17 de diciembre de 2009

El narcotráfico y los banqueros

El dinero del narcotráfico salvó a los bancos durante la crisis global

Las presiones políticas a los dos lados del Atlántico exigen mayor escrutinio y regulación de los parasitarios banqueros, cobijados por el crimen organizado y las instituciones judiciales, quienes gozan de patente de corso para atentar contra la civilización, la libertades básicas y las instituciones democráticas al haberse convertido tiránicamente en los hombres más poderosos del planeta y en los supremos enemigos del género humano.

Por Alfredo Jalife-Rahme - La Jornada, México

Antecedentes: Según Debka (ver Bajo la Lupa: 6.12.09), la banca " global" asentada en Dubai (apabullantemente anglosajona y europea) se consagra(ba) alegremente al blanqueo de los capitales de Al-Qaeda (que se supone es una entidad terrorista islámica combatida de manera militar por la dupla anglosajona y la OTAN). Tampoco constituye novedad alguna la actividad blanqueadora de Citigroup (BBC; 9.11.99), HSBC y Santander, entre otros " gigantes" (The Independent; 5.9.04).

¿Cómo habrá quedado el asunto del lavado en la otrora banca mexicana después de la exposición explosiva de la "Operación Casablanca" (Narco News: 3.2.01)?

El fraudulento banco Stanford, con sede en el paraíso fiscal caribeño de Antigua, blanqueaba el dinero ilícito del cártel de Juárez (entre otras beldades), según Houston Chronicle (20.2.09). El ex canciller foxiano Jorge Castañeda Gutman formaba parte del consejo de administración criminal de Stanford (ver Bajo la Lupa: 4.3.09) que esfumó los ahorros de los académicos de Flacso-México.

Se ignoran los criterios fiduciarios para beneficiar al banco Stanford adoptados por la directora general de Flacso-México, maestra Giovanna Valenti Nigrini, de quien llama la atención sus nexos con el Instituto Truman de la Universidad Hebrea de Jerusalén, donde ha sido "profesora invitada".

Hasta la fecha, con la colusión silenciosa del disfuncional Congreso, la PGR panista no se ha atrevido a citar a declarar a Castañeda Gutman, presunto cómplice del delito de lavado de dinero, lo cual convierte en una charada el combate de Calderón al narcotráfico en todas sus manifestaciones espirituales y materiales. La "pista Castañeda Gutman" es más que interesante porque desarchiva la "Operación Irán-Contras" en México (La Lupa Política; Voces del Periodista; 3.4.09).

Hechos:

Rajeev Syal, de The Observer/The Guardian (13.12.09) refiere que el italiano Antonio Maria Costa, mandamás de la Oficina de Estupefacientes y Crimen de la ONU (UNODC, por sus siglas en inglés), reveló que "352 mil millones de dólares de procedencia criminal fueron efectivamente (sic) lavados por instituciones financieras", lo que permitió "mantener a flote (sic) el sistema financiero en el paroxismo de la crisis global".

¿A cuál de los cárteles de estupefacientes en boga se le otorgará el próximo Premio Nobel de Economía para agradecer su filantrópica eficiencia fiscal global?

Maria Costa afirmó poseer "evidencia" (sic) de que el crimen organizado "fue la única (sic) inversión líquida de capital" asequible para "algunos (sic) bancos al borde del colapso el año pasado", cuando la "mayor parte de las ganancias del narcotráfico que asciende a 352 mil millones de dólares al año fue absorbida por el sistema económico".

¿Por qué Maria Costa deprecia y desprecia tanto las ganancias del narcotráfico global cuando Time (11.11.07) asevera que ascendieron hace tres años a más de 2 millones de millones (trillones en anglosajón) de dólares?

A juicio de Syal las explosivas declaraciones de Maria Costa "elevarán la influencia (sic) del crimen en el sistema económico durante las crisis". ¿Solamente durante las crisis? ¿A poco cesa su "influencia" antes y después de éstas? ¿Abandonan su blanqueo los bancos sin crisis? ¿Representa el blanqueo el mayor negocio bancario como nos ha enseñado la banca anglosajona desde el siglo 19 en sus dos guerras del opio contra China (ver "Afganistán: la tercera guerra anglosajona del opio"; Radar Geopolítico; Contralínea; 20.11.09)?

