26 de julio de 2015

Los amos del universo


Los cuatro grandes bancos de Wall Street 
y sus ocho familias que gobiernan el mundo
por Alfredo Jalife-Rahme

A los multimedia rusos les ha dado por expurgar y señalar en forma específica a los cuatro oligopolios financieristas –los cuatro grandes megabancos– que controlan el mundo, como es el caso de una perturbadora investigación de Russia Today: Black Rock, State Street Corp., FMR (Fidelity), Vanguard Group  (Ver → Los dueños de los bancos ). 

Resulta también que la privatización global del agua es desplegada por los mismos megabancos de Wall Street, al unísono del Banco Mundial (http://goo.gl/DG6d3d), lo cual beneficia en su conjunto al nepotismo dinástico de los Bush que buscan controlar el Acuífero Guaraní en Sudamérica, uno de los mayores de agua dulce del planeta (http://goo.gl/yROqaW).

Ya desde 2012 el anterior legislador texano Ron Paul –padre del candidato presidencial Rand, uno de los creadores del apóstata Partido del Te, venido a menos, pero uno de los mejores fiscalistas de EU– había señalado que “los Rothschild poseen acciones de las principales 500 trasnacionales de la revista Fortune (http://goo.gl/D71NjX)” que son controladas por “los cuatro grandes (The Big Four)”: Black Rock, State Street, FMR (Fidelity) y Vanguard Group.

Ahora Lisa Karpova, de Pravda.ru, penetra los dédalos de las finanzas globales y comenta que se trata de “seis, ocho o quizá 12 familias las que verdaderamente dominan el mundo, a sabiendas de que es un misterio (¡supersic!) difícil de descifrar (http://goo.gl/jSYc84)”.

¿Cómo puede existir en el siglo XXI ultratecnificado y transparentemente democrático, como pregonan sus turiferarios también y tan bien controlados, tanta opacidad para conocer quiénes son los plutocráticos megabanqueros oligopólicos/oligárquicos que controlan las finanzas del planeta?

Karpova sentencia que las ocho (¡supersic!) reducidas familias, que han sido ampliamente citadas en la literatura, no se encuentran lejos de la realidad: Goldman Sachs, Rockefeller, Loeb Kuhn y Lehman (en Nueva York), los Rothschild (de París/Londres), los War­burg (de Hamburgo), los Lazard (de París), e Israel Moses Seifs (de Roma). ¡Vaya lista polémica donde, a mi juicio, ni son todos los que están, ni están todos los que son!

Karpova emprendió el inventario de los mayores bancos del mundo y se percató de la identidad de sus principales accionistas, así como de quienes toman las decisiones. Alguien podrá criticar, no sin razón, que el inventario de Karpova no alcanza la sofisticación de Andy Coghlan y Debora MacKenzie, de la revista New Scientist, quienes develan la plutocracia bancaria y sus redes financieristas –el uno por ciento que gobierna el mundo–, basados en una investigación de tres teóricos de los sistemas complejos (http://goo.gl/AHSRWb), pero que al final de cuentas coincide en forma sorprendente, pese a su sencillez indagatoria.

Karpova descubrió que los siete megabancos de Wall Street controladores de las principales trasnacionales globales son: Bank of America, JP Morgan, Citigroup/Banamex, Wells Fargo, Goldman Sachs, Bank of New York Mellon y Morgan Stanley. Karpova encuentra que los megabancos de marras son controlados a su vez por el núcleo de “cuatro grandes (the big four)”: Black Rock, State Street Corp., FMR (Fidelity) y Vanguard Group.

Estos son sus hallazgos de los controladores de cada uno de los siete megabancos:

1) Bank of America: State Street Corp., Vanguard Group, Black Rock, FMR (Fidelity), Paulson, JP Morgan, T. Rowe, Capital World Investors, AXA, Bank of NY Mellon; 
2) JP Morgan: State Street Corp., Vanguard Group, FMR (Fidelity), Black Rock, T. Rowe, AXA, Capital World Investor, Capital Research Global Investor, Northern Trust Corp., y Bank of Mellon; 
3) Citigroup/Banamex: State Street Corp., Vanguard Group, Black Rock, Paulson, FMR (Fidelity), Capital World Investor, JP Morgan, Northern Trust Corporation, Fairhome Capital Mgmt y Bank of NY Mellon; 
4) Wells Fargo: Berkshire Hathaway, FMR (Fidelity), State Street, Vanguard Group, Capitl World Investors, Black Rock, Wellington Mgmt, AXA, T. Rowe y Davis Selected Advisers; a
5) Goldman Sachs: los cuatro grandes, Wellington, Capital World Investors, AXA, Massachusetts Financial Service y T. Rowe; 
6) Morgan Stanley: los cuatro grandes, Mitsubishi UFJ, Franklin Resources, AXA, T. Rowe, Bank of NY Mellon e Jennison Associates, y 
7) Bank of NY Mellon: Davis Selected, Massachusetts Financial Services, Capital Research Global Investor, Dodge, Cox, Southeatern Asset Mgmt. y los cuatro grandes.

De los cuatro grandes que dominan a los siete megabancos y gozan de traslapes e interacciones solamente desglosa a quienes controlan State Street y Black Rock.

A) State Street: Massachusetts Financial Services, Capital Research Global Investor, Barrow Hanley, GE, Putnam Investment y … los cuatro grandes (¡ellos mismos son accionistas!), y 
B) Black Rock: PNC, Barclays e CIC.

Da el ejemplo de traslapes/interacciones, como PNC, que es controlado por tres de los cuatro grandes: Black Rock, State Street y FMR (Fidelity).

En su libro Guerra de divisas, el autor chino Song Hongbing (http://goo.gl/kg27vS), en ese entonces catalogaba a los Rothschild como la familia más rica del planeta, con un descomunal capital de 5 billones de dólares (http://goo.gl/oXKTds).

Si los Rothschild fueran país, habrían tenido entonces, el quinto (¡supersic!) sitial del ranking global detrás del PIB de 7.3 billones de dólares de India (cuarto lugar) y mayor que Japón de 4.8 billones de dólares (quinto) y antes que Alemania (sexto), Rusia (séptimo), Brasil (octavo) y Francia (noveno).

Ya había citado (http://goo.gl/T56NYH) un artículo del mismo The Economist –también propiedad, como The Financial Times, del grupo Pearson–: todos controlados por la matriz Black Rock, uno de los cuatro grandes –en el que se demostraba a las trasnacionales que controla Black Rock (http://goo.gl/LTmC6O): principal accionista de Apple, Exxon Mobil, Microsoft, GE, Chevron, JP Morgan, P&G, Shell, Nestlé (http://goo.gl/G0NLuj), sin contar su tenencia de 9 por ciento de acciones de Televisa.

Según Karpova, los cuatro grandes controlan además a las mayores trasnacionales anglosajonas: Alcoa; Altria; AIG; AT&T; Boeing; Caterpillar; Coca-Cola; DuPont; GM; H-P; Home Depot; Honeywell; Intel; IBVM; Johnson&Johnson; McDonald’s; Merck; 3M; Pfizer; United Technologies; Verizon; Wal-Mart; Time Warner; Walt Disney; Viacom;Rupert Murdoch’s News; CBS; NBC Universal. ¡Los dueños del mundo!

Como si lo anterior fuera poco, Karpova comenta que la Reserva Federal (la Fed) comprende 12 bancos, representados por un consejo de siete personas, y representantes de los cuatro grandes.

Al final del día la Fed está controlada por los cuatro grandes privados: Black Rock, State Street, FMR (Fidelity) y Vanguard Group.

A mi juicio, es muy probable que existan imprecisiones que serían producto de la propia opacidad de los megabanqueros.

En la fase de la “guerra geofinanciera (http://goo.gl/mJJLYn)”, lo que cuenta es la percepción de los analistas financieros de China y Rusia que sentencian la existencia de cuatro grandes y ocho familias, entre las que destacan los banqueros esclavistas Rothschild: controladores en su conjunto de otro tanto de megabancos y de la Fed.

¡Los amos del universo!


12 de julio de 2015

Dékada ganada: el mito del desendeudamiento


EL AUMENTO DE LA DEUDA PÚBLICA EN 2014

Por Héctor GIULIANO 
(9.7.2015).

