16 de julio de 2014

El nuevo capitalismo criminal


Geopolítica del capitalismo criminal. Jean- François Gayraud, comisario principal de la Policía Nacional francesa, acaba de publicar una obra importante: «Le nouveau capitalisme criminel. Crises financières, narcobanques, trading de haute fréquence» [El nuevo capitalismo criminal. Crisis financieras, narcobancos, trading de alta frecuencia] en la editorial Odile Jacob. Responde a las preguntas de Pierre Verluise



JEAN-FRANÇOIS GAYRAUD
16 de julio de 2014


Pierre Verluise: ¿Qué parte tuvo la delincuencia en la crisis financiera de 2007-2008?

Jean-François Gayraud: Para entender lo que pasó en 2008 con la crisis de las subprime, es preciso diagnosticar su contexto. En los años ochenta, en los Estados Unidos y su entorno, el capitalismo se reajustó profundamente a partir de una doxa neoliberal. Desde entonces, comporta dinámicas y procesos enormemente vulnerables a las conductas delictivas. El nuevo capitalismo se caracteriza por su excesiva desregulación, su mundialización y su confusión con las finanzas. Estos tres factores lo han vuelto criminógeno: incita y crea oportunidades para el fraude con una intensidad nueva.

La crisis financiera se desencadenó en los Estados Unidos a partir de un pequeño sector financiero: el mercado de las hipotecas. La burbuja inmobiliaria fue creciendo al impulso de prácticas crediticias totalmente fraudulentas. Cientos de miles de préstamos estaban viciados por defectos muy simples: falsedad documental, abuso de confianza, estafas, cláusulas abusivas, etc. Mediante la titulización y con la ayuda de agencias de calificación complacientes o abiertamente mendaces, estos fraudes fueron a parar a los famosos "productos financieros innovadores”, vendidos sin prudencia ni consejo en los mercados de Wall Street. La burbuja financiera, a su vez, se hinchó a partir de auténticos fraudes. Por eso se dice que la crisis de las subprime podría denominarse, sin exagerar, crisis de las subcrime.

El análisis criminológico que propongo no es el recurso a esa fácil metáfora por la cual "fraude" sería simplemente sinónimo de "depredación" No; se trata de verdaderos delitos frente a los cuales no tenemos resoluciones judiciales serias. Por otra parte, el informe de la Comisión de Investigación del Senado estadounidense sobre la Crisis [FCIC, Financial Crisis Inquiry Report ] que contiene la autopsia de la misma, utiliza la palabra "fraude" ¡ciento cuarenta y siete veces! ¿Va a ser por casualidad? Yo he analizado la crisis de las subprime a la luz de la criminología en La grande fraude (Odile Jacob) en 2011. En Le nouveau capitalisme criminel hago un ejercicio similar con otras crisis financieras originadas por la desregulación: Japón, México, Albania, etc.

P.V.: Su análisis parece innovador…

J-F. G.: En los últimos años he intentado dar cuerpo a una verdadera "geopolítica y geografía económica del delito". Me gustaría que la criminología despertara de un cierto torpor, de un cierto aislamiento; que saliera a respirar el aire de la modernidad y de los grandes espacios de la mundialización. El delito se halla ahora en el corazón de la modernidad, no es una rareza folclórica. En Le nouveau capitalisme criminel intento de nuevo esclarecer fenómenos macroeconómicos, en este caso las crisis financieras, a la luz de la criminología. Soy consciente de que esta empresa puede someterse a muchas críticas, especialmente en Francia, donde la reflexión sobre el delito está monopolizada por una sociología criminal anclada en el miserabilismo, obsesionada por la "cultura de la excusa" y que no sabe ni levantar la vista para interesarse por los delitos elitistas, esos que cometen los miembros de las élites “legales”, pero también los de las criminales. La fragmentación disciplinaria tradicional en los medios académicos y un positivismo algo mezquino, consustancial al pensamiento económico, hacen que el delito rara vez sea considerado en la reflexión global. A mi juicio, este olvido es nefasto porque nos impide realizar un diagnóstico preciso sobre ciertas patologías nacidas de la modernidad posterior a la Guerra Fría.

P.V.: Desde la crisis, ¿ha progresado algo la regulación?

J-F.G.: No. Todas las leyes aprobadas son pura cosmética. No han sabido o no han podido alterar la arquitectura ni la economía del sistema financiero internacional, especialmente en sus aspectos más irregulares y criminógenos. No cambian el rumbo. Los legisladores europeos y americanos se han conformado con lanzar botes salvavidas alrededor del Titanic. Cuando estalle la próxima crisis financiera, esos botes solo aprovecharán a los que viajen en primera clase.

Lo que debemos entender es que, en cierto modo, nunca hay “crisis financieras” stricto sensu: solo hay crisis políticas. En consecuencia, hay que cuestionar los mecanismos legales y las políticas que permiten remontar a esos sistemas tan descontrolados y criminógenos. Y este razonamiento nos lleva a preguntarnos cómo se aprueban las leyes de desregulación y cómo se hacen las elecciones. ¿De dónde sale el dinero para las campañas electorales y cuánto procede del lobby financiero? ¡Los mortíferos principios del célebre “consenso de Washington” no vienen de Marte! Desde entonces, las finanzas imponen una relación de fuerza – puño de hierro en guante de seda- a los poderes políticos. Muchos Estados son literalmente cautivos del poder financiero. Y este fenómeno no afecta solo a los paraísos fiscales y bancarios: es central en los Estados Unidos. Por ejemplo, en Francia ¿quién es el principal empleador de los inspectores de finanzas? ¿El Ministerio de Hacienda o los cuatro grandes bancos multinacionales que tanto nos enorgullecen? Esto crea, sin duda, de forma mecánica, sutiles acuerdos en los puntos de vista cuyas consecuencias son  profundas  …

P.V.: ¿Por qué el Trading de alta frecuencia podría causar nuevos derrumbamientos parciales o sistémicos?

J-F. G.: Sin discusión pública, sigilosamente, los mercados financieros funcionan desde hace veinte años mediante ordenadores y algoritmos de alta potencia, en un mundo más parecido al de las novelas de Philipp K. Dick que al de los relatos de Balzac. En cuestión de nanosegundos, cientos de miles de transacciones irrigan constantemente los mercados bursátiles de todo el planeta. Pero la ecuación “grandes volúmenes” y “alta velocidad” ha vuelto invisibles a los mercados. Es tanta la oscuridad que los encargados de vigilarlos se han quedado ciegos.

El Trading de alta frecuencia (NAF) no es más que un instrumento. Quiero decir que, como todas las herramientas, no es neutra. Como cualquier técnica, se utilice bien o mal, transforma profundamente la estructura y el funcionamiento de los mercados financieros. Los tres grandes bancos y los fondos especulativos, que son los principales agentes de la NAF, suelen explicarnos lo útil y beneficiosa que es. Yo creo que cabe dudar de su utilidad social,  pero ese debate macroeconómico se sale del objeto de mi estudio. Por el contrario, la NAF plantea problemas muy serios a la seguridad nacional. Hay tres cuestiones que nunca se enuncian:

  • Primera: la NAF no puede sino potenciar los fraudes financieros a gran escala. Es invisible e ininteligible, lo cual entraña el riesgo de una permanente incitación a las malas prácticas de los malos agentes.
  • Segunda: aparte del marco penal, cabe preguntarse sobre la dinámica propia de esta técnica. ¿Acaso no legaliza el abuso de información privilegiada, estimula la competencia desleal y hace de la especulación delictiva una institución?
  • Tercera: sabemos que los mercados financieros que trabajan con la NAF sufren tensiones constantes y que los hundimientos ocurren con regularidad.  ¿Seremos capaces de impedir los venideros?