Las revelaciones del zar global de los estupefacientes de la ONU a un periódico británico, muy cercano a Gordon Brown, advienen cuando la insolencia y la insolvencia de los banqueros han rebasado los límites de la tolerancia a los dos lados del Atlántico y cuyos rescates por los contribuyentes solamente sirvieron para perpetuar su adicción incurable a la especulación, desafiando a sus redentores: la masa amorfa de ciudadanos al borde de la insurrección (ver Bajo la Lupa; 13.12.09).

Las presiones políticas a los dos lados del Atlántico exigen mayor escrutinio y regulación de los parasitarios banqueros, cobijados por el crimen organizado y las instituciones judiciales, quienes gozan de patente de corso para atentar contra la civilización, la libertades básicas y las instituciones democráticas al haberse convertido tiránicamente en los hombres más poderosos del planeta y en los supremos enemigos del género humano.

Maria Costa aduce que se enteró de la dimensión del lavado bancario apenas hace "18 meses" (sic), al ser alertado por los servicios de espionaje y las procuradurías: "en la segunda mitad de 2008 la liquidez del sistema bancario fue el mayor problema, por lo que el capital líquido se convirtió en un factor relevante" cuando "el dinero de los gangsters (sic) fue usado para salvar a algunos (¡súper sic!) bancos del colapso"

¿Quiénes serán más gangsteriles: los banqueros o los vendedores de estupefacientes? ¿A qué banco todavía nacional habrá salvado el redentor Chapo Guzmán Loera?

Syal suelta que "se entiende que la evidencia (sic) de que el dinero del narcotráfico fluyó a los bancos provino de funcionarios de Gran Bretaña, Suiza, Italia y EU". ¿Aportarán datos Banxico, la Secretaría de Hacienda y la PGR a la oficina especializada de la ONU en el blanqueo del narcotráfico?

Maria Costa se obstina en no revelar la identidad (como si no se supiera) de "los bancos que se otorgaban préstamos mutuos financiados por fondos fundados por dinero originado del narcotráfico y otras actividades ilegales. Existen señales (sic) de que algunos (sic) bancos fueron rescatados de esa forma". ¿Cuáles serán las otras "actividades ilegales" a las que el italiano alude?

Si no es a las cuentas criminales de los banqueros, ¿adónde irá a parar el monumental dinero de la trata de blancas, amarillas, negras y morenas, así como del terrorismo en todas sus vertientes (v.gr los secuestros)?

Se desprende que en una pulcra democracia sin opacidades todas las cuentas bancarias sin excepción deben ser motivo del escrutinio ciudadano, ya que, por lo visto, el "secreto bancario" tan socorrido es una incitación a la escalada del crimen que lesiona la armonía de la sociedad.

El zar global de los estupefacientes adopta una postura muy cómoda al fustigar los pecados del crimen organizado y ocultar la identidad de los pecadores.

Según Syal “los gangsters han tradicionalmente conservado sus ingresos en cash o en los paraísos fiscales para ocultarlos a las autoridades”. ¿No sería higiénicamente salubre, entonces, abolir los paraísos fiscales (off-shore) y sus "cuentas invisibles" (off-balance sheet), en su mayoría pertenecientes a la banca anglosajona y al G-7? ¿No son acaso los " paraísos fiscales" y sus "cuentas invisibles" las características consustanciales del neoliberalismo global? ¿No será que el principal nutriente del neoliberalismo global sea el blanqueo de dinero de los gangsters, que incluye la criminalidad bancaria ? No es el desregulado neoliberalismo global un modelo criminal por antonomasia.


La Jornada, México- 16/12/2009
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14 de diciembre de 2009