Cristina-Kicillof. La mentira del desendeudamiento
Hace pocos días el Ministerio de Economía (MECON) dio a conocer el último Informe trimestral sobre Deuda Pública del Estado Central, según datos al 31.12.2014.

Este informe permite actualizar el cuadro de situación del endeudamiento fiscal y, en particular, corrobora el gran aumento de la Deuda producido durante el ejercicio poniendo consecuentemente en claro la falsedad del llamado “des-endeudamiento” Kirchner ya que en el 2014 la Deuda se incrementó en 19.000 MD (Millones de Dólares).

Estas cifras oficiales tienen una doble importancia porque muestran – con un desfase de seis meses - el grave estado de la Deuda al cierre del ejercicio pasado y además dan una idea cierta de la herencia que recibirá la próxima administración de gobierno.

MONTO DE LA DEUDA.

El stock de Deuda registrada suma – según el MECON – 233.300 MD (siempre con redondeo): 221.700 MD de Deuda Performing o en cumplimiento de pago de Intereses y 11.600 MD de Holdouts o bonistas que no entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna 2005-2010.

Por tipo de moneda, el 35 % de la Deuda Performing está nominada en pesos (77.900 MD) y el 65 % en Moneda Extranjera (143.900 MD).

VENCIMIENTOS DE CAPITAL.

Siempre según los datos oficiales de referencia, los vencimientos de Principal o Capital de la Deuda Performing son de 43.100 MD para el 2015.

Esta cifra no es coincidente con la prevista en el Presupuesto 2015 (Ley del Congreso 27.008), que consigna vencimientos por 53.600 MD para el corriente año.

Absolutamente la totalidad de estos vencimientos de Capital se refinancia con nuevas obligaciones, pagando así Deuda con Deuda - que es exactamente lo contrario de lo que dice el ministro Kicillof – y además se contempla la toma de deuda nueva por 17.700 MD: en total, 71.300 MD por operaciones de re-endeudamiento y deuda adicional.

DEUDA NO COMPUTADA POR HOLDOUTS.

El gobierno Kirchner toma como base para todas sus informaciones la Deuda Performing de 221.700 MD y no computa para sus cálculos los 11.600 MD de Deuda con los Holdouts (6.400 MD de Capital y 5.300 de Intereses).

Pero la cifra real que finalmente terminaría pagando el Estado Argentino a los holdouts se estima – según las fuentes – entre 20 y 30.000 MD.

Ya el propio gobierno reconoce que la cifra a pagar estaría entre los 20-22.000 MD y a ello habría que agregar una relevante masa de dinero acumulativa por intereses, punitorios, honorarios y gastos, de los que no se tiene idea todavía.

DEUDA NO COMPUTADA POR CIADI.

La Argentina arrastra deudas crecientes por fallos en contra del país ante los tribunales arbitrales del CIADI (Banco Mundial) y otras instancias internacionales.

Se entiende que existen entre 25 y 30 juicios de este tipo, de los cuales varios tienen sentencia en firme y otros están en proceso de fallos igualmente en contra.

Se habla de reclamos totales por un piso de 8-10.000 MD pero no hay cifras conocidas respecto a los importes a pagar por las causas ya perdidas. 

DEUDA NO COMPUTADA POR CUPONES PIB.

La administración K no toma en cuenta tampoco el saldo restante a pagar por los Cupones ligados al PIB – incorporados según el Megacanje 2005 – que se estima entre 10-15.000 MD y que no son Deuda Contingente sino Deuda en Firme.

INTERESES A PAGAR.

El total de los intereses a pagar en el futuro forma parte lógicamente de las obligaciones del Estado – porque, cuando se debe, se debe capital e intereses - y estos servicios por intereses se pagan en efectivo como Gasto Corriente.

Según el Presupuesto 2015 los Intereses a Pagar este año son 96.200 M$ (Millones de Pesos), equivalentes a 10.200 MD.

El acumulado de intereses a ser abonados en el futuro sobre la Deuda Performing es de unos 75.000 MD según el MECON y – lo mismo que los vencimientos anuales de Capital – se muestran en la información oficial en forma decreciente, como si el Principal se cancelara a su vencimiento reduciendo así los importes de Deuda y de Intereses.

Pero esta forma de presentación de los datos es engañosa porque parten del falso supuesto que las obligaciones se van abonando a medida que caen mientras que, en cambio, dado que la Deuda por Capital no se amortiza sino que se refinancia íntegra y permanentemente, y que además se toma Deuda Nueva, no sólo no bajan en la realidad los importes de Principal sino tampoco los importes de sus Intereses.

ESTIMADO DE LA DEUDA ACTUAL.

Partiendo de los datos oficiales ahora conocidos – 233.300 MD – y agregándole la deuda no computada por Cupones PIB (10-15.000 MD) y el excedente previsible sobre la deuda con los Holdouts (otros 10-15.000 MD según como se lo considere), tendríamos que el total real de la Deuda Pública ajustado resultante estaría por encima de los 250.000 MD, sin contar los intereses.

A esto cabe agregar la nueva deuda que viene siendo colocada este año – en pesos y en moneda extranjera – que a la fecha acumularía unos 64.000 M$ (Millones de Pesos, equivalentes a 7.000 MD), con lo que tendríamos que la Deuda actual sería del orden de los 260.000 MD en cabeza del Estado Central. 

DEUDA PÚBLICA NACIONAL.

El Informe del MECON muestra sólo los datos de la Deuda Pública Argentina correspondientes al Estado Central.

Estas cifras no incluyen, por lo tanto, la Deuda de Provincias/Municipios, Empresas del Estado, Organismos Nacionales, Fondos Fiduciarios, Banco Central (BCRA) ni juicios contra el Estado con sentencia en firme.

No hay forma de estimar siquiera el monto de esta Deuda Pública Nacional porque el gobierno oculta la magnitud de todo este conjunto de obligaciones públicas.

Sólo se conoce la Deuda cuasi-fiscal del BCRA, que según datos actualizados al 30.6.2015 es de unos 63.000 MD: 
a) 22.200 MD por deuda directa en moneda extranjera – 7.100 MD por Depósitos Bancarios y 15.100 MD por préstamos de otros Bancos Centrales (China, Francia y BIS de Basilea principalmente) – y 
b) 370.350 M$ (equivalentes a 40.800 MD) por deuda indirecta en moneda extranjera, correspondiente a Lebac/Nobac.

Aparte del BCRA hay cifras – no actualizadas – de la Deuda Consolidada de las Provincias por 182.000 M$ (al 30.6.2014) , equivalentes a unos 22.400 MD; la mitad de la cual está tomada con el Gobierno Nacional. 

El monto de la Deuda Pública Nacional es así un misterio pero, considerando la Deuda Indirecta del Estado (Empresas, Organismos y Fideicomisos) y el problema de los juicios con sentencia en firme pudiera duplicar quizás el total de la Deuda del Estado Central.

Una de las formas en que el gobierno de Grecia ocultó información sobre el extraordinario aumento de su Deuda Pública al Eurostat – la oficina de Estadísticas de la Comisión Europea – fue, entre otros rubros, la omisión de la Deuda Pública Indirecta. 

AUMENTO DE LA DEUDA.

Éste es probablemente el punto más relevante del Informe de Deuda Pública del MECON al cierre del 2014.

Según el Cuadro de Flujos y Variaciones de la Deuda Pública de dicho informe el stock de la deuda del Estado Central aumentó durante el año 2014 en 18.900 MD, prácticamente 19.000.
Este resultado – que desmiente abiertamente el mito del Des-endeudamiento K) es producto de nuevo financiamiento por 40.100 MD menos sólo 2.700 MD de Amortizaciones/Cancelaciones, lo que deja un aumento neto de la Deuda de 37.400 MD.

Tal incremento total de 40.000 MD de Deuda se reduce, sin embargo, a los 19.000 MD citados debido a los ajustes de valuación durante el 2014 - fundamentalmente licuación de la deuda en pesos re-expresada en dólares a raíz de la devaluación – por un equivalente a 16.400 MD.

También incidieron en esta baja 5.600 MD en pesos de los BOGAR 2018/2020, correspondientes a deudas provinciales con el Estado. 

DEUDA INTRA-ESTADO.