P.V.: ¿Por qué la lucha contra el dinero negro sigue siendo un escandaloso fracaso?

J-F.G.: Los Estados no consiguen detectar ni el 1% del dinero negro. ¿Por qué no lo dicen? ¿A qué tanta omertà? Yo intento detallar las causas profundas, estructurales, de ese fracaso, más allá de esas pobres explicaciones,  parciales y técnicas, que suelen arrojarnos. En mi opinión, hay tres razones principales que aquí solo voy a rozar. Una es histórica: el combate es muy reciente, solo se hizo firme a finales de los noventa. La segunda es geopolítica: existen decenas de Estados piratas por todo el mundo, paraísos fiscales y bancarios, que son otros tantos agujeros negros en las redes del control. La tercera es  jurídica: autorizamos o permitimos que se desarrollen  instrumentos  jurídico- financieros que favorecen la opacidad y el anonimato del capital, como, por ejemplo, los trusts y otras figuras.

La cuestión del blanqueo de capitales es decisiva, porque el dinero reciclado en la economía legal permite al delincuente no solo aprovecharse de los beneficios mal adquiridos en esta, sino, sobre todo, adueñarse de sectores de la economía y de las finanzas legales y, en consecuencia, situarse por encima de los poderes elegidos. En contra de lo que sermonea la ortodoxia liberal en su versión más fundamentalista, el dinero del delito nunca es neutro. Es un error pensar que pecunia non olet. Al blanquearse, al legalizarse, el dinero negro ensucia las instituciones legales, políticas, económicas o financieras. Contamina todo el biotopo democrático. Parece blanquearse, pero realmente ennegrece nuestro mundo legal. Estos cambios invisibles son, como siempre, los más profundos y duraderos y, por ello, los más peligrosos.

Traducción de Susana Arguedas
© Diploweb.com 

Fuente:

6 de julio de 2014

HOLDOUTS: LA ARGENTINA NO TIENE NADA QUE NEGOCIAR.


Lic. Héctor L. GIULIANO
Buenos Aires, 4.7.2014.


Hablar de “negociación” en el marco de la gravísima encerrona financiera y legal en que la administración Kirchner ha metido al Estado Argentino es un eufemismo.

La delegación oficial que viajará a Nueva York el próximo lunes 7.7 para iniciar conversaciones con los “fondos buitre” (FB) sobre la forma de cumplimiento de la sentencia en contra de nuestro país no puede hacerlo en peores condiciones.

El juez Griesa ha designado un mediador – el abogado Pollack (un hombre muy calificado del riñón del sistema financiero) – para tratar de resolver el entuerto generado por su sentencia al afectar derechos de terceros (los bonistas que ya entraron en el Megacanje 2005-2010) y al colocar a la Argentina entre la espada y la pared frente a un fallo de cumplimiento imposible dada su naturaleza y alcance.

Como no sea para seguir tratando de ganar tiempo, antes de ir a “negociar” así es mejor no hacerlo.

Las consecuencias del fallo Griesa – incalculablemente negativas para los intereses y para las posibilidades del Estado – obligan a considerar la variante cierta y preferible de formalizar que la Argentina sea arrastrada a un nuevo default.

EL PUNTO DE SITUACIÓN.

A los antecedentes de la cuestión de los holdouts, al manejo del problema por parte del gobierno K y a las alternativas o recomendaciones frente al fallo Griesa ya nos hemos referido en otros trabajos, donde planteamos análisis y propuestas que – salvo mínimos recordatorios – no vamos a repetir aquí. (*)

En lo inmediato, los principales hechos básicos y concretos que el país afronta son los siguientes:

a)  La Argentina no puede aceptar abonar los montos del juicio – perdido en todas sus instancias legales – sin evitar la avalancha de nuevas demandas, actuales y futuras, por parte del resto de los bonistas que no entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010.

b)  A los 1.500-1.600 MD (Millones de Dólares) de este caso testigo (NML-Elliot y otros) se agrega que las nuevas demandas de los holdouts serán superiores a los 20.000 MD: el gobierno hablo de 15.000 MD pero diversas estimaciones privadas hacen subir mucho más esta cifra (20-22.000 MD según Daniel Marx, 24.000 MD según Eugenio Bruno, 30.000 MD según el abogado de NML Robert Cohen).

c)  Estas nuevas demandas, cuyo destino es ser pagadas con más deuda en bonos, se suman a los 600 MD del CIADI, los 5-6.000 MD de Repsol por YPF, los 9.700 MD del Club de París y los 10.000 M$ (Millones de Pesos) del nuevo Bonar $ 2017, sin contar los nuevos préstamos de los Organismos Multilaterales de Crédito (OMC) en curso (Banco Mundial, BID y CAF).

d)  La caída de los pagos de servicios por intereses de la deuda pública de mediados de año y el compromiso de anticipos al Club de París en Julio – pese a que el Acuerdo todavía no está ratificado por el Congreso – agravan este cuadro de nuevos vencimientos.

e)  La cuenta regresiva por el pago de los intereses de los bonos Discount – correspondientes al Megacanje 2005-2010 – cuyo abono fue bloqueado por orden del juez Griesa y ahora tiene fecha límite el 30.7 – no sólo amenaza con llevar al país a un default técnico que todos quieren evitar (acreedores, bancos colocadores de nuevos bonos y el propio gobierno) sino que estrechan los tiempos de negociación del país.

f)  Este doble encerramiento, por extralimitación del juez al poner a los bonistas como rehenes del pago a los holdouts y por estrangular los tiempos de negociación de la Argentina con su negativa a la reposición del stay – la medida cautelar que suspende transitoriamente la ejecución de la sentencia – determinan una situación de hecho tan gravosa como inaceptable para el país.

g)  Las cláusulas leoninas aceptadas con el Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005 hacen el resto: prórroga de jurisdicción ante tribunales extranjeros, prórroga de jurisdicción en la ejecución de sentencias, renuncia a oponer la inmunidad soberana, cláusula del acreedor más favorecido, cláusula RUFO, cláusula cross default o de incumplimiento cruzado, cláusula negative pledge o compromiso de no hacer, etc.

h)  Todas las nuevas obligaciones que se están tomando aumentan la proporción de la deuda pública con terceros – en su gran mayoría, Deuda Externa – empeoran el perfil de vencimientos de la deuda total y trasladan el grueso de los compromisos a las futuras administraciones.

i)  A su vez, cualquier arreglo hipotético al que se llegue para paliar la situación actual no exime a la Argentina de la apertura de otro frente de tormenta legal con los bonistas que ya entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna, por la existencia de las controvertidas cláusulas específicas del Acreedor más favorecido (MFCC) y de Derechos sobre ofertas futuras (RUFO).

j)  La aplicación de las cláusulas antedichas constituye una amenaza cierta de embarcar al país en la exposición a nuevos reclamos cuyo costo es incalculable: el gobierno habla de 120.000 MD – que algunos hacen subir a 130 ó 150.000 MD – y ciertos analistas privados advierten que pudiera elevarse a más de 500.000 MD (Dr. Etchebarne).

k)  El extremo embrollo derivado de estas cláusulas – que ha estudiado en profundidad Javier Llorens – deriva en problemas insolubles para nuestro país tanto desde el punto de vista legal como financiero, con el agravante que no lo liberan de quedar expuesto a bonistas díscolos que demanden a la Argentina desde cualquier rincón del mundo manteniéndolo así en jaque como permanente deudor en riesgo de parciales defaults.