DINERO

Juan Manuel de Prada

Jesucristo no condenó nunca el dinero, ni siquiera a los ricos. El dinero está presente en su vida (sus discípulos llevaban una bolsa con monedas para los gastos corrientes) y en su predicación (recordemos, por ejemplo, la parábola de los denarios). Trató con familiaridad a algunos ricos (así, por ejemplo, al fariseo Simón, que lo acoge en su casa y lo invita a comer); y algunos de sus amigos más queridos eran, inequívocamente, hombres adinerados: pensamos, por ejemplo, en Nicodemo, que «acudía a Jesús de noche»; pensemos en Lázaro, que tal como nos lo presenta el pasaje de la Unción de Betania tenía que ser necesariamente un hombre de posición desahogada; pensemos, en fin, en José de Arimatea, propietario del sepulcro donde Jesús fue enterrado. Tampoco despacha Jesús con maldiciones al joven rico que se le acerca; tan sólo le pide que emplee sus caudales en empresas que le aseguren un «tesoro en los cielos». Jesús no execra el dinero cuando contribuye a aliviar la pobreza o cuando sirve para agasajar y honrar a un amigo; execra el mal uso del dinero, y como sabe que la debilidad humana propende a este mal uso lanza esa admonición que erróneamente se ha interpretado como una condena sumaria de la riqueza: «Es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que entre un rico en el Reino de los Cielos».

Lo que Jesús condena es la adoración del dinero, su conversión en «ídolo de iniquidad», como lo denomina en la parábola del Administrador Infiel, que no se puede entender plenamente si no aceptamos que Jesús estaba dotado de un sentido del humor sarcástico y nada complaciente. Lo que se entiende diáfanamente es la enseñanza con la que Jesús concluye esta parábola: «No podéis servir a Dios y a las riquezas». ¿Y en qué consiste esta adoración de las riquezas? Consiste en sustituir la naturaleza real del dinero como instrumento de cambio (dinero que nos permite comprar bienes y producirlos) por una naturaleza de tipo espectral, en la que el dinero deja de representar cosas reales para convertirse en una fantasmagoría, que los adoradores del ídolo de iniquidad denominan ‘capital financiero’. Leonardo Castellani, en una de sus sabrosas prédicas domingueras, explica el nacimiento de esta fantasmagoría, ficción o estafa, convertida en dogma de fe por el capitalismo (ya se sabe que las idolatrías son falsificaciones de la religión): «El Banco de Inglaterra se fundó en esta forma: el rey Guillermo III necesitaba 1.200.000 esterlinas, y se las prestó un prestamista judío de Fráncfort llamado Rothschild, o sea, `escudo rojo´; con esta condición: el rey recibía esa cantidad en oro, y la debía a Rothschild; y Rothschild recibía autorización para emitir un millón y pico de billetes y prestarlos; eso se llamó ‘el activo’ del Banco. De modo que, ustedes ven, el dinero se ha multiplicado por dos: el rey tiene un millón y lo gasta; el Banco tiene otro millón y lo presta; y el rey sigue debiendo un millón de libras. Como el dinero representa bienes (y si no, ningún valor tiene) y se ha multiplicado por dos, y los bienes no se han multiplicado por dos, los bienes cuestan ahora el doble; y ese aumento, que va a parar a los cofres de Rothschild, lo paga el consumidor».

Sobre este enjuague tan graciosamente expuesto se funda la conversión del dinero en «ídolo de iniquidad». Y sobre esa idolatría fantasmagórica ha estado el mundo funcionando durante siglos, entregado a un culto plutoniano que ahora se desmorona. Los bancos, que tenían en depósito una cantidad de dinero real, han prestado dinero espectral (es decir, dinero que no existe, que los banqueros y los politiquillos que los sostienen llaman eufemísticamente ‘crédito’) por cantidades que lo multiplican por dos, y por cuatro, y por ocho, en la convicción de que la fantasmagoría no se iba a desmoronar, porque la pobre gente engañada por la idolatría tiene la experiencia de que, cuando va a recoger su dinero del banco, el banco se lo devuelve. Lo cual, naturalmente, no ocurriría si los depositantes acudieran en masa, acuciados por el pánico, a recoger su dinero; y, para que el pánico no se desate, los politiquillos respaldan a los bancos en la fantasmagoría, pero cargando ese respaldo en la deuda estatal, o sea, en las espaldas de los contribuyentes, convertidos en paganos en la doble acepción de la palabra: porque ponen la guita y porque creen en una idolatría inicua.

Hemos entregado nuestro dinero a una fantasmagoría y contribuimos a su sostenimiento con nuestros impuestos. Y esto es sólo el castigo que sufriremos en nuestra andadura terrenal; el otro castigo que nos aguarda es el que se reserva a los adoradores de Plutón.