El 61 % de la Deuda Performing – los 221.700 MD – es Deuda intra-Sector Público y sus principales tenedores son la ANSES, el BCRA y el Banco Nación (BNA):
a) El 64 % del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES – que administra la plata de los jubilados – 327.500 M$ (equivalentes a 36.000 MD) sobre un total de 511.700 M$ del Fondo a fines de Febrero de 2015 – está prestado al Tesoro a través de Títulos Públicos.
b) Según el último Balance semanal del BCRA – al 30.6.2015 – el Gobierno le debe al Banco 88.700 MD: 58.700 por Letras intransferibles dadas a cambio de las reservas internacionales que se tomaron para pagar Deuda Externa – y 272.350 M$ (equivalentes a 30.000 MD) por Adelantos Transitorios al Tesoro.
c) El BNA (Banco Nación) – cuyo “objeto primordial es prestar asistencia financiera a las micro, pequeñas y medianas empresas” – tendría hoy la mitad de su cartera prestada al Estado (vía títulos públicos y créditos directos), que pasarían en su conjunto los 150.000 M$ (equivalentes a más de 16.000 MD), con datos actualizados a confirmar.
Toda una serie de organismos del Estado, aunque por sumas mucho menores, también desvían o distraen los fondos que tienen destinos y/o partidas específicas para que el Tesoro atienda con este dinero el Gasto Público en general pero el pago de la Deuda con Terceros en particular: Procrear, Lotería, INDER, FFSIT, AGP, CAMMESA, ENARSA, FFRE, RRRH, IAF, SRT y otros.

Toda esta enorme Deuda intra-Estado es impagable y ha crecido en forma extraordinaria bajo la administración Kirchner como forma de traspaso de la mayor parte de la Deuda Externa con Terceros – Acreedores Privados y Organismos Financieros Internacionales – a Deuda Interna intra-Sector Público.

Se supone que la mayor parte de esos servicios de deuda pagados a terceros son a los que hizo referencia la presidenta CFK cuando auto-calificando a la Argentina de “pagadora serial” por sus pagos récords históricos de Deuda Externa dijo que la administración Kirchner había pagado 190.000 MD en 10 años.

El gobierno no ha suministrado información desagregada alguna sobre esta cifra pero se descuenta que corresponde en su mayoría a la deuda con terceros traspasada al propio Sector Público.

Con una importante triple particularidad:
a) Que esta Deuda intra-Estado (como toda la Deuda Pública en su conjunto) no tiene capacidad demostrada de repago por lo que es motivo de refinanciación permanente.
b) Que como una gran porción de esta deuda está en pesos – caso de los 21.400 M$ de Bonos ajustados por CER (que están en manos de la ANSES) y también letras de corto/mediano plazo – las obligaciones en moneda local van licuando parte de su valor en dólares por devaluación y por sub-indexación del CER, que replica el IPC Oficial.
c) Que habiendo así “desagotado” una alta proporción de la Deuda Externa - pasando deuda impagable al propio Sector Público - el país se acerca ahora al objetivo buscado con el Megacanje Kirchner-Lavagna del 2005 primero y con la Hoja de Ruta Boudou del 2008 después, en cuanto a volver al Mercado Internacional de Capitales, o sea volver a colocar Deuda Externa, como ya lo está haciendo la administración K a través de bonos en dólares comercializables en el Exterior, préstamos de China, Banco Mundial, BID, CAF y otros).
Es decir, que el rol de la Deuda intra-Estado durante la “Década ganada” ha sido descargar Deuda Externa impagable a costa de traspasarla al propio Estado para así poder volver a endeudarse en el Exterior

HERENCIA DE LA DEUDA K.

Este proceso sistemático de pago privilegiado de la Deuda Externa con Terceros –Acreedores Privados y Organismos Financieros Internacionales – derivando la mayor parte de la deuda impagable al propio deudor – el Estado Argentino – está acelerando ahora su mecanismo de re-endeudamiento en las postrimerías del gobierno CFK: más deuda del Tesoro, más deuda del BCRA, más deuda de las Provincias, más deuda de las Empresas del Estado (con YPF a la cabeza) y más deuda acumulada por juicios contra el Fisco (con los Holdouts y los reclamos ante el CIADI en primer plano).

La administración Kirchner tenía una Deuda Pública de 150.000 M$ en 2005 – después del Megacanje K – y hoy, después de haber abonado (según la presidenta) casi 200.000 MD en una década, la Deuda no bajó sino que supera los 250.000 MD: aproximadamente 100.000 MD más.

Tal es el mito del Desendeudamiento Kirchner, una falsedad que el establishment financiero – local e internacional – soslaya y que la oposición política – en el planteo de los principales candidatos de la partidocracia – no sólo omite atacar sino que, por el contrario, pondera ese falso desendeudamiento que parte del supuesto que la Deuda intra-Estado no se pagará nunca, que con ello se licuarán las obligaciones con los entes oficiales, que el Fisco y el Pueblo Argentino se “tragarán” su propia deuda impagable y que entonces la Argentina podrá volver “exitosamente” al Mercado Internacional para colocar más Deuda Externa con Terceros.-


Fuente: aldorso



2 de julio de 2015

La "ayuda a Grecia"



La casi totalidad de los fondos entregados por Europa a Grecia ha servido para reembolsar los créditos de los bancos privados, principalmente franceses y alemanes.


Lo  declara Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía:
Con sus sacrificios, Grecia ha salvado a los bancos europeos 

Christophe Servan
3 de julio de 2015

Las crisis llenas de peripecias tienen una ventaja —pues acarrean una consecuencia positiva—: les hacen creer a los políticos que tienen que dar absolutamente su opinión en caliente ante sus conciudadanos, aunque más les valdría callarse. Contrariamente a las entrevistas detenidamente preparadas, estas intervenciones intempestivas revelan en unos (lo cual es desgraciadamente raro) un espíritu agudo, mientras se pone la incompetencia, el cinismo y las cobardías de los otros.

Así, al ser interrogado sobre la crisis griega, François Hollande declaraba a la puerta del palacio del Eliseo: “Actualmente la economía francesa es robusta, mucho más robusta que hace cuatro años”. Sin embargo, el INSEE anunciaba al mismo tiempo un nuevo aumento de la deuda pública francesa, la cual —batiendo todos los récords— ya representa el 97,6 % del PIB. Cabe recordar que cuando Hollande accedió a la presidencia de la República, la deuda equivalía al 86% del PIB.

Para no quedarse atrás, el mismo día Nicolas Sarkozy atacaba en su viaje a Madrid a Alexis Tsipras en los siguientes términos: “¡Qué cinismo, qué demagogia, qué irresponsabilidad!”. Ahora bien, no hacía ni veinticuatro horas que Túnez había sufrido un salvaje atentado terrorista que nunca se habría producido si Nicolas Sarkozy no hubiera desencadenado cuatro años antes una intervención militar tan demagógica como irresponsable. Tanto en un caso (incompetencia) como el otro (cinismo) la cosa da ganas de vomitar.

Afortunadamente también hay gente competente e intelectualmente honesta que reflexiona antes de hablar. Buena prueba de ello es el artículo publicado por The Guardian de Londres y en el cual, sin recurrir a los habituales clichés, el economista Joseph Stiglitz (premio Nobel de 2001, profesor en la universidad de Columbia) pone los puntos sobre las íes. Es cierto que, junto con Paul Krugman (premio Nobel de 2008, profesor en Princeton), forma parte de ese puñado de economistas cuya fama es tal que pueden decir lo que piensas sin tener que dar cuentas a nadie. He aquí, en sustancia, lo que escribió el día después de que Alexis Tsipras hubiera convocado el referéndum del domingo 5 de julio.

Ha resultado devastadora la lógica económica subyacente al plan que la Troika diseñó hace cinco años para rescatar a Grecia. Nunca en la Historia un plan deliberado ha tenido consecuencias tan catastróficas, y lo peor es que ni la Troika ni los dirigentes europeos han sacado de ello la menor lección. Así lo prueba la exigencia de un excedente primario del 3,5% en 2018 (que figura en la última propuesta de Juncker). No hay en todo el mundo un solo economista que no haya calificado este objetivo de totalmente irrealista.