Todas estas circunstancias concretas hacen que hablar hoy de negociación de las formas de pago de la sentencia Griesa en estas condiciones sea un intento de dialogo perdido de antemano.

Las instancias de “negociación” se terminaron con el fallo Griesa y toda pretensión de acordar su forma de pago cuando el país no tiene posibilidades de hacerlo debido a los inexorables efectos financieros y legales de esa sentencia supone empeorar la situación de la Argentina.

El gobierno Kirchner parece haber percibido tardíamente la magnitud y gravedad de esta situación y no podría intentar ahora replantear su posición sin tener que reconocer el fracaso del Megacanje Kirchner-Lavagna-Nielsen y sus secuelas, con la reapertura del canje 2010 y con la equívoca aplicación de la Ley Cerrojo 26.017, por lo que tal revisión es totalmente improbable que la haga.

El erróneo manejo del tema desde el Megacanje “voluntario” de 2005-2010, que dejaba 20.000 MD de dólares de holdouts afuera pese a que temprano o tarde las demandas de estos holdouts terminarían inexorablemente teniendo fallos en contra de nuestro país, culminó de rematar el problema.


LOS PLANTEOS Y APOYOS EQUÍVOCOS.

Por convicción no manifestada o por escenificación, el gobierno Kirchner se maneja actualmente – en esta etapa del problema de los holdouts – con posturas declarativas y con alianzas tácticas ambivalentes:

a)  Proclama su vocación pagadora cuando su administración se encuentra en un grave estado de insolvencia e iliquidez fiscal, con déficits gemelos – fiscal y externo – y deuda pública rápidamente creciente.

b)  Reitera su aceptación a un fallo – la sentencia Griesa – que por sus implicancias no puede cumplir.

c)  Reconoce una supuesta instancia de “negociación” – como vimos – careciendo de márgenes, tiempos y argumentos dentro del marco de la sentencia Griesa.

d)  Proclama su voluntad de querer pagar a los bonistas mientras carece abiertamente de capacidad de repago para poder atender todo el conjunto de sus obligaciones, como no sea emitiendo nueva deuda para cancelar la que le va cayendo por capital.

e)  Asume nuevo endeudamiento – caso CIADI, Repsol, Club de París, OMC, Títulos Públicos, etc. – que, aparte de aumentar el stock de la deuda en su conjunto, aumentan también el peso del pago de los intereses, que se pagan dentro del Gasto Público Corriente.

f)  Declama que quiere cumplir con los bonistas del canje pero paralelamente busca excluirlos de los beneficios que pudieran corresponderles en función de la cláusula del Acreedor más favorecido, jugando incluso con una dilación artificial de los tiempos para que prescriba la aplicación de la misma a fin de año, de modo de poder mejorar los pagos a los FB sin trasladarle esas mejoras a los bonistas (cosa que – por otra parte – no excluiría al gobierno argentino de reclamos por prácticas de mala fe).

g)  Requiere y presenta ante la opinión pública apoyos de tipo político que no tienen traducción operativa directa y que, como tales, le sirven concretamente de muy poco, como el caso la reciente reunión de la OEA, donde obtuvo un respaldo nominal “a fin de que pueda seguir cumpliendo con sus obligaciones, pagando su deuda, honrando sus compromisos financieros y para que a través del diálogo logre un acuerdo justo, equitativo y legal con el 100 % de sus acreedores.”

h)  Por último – en lo que constituye el eje de la cuestión – trata denodadamente de cumplir con la Hoja de Ruta Boudou, que comprende la liquidación de la cuestión de los Holdouts y el arreglo con el Club de París como prerrequisitos de la vuelta al Mercado Internacional de Capitales, para colocar nueva Deuda Pública Externa.

Cuál es el costo de estas contradicciones flagrantes? Cuál el costo de esta ficción?

El apoyo generalizado externo que recibe el gobierno argentino de la Banca Internacional, de los gobiernos de Estados Unidos, Francia, México, Chile, Brasil y otros, del Fondo Monetario Internacional y del establishment financiero local y externo, no se da para que la Argentina salga de la trampa de Deuda Perpetua en que vive sino, por el contrario – como la rueda que al girar se entierra más en el lodo – para que la Argentina profundice su endeudamiento.

Y si no se ataca este problema de fondo nunca se podrá intentar siquiera revertirlo sino tan sólo jalonar un nuevo capítulo del drama de la Deuda Pública Perpetua, aquélla que sólo se paga con más endeudamiento.

ALTERNATIVAS PARA UN FUTURO INMEDIATO.

Dado el “callejón sin salida” en que está metido el gobierno K no existe solución posible para la Crisis de Deuda en que vive el país sin replantear los términos de una re-estructuración forzada de la misma.

Como lo hemos dicho mil veces: no existe solución al problema de la Deuda dentro del Sistema de la Deuda.

Si se quisiera intentar un cambio que permita el reacomodamiento de la posición del Estado Argentino frente a este problema de la Deuda deviene necesario que el gobierno proceda en forma extra-ordinaria y verdaderamente heterodoxa:

a)  El gobierno debe suspender toda negociación sobre la forma de pago del fallo Griesa, ya que su implementación traerá daños irreparables para los intereses de la Nación – en estado de Emergencia – comunicando al juez que su sentencia es así de cumplimiento imposible para la Argentina dado sus efectos para las finanzas del Estado y manifestar, por lo tanto, que el país – bloqueado en el intento de pago por separado a los bonistas – declara el default (incumplimiento) de sus obligaciones.

b)  Dado que la crisis por insolvencia e iliquidez afecta la totalidad de la Deuda Pública de la Argentina – deuda con terceros y deuda intra-Estado – siendo el fallo por los holdouts sólo el detonante de esa crisis; y como la única alternativa disponible del país es seguir pagando indefinidamente deuda con deuda y salir al mercado a tomar más deuda, el gobierno se ve forzado a blanquear su situación de default por incapacidad de pago.

c)  Como en toda Crisis de Deuda, las acreencias tienen que ser revisadas primero en su legitimidad y luego – sobre la parte que se reconozca legítima – debe determinarse la verdadera capacidad de repago, para lo cual debe realizarse una Auditoría integral de la Deuda Pública creando una Comisión Especial al efecto, que deberá expedirse en un tiempo pre-establecido (digamos, un año). En el interregno, se suspenden todos los pagos de servicios de la Deuda del Estado.