XL SEMANAL (22-28 febrero 2009)
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12 de diciembre de 2009

Simposio sobre Deuda Externa

Las Madres de Plaza de Mayo, las mismas que alguna vez llevaban un cartel que decía "No al pago de la deuda externa", misteriosamente desaparecido cuando Kirchner anunció el pago por adelantado al FMI, ahora hacen un juicio ético a Martínez de Hoz.

Entre el público que constituyó el jurado en este juicio, estuvo presente el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Julio Alak; el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, y el subsecretario de Derechos Humanos, Luis Alem.

Mientras en el acto pa'la gilada hablan de la responsabilidad de Martínez de Hoz y sus chicago boys durante la dictadura, y nos recuerdan la deuda externa que nos mantiene sometidos a la usura internacional, el gobierno no tiene (ni tuvo nunca) ninguna intención de que se investigue este tema.

Las verdaderas intenciones del gobierno se ven en la realidad:

Labaké a la Red.
Resultados y experiencias del Simposio.

Estimados amigos:

El viernes 4-12-09 concluyó el Primer Simposio sobre Deuda Externa del Colegio Público de Abogados de Capital Federal, que organizamos desde el Instituto de Deuda Externa, cuya Dirección estuvo a mi cargo, junto con el de Derecho Internacional Público, a cargo de Miguel Ángel Espeche Gil.

El Simposio tuvo una gran repercusión en medios académicos, religiosos, diplomáticos y aún judiciales y políticos, y preocupó más de lo esperado al gobierno y otros grupos cerradamente contrarios a investigar la legitimidad de la deuda.

Algunos datos demuestran en forma indudable tal afirmación. Así:

  1. S.S. el papa Benedicto XVI nos envió su bendición apostólica, y el nuncio Mons. Gregorio Bernardini hizo llegar una nota de felicitaciones y deseos de éxito.
  2. El gobierno de Noruega envió una ponencia que leyó en el acto de apertura su embajador en Buenos Aires, señor Nils Haugstveit.
  3. El gobernador de San Luis, Dr. Alberto Rodríguez Saá, pronunció un discurso en el acto de apertura.
  4. El cardenal Jorge Bergoglio designó a Mons., Osvaldo Musto para que, en su representación, celebrara la Santa Misa en la Catedral, leyera la bendición papal y pronunciara un discurso en el acto de clausura.
  5. El arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer envió una ponencia que se leyó en el acto de clausura, y Mons. Miguel Hesayne nos alentó por nota desde su retiro de Azul.
  6. La comunidad musulmana alawita de la Argentina adhirió a través del sheij Mohsen Ali.
  7. La comunidad protestante de la Argentina, lo tuvo en la persona del pastor de la Iglesia Evangélica Luterana Unida, Ángel Furlan, quien presidió el panel de “Consecuencias humanas y sociales de la deuda”.
  8. La comunidad judía de nuestro país tuvo un excelente exponente, aunque no oficial, en la persona del Ing. Moisés Resnick Brenner, quien presidió el panel de “Consecuencias económicas de la deuda”.
  9. Asistieron representantes de 21 universidades, entre nacionales y privadas (la mayoría de éstas, católicas).
  10. Enviaron representantes: la Asociación de Magistrados de San Juan y dos colegios profesionales, uno de Ciencias Económicas (Chaco) y uno de Abogados (Rosario).
  11. Viajó y participó, como invitado especial, el presidente del “Argentine-American Debt Forum”, de Nueva York, señor Alfredo De Bartola.
  12. Aceptaron viajar y pronunciar una conferencia los profesores universitarios italianos especializados en deuda externa, Fabio Marcelli, de Roma, y Ricardo Moro, de Turín, pero ambas participaciones fueron abortadas a último momento y sin previo aviso por las autoridades del Colegio P. de Abogados, como detallo más abajo.
  13. Presentaron ponencias y/o disertaron: Dr. Alberto García Lema (constitucionalista), Dr. Javier Ortega (UBA), Dr. Hugo Mergó (Univ. Católica de Cuyo, con ponencia del Dr. Antonio Lloveras), Dr. Pablo Davoli (Univ. Nacional y de la Católica de Rosario y representante oficial del Col. de Abogados de Rosario), Dra. Maria Isabel Balmaceda (representante oficial de la Univ. de la Cuenca del Plata, Resistencia), Dr. Armando Valiente (Univ. Católica de La Plata y Centro Fragueiro), Vcom. Horacio Ricciardelli (combatiente de Malvinas y Centro Fragueiro), Dr. César Arias (ex ministro de Justicia de la Nación), Dr. Alberto González Arzac (constitucionalista), Ing. Mario Cafiero (diputado nacional m.c.), Sr. Adrián Salbuchi (analista internacional), Dr. Martín Lozada (Juez Penal, Bariloche), Dr. Eugenio Barbera (camarista penal y representante de la As. de Magistrados de San Juan), Ing. Civil Rubén Peretti (Ateneo Mendocino Alejandro Olmos), Dr. Néstor Forero (economista), Dr. Oscar Abudara Bini (siquiatra, sicoanalista), Dr. Julio César Labaké (sicólogo y docente universitario), Lic. Juan Manuel Soaje Pinto (presidente del Centro de Est. Ec. Mariano Fragueiro), Dr. Mario Kelman (en representación de la F. de Psicología de la U. N. de Rosario), Dra. Graciela Alicia Kait (profesora de la F. de Psicología de la U. N. de Rosario), Lic. Eduardo Rafael Carrasco (profesor UBA), Dr. Jorge Saverio Matinata (abogado por la UCALP y por la U. de Salamanca, España), Dr Eduardo Barcesat (constitucionalista), Dr. Eduardo Conesa, (UBA y Ph.D. y master en Economía-University of Pennsylvania, U.S.A.), Dr. Juan Carlos Latrichano (vicedecano y profesor de la F. de C. Ec. de Lomas de Zamora), Lic. Leopoldo Markus (economista, Centro Fragueiro), CPN Jorge Eric Dahlgren (en representación del Consejo Profesional de C. Ec. del Chaco), Dra. Fabiana Cosentino (catedrática UBA), Dr. Luis Bragagnolo (veterinario, asesor en temas agrarios), Lic. Héctor Giuliano (asesor financiero del Senado de la Nación), Dr. Alfredo Carella (profesor UBA).
Estos rotundos resultados fueron logrados a pesar de los duros y sorpresivos ataques que sufrimos por parte de las máximas autoridades del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, las mismas que, paradójicamente, nos habían encargado la realización del Simposio, y nos habían prestado total apoyo hasta tres días antes de su acto de apertura.