Stiglitz recuerda seguidamente lo que ha repetido en diversas ocasiones, a saber, que la casi totalidad de los fondos entregados por Europa a Grecia ha servido para reembolsar los créditos de los bancos privados, principalmente franceses y alemanes; y como para subrayar que nosotros también estamos en deuda con Grecia, recurre a una incisiva fórmula: “Grecia ha pagado un precio altísimo para salvar el sistema bancario de los Estados acreedores”.

Por último aborda la cuestión de fondo —la democracia— y declara: “Preocuparse por la legitimidad popular nunca le ha interesado a la eurozona, que es un proyecto que dista mucho de ser democrático”. Y concluye: “Ahora, dieciséis años después de que se iniciara, constatamos que semejante proyecto es la antítesis de la democracia. Lo único que interesa a un gran número de dirigentes europeos es eliminar a Alexis Tsipras, cuyo gobierno de izquierdas está en completa oposición con los métodos que han originado tantas desigualdades, al tiempo que se afirma como un bastión contra el poder ilimitado del dinero.”

© Boulevard Voltaire


20 de junio de 2015

Los dueños de los bancos


« 20. [...]  Amigo, si usted buscara hoy a los responsables de la economía mundial, no daría con el sólido y visible Creso de ayer, sino con los Directores de la Empresa (que son técnicos y no capitalistas) o con inocentes "tenedores de acciones" (que ignoran quienes, donde y cómo trabajan su dinero). Verdad es que aún se conservan los "centros visibles o indirectos" de la Economía; pero ignoramos en que Himalaya se han establecido los "centros ocultos" del oro y quienes  podrían ser los Grandes Maestres responsables que los manejan ...  »
 Leopoldo Marechal.   Autopsia de Creso  (en Cuaderno de navegación)
Los principales bancos norteamericanos
son los dueños de la Reserva Federal (FED)
pero ... ¿quiénes son los dueños de los bancos?

¿Quién dirige los bancos mundiales?

La hegemonía de EE.UU. en el mundo se basa en el monopolio de su Sistema de la Reserva Federal, cuyos accionistas son grandes bancos que incluyen no sólo entidades financieras de Wall Street, sino también las de Europa. ¿Pero a quién realmente pertenecen estos bancos?

Durante la crisis financiera mundial entre los años 2007 y 2009 la Reserva Federal distribuyó varios préstamos por más de 16 billones de dólares a los bancos que son sus principales accionistas. Es decir, la lista de los beneficiarios de los préstamos fue efectivamente la lista de los principales accionistas de la Reserva Federal.

Entre ellos figuran Citigroup, Morgan Staley, Merril Lynch, Bank of America, Barclays PLC, Bear Sterns, Goldman Sachs, JP Morgan y Leman Brothers. Algunos beneficiarios de los préstamos de la Fed son bancos extranjeros, incluyendo a los británicos Barclays PLC, Royal Bank of Scotland, Bank of Scotland, los suizos Credit Swiss y UBS, el alemán Deutsche Bank y el francés BNP Paribas.

Hablando de quiénes son los accionistas de los accionistas de la Reserva Federal, la mayor parte del capital de los seis bancos más grandes de EE.UU. (Bank of America, JP Morgan Chase, Morgan Stanley, Goldman Sachs, Wells Fargo y Citigroup) está en manos de los llamados 'accionistas institucionales', es decir, todo tipo de empresas financieras. Entre ellos se encuentran también bancos, lo que indica que hay una participación cruzada, según publicó el portal del Fondo de Cultura Estratégica.

Algunos bancos de Wall Street tienen también accionistas individuales que normalmente son
los altos ejecutivos del banco, tanto en activo como jubilados. Pero numerosos analistas creen que el núcleo accionario de los bancos de Wall Street se compone de tan solo cuatro empresas financieras: Vanguard Group, State Street Corporation, FMR (Fidelity) y Black Rock

Otras empresas no pertenecen a la categoría de accionistas principales o están controladas directamente o a través de una cadena de intermediarios por las cuatro empresas mencionadas. Por lo tanto, se trata de las empresas que ejercen el control real sobre el sistema bancario del país norteamericano.

Fuente: RT

13 de junio de 2015

DIALÉKTICA DEL ENDEUDAMIENTO


¡ Los K nos siguen mintiendo con el cuento del desendeudamiento !



DIALÉCTICA DEL ENDEUDAMIENTO K.
Por Héctor GIULIANO 

Hoy en día se ha instalado una equívoca idea de “fin de ciclo” en nuestro país cuando, en realidad, no estamos asistiendo a un cambio sino, por el contrario, a un proceso preparatorio de continuidad en las políticas de Gobierno que se están llevando a cabo en materia de Deuda Pública.

En este sentido, la administración Kirchner no constituye una mutación de fondo o verdadera ruptura con el Sistema de Endeudamiento Perpetuo vigente sino sólo una etapa más o eslabón funcional en su mantenimiento.

El prematuro clima pre-electoral que se vive en la Argentina prácticamente desde fines de 2013 ha venido sirviendo como distractivo de este proceso al amparo del engaño oficial sobre el Des-endeudamiento del Estado y la complicidad de una Partidocracia igualmente comprometida en la toma de más Deuda Externa. 

BALANCE DE LA “DÉCADA GANADA”.

La próxima finalización del mandato K y las complejas condiciones de la misma – todavía no culminada pero en la que el actual oficialismo no dejaría de mantener participación futura – motivan un balance de la “década ganada”.

Los datos de la Deuda Pública están atrasados un año: la última información oficial del Ministerio de Economía (MECON) es al 30.6.2014 y se computaba entonces como Deuda del Estado Central unos 210.000 MD (Millones de Dólares, con redondeo): 199.000 MD de Deuda Performing o regularizada vía refinanciaciones y 12.000 MD de Deuda en manos de los Holdouts (los bonistas que no se presentaron en el Megacanje Kirchner-Lavagna 2005-2010).

Este total – como ya lo hemos explicado en otras oportunidades – es incompleto ya que el gobierno no computa como deuda en firme los cupones PBI (10-15.000 MD), no toma en cuenta las sumas a pagar por los juicios de los Fondos Buitre (FB) ni por los reclamos contra la Argentina en el CIADI (con mínimos adicionales de 10-15.000 MD y 8-10.000 MD, respectivamente) y no contempla aun,  lógicamente, las nuevas deudas contraídas desde entonces hasta hoy (que sumarían otros 10.000 MD).

Tampoco se consideran los Intereses a Pagar en el futuro (77.000 MD) que, como agravante, configuran un Gasto Corriente permanente dentro del Presupuesto anual debido a que la totalidad del Capital se refinancia a su vencimiento y además se toma Deuda Nueva, lo que prolonga y aumenta consecuentemente los servicios por intereses de la Deuda.

Todo esto da que la Deuda Pública total en firme – sin la Deuda Contingente por juicios contra el Estado - estaría en la actualidad entre los 240-250.000 MD, sin contar intereses; y con intereses pasaría los 320.000.

Al momento de asumir el poder en 2003 el Kirchnerismo heredó un stock de Deuda Pública de aproximadamente 175.000 MD, cifra que en lo básico se mantuvo después del Megacanje 2005 ya que la quita fue compensada completamente con cupones PBI y además quedaron entonces afuera del arreglo unos 20.000 MD de bonos en manos de los Holdouts (que hoy el gobierno dice que son 12.000 MD pero que en la práctica serían entre 20 y 30.000 MD sumando capital, intereses acumulados, punitorios, honorarios y gastos).

La Presidenta ha dicho que la Argentina pagó durante la década 2003-1013 un total de 190.000 MD por concepto de Deuda Pública a sus acreedores externos – cifra sobre la que, sin embargo, no se ha suministrado ninguna información desagregada – pero, como queda a la vista, el stock de la Deuda no bajó sino que, por el contrario, aumentó (y lo hizo a un ritmo de 10.000 MD promedio por año).

En este último año de su gestión (2015) el Presupuesto de la administración CFK prevé aumentar el stock por nuevas deudas en 18.000 MD - además de la citada refinanciación de todos los vencimientos de Capital que caen dentro del ejercicio – con lo que no sólo aumentará el saldo del Principal sino también el gasto anual por Intereses.
Las nuevas deudas que se están contrayendo son ahora, en su casi totalidad, refinanciaciones a corto y/o muy mediano plazo – entre uno y 3-5 años – pagan intereses altísimos en dólares (del orden del 9 % anual) y en pesos (del 27-30 %), y empeoran por consiguiente el perfil de vencimientos de la Deuda Total, cuya vida promedio hoy es de 8.7 años.