Sería la única forma realista de sincerar una situación de hecho, que ya existe y que, en las condiciones actuales (que son las que, en igual o mayor medida, rigen desde hace 40 años) constituye el problema financiero insoluble de la Argentina porque este tipo de condiciones forma parte de la falacia central del Partido de la Deuda: tomar deuda sin capacidad de pago para vivir pagando intereses, renovar el principal y tomar deudas adicionales.

La alternativa de default debiera llevar entonces – Dictamen mediante – a una reestructuración forzosa, no voluntaria, de la Deuda Soberana y tendría el triple efecto positivo de: 1. Replantear los términos de toda refinanciación de la Deuda en función de los intereses nacionales, 2. Someter dicha deuda a las reglas de racionalidad jurídica y financiera, y 3. Devolver al ámbito del Derecho Público el tratamiento del problema estructural del endeudamiento del Estado, con participación directa del Congreso en función de sus obligaciones constitucionales.

Hoy se da una circunstancia y oportunidad histórica excepcional para intentar revertir este proceso de malformación estructural de las finanzas públicas argentinas, una situación a la que se llegó por culpa de la adscripción al Sistema de Deuda Perpetua, frente a lo cual es necesario “barajar y dar de nuevo”, lo que conlleva el requisito de replantear los términos de fondo del problema .

Caso contrario, el gobierno Kirchner marcha hacia una nueva rendición “exitosa” frente al Partido de la Deuda, que busca minimizar y desdramatizar la gravedad real de la cuestión de fondo, que es la toma de deuda sin capacidad de pago y la consiguiente distorsión de las fuentes de financiamiento del Estado en función del Sistema de la Deuda.


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(*) Este trabajo es continuación directa de dos notas anteriores: “Holdouts: Default o más Deuda” (del 25.6)  y “La Argentina tiene que ir al default” (del 28.6),  que se consideran de lectura imprescindible como complemento del presente.


3 de julio de 2014

¿Dónde está el oro de Alemania?



De las 3.386 toneladas de Reservas oro de Alemania, el 45 % están (¿están?) depositadas en la Reserva Federal de EE UU.


En enero de 2013 los germanos pidieron un plazo de siete años para completar la repatriación del oro distribuido en París y en Nueva York. Dieciocho meses después, Berlín ha logrado recuperar solo 37 toneladas en total: 32 toneladas procedentes de París ... y solo 5 toneladas del oro guardado en Nueva York.

¿El oro está bien cuidado?

El pasado 23 de junio según la agencia de noticias Bloomberg informó que el Gobierno de Ángela Merkel decidió abortar la operación de retirada del oro ya que según la mandataria teutona "los estadounidenses están cuidando bien de nuestro oro. Objetivamente, no hay ninguna razón para desconfiar"


... sorpresiva y sospechosa ...

El retiro de la petición de Alemania -hecho en forma tan sorpresiva como sospechosa- de repatriar los más de 140.000 millones de dólares en oro ha despertado suspicacias y el ex subsecretario del Tesoro de Estados Unidos en el período de Ronald Reagan, Paul Craig Roberts, ha señalado sin tapujos que Estados Unidos no tiene ni un lingote de oro

Para Craig Roberts, esto significa que:
"Estados Unidos no tiene el oro y no puede devolver nada. Por eso que ha obligado a Alemania que deje de pedirlo ya que no hay nada que se le puede entregar.


29 de junio de 2014

Holdouts: Default o más deuda


NO HAY SOLUCION AL PROBLEMA DE LA DEUDA DENTRO DEL SISTEMA DE LA DEUDA.

Img: sitio.patriaargentina.org
Lic. Héctor Giuliano 
27 de junio de 2014

Los hechos que se están produciendo sobre la cuestión de los Holdouts, en el marco de la nueva Crisis de Deuda que vive nuestro país, se precipitan y las noticias que se suceden van más rápido que la capacidad para analizarlas.

Pero el hecho concreto es que el gobierno Kirchner, como producto de su adscripción del Sistema de la Deuda Pública Perpetua, se encuentra hoy frente a una encerrona financiera y legal que amenaza llevarlo a una rendición que - como todas las rendiciones - va a dejar a la Argentina en peores condiciones de las que está.

El Partido de la Deuda ha puesto “toda la carne al asador”: todo un coro de portavoces de nivel académico y profesional del establishment financiero ha salido a decir - lo mismo que la presidenta y sus ministros - que la Argentina tiene que pagar, que quiere pagar, que va a pagar, que la Argentina tiene “vocación de pagar” y que existe la posibilidad de hacerlo.

Lo que todos soslayan decir, engañando una vez más al Pueblo Argentino, es que cuando hablan de “pagar” se están refiriendo a tomar más deuda para poder cubrir los servicios de esa deuda, de modo que lo que en realidad están diciendo y están pidiendo es que la Argentina tome más deuda.

Y el “premio” a ese comportamiento irresponsable y contrario a los intereses financieros del Estado Argentino sería el retorno de nuestro país a los Mercados Internacionales de Crédito, precisamente para volver a endeudarse.

Punto de situación

Los efectos de los fallos en contra de nuestro país en el caso testigo de los “fondos buitre” NML-Elliot y otros, no pueden ser peores:

a) La Argentina perdió el juicio en las tres instancias judiciales en que estaba la causa, como producto final de aceptar la prórroga de jurisdicción a tribunales extranjeros: sentencia del juez Griesa, ratificación de la Cámara de Apelaciones del segundo distrito de Nueva York y rechazo del pedido del gobierno Kirchner de intervención de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos en el caso.

b) Estas decisiones en los tribunales norteamericanos afectan gravemente a nuestro país por partida doble porque la Argentina perdió la causa central - incluyendo su apelación por la interpretación del pari passu - y también la causa secundaria o derivada del Discovery, que habilita la información y embargo de bienes argentinos en el exterior.

c) En estas circunstancias, las instancias legales de fondo han quedado agotadas y la Corte manda entonces la sentencia al juez Griesa para que la ejecute.

d) Pero el juez adopta una posición contradictoria porque su fallo original - de Agosto de 2012 - no sólo condenaba a nuestro país a pagar la totalidad del reclamo de los acreedores sino que ya establecía cómo hacerlo: al contado y con el agravante que si no lo hacía así en el próximo pago de servicios a los bonistas que entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010 debía descontársele del pago a los mismos una cuota parte proporcional, a prorrata, para cubrir el pago a los ganadores del juicio.

e) Esta decisión del juez es sumamente discutible porque conculca derechos formales de terceros, ya que no sólo penaliza a la Argentina sino que afecta los derechos de cobro de los bonistas del último canje. Sería una variante de Ultra petita - cuando una resolución judicial va más allá de lo concerniente al pedido de una de las partes - porque involucra a terceros que no tienen que ver con el juicio.

f) Por otro lado, no tiene lógica que el juez abra una instancia de conversaciones o acuerdo de partes - no “negociación” propiamente dicha porque el gobierno argentino aceptó el fallo - ya que ello desautorizaría su propia sentencia: un fallo se cumple o no se cumple; su cumplimiento no se “negocia” o conversa. Si el deudor puede pagar, paga, y si no puede pagar cae en una situación de default; pero abrir una instancia de “dialogo”, o como quiera llamársela, después de emitida una sentencia judicial expresa es una contradicción.

g) Para mayor complicación y burocracia rentada, el juez nombra incluso un “mediador” - el abogado Daniel Pollack (sin opinión vinculante) - para acercar a las partes a un acuerdo de cumplimiento de su propia sentencia (?).

h) Por último, la proximidad del pago de una nueva cuota de intereses semestrales a los bonistas del canje 2005-2010, el día 30.6, estrangula los tiempos de decisión y maniobra del gobierno argentino.