Pero, muy sugestivamente, el lunes 30 de noviembre (les recuerdo que el Simposio comenzó el 3-12-09), una alta autoridad del Colegio informó “reservadamente” a uno de los principales organizadores del Simposio que sería “escrachado” por grupos cercanos al gobierno nacional si asistía a ese evento nuestro.

Ese mismo día, y desde una casilla de correo-e oficial del Colegio, me enviaron un mensaje anónimo rayano en el insulto y lleno de calumnias, en el cual me notificaban (insisto, anónimamente y a sólo tres días del Simposio) que el Colegio no pagaría los pasajes ni el hotel de los tres especialistas extranjeros, ni de cinco de los ocho argentinos, que habíamos invitado, luego de obtener la correspondiente autorización de las autoridades del Colegio. Debimos pagar los cinco nacionales de nuestro bolsillo, aunque no nos alcanzaron los fondos para abonar los gastos de los tres extranjeros, ante quienes soportamos el bochorno de anular la invitación 24 horas antes de sus respectivos vuelos. De nada sirvieron nuestros reclamos: el Colegio se negó a cumplir con los pagos comprometidos.

Para rematar el atropello, ese día 30-11-09 el Colegio nos quitó la facultad de organizar la cena final para 100 personas acordada con sus autoridades desde tres semanas antes. Además, el mismo día del inicio del Simposio, cambió el salón donde debía realizarse el acto de apertura (al llegar a ese acto el 3-12, nos mandaron a un edificio cercano), redujo de cuatro a dos las salas para que funcionaran los paneles (también sin previo aviso) y cortó toda comunicación con nosotros. Finalmente, pretendieron prohibirnos que hablara el gobernador de San Luis Alberto Rodríguez Saá, único funcionario oficial que aceptó hacerlo, a pesar de haber sido invitados la presidente y el vicepresidente de la Nación, los 24 gobernadores, seis ministros del Poder Ejecutivo Nacional, los 257 diputados nacionales, los 72 senadores nacionales, los siete miembros de la Corte Suprema y el presidente de la Legislatura de la C. de Buenos Aires.