LA HERENCIA K.

La “herencia” de Deuda que la administración Kirchner le está dejando al nuevo gobierno combina las peores variables de manejo financiero:


Scioli - Macri:  Alguien pagará
Los tres candidatos presidenciales con mayores probabilidades de victoria electoral para suceder al gobierno Kirchner – Scioli, Macri y Massa - están compitiendo entre sí ante las estructuras de poder financiero de los Estados Unidos para definir quién garantiza mejor la toma de más Deuda Externa por parte de la Argentina.


 a)    Fuerte aumento del stock de una deuda pública, para la que no se cuenta con Solvencia ni Liquidez: Insolvencia por falta de capacidad de repago demostrada e Iliquidez por falta de divisas para atender las obligaciones.

 b)    Peso muerto de una enorme Deuda intra-Estado igualmente impagable - que representa el 58 % de la Deuda Performing (115.000 sobre 200.000 MD) – cuyo resultado ha sido la descapitalización del Banco Central (BCRA), el desfinanciamiento de la ANSES, el uso del Banco Nación (BNA) como ente de financiación del gobierno y el desvío de fondos de toda una serie de Organismos Nacionales de sus destinos específicos para poder atender los pagos de la Deuda con Terceros.

 c)     Agregado de nuevos compromisos de corto plazo, con agravamiento del perfil de vencimientos y a tasas de interés elevadísimas y de régimen variable (en un momento en que se prevé la próxima suba de tasas internacionales en función de los aumentos esperados de la Reserva Federal de los Estados Unidos).

 d)    Aumento del pago de intereses, por mayores Tasas y por mayores volúmenes de Deuda.

 e)    Concentración del grueso de los pagos al Club de París, de los que este gobierno abonó 1.300 sobre 9.700 MD reconocidos en total.

 f)      Retrasos en el desembolso de servicios a los bonistas que entraron en el Megacanje 2005-2010, cuyos pagos están bloqueados por el juez Griesa, pero que acumulan imprevisibles consecuencias financieras y legales, con merma de las reservas internacionales del BCRA. 

Esta combinación financiera explosiva lleva a la Argentina al blanqueo de un nuevo default o – como siempre, para diferirlo – a una nueva reestructuración generalizada de Deuda, que es justamente lo que el gobierno Kirchner quiere eludir para no reconocer el fracaso del Megacanje Kirchner-Lavagna, traspasándole la responsabilidad de hacerla a la nueva administración electa.

En síntesis, no es cierto que la Argentina se esté des-endeudando: la Deuda Pública sube fuertemente por Capital o Principal y por Intereses, el gobierno K está  al límite o tope de la Deuda intra-Estado (que es el pasaje de Deuda Externa con Terceros a Deuda Interna con organismos del propio Sector Público) y sus esfuerzos para aguantar esta situación hasta el fin de su mandato están puestos hoy en preparar las condiciones no para evitar sino para volver a endeudarse en el Mercado Internacional de Capitales.

LA CUESTIÓN DE LOS CICLOS DE DEUDA.

Así como existen los Ciclos Económicos, así también existen los Ciclos de Deuda, con  sus períodos de Auge (toma de deudas en gran escala), Desaceleración o declive (menor ritmo de endeudamiento por falta de capacidad de pago de sus servicios y sostén vía refinanciaciones), Recesión o depresión (corte de créditos externos tradicionales que obligan mecanismos transitorios de reestructuración de las deudas y/o default) y Recuperación (por retorno de la “confianza” y preparación de la nueva ola de endeudamiento hacia el reinicio del ciclo).

En la Argentina, después de la crisis y default de fines de 2001, la tercera fase o etapa de este ciclo de deuda se cumplió bajo la administración Kirchner con el pago privilegiado de la mayor parte de la Deuda con Terceros (FMI, Banco Mundial/BID y Acreedores Privados) merced al pasaje de la Deuda Externa impagable al propio Sector Público, vía “internalización” o Deuda intra-Estado.

Concluida esta etapa, es decir, habiéndose “tragado” el Estado Argentino su propia Deuda, el gobierno Kirchner cubría un objetivo primario del Sistema de Deuda Perpetua: desagotar o descargar la mayoría de la Deuda Externa incumplible traspasándola como Deuda intra-Estado, para hacer lugar a la toma de Deuda Nueva en los Mercados Internacionales de Capital. Es decir, para volver a endeudarse en el exterior.

Y hoy transitamos así la última etapa del Ciclo – la llamada “recuperación del Crédito” – en la cual el país vuelve a colocar gradualmente nueva Deuda con Terceros: primero en pesos, luego en dóllar-linked y ahora también directamente en moneda extranjera (a tasas récord en el mundo) para ir hacia la colocación formal de Deuda Externa.

Notablemente, la expresión “fin de ciclo” – a la que hicimos referencia al inicio de este trabajo – sí pudiera aplicarse al Ciclo de la Deuda en estas condiciones, entendida como cambio de fase, cosa que nadie dice pero que pudiera caberle como concepto: la idea del supuesto fin de una etapa de dificultades – con “rendición decorosa” frente a los FB (bajo re-estructuración parcial a cargo del mediador Pollack) - para volver entonces “exitosamente” al Mercado de Capitales para seguir tomando deuda (deuda que no se pueda pagar).

Es el ciclo impuesto por los capitales financieros para colocar sus excedentes de fondos a tasas positivas diferenciales en los Países Emergentes sobre la base que la incapacidad de repago de los deudores les garantiza la refinanciación perpetua de las obligaciones por principal y que el Sistema funcione entonces más eficientemente a través del aumento en la servidumbre de pago de los Intereses.

EL NUEVO CUADRO DE SITUACIÓN.

En este contexto, cabe analizar el punto de situación financiero y político que estamos viviendo.

La crisis de los Holdouts, agravada en forma irreversible a mediados del año pasado con el rechazo final de la apelación contra el fallo Griesa ante la Justicia Norteamericana, precipitó el problema de la Insolvencia e Iliquidez del Estado Argentino al frustrar ese regreso buscado a la Deuda Externa, un retorno que la administración K esperaba en función de la Hoja de Ruta Boudou: 1. Acuerdo o contención del problema con los FB, 2. Arreglo con los países del Club de París y con ello, 3. Vuelta al Mercado Global de Capitales.

Desde entonces, desubicado financiera y políticamente, expuesto al problema de los déficits gemelos – fiscal y externo – y a los avatares de la conspiración Nisman (también vinculada a los FB), la golpeada administración CFK ha venido respondiendo los ataques a través de toda una serie de improvisaciones y desprolijidades, tratando desesperadamente de transferir sus problemas al nuevo gobierno mientras, para sobrevivir, efectúa concesiones de todo tipo que comprometen a la actual y a las futuras administraciones: nuevo “festival de bonos” de corto y mediano plazo (Bonad 2016-2018, Bonac 2016, Bonar 2024), más deuda con los Organismos Multilaterales de Crédito (Banco Mundial, BID y CAF), replanteo de la iniciativa del Fondo Monetario para una Convención Multilateral sobre reestructuraciones de Deuda Soberana,  más Deuda Interna cuasi-fiscal del BCRA con el oligopolio de grandes bancos prestamistas contra Lebac/Nobac, líneas de crédito de China para proyectos de Obras Públicas e Infraestructura y para swap o pase de monedas, deuda externa de YPF para financiamiento de la empresa y para disposición de divisas en el BCRA, nuevas deudas externas de las provincias, etc.

Son parte del complejo cuadro de situación producto no sólo de problemas heredados sino particularmente de los propios errores, torpezas y allanamientos de la administración Kirchner a los intereses de los acreedores de la Deuda Pública:

Haber declinado en forma expresa todo cuestionamiento a la legitimidad de las acreencias reclamadas pese a que las mismas estaban y siguen estando bajo investigación de la Justicia Argentina.

Haber aceptado el reconocimiento de las deudas por bonos a su valor Nominal y no a sus respectivos valores de compra.

Haber dictado la Ley cerrojo 26.017 y conexas, que dio lugar a la vulnerabilidad del país frente al reclamo de los FB por negativa de aplicar la cláusula pari passu.