En síntesis: el país se encuentra actualmente en las peores condiciones posibles para entrar en cualquier “negociación” con y sobre los holdouts.

Perspectivas inmediatas

Aun a riesgo que los hechos nos pasen por encima, es decir, que se produzcan novedades en cualquier momento que cambien el panorama - lo cual desgraciadamente es muy posible ya que uno es simplemente un observador externo de las cosas - las perspectivas inmediatas para la administración Kirchner no sólo son negativas en la cuestión focal de los holdouts sino también en el contexto de la nueva Crisis de Deuda que le estalla en el Verano 2014 y que lo obliga a cambiar sus medidas de gobierno, su discurso y su “relato”.

El gobierno K vive hoy - a caballo de la Hoja de Ruta Boudou - una aceleración compulsiva hacia el “pago de deuda” y la aceptación de deudas adicionales impagables que lo colocan en estado fáctico de default:

a) No se pueden atender con recursos genuinos los servicios de Capital e Intereses de la Deuda que vencen este año: 12.000 MD (Millones de Dólares) de Intereses y más de 44.000 MD de Capital.

b) De estos totales, un 60 % corresponden a la Deuda intra-Estado, que las autoridades no tienen la más mínima capacidad ni intención de pagarla; y el 40 % restante es Deuda con Terceros que el gobierno tampoco puede pagar, ni siquiera apelando a las reducidas reservas internacionales netas del Banco Central (BCRA).

c) Por ende, toda posibilidad de pago reside en la cancelación de las obligaciones que vencen emitiendo nuevas obligaciones: que es la política de re-endeudamiento perpetuo.

d) Además, siguiendo la práctica de los últimos años, el gobierno Kirchner continúa asumiendo deuda nueva “adicional” a un promedio del orden de los 15.000 MD por año; obligaciones éstas sobre las que igualmente se carece de capacidad de pago demostrada.

e) En los últimos tiempos la administración K ha agravado todavía más esta situación con la asunción de deuda que no estaba registrada por haber sido calificada como “deuda contingente”. Es la Política de pagos de juicios perdidos con Deuda (Títulos Públicos y/o acuerdos de refinanciación): laudos del CIADI (600 MD), indemnización a Repsol por YPF (5.000-6.000 MD de Capital y 5.000 ND de Intereses) y allanamiento a las exigencias del Club de París (9.700 MD).

f) El grueso de estas nuevas obligaciones va a tener que ser soportado por el próximo gobierno que asuma a fines de 2015.

g) Paralelamente, se aceleran e incrementan las deudas provinciales - con la CABA y la provincia de Buenos Aires a la cabeza - y las de Empresas y otros organismos del Estado (con YPF al frente) y también la deuda cuasi-fiscal del Banco Central (BCRA) por Lebac/Nobac.

h) El fallo en contra por los holdouts conlleva 1.330 MD que - con honorarios y gastos - se va a 1.500-1.600 MD; pero además, por tratarse de un caso testigo de la situación del resto de los holdouts, dispararía una lógica avalancha de nuevas demandas que se estima involucran unos 15.000 MD en total.

i) Por otra parte, como el gobierno Kirchner está atado a la cláusula RUFO o del Acreedor más favorecido (que firmó esta Administración), si el país concede mejores condiciones de pago a estos bonistas que no entraron en el canje que a los que ya entraron, queda obligado a extenderles dichas mejoras a todos, lo cual supone un monto impredecible de pagos que - cualquiera sea la contra-argumentación que se ensaye - no le van a evitar nuevos frentes de tormenta legal a la Argentina.

La nueva Crisis de Deuda, derivada del fracaso del Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010 y de las condiciones leoninas incorporadas con su instrumentación - ha hecho así explosión y el gobierno hace desesperados e incoherentes esfuerzos por taparla; pero “EL REY ESTÁ DESNUDO” Y ESTO HAY QUE DECIRLO.

Una alternativa de decisión

La Argentina se encuentra en medio de esta nueva Crisis de Deuda que la lleva otra vez a un callejón sin salida, a menos que tome más deuda: el país no tiene solvencia fiscal ni liquidez de divisas para poder afrontar los servicios de la Deuda Pública, Externa e Interna.

Todo su esfuerzo y/o “habilidad” están puestos en seguir “pateando” obligaciones para adelante; y lo está haciendo - lógicamente - cada vez a mayor costo: costo financiero, económico y político.

Un gobierno debilitado, incoherente y corrompido es un peligro porque en esta situación acepta cualquier cosa; lo que ya está demostrando.

La situación actual, agravada por el detonante de los fallos adversos en la cuestión de los holdouts, hace que el gobierno esté en las peores condiciones posibles para cualquier negociación; y antes de entablar una negociación así es mejor no negociar nada.

Si un gobierno - éste gobierno - quisiera intentar liberarse de esta trampa de Deuda Perpetua tiene que cambiar los términos de renegociación de la Deuda y esto sólo puede hacerse desde una posición de fuerza soberana:

Primero: blanquear la falta de capacidad de pago del país yendo a una re-estructuración forzada de deuda; y esto se llama DEFAULT.

Segundo: como en todo proceso de tipo concursal, es de rigor revisar la legitimidad de las acreencias; y esto se llama INVESTIGAR LA DEUDA: una AUDITORIA INTEGRAL DE LA DEUDA.

Tercero: recién con un dictamen fundado de la deuda legitima y una determinación de la verdadera capacidad de repago del país, sentarse a negociar con los acreedores los términos de UNA NUEVA REESTRUCTURACIÓN.

Toda otra variante de tratamiento de esta nueva Crisis de Deuda que vive nuestro país, si se prescinde de estos tres puntos, esto es, si no se replantean los términos de discusión de la Deuda, están condenados de antemano al fracaso y sólo pueden aspirar a convertirse en otra “vuelta de tuerca” dentro del Sistema de Deuda Perpetua que la Argentina sufre desde hace 40 años.

Es la política del “parche” transitorio de seguir pagando deuda con deuda para poder salir al mercado internacional a tomar más deuda.

Es la falacia central del Partido de la Deuda que consiste en decir que no hay problema en seguirse endeudando sin capacidad de pago porque mientras aceptemos vivir pagando la servidumbre de los intereses el Capital Financiero - Internacional y Nacional - nos va a seguir renovando las deudas y dándonos nuevos préstamos, préstamos que tampoco podemos pagar. Que es la formulación teórica y práctica de la trampa de USURA DE LA DEUDA PERPETUA.

Porque NO HAY SOLUCION AL PROBLEMA DE LA DEUDA DENTRO DEL SISTEMA DE LA DEUDA.