Estoy convencido de que las autoridades del Colegio cambiaron tan brusca e inexplicablemente de actitud debido a alguna “seña” que recibieron desde la Casa Rosada. No hay otra explicación, pues del apoyo irrestricto y entusiasta, expresado en público en la reunión del Consejo Directivo en la que se nos invitó a exponer el proyecto del Simposio (octubre de este año), y mantenido hasta el 30-11-09, pasaron sin solución de continuidad al ataque anónimo y la diatriba, la amenaza solapada y el boicot abierto.

No lograron anular el Simposio, ni siquiera opacarlo, aunque han herido gravemente la posibilidad de continuar la tarea desde el Colegio. Yo, por mi parte y basado sobre ineludibles razones éticas (también prácticas), he renunciado en forma indeclinable al Instituto de Deuda Externa.

Nos quedan algunas experiencia valiosas que sabremos aprovechar:

1.- Cuando se plantea con la suficiente seriedad, el tema de la deuda atrae el interés de amplios sectores académicos, religiosos, profesionales y aún políticos.

2.- En tales circunstancias, los poderes que están detrás de la deuda actúan a fondo y sin dejar resquicio para el debate, sólo usan la fuerza.

3.- Lograda la suficiente difusión de la temática de la deuda en los sectores aludidos, estimo que necesitamos dotar a nuestra lucha del respaldo de cierto poder político, si realmente deseamos dar un paso cualitativo hacia adelante. Creo que quedarnos sólo en el terreno académico y profesional es perder la partida.

Un abrazo.
Juan Gabriel Labaké
Del Viso, 10-12-09.

shiandalus.blogspot.com

SU MAJESTAD INTOCABLE: EL DINERO


Lo dijo Napoleón y lo resumió diciendo que las guerras se ganaban con tres cosas; “dinero, dinero y dinero”. De ello también sabían los famosos Rotschild, que se dice que financiaron (entre otras muchas guerras) nada menos que la Revolución Rusa y que “parió la sanguinaria URSS que en paz descanse”. Después lo confirmó otro potentado del pasado siglo, cual fue, Aristóteles Sócrates Onassis, el que afirmó lo que sigue... “En este mundo todo se compra con dinero y lo que no se compra con dinero... se compra con más dinero”. Así él pudo comprar lo que quiso en vida. Hasta llegó a casarse con la viuda de un famoso presidente norteamericano y ello supongo que lo conseguiría a base de dinero en cantidades enormes, para “deslumbrar a la novia”.


De los Rochild y familias; se han escrito cosas como las que siguen:

“Como he dicho muchas veces antes, "el lado oscuro" ha estado en ambos lados de cada guerra que ha estallado en la época moderna. Las inteligencias estadounidenses y británicas han documentado evidencias de que la Casa de los Rothschild ha financiado ambos lados en todas las guerras desde la Revolución Americana. El financiero Haym Salomon, un agente illuminati, apoyó a los patriotas durante la Revolución Americana, luego hizo préstamos a James Madison, Thomas Jefferson y James Monroe. Como ya se ha explicado, durante las guerras napoleónicas, una rama de la familia financió a Napoleón y otra financió a Gran Bretaña, Alemania y a otras naciones. Jacob Schiff, y sus partidarios financiaron el entrenamiento de la banda de rebeldes de Trotsky, compuesta en su mayoría por judíos de la parte este de New York, en las propiedades que la compañía de Rockefeller, la Standard Oil, tenía en Nueva Jersey. Cuando estuvieron lo suficientemente formados en las técnicas de la guerra de guerrillas y del terror, Trotsky y su banda de rebeldes se fueron con veinte millones de dólares que proporcionó Jacob Schiff, en el buque SS Kristianiafjord con destino a Rusia para financiar la Revolución Bolchevique”. Publicado en la obra: Los Illuminati y los Rothschild de Johnny Silver Bear Traducción por Donald Rumsfeld.

Si quieren saber más cosas sobre el tema visiten Los Illuminati y los Rothschild y se asombrarán de lo que es capaz de realizar el dinero bien organizado y yendo a por todas en cualquier lugar del planeta.