Tardíamente, después de haber reconocido sin objeciones la competencia de tribunales extranjeros y haber perdido las causas contra los holdouts en todas las instancias de la justicia norteamericana, el gobierno Kirchner se acordó de objetar que los FB eran “malos”, que ganaban sumas exageradas y que las consecuencias de haber dejado una masa relevante de holdouts en su reestructuración “voluntaria” del 2005-2010 lo llevarían a un nuevo default o – para decirlo de otra forma – lo forzarían a tener que reconocer que el Megacanje Kirchner-Lavagna fue un fracaso.

Así, con la técnica del relato y la venta de una imagen de política confrontativa armadas “para la galería”, la administración K continúa sus concesiones – abiertas o encubiertas – empeora con sus actitudes díscolas las condiciones de posible negociación o replanteo y con ello debilita cualquier gestión que vaya a llevar a cabo el próximo  gobierno electo.

Con el agravante que los tres candidatos presidenciales con mayores probabilidades de victoria electoral para suceder al gobierno Kirchner – Scioli, Macri y Massa - están compitiendo entre sí ante las estructuras de poder financiero de los Estados Unidos para definir quién garantiza mejor la toma de más Deuda Externa por parte de la Argentina.

Se trata de un trabajo complementario entre quienes dejan preparado y comenzado el terreno del re-endeudamiento y quienes se alistan para continuarlo.

Es el producto de una estrategia errónea e indefendible seguida por el gobierno de los Kirchner, que llevó al desacato del fallo Griesa y su consiguiente encrucijada legal y financiera y que ahora, paradójica o sintomáticamente, cumple el rol funcional de debilitar aún más la posición de nuestro país y la de los candidatos de la partidocracia que aspiran a reemplazarla para tomar más Deuda.

Es la trampa dialéctica clásica en que “todos” ganan:

-   El gobierno Kirchner, porque le pasa la “bomba” de la Deuda a la nueva administración – como hizo Menem con De la Rúa – y luego se reserva el argumento de “nosotros resistimos a los FB y luego vinieron estos neoliberales y aceptaron cualquier cosa”.

-   El nuevo gobierno, porque – como hizo el de los Kirchner y todos sus antecesores – puede “justificar” sus ulteriores concesiones y su “rendición” a la tradicional “culpa de la herencia recibida”. Y

-   Los acreedores financieros – con los FB a la cabeza – porque van así a recoger los frutos de su paciente ataque contra los intereses nacionales abriendo las puertas a la Tercera gran Ola de Endeudamiento que el actual gobierno ya ha puesto en curso y que la oposición partidocrática plantea empeorar.

Es la traición de la Clase Política – con el Libreto ya escrito y sus Protagonistas disputándose cumplir los roles - donde todos ellos ganan y “sólo” pierde el Estado y el Pueblo Argentino.

Lic. Héctor L. GIULIANO
Buenos Aires, 9.6.2015.



12 de mayo de 2015

EL MISTERIO DE LA DEUDA PÚBLICA NACIONAL


"Se habla mucho de la falta de estadísticas confiables en materia de Inflación, Pobreza/Indigencia, Desempleo y otras, pero no se dice ni media palabra acerca de las grandes distorsiones de cifras oficiales y el ocultamiento sistemático de las informaciones en materia de Deuda Pública."


Por Héctor GIULIANO (8.5.2015).

El gobierno Kirchner – como todas las administraciones que lo precedieron – oculta el monto de la Deuda Total del Estado Argentino.

Cuando se quiere analizar el problema de fondo de la Deuda Pública aparece una pregunta fundamental pero siempre soslayada que es: ¿cuánto debe en total, directa e indirectamente – aunque sea en forma aproximada pero con base realista - el Estado Nacional?

A esta cuestión nos hemos referido ya en diversas oportunidades más el panorama continuamente cambiante de los números en aumento de la Deuda y el hecho que no haya información pública ni privada al respecto, nos obliga volver sobre el asunto pese a las pocas fuentes de datos disponibles al respecto.

El objeto del presente trabajo es así un intento de cuantificar la magnitud estimada de este enorme stock global de la Deuda de nuestro país que las autoridades no quieren informar y que los investigadores económicos y los medios de comunicación en general eluden tocar.

LOS MONTOS PARCIALES DE LA DEUDA ARGENTINA.

A los fines del presente trabajo se considera Deuda – desde el punto de vista fáctico y técnico – “todo lo que se tiene que pagar” en función de los compromisos financieros que pesan sobre el Gobierno Argentino.

La determinación de este importe está muy lejos de ser conocido debido al ocultamiento de las informaciones por parte de las autoridades pero pudiera ser parcialmente identificado.

Sobre la Deuda Pública del Estado Nacional sólo se tienen datos oficiales en tres rubros: Estado Central, Banco Central (BCRA) y Provincias.

Salvo el BCRA, que edita semanalmente su Balance Resumido de Activos y Pasivos, los números del Gobierno Nacional – Ministerio de Economía (MECON) - y del consolidado de las Provincias, presentan siempre un demorado e injustificado desfase en la información, siendo la última al 30.6.2014.

Las cifras del MECON – con fuente en la Oficina Nacional de Crédito Público (ONCP) de la Secretaría de Finanzas (SF)/Subsecretaría de Financiamiento (SSF) – a su vez, no están claramente explicitadas porque – como vamos a ver - hay importantes rubros de Deuda no Registrada o no computada como tal.

Pero una masa importantísima de Deuda Pública, que permita saber o al menos tener idea de la Deuda Nacional, no está considerada aquí ni se tiene idea aproximada de la misma debido a la falta de información por parte del Gobierno.

Faltan así los números de la Deuda Pública Indirecta – Empresas del Estado, Organismos Nacionales y Fondos Fiduciarios – de los Municipios del País (de los que no hay referencia alguna) y de los juicios contra el Estado con sentencia en firme (caso de la ANSES).

Este tema – el del interrogante de la Deuda Pública Nacional de la Argentina – constituye el objeto del presente trabajo tratando de armar un cuadro de situación del endeudamiento del Estado a la vez que alertando sobre la importancia y gravedad de la deliberada falta de información oficial en la materia.

Sólo tres aclaraciones metodológicas preliminares antes de entrar directamente en los números de la Deuda:

1. Todas las cifras se toman a Valor Nominal (VN) y se expresan en Millones de Dólares/Pesos (MD/M$) con redondeo.

2. Se omiten aquí – a los efectos de simplificar los cálculos – las proyecciones (positivas o negativas) por diferencias de cambio y/o por indexación CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia), que replica el índice de Inflación.

3. No se toma en cuenta la Capitalización de Intereses (Anatocismo) ni se considera el efecto acumulativo de los intereses sobre la nueva deuda que se va contrayendo.

Tampoco se toman aquí las Deudas Flotantes/Exigibles ni Contingentes, salvo los juicios contra el Estado que – en valores estimados – corresponden al Gobierno Central.

Cómo es lógico, el mecanismo de cálculo se puede precisar y complicar hasta el infinito pero el propósito de esta nota es sólo plantear el problema y mostrar algunos datos representativos de la cuestión del monto de la Deuda Nacional.

Se trata de todo un esfuerzo personal de aproximación para intentar cuantificar informaciones que no es que no existan sino que existen pero que el Gobierno no quiere suministrar a la Opinión Pública y al Pueblo Argentino.


DEUDA DEL ESTADO CENTRAL.

Según la última información disponible del MECON, al 30.6.2014 la Deuda Pública en cabeza del Estado Central era de unos 200.000 MD (198.900, Planilla A.1.1).

Esta cifra es incompleta porque debe agregársele otros 12.000 MD (11.900, Planilla A.1.2) por Deuda de los Holdouts (Bonistas que no entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010); lo que da un total – con base oficial – de 211.000 MD (210.800).

Pero aquí hay tres rubros de deuda no registrada como tal, que no se computan en los números del MECON:

1. El primero de estos rubros es el diferencial de la deuda a pagar a los Holdouts por juicios contra el estado, que incluye intereses acumulados, punitorios, recargos y probables penalidades por demora en el cumplimiento del fallo Griesa, honorarios a los abogados intervinientes (propios, de los Fondos Buitre y del mediador Pollack) y gastos en general (como parte de las costas por los juicios perdidos ante tribunales extranjeros).