Fuente:  ARGENPRESS.info


28 de junio de 2014

El catolicismo y la usura

La Doctrina Social de la Iglesia sostiene como ejes conductores de su concepción económica el Justo Precio, el Salario digno y la condena  del Préstamo a Interés, lo cual se encuentra en las antípodas de la doctrina liberal económica, que sustenta en el beneficio individual el desarrollo económico, considerando a la mano de obra  como una mercadería sujeta al juego de la oferta y  la demanda (negando la necesidad de un salario digno para el asalariado, la preeminencia del bien común y la equidad como fundamento de la justicia social) y la libertad irrestricta de los préstamos a interés y del capital financiero, que separado de la economía real o física deriva en un esquema económico contra Naturam.

Opinión: El catolicismo y el préstamo a interés
Por Juan Carlos Vaccarezza 

En el Nuevo Testamento, Jesucristo mismo ordena “prestar sin esperar nada a cambio” (Lc 6, 34-35). Ya en la época precristiana Aristóteles sostuvo la infertilidad del dinero: “Pecunia no parit pecuniam” (el dinero no engendra dinero), criterio que fue asumido en la visión teológica y filosófica de las enseñanzas de los Padres de la Iglesia, la escolástica medieval, las obras de los Doctores de la Iglesia, las Encíclicas Papales y la Doctrina Social de la Iglesia.


Desde los primeros siglos de la era cristiana, la Iglesia Católica prohíbe el préstamo a interés, postura que es asumida por las normativas legales de carácter civil. Por el contrario, la Revolución Francesa, invocando la libertad económica de los individuos, instala la falacia de que el interés es diferente a la usura, ya que define a ésta como la plusvalía de un interés desmedido o excesivo, pero no como el interés mismo.

En el año 1745, el papa Benedicto XIV en una carta dirigida al episcopado italiano, la Vix Pervenit, afronta el auge de los préstamos a interés, efecto directo producido por el incremento y desarrollo del comercio. Sostiene que la usura, como género del pecado, asentado en el contrato del préstamo, pretende que se le devuelva más de lo que recibió, lo cual “es ilícito y usurario”. Al final afirma que cualquier pretensión a recibir más de lo prestado, sea en dinero o bienes, aunque esté asentado en títulos legítimos, “no sólo se opondrá sin duda alguna a los divinos documentos y al juicio de la Iglesia Católica sobre la usura, sino también al sentido común humano y a la razón natural”, pues en muchos casos el hombre está obligado a socorrer a otro por un simple préstamo, en lo cual no puede haber lugar a ningún otro justo contrato fuera del solo préstamo.

Históricamente, la Revolución Francesa consolidó a la burguesía en el poder y generó una nueva etapa del capitalismo, en la cual se legitimó los préstamos de dinero a interés. En este marco, el concepto de usura quedó relativizado por una cuestión de grado y no de esencia, al ser transformada en un abuso de la tasa de interés percibida y no como un elemento perverso y antinatural para la Economía social y la comunidad toda.

Una posición especial en la cuestión de la Usura y el Interés se revela en la posición de San Alfonso María de Ligorio (Doctor de la Iglesia, 1696-1787), autor prolífico en tratados sobre Teología Moral, canonizado por el papa Pío IX en 1873. Él fue uno de los pensadores católicos que más profundamente atacó las raíces de la “Usura”, concibiéndola como “Préstamo a Interés” y forma de infringir el derecho de propiedad, al ser el interés un mecanismo de expropiación de la propiedad privada, extensible hoy sin lugar a dudas - ante la realidad que nos abruma- a la Propiedad Pública y a los Recursos del Estado.

Veía en el cobro de los intereses la aplicación de un “Diezmo Laical”, contrario a los principios de bien común, al desnaturalizar el principio de buena fe de los contratos y justificar la desigualdad del poder de negociación entre las partes que intervienen, que permitía el abuso de una posición sobre la otra en la que se instituía el consiguiente abuso del Acreedor sobre el Deudor. Esta prédica en contra de la Usura o Interés ponía de manifiesto la prohibición del abuso del Derecho, aprovechando el estado de necesidad del deudor.

En la carta encíclica RERUM NOVARUM (15 de mayo de 1891), el papa LEÓN XIII expresaba que se debe proveer de manera oportuna al bien de las gentes de condición humilde, pues es mayoría la que se  debate indecorosamente en una situación miserable y calamitosa, a causa de la disolución de los antiguos gremios de artesanos y del secularismo cultural impuesto, lo cual dejó a los obreros aislados e indefensos frente a la inhumanidad de los empresarios. Agregaba que “hizo aumentar el mal la voraz usura, que reiteradamente condenada por la autoridad de la Iglesia, es practicada, no obstante, por hombres codiciosos y avaros bajo una apariencia distinta”. Por último, condenaba la concentración del poder en manos de unos pocos, con lo cual “un número sumamente reducido de opulentos y adinerados ha impuesto poco menos que el yugo de la esclavitud a una muchedumbre infinita de proletarios”.

Pío XI
En la carta encíclica QUADRAGESIMO ANNO (15 de mayo de 1931), el papa PÍO XI criticaba no sólo la acumulación de las riquezas, “sino que también se acumula una descomunal y tiránica potencia económica en manos de unos pocos, que la mayor parte de las veces no son dueños, sino sólo custodios y administradores de una riqueza en depósito, que ellos manejan a su voluntad y arbitrio”. Este dominio está ejercido de la manera más tiránica por los que tienen en sus manos el dinero y dominan sobre él, apoderándose de las finanzas y señoreando sobre el crédito, con lo cual “administran, diríase, la sangre de que vive toda la economía y tienen en sus manos así como el alma de la misma, de tal modo que nadie puede ni aún respirar contra su voluntad”.

En su Carta Apostólica OPEROSAM DIEM (1º de diciembre de 1996), el Papa Juan Pablo II critica el  abuso de las riquezas, denuncia las desigualdades y los atropellos con que unos pocos ricos explotan para su beneficio las situaciones de pobreza y carestía, y condena a los que fingen ayudar por caridad y dan en préstamo con una gravosísima usura.

El mismo Papa afirmó que una conciencia recta no debe prestar dinero con usura, ya que ésta es “un delito que también en nuestros días es una infame realidad, capaz de estrangular la vida de muchas personas…” (Audiencia General del 4 de febrero del 2004).

El enfoque religioso en la condena al Préstamo a Interés (Usura) tiene un sentido trascendente, pero también en la praxis cotidiana de la vida cristiana que, en conjunción con los principios del Justo Precio y Salario Justo o Digno, constituye el basamento principal que sustenta el principal eje de ideas de la Economía Cristiana.

8 de junio de 2014

Fuente: politicadelsur


19 de junio de 2014

La hora de los buitres


La mesa está servida

El fallo adverso de la CSJ norteamericana deja prácticamente agotadas las instancias judiciales de dilación en el pago de las deudas con los holdouts y fuerza una negociación final ante el juez Griesa en las peores condiciones de discusión: con todos los fallos sancionados en contra del país y con fuertes vencimientos próximos de servicios de deuda afectados por tales sentencias.






Fallo de la Corte y alternativa de un nuevo default
Lic. Héctor Giuliano
19 de junio de 2014


El fallo de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de los Estados Unidos acelera los tiempos de la Hoja de Ruta Boudou, que contempla la liquidación perentoria del problema de los holdouts y el arreglo de la deuda con el Club de París para que la Argentina vuelva a los mercados internacionales de capitales para colocar nueva deuda externa.