Entonces no nos podemos asombrar de que el actual premier británico, Gordon Brown; haya tenido que retirar una propuesta que gravaría las transacciones financieras internacionales (Tasa Tobin). Tampoco ha tenido mucho éxito eso de “limitar” esas pagas astronómicas que se asignan “los grandes financieros”, a costa de mermar lo que posiblemente debieran revertir con más equidad en sus accionistas y por descontado; que ninguno de los verdaderos culpables de la crisis y recesión económica que padecemos, va a ser sentado en ningún banquillo ante un juez. Son los intocables del dinero y podemos estar seguros que de estos desastres ellos sacarán enormes beneficios, puesto que esto –para mí- no es otra cosa que una guerra más, provocada para que pierdan muchos y ganen muchísimo, sólo unos pocos.

Leí hace mucho tiempo y no recuerdo donde; que en una provincia del Imperio Romano, llegó un gobernador tan avariento, que exprimió tanto a sus gobernados, que estos su sublevaron y lograron vencerle y atraparle; la justicia que se tomaron los vencedores fue sencilla y terrible; simplemente lo ataron a su trono, delante de él y el pueblo como espectador... fundieron unas monedas de oro y el líquido se lo hicieron beber; así aquel terrible avaro “terminó su vida harto de oro”. Pero es claro, este relato, real o leyenda, hoy no sería posible... “no hay oro a la vista dejaron sólo el papel”; ya hicieron desaparecer el oro; que era el soporte del papel que se podría emitir. Hoy imprimen billetes de papel, como si fueron confetis o serpentinas de verbena.

Curiosamente y debido a todos estos líos; hoy el oro vale mucho más que nunca; pero es claro que ese valor también lo controlan “los del dinero antes mentados”; si usted se ve precisado a vender su oro... el traficante en oros, le dará la mitad del valor a que se cotiza en la bolsa de... “los del dinero”; los intocables, de esta forma recuperarán vete a saber cuantas toneladas de oro para tenerlo en lingotes y bien oculto... amén.

Antonio García Fuentes
Jaén: 13 de Noviembre del 2009

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1 de diciembre de 2009

Burbuja especulativa: El próximo estallido

"...En Alemania y en todas partes, es el capital el que manda a los políticos. El capital ha convertido la política económica en algo parecido a la meteorología: un fenómeno ajeno a toda voluntad de gobierno. Un capital enloquecido que nos ha llevado a la crisis, es quien gobierna a nuestros políticos, que son meros gestores. Y no al revés..."

Burbuja especulativa: Nos llevan a un segundo batacazo

La clase política no parece soberana ante el cambio que se requiere.

Por Rafael Poch
La Vanguardia, España

¿Nos están llevando a un segundo batacazo? La Canciller Merkel dijo el lunes 23 de noviembre, ante la asamblea anual de los empresarios alemanes, que los bancos están especulando de nuevo, ahora con materias primas, que la situación económica es extremadamente incierta porque la solución depende de medidas internacionales que no se han tomado para poner coto a los mercados financieros, y que no puede excluirse el estallido de una nueva burbuja especulativa, el escenario contemplado por muchos observadores. La de Merkel es la confesión de impotencia más sincera que se ha oído a un político.

En Alemania y en todas partes, es el capital el que manda a los políticos. El capital ha convertido la política económica en algo parecido a la meteorología: un fenómeno ajeno a toda voluntad de gobierno. Un capital enloquecido que nos ha llevado a la crisis, es quien gobierna a nuestros políticos, que son meros gestores. Y no al revés.

Impotencia

Habría que poner orden en los mercados financieros, nacionalizar bancos, prohibir determinadas especulaciones, gravar las transacciones de capital, pero la clase política está atrapada. Las normas las ha puesto un partido al que no se vota y que está exento de todo control. ¿Qué político se atreve a poner orden en eso y exponerse al suicidio?

En la Unión Europea, por ejemplo, el Tratado de Lisboa, que entra en vigor el martes, prohíbe expresamente "cualquier limitación de la circulación de capital entre los estados miembros, así como entre aquellos y países terceros". Es decir prohíbe la regulación de los mercados sin la cual no habrá salida de la crisis. ¿Se imaginan a alguno de los políticos de Bruselas diciendo?: "No, así no puede ser, si queremos salir de la crisis hay que reformar ese tratado y poner en cintura a "Allianz" y Deutsche Bank, en Alemania, a Wall Street en Estados Unidos, a la City en Londres..." A alguien que diga: "Esto del crecimiento es un engaño y una trampa, hay que olvidarse del PIB y buscar nuevos parámetros para medir la salud de una economía, hay que abordar una transición energética sostenible, no podemos seguir poniendo el beneficio y la codicia en el centro de todo..." Sencillamente es inimaginable.

