, en lo inmediato, incrementa el stock de los pasivos remunerados del BCRA (Leliq y Pases Pasivos), con mayor presión por alto costo de sus Intereses a Pagar.

h) Bajo este juego de variables interdependientes de Tasas de Interés extraordinariamente altas – de cortísimo plazo y con piso asegurado – garantía de estabilidad cambiaria (que es un verdadero Seguro de Cambio) y relación Leliq-Encajes Bancarios, el BCRA queda atado de pies y manos como para no poder tomar decisión autónoma alguna en materia de Política Financiera; con el agravante que no tendría además tiempo de respuesta para cualquier curso de acción alternativo dada la inmediatez en las condiciones de su endeudamiento.

Porque no hay tiempos de respuesta frente a una masa extraordinaria de Leliq a 7 días, con renovaciones diarias y altísima capitalización por anatocismo, y otra masa paralela de Pases Pasivos a sólo un día.

i) En este contexto, el BCRA – con acuerdo del FMI – utiliza una presentación tan discutible como engañosa de la meta de Base Monetaria (BM), supuestamente congelada o con crecimiento Cero porque no computa la Base Monetaria Amplia sino sólo una BM limitada o restringida.

Hasta aquí la secuencia básica del mecanismo de saqueo financiero que padece la Argentina a través de la Política de sobre-endeudamiento del BCRA, una política que constituye hoy el capitulo central dentro del esquema de sangría monetaria y cambiaria del Estado.

Habiendo entonces entrado capitales financieros – en función de la combinación de altas tasas de interés y tipo de cambio estable – contando los acreedores con la garantía cambiaria y bancaria del BCRA por sus pasivos remunerados de corto y cortísimo plazo (Leliq y Pases) y sin tiempos de respuesta frente a eventuales retiros de fondos, la Política Financiera del BCRA (Política Monetaria, Cambiaria y Bancaria) queda totalmente supeditada a la acción de los Acreedores Financieros del Estado.

Porque todo lo que el Banco pierde en materia de aumentos del Pasivo y aumento de los Intereses a Pagar lo ganan obviamente los acreedores privados, que son esencialmente los Bancos y Fondos especulativos de Inversión.

Es la carta extorsiva clásica del acreedor usurario: me das más Tasa o me voy al Dólar. Pero una suerte de extorsión que es consentida y armada por las autoridades porque arranca de la política gubernamental de Gobernar con Deuda y, dentro de la misma, de la Política institucional del BCRA de aumentar hasta el paroxismo sus niveles de endeudamiento y el consiguiente mayor costo de sus pasivos remunerados.

Se trata, en la práctica, de un virtual asalto financiero al BCRA, con el agravante que es un asalto dirigido y coordinado por el propio BCRA.

El gobierno Macri – en complicidad con los acreedores financieros del Estado – mantiene en secreto la identificación de los titulares de las obligaciones que constituyen la Deuda Pública Fiscal (del Tesoro Nacional) y Cuasi-fiscal (del BCRA), así como tampoco informa sobre los acreedores de las Deudas Provinciales y demás organismos públicos.

No sabemos con quiénes nos está endeudando la administración Macrista: no se conoce quiénes son los Bancos tenedores de las Leliq y Pases Pasivos ni mucho menos el monto de los títulos que están en poder de cada uno de ellos, no se conoce la identificación y monto de los capitales financieros internacionales ingresados y operantes en el país a través del negocio de carry trade o bicicleta financiera – que se realiza a través de la intermediación bancaria – ni se conoce la correlación que existe entre dichos fondos especulativos y las entidades financieras respectivas.

Ni se conoce tampoco con quienes el BCRA suscribe sus contratos de Dólar a Futuro, que refuerzan el compromiso de garantía a los acreedores financieros del Banco.

Estrictamente hablando, este problema no es nuevo: la regla tradicional del Poder Financiero es que todo lo verdaderamente importante en esta materia permanezca en secreto. Y la Deuda es lo más secreto, en la Argentina y en el Mundo, precisamente porque es lo más importante.

Cuando este mecanismo de endeudamiento es sostenible – aunque sea en forma precaria y/o con refinanciaciones constantes – el engaño es manejable ante la opinión pública (más allá del daño y de las irregularidades que este proceso conlleva) pero cuando, como en el caso argentino actual, hay un sobre-endeudamiento incontrolable y de imparable altísimo costo financiero, allí deviene escandaloso no sólo el proceder de las autoridades sino también su complicidad en el ocultamiento de los acreedores, porque es un agravio a la transparencia de las decisiones públicas y porque pasa a ser una forma de cubrir la impunidad de las responsabilidades de funcionarios que estarían actuando en forma irracional y en conflicto de intereses junto con los Acreedores del Estado.

El presidente Macri habla mucho contra la Mafia Sindical pero soslaya hablar de la Mafia Financiera que lo sostiene y que está saqueando al país.

22-8-2019

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