Esta suma ha sido estimada entre 20-30.000 MD, aunque el gobierno la minimiza en unos 17-18.000 MD, pero esta idea proveniente de versiones oficialistas parece contradecirse desde el vamos con la realidad ya que no se refiere a la totalidad de conceptos en juego y a que los hechos están demostrando que la diferencia entre los capitales originalmente reclamados por los acreedores y los montos resultantes son más del triple.

En el caso testigo del fallo Griesa la suma original del reclamo era de unos 400-450 MD y la sentencia – con los intereses acumulados – fue de 1.330 MD (y los recargos devengados hasta la fecha elevan ya este importe a los 1.700-1.800 MD).

Por ende, es válido incluir este monto diferencial de la deuda con los Holdouts (una deuda que el gobierno Kirchner nunca impugnó en su legitimidad) dentro del total de la Deuda Oficial y además hacerlo por el gasto completo que demandará al Estado Argentino.

Ello supone agregar a la Deuda no sólo los 12.000 MD reconocidos por el MECON sino también por lo menos otros 10.000 MD que estarían subestimados frente a las sentencias en curso.

2. El segundo rubro omitido en el stock de Deuda Oficial es el de los Cupones ligados al Producto Bruto Interno (VLPBI), que hoy suman unos 10-15.000 MD restantes de pagar y que el gobierno los considera como Deuda Contingente cuando se trata de Deuda en firme (Planilla A.4.1).

3. El tercer rubro no tomado en cuenta, pero que pesa como realidad de las obligaciones asumidas, es el de los Intereses a Pagar y que según los datos oficiales es de 77.200 MD (Planilla A.3.6).

Este punto es mucho más gravoso todavía pero virtualmente imposible de cuantificar porque ocurre que la totalidad de los vencimientos de la Deuda Pública por Capital se refinancian – hasta el último centavo – con nueva deuda y no son, en consecuencia, cancelaciones netas de pasivos sino simples novaciones de deuda.

Este hecho – aparte de demostrar exactamente lo contrario de lo que dice el ministro Kicillof cuando habla de que en la actualidad no se paga más “deuda con deuda” – conlleva una distorsión mayúscula en la presentación de los datos porque el citado Cuadro de Perfil de Vencimientos (A.3.6) asume el falso supuesto que las deudas se van a ir cancelando a su fecha de maduración (de aquí al 2089) y que los intereses, consecuentemente, son decrecientes; mientras que en la realidad la cosa es al revés ya que la Deuda Pública no baja sino que sigue aumentando – a un ritmo promedio superior a los 10.000 MD anuales – y que los intereses también aumentan en proporción a la deuda acumulativa y a las mayores tasas que se están aceptando.

Habría que añadir, por último, el importe conjunto - todavía no mostrado por el MECON - correspondiente a las nuevas obligaciones del Tesoro contraídas desde el 30.6.2014 hasta la fecha – colocaciones de bonos en pesos y en moneda extranjera, nuevos préstamos de China para Obras Públicas/Infraestructura y trenes, y nuevos préstamos de Organismos Financieros Internacionales (Banco Mundial, BID y CAF) – cuya suma podría estimarse en unos 10.000 MD más.

En síntesis: sumando entonces estos tres rubros de Deuda no Registrada – o no computada – por la administración K más el estimativo de la nueva deuda de los últimos meses, llegamos a que el stock de Deuda Total del Estado Central debiera estar hoy en el orden de los 323.000 MD (211 + 10 + 15 + 77 + 10, en miles de MD).


DEUDA DEL BCRA.

La Deuda cuasi-fiscal del BCRA constituye hoy, en la práctica, una suerte de “ventanilla lateral” del endeudamiento del Estado, donde el Banco actúa como intermediario del sistema de la Deuda descargando parcialmente la del Tesoro y asumiendo además nueva deuda propia.

La Deuda Pública del BCRA está hoy compuesta por tres grandes rubros:

1. Los Pasivos por Cuentas Corrientes en Otras Monedas, que hoy suman unos 7.500 MD y que corresponden a los encajes bancarios por depósitos en dólares (según el último balance resumido semanal, al 30.4.2014).

2. Los préstamos que figuran en Otros Pasivos, que corresponden a los créditos de otros bancos centrales (fundamentalmente Banco de Francia, Swap de monedas con el Banco Popular de China y BIS de Basilea) y que hoy totalizan 8.400 MD.

3. Los Títulos emitidos por el BCRA (Lebac/Nobac), que en su gran mayoría están en pesos (319.700 M$), equivalentes a casi 36.000 MD (35.900).

Cabría computar además las deudas en cabeza del BCRA correspondientes a los fondos que todavía falta integrar por aumento de cuotas al FMI y otros Organismos Internacionales, cuyo saldo oficial sumaría unos 650 MD netos.

Todo esto nos da que la Deuda Pública en cabeza del BCRA es hoy de unos 52.500 MD (7.500 + 8.400 + 15.900 – 650).


DEUDA CONSOLIDADA DE LAS PROVINCIAS.

La última información disponible sobre la deuda total de las provincias – incluida la CABA – es también del MECON al 30.6.2014, y daba entonces un monto de 182.000 M$, equivalente a 22.400 MD.

Una parte considerable de esta Deuda – aproximadamente el 45 % - corresponde a deudas con el Gobierno Nacional, que se refinancian continuamente y que son, además, motivo de periódicas condonaciones parciales, por lo que la Deuda Neta resultante por diferencia no se suma aquí íntegramente a la Deuda del Tesoro para no computarla dos veces.

El importe de la deuda tomada para las provincias puede reducirse así al equivalente de unos 12.000 MD (65 % s/22.400) aunque la desactualización de las cifras y el hecho que gran parte de las jurisdicciones provinciales siguen tomando deuda y esperan asumir más todavía si se regulariza la crisis de los Holdouts permiten presumir que el stock no debiera ser hoy menor a los 15.000 MD, como piso prudente.


DEUDA DE LOS MUNICIPIOS.

Este dato no se conoce: nadie sabe cuánto deben los Municipios del país y mucho menos a quién, cómo y con qué perfil de vencimientos.

Se supone que una gran parte de tales deudas están contraídas con sus respectivos gobiernos provinciales – así como las provincias arrastran las contraídas con el gobierno nacional - pero, dada la falta de informaciones, no pueden hacerse conjeturas válidas.


DEUDA PÚBLICA INDIRECTA.

Bajo el título de Deuda Pública Indirecta se agrupan tres grandes rubros: Empresas del Estado (de capital total o parcialmente en manos fiscales), Organismos Nacionales y Fondos Fiduciarios o Fideicomisos Públicos.

De ninguno de estos tres agrupamientos se tiene información oficial y una reconstrucción hipotética es inviable tanto por la falta de datos como por problemas de desactualización.

La Deuda Indirecta es muy probablemente el gran “agujero negro” de las finanzas K, donde se puede esperar cualquier sorpresa el día de mañana.

Empero, la complejidad de la estructura de endeudamiento de estas obligaciones es tan grande que tampoco sería posible intentar tal reconstrucción sin acceso a las fuentes de las operaciones ya que una parte relevante de los compromisos pueden estar indistintamente a cargo de los entes respectivos o del Estado Central.

El caso paradigmático y seguramente el más importante es el de YPF, cuya estatización de la mayoría del paquete accionario supuso un fuerte aumento en la Deuda del Estado: 9.000 MD de Deuda Externa heredada de la administración Repsol-Eskenazi, 11.000 MD de pago de indemnizaciones a Repsol (6.000 MD de Capital más 5.000 de Intereses) y 37.200 MD del programa de endeudamiento para financiar las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos en el quinquenio 2013-2017.

Así, en total, la estatización parcial de YPF implicó que el Estado – directa y/o indirectamente – se echase encima un paquete de más deudas superior a los 57.000 MD (9 + 11 + 37 en miles de MD).

Las obligaciones de los entes del Estado – en sus diversas formas jurídicas – han tenido y tienen un ritmo vertiginosamente creciente en el monto total de la Deuda Pública Nacional.

Baste recordar que según el Presupuesto 2015 – Ley del Congreso 27.008 – el Poder Ejecutivo está facultado a tomar (en este último año de su gestión) decisiones de nuevo endeudamiento por hasta 133.600 MD: 46.100 MD por Operaciones de refinanciación de Crédito Público (artículo 37), 50.300 MD por Operaciones de Préstamos para Obras Públicas/Infraestructura (artículo 41) y 37.200 MD para Operaciones de Crédito pluri-anuales (artículo 43).