Evidencia

Sin embargo, hasta "Der Spiegel" anuncia esta semana en su portada lo que se nos viene encima, una "nueva explosión billonaria". Su subtítulo dice: "Por qué tras la crisis del siglo ya asoma la siguiente". La respuesta es: porque la clase política no hace nada. Y no hace nada porque, como sugieren las declaraciones de Merkel, es impotente. No es soberana en este menester. Hasta "Der Spiegel" explica ya esta evidencia a los gentiles: "En Estados Unidos la industria financiera no la gobierna el ministro de Finanzas sino la propia industria financiera". Ella fue la principal financiadora de la campaña de Obama. "Solo si cambia Wall Street cambiará el mundo, sin cambio de reglas allá no habrá cambio en Londres, París y Francfort", dice. Merkel y Sarkozy lo apuntaron tímidamente, hablando de "cambio de reglas" en la cumbre de Pittsburgh, pero no han obtenido nada, porque no mandan en ese ámbito. En Estados Unidos, "la gente de Wall Street es la que llega al Ministerio de Finanzas y luego se regresa a la banca", explica el premio Nóbel de economía Joseph Stiglitz. Los hombres de bancos como Goldman Sachs rodean a Obama. Y todo se reproduce.

En 2009 se ha formado una nueva burbuja que amenaza con otro estallido. Los principales índices bursátiles (Dow Jones, Nikkei, Dax) han crecido por encima del 50% desde marzo y los precios de las materias primas se han disparado, sin la menor correspondencia con crecimiento económico alguno. Los principales bancos de inversiones repartirán este año 100.000 millones de dólares en bonos y primas a sus ejecutivos. Las treinta principales empresas del índice alemán DAX repartirán 20.000 millones de euros a sus accionistas la próxima primavera.

"Si observáramos a Estados Unidos con la misma frialdad analítica que hemos dedicado a Rusia, sería ineludible hablar del dominio de un oligopolio de políticos y banqueros", dice James Galbraith, hijo del John Kenneth Galbraigth que fue consejero de Kennedy.

Arriba y abajo

Un discurso que reconociera la grave enfermedad que padecemos, es impensable ahí arriba. Se diría que en este sistema es estructuralmente imposible. Curiosamente fue posible con Gorbachov y su "comunismo". Gorbachov hizo precisamente eso: reconocer el cáncer que padecía su sistema. Repasemos lo que hizo:

1-reconocer los problemas del sistema llamado "de planificación central",
2-retirarse militarmente sin condiciones de las zonas que dominaba (primero Afganistán y Mongolia, y luego la Europa del Este) y
3-reconocer el objetivo de una democratización.

En Occidente parece que es imposible esperar que aparezca un Gorbachov ( la impotencia de Obama es la demostración), pero las tres dimensiones de aquella "perestroika" son actuales hoy para el conjunto de Occidente; 1-reconocer los problemas del capitalismo, 2-renunciar al dominio imperial y retirarse militarmente, del Golfo, de Afganistán y de Colombia, y 3-reconocer como objetivo una democratización que incluya cierta soberanía y control sobre la política económica y el capital, ese partido al que no se vota y que queda fuera de la democracia.

La gran diferencia con el precedente de la quiebra comunista es que aquí el cambio, una reforma cardinal del sistema tal como lo conocemos hoy, debe venir de abajo, porque de arriba parece que no puede ser. En otras palabras: el cambio es imposible sin fuertes impulsos desde abajo. Pero es difícil imaginar que tales impulsos se movilicen sin que medie otro batacazo, que solo podrá ser aun peor que el anterior, porque ya no quedan fondos públicos anticrisis que salven de nuevo a los especuladores con el dinero de todos.

Aprender de la quiebra del otro

La actualidad del 1989 germano oriental no es el cadáver, ya descompuesto y apestoso, de la RDA, sino aquel "Wir sind das Volk" ("el pueblo somos nosotros") un movimiento cívico y pacífico que reclame la soberanía robada por el capital y el imperio, afirmando "el pueblo somos nosotros". Entonces funcionó. El establishment comunista no disparó en