Después de haber perdido el caso testigo de NML-Elliot y otros en primera instancia - sentencia del juez Griesa - y en segunda instancia - Cámara de Apelaciones del Segundo Distrito de Nueva York - la CSJ rechazó la tercera instancia: el pedido argentino de que la Corte atendiera su reclamo para frenar los efectos del fallo contra nuestro país y a favor de los “fondos buitre” (FB).

El levantamiento de la medida cautelar (stay) que acaba de conocerse hoy agrava aún más la situación legal del gobierno Kirchner porque habilita la ejecución de la sentencia, incluyendo la alternativa de embargos sobre bienes del Estado y bloquearía así el intento anunciado por el Ministro de Economía Kicillof de cambiar la jurisdicción de pago de los bonos para el próximo 30.6.

Cuadro de situación

El gobierno Kirchner se encuentra ante una encerrona financiera y legal muy grave, una vieja encerrona que era previsible desde el momento en que fue a juicios que - temprano o tarde - inexorablemente iba a perder contra los FB en la medida que no cuestionaba la legitimidad de sus acreencias.

Los lineamientos básicos del cuadro de la situación actual pueden resumirse en varios puntos concurrentes:

a) El Estado Argentino no tiene liquidez ni solvencia para afrontar los servicios de su Deuda Pública - externa e interna - porque carece de las divisas necesarias y porque tiene déficit fiscal creciente.

b) La posición de Reservas Netas del Banco Central (BCRA) - al 31.5.2014 - es de sólo 12.600 MD (Millones de Dólares): 28.500 MD de Reservas Brutas menos 7.100 MD de encajes bancarios en moneda extranjera menos Otros Pasivos por 8.800 MD, producto de préstamos de otros bancos centrales. Sin contar con el peso de la deuda cuasi-fiscal del banco por Lebac/Nobac, que equivale a unos 25.600 MD.

c) El Estado no tiene excedente sino déficit fiscal, que se cubre con más endeudamiento público; con deuda que en los últimos tiempos ha crecido al ritmo de unos 15.000 MD por año (14.600 MD en 2011 y 18.800 MD en 2012; sin datos todavía del 2013, en que se preveía un aumento de la deuda por otros 12.100 MD).

d) Actualmente la Argentina ya no tiene entonces superávits sino déficits gemelos: fiscal y externo, que los cubre con nuevas deudas.

e) El fallo adverso de la CSJ norteamericana deja prácticamente agotadas las instancias judiciales de dilación en el pago de las deudas con los holdouts y fuerza una negociación final ante el juez Griesa en las peores condiciones de discusión: con todos los fallos sancionados en contra del país y con fuertes vencimientos próximos de servicios de deuda afectados por tales sentencias.

f) Con ello, las posibilidades de seguir ganando tiempo (al costo de extraordinarias cargas adicionales por honorarios y gastos) quedan virtualmente terminadas, sobre todo con el levantamiento de la medida cautelar citada (stay).

g) El fracaso argentino ante la Corte es por partida doble: por la causa central de interpretación de la cláusula Pari Passu y por su causa derivada de Discovery, que habilita el pedido de información y embargo de bienes argentinos en el exterior.

h) La administración Kirchner habría agotado sus posibilidades de seguir apelando a la Deuda intra-Estado después de haber pagado deuda con terceros - Acreedores Privados y Organismos Financieros Internacionales - con el consiguiente desfinanciamiento de la ANSES, el vaciamiento de las reservas del BCRA y el empapelamiento general de las Agencias del Estado (con el Banco Nación-BNA a la cabeza).

i) Queda demostrado el fracaso del Megacanje Kirchner-Lavagna-Nielsen de 2005-2010, que el gobierno K y el establishment financiero tratan todavía de encubrir con la falsía del des-endeudamiento: 1. Porque la quita fue compensada con cupones PBI, 2. Porque era una ingenuidad pensar que la Argentina iba a lograr un pronto “retorno a los mercados internacionales de deuda” mientras dejaba 20.000 MD de holdouts afuera, y 3. Porque el fracaso de este nuevo Megacanje se intentó cubrir con Deuda intra-Estado (ANSES, BCRA, BNA y otras) hasta el citado agotamiento de tal fuente.

j) Los antecedentes de “buena letra” realizados en los últimos meses por la administración Kirchner con el pago de los laudos del CIADI (600 MD), con las indemnizaciones a Repsol por YPF (más de 10.000 MD entre capital e intereses) y con el acuerdo secreto del Club de París (otros 9.700 MD, sólo por capital) no le sirvieron para contener el problema de los Holdouts.

Por ende, la administración K apela ahora a profundizar la única vía disponible dentro de la trampa del sistema de Deuda Perpetua en que está metida: pagar deudas que vencen y sentencias judiciales que se pierden con nueva deuda, que es la política de pago de juicios (que es Deuda contingente, no registrada) con bonos y vuelta al mercado de capitales para tomar más deuda.

La estrategia del gobierno

"vocación pagadora"
Frente a este gravísimo encuadramiento de los hechos, el gobierno Kirchner - desde su asunción en 2003 hasta la fecha - actuó en sentido contrario a la defensa de los intereses financieros nacionales en materia de deuda pública:

a) Aceptó la legitimidad de toda la Deuda Pública heredada pese a las investigaciones de la Justicia Argentina en las causas Olmos I y II, Megacanje 2001 y actuación de gobiernos democráticos en el aumento de la Deuda.

b) Se negó y se niega a investigar la legitimidad de todas las acreencias.

c) Rescató las deudas de origen delictivo del Megacanje De la Rúa-Cavallo del 2001 a través del lavado de Deuda del nuevo Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010, en que se canjeó un 70-80 % de las mismas.

d) Sostuvo y sostiene la falsía de un des-endeudamiento público que no existe.

e) Mantuvo y mantiene la mentira de un supuesto canje exitoso de la deuda en default por medio de las reestructuraciones del 2005 y 2010 pese a que dicho acuerdo ha fracasado y fue sostenido artificialmente con Deuda intra-Estado.

f) Pagó en forma privilegiada - anticipada y total - la deuda vencida y a vencer con el Fondo Monetario (FMI) pese a que se trataba del acreedor oficial más cuestionable y co-responsable directo de la crisis de deuda que declarativamente condena; con el agravante que no se desafilió de dicho organismo, por lo que permanece sujeto a sus obligaciones como país miembro.

g) Sostiene un mecanismo de re-endeudamiento continuo con los Organismos Multilaterales de Crédito (OMC) - fundamentalmente Banco Mundial, BID y CAF - pese a que la mayoría de los préstamos que recibe no son necesarios de contraer en moneda extranjera y no tienen capacidad demostrada de repago.

h) Generó y aumentó irresponsablemente una enorme Deuda intra-Estado para sostener a ultranza su política de pago de la deuda externa con terceros a costa de empapelar a los grandes organismos oficiales - ANSES, BCRA, BNA y otros - con títulos impagables y con licuación, directa o indirecta, de las obligaciones por capital.

i) Mantuvo y mantiene una política de dilación de pagos por juicios, sin probabilidad de resultados favorables, al sólo efecto de ganar tiempo difiriendo las obligaciones asumidas, sin cuestionamiento alguno de su legitimidad y con la clara intención de traspasarlas a las futuras administraciones de gobierno (caso ANSES, BCRA, BNA, CIADI, Repsol, Club de París, Holdouts, OMC y bonos en general).

j) Ha multiplicado los gastos presentes y futuros por comisiones, honorarios y gastos en toda la cadena de re-endeudamiento permanente y toma de nuevas deudas del Estado, fiscales y cuasi-fiscales (BCRA).