A lo que debe agregarse la autorización de avales y garantías del Estado Central por hasta 47.260 MD.

Un verdadero “cheque en blanco” para que el gobierno Kirchner – en las postrimerías de su gestión – pueda hacer lo que quiera en materia de endeudamiento; con el agravante que no existe demostración alguna de la capacidad de repago sobre estas nuevas obligaciones.

JUICIOS CONTRA EL ESTADO.

Un último rubro dentro de este listado de componentes desconocidos de la Deuda Pública Nacional lo constituye el monto conjunto estimable de deudas por juicios contra el Estado con sentencia en firme, así como el complemento de aquéllos litigios en curso sobre los cuales está descontado que – temprano o tarde, total o parcialmente – el Fisco termina perdiendo y debiendo asumir en consecuencia el costo de los reclamos, más sus costas por honorarios y gastos.

Sobre este rubro – como en los casos anteriores – no existe información oficial ni siquiera estimativa pero los problemas que se siguen acumulando configuran otro “agujero negro”, seguramente tanto o más grande que el de la Deuda Pública Indirecta.

A los fines de dar una idea de la magnitud y alcance de la cuestión de los Juicios contra el Estado pueden identificarse, en principio, tres tipos de demandas:

1. Los reclamos ante el CIADI y otros tribunales arbitrales internacionales, que a la fecha se estima comprenden una veintena de presentaciones por un importe conjunto con un piso de 8-10.000 MD.

2. Juicios nuevos y de arrastre por parte de Proveedores y Contratistas del Estado, algunos de los cuales pueden llegar hoy a cifras tan extraordinarias como desconocidas (caso Yaciretá y/o demandas por daños contra el Medio Ambiente contra YPF, heredadas de Repsol).

3. El gran paquete de los juicios previsionales por ajustes jubilatorios contra la ANSES, cuyo monto tampoco se informa como para saber los importes que están en juego pero que alcanzan también a cifras altísimas.

Éste es otro “sub-agujero negro” de la Deuda Pública Nacional, cuya gravitación y forma de manejo ameritan un comentario específico.

En la actualidad, la ANSES enfrenta algo más de 300.000 juicios (310.000), de los que se entiende que unos 270.000 corresponden a reclamos por reajuste de haberes.

El gobierno no informa el monto a pagar que supone esta masa de juicios que – como es sabido – dilata en forma exasperante jugando con el ánimo y la vida de los reclamantes.

Las últimas liquidaciones de estos juicios, que sistemáticamente se pierden después de años de litigio, que se apelan volviéndose a perder en segunda instancia y que recién entonces pasan a liquidación – con el consiguiente paso del tiempo – implican un pago promedio de 200.000 $ por causa perdida.

Haciendo un cálculo simple de 270.000 juicios por 200.000 $ cada uno eso daría un monto aproximado de 54.000 M$ (equivalentes a 6.000 MD).

Pero estos cálculos corresponden sólo a los jubilados que hicieron juicio a la ANSES por las liquidaciones mal realizadas y no a la totalidad de los pasivos que debieran ser alcanzados por el reajuste (caso Badaro y conexos) de modo que quien no hizo juicio no percibe indemnización alguna.

Como el total de jubilados y pensionados con derecho a reajuste sería de unas 6.0 millones de personas pero sólo uno de cada 20 hacen juicio contra la ANSES, el gobierno va licuando progresivamente esta deuda potencial como producto del no reclamo de la mayoría de los damnificados ya que – por lógica biológica – van muriendo los más viejos, que son los que acumularían más retroactivos y entonces jubilado que muere es un problema menos para el Fisco.

De esta manera, merced a las dilaciones legales del gobierno y a la inadvertencia de la mayoría de la población pasiva, el Estado evade sus obligaciones de actualización retroactiva de haberes jubilatorios por este rubro.

Hasta aquí, las principales observaciones y/o comentarios sobre el problema de los Juicios contra el Estado, acerca de cuyo monto no es posible tener una idea aproximada pero que – a estar por los datos parciales estimados – no bajaría de un piso de 20.000 MD; sin contar los juicios de los Holdouts (a los que ya se hizo referencia en el punto 1 de las Deudas del Estado Central).

Ciertamente, los tiempos en que caerán estos compromisos de pago y su monto exacto no pueden predeterminarse ahora pero las estimaciones globales cuantitativas sí serían posibles si se tuviese información oficial.

Hacia el año 2000 se había hecho un relevamiento del monto total de juicios contra el Estado que daba un cúmulo de unos 20.000 MD, dentro del que tenía ya un gran peso el arrastre de los problemas previsionales.

A posteriori, no se conocen relevamientos ni estimaciones confiables sobre este tema pero los litigios aumentaron casi exponencialmente después de la caída de la convertibilidad, sobre todo por la pesificación asimétrica, los reclamos ante el CIADI y las demandas por ajustes jubilatorios.

El “agujero negro” de los juicios contra el Estado pasaría así al próximo gobierno en iguales o peores condiciones en que la administración Kirchner lo recibió.

LA DEUDA EXTERNA PRIVADA.

Queda un capítulo marginal dentro del endeudamiento del Estado – ya que no toca directamente a las obligaciones públicas – pero que incide muy fuertemente en los números del Fisco, que son los compromisos privados, hoy agravados por las distorsiones acumuladas bajo la gestión K.

La Deuda Externa Privada – último dato del BCRA al 30.9.2014 - es de unos 66.000 MD (65.900) y tiene una vida promedio de sólo 1.8 años.

Más de una tercera parte del total – 23.800 MD – corresponden a Deuda Exigible o vencida, producto mayoritariamente de atrasos en el pago de importaciones (se estima entre 5-6.000 MD) y, sobre todo, de frenos gubernamentales al giro de Utilidades/Dividendos al Exterior.

Esta masa de obligaciones privadas, cuyas transferencias son en gran medida retenidas por las autoridades, pesan sobre los requerimientos de divisas que las empresas le formulan al BCRA, que carece de las reservas suficientes para suministrarles moneda extranjera a los deudores privados.

La situación se agrava en la medida que el cúmulo de estas deudas externas exigibles supone una cantidad hoy imposible de proveer por parte del Estado.

Y como el BCRA sostiene su stock de Reservas Internacionales con Deuda – vía Lebac/Nobac, trasponiendo los términos de financiación (primero emite dinero para comprar dólares y luego lo rescata pagando intereses del 27-29 % anual) – la Deuda Externa Privada deviene también un factor de peso dentro del endeudamiento público (en este caso, como deuda de tipo cuasi-fiscal).

Con el peligro que si el gobierno – el actual o el que viene - produjera una nueva macro-devaluación del peso reaparecería entonces el viejo fantasma de los seguros de cambio con su pasaje parcial de las obligaciones hacia una estatización de las deudas privadas.

Hasta aquí el total aproximado de los Pasivos del Estado Argentino sobre los que es posible el intento personal de cuantificación de la Deuda Nacional a que nos hemos referido al comienzo de la presente nota.

EN CONCLUSIÓN:

Dada la magnitud de los conceptos de endeudamiento en juego queda en claro que el tema es lo suficientemente importante como para que el problema de las cifras verdaderas deba ser aclarado y sus números exhibidos.

Se habla mucho de la falta de estadísticas confiables en materia de Inflación, Pobreza/Indigencia, Desempleo y otras, pero no se dice ni media palabra acerca de las grandes distorsiones de cifras oficiales y el ocultamiento sistemático de las informaciones en materia de Deuda Pública.

Si este trabajo contiene equivocaciones las autoridades pertinentes de la administración Kirchner pueden perfecta e inmediatamente informar las correcciones del caso para zanjar toda duda al respecto; a menos que prefieran seguir escondiendo los datos oficiales del endeudamiento como lo han hecho hasta ahora.

Dicho con otras palabras: que, con todas las extraordinarias limitaciones del caso, éstos son mis números. Si el gobierno quiere hacer públicas las informaciones sobre todos y cada uno de los rubros aquí analizados y de las mismas surgieren errores directos de mi parte, estoy dispuesto a rectificarlos.-