Estos males al erario público han sido sostenidos bajo la suposición de una capacidad de repago de las obligaciones que no existe: las deudas que se pagan se cancelan íntegramente con nuevas deudas y no bajan, por lo tanto, el stock del endeudamiento sino que, por el contrario, lo incrementan con la toma de más deuda para cubrir el déficit fiscal.

Para ello, la administración K ha incorporado ahora masivamente su nueva política de pago de sentencias en contra - deudas no registradas por la excusa de tratarse de “deudas contingentes” - con bonos, es decir, la emisión de títulos para cubrir los fallos adversos que sistemáticamente se le vienen produciendo y cuya carga mayoritaria pasa a futuros gobiernos.

Esta “vocación pagadora” y política de pagos a ultranza de la administración Kirchner ha quedado claramente ratificada por Cristina Fernández en su discurso del 16.6.

Allí la presidenta, entre otras cosas, dijo enfática y textualmente lo siguiente:

- “Argentina va a cumplir con sus obligaciones. Argentina no va a defaultear su deuda reestructurada.”

- “Porque la vocación de la Argentina es pagar, lo hemos demostrado...”.

- “Nosotros queremos cumplir y honrar nuestras deudas y lo vamos a hacer”.

Esto es, que no cabe ninguna duda que la política declarada y fáctica del gobierno K es el pago a ultranza de la Deuda Pública, sin importar su legitimidad: fundamentalmente el pago de su Deuda Externa, ya que de su Deuda Interna - en esencia, de su Deuda intra-Estado - no se tiene la menor idea de cuándo, cómo ni cuanto se va a poder pagar, pasándola a un futuro en que la actual administración ya no va a estar.

Con lo que se cumple la vieja premisa liberal - alguna vez expresada por el ingeniero Alsogaray, durante la crisis del Plan Bonex de 1990 - de que, en caso de crisis podía defaultearse la Deuda Interna pero nunca la Externa, porque esta última debe mantenerse siempre en cumplimiento para poder volver a tomar más deuda afuera.

Es la forma clásica de adscripción institucional de los gobiernos al sistema de la Deuda Pública Perpetua.

Una alternativa nacional

Las improvisaciones del gobierno K frente a la nueva mala noticia de los tribunales norteamericanos no hacen sino agravar el cuadro financiero y jurídico del país en materia de endeudamiento.

El intento de realizar un cambio de jurisdicción para el pago a los bonistas del Megacanje Kirchner-Lavagna en Buenos Aires en lugar de Nueva York habría quedado abortado por el rápido levantamiento del stay de la corte de apelaciones de Nueva York y porque, además, habría implicado una forma de desacato ante el fallo del juez Griesa, después de ratificado en todas esas instancias extranjeras aceptadas por la Argentina.

La nueva y última etapa que ahora se abre - la convocatoria a negociar con los FB ante el juez - se hace en las peores condiciones para el gobierno: juicio lapidariamente perdido ante los acreedores y tiempos contra reloj debido al próximo pago de 900 MD por intereses de los Bonos Discount del Megacanje 2005-2010, con imagen fundadamente deteriorada a raíz de los reiterados intentos de dilación legal y con la dependencia de terceros fondos buitre - como el caso Gramercy - que pudieran triangular la deuda comprando los derechos de los juicios perdidos a los FB victoriosos para luego canjearlos con el gobierno argentino por bonos de nueva deuda.

Con la complicación adicional de la vigencia de la cláusula RUFO o del Acreedor más favorecido - pactada por este gobierno según el Megacanje 2005 - que compromete la extensión de cualquier beneficio dado a los holdouts también a los bonistas que entraron en los canjes.

Si bien esta cláusula regiría sólo en los casos de mejoras dadas en forma voluntaria y no compulsiva - como sería este caso de sentencias judiciales - la Argentina no se encuentra exenta de sufrir presentaciones judiciales aisladas por parte de algún bonista díscolo que le abra así un nuevo frente de conflictos legales.

La lógica de usura de los acreedores es, por definición, mantener siempre en jaque al deudor de modo que éste se encuentre permanentemente en inferioridad de condiciones para cualquier alternativa de negociación o - más propiamente hablando - de allanamiento (como ya ocurrió con los laudos del CIADI y con el arreglo de la deuda con el Club de París).

Un gobierno debilitado políticamente, incoherente en sus improvisaciones y corrompido en su gestión como el de los Kirchner es - en este sentido - un peligro, porque para sostener su permanencia puede aceptar cualquier cosa, como lo está demostrando en los casos citados (CIADI y Club de París) y también en el de Repsol, Chevron-YPF y nuevo endeudamiento.

Y esto se materializa bajo un esquema de Deuda Perpetua, pagando sistemáticamente deudas con nuevas deudas, asumiendo deuda adicional y manteniendo un esquema permanente de toma de obligaciones sin capacidad de repago demostrada, amparadas en el tradicional estribillo del establishment financiero, que dice que “no hay problema en tomar deuda sin capacidad de pago mientras se viva pagando intereses y se refinancie íntegramente el principal a medida que se van produciendo los vencimientos.”

Es el precio que la administración Kirchner está pagando por su propia supervivencia financiera y política.

Si hubiera una administración que quisiera verdaderamente confrontar y no seguir conviviendo con esta trampa de Deuda Perpetua hoy podría hacer tres cosas básicas y necesarias en función del interés nacional argentino:

1. Blanquear la gravísima situación del Fisco sincerando un nuevo default del Estado, dejando que la Argentina sea arrastrada a un incumplimiento forzado - y de base real - de su Deuda para tener oportunidad de replantear los términos de cualquier renegociación futura.

2. Constituir una Comisión Investigadora encargada de la revisión integral de la Deuda Pública Argentina - con particular detenimiento en el rol de los funcionarios superiores responsables del endeudamiento - suspendiendo todos los pagos de servicios hasta tanto esa comisión no se expida formalmente.

3. Recién con el dictamen de dicha comisión en la mano, sentarse a negociar con los acreedores una re-estructuración ordenada - pago con crecimiento económico y capacidad de repago demostrada - de la deuda que sea considerada legítima.

Es la única alternativa válida frente a la política institucional de toma de Deuda Pública permanente sin capacidad de pago

La tríada Oficialismo-Partidocracia-Medios y gran parte de la Clase Dirigente de la Argentina, en cambio, pugnan hoy por consolidar la nueva ola de endeudamiento público que ya ha comenzado - la tercera, después del Proceso y de la Convertibilidad - y que algunos sectores, con la excusa del fallo de los holdouts, buscan incluso convertir en una pseudo “causa nacional” donde una nueva reestructuración de deuda que reemplace al fracasado Megacanje Kirchner-Lavagna se mostraría, una vez más, como supuesta renegociación externa “exitosa” para volver al Mercado Internacional de Capitales.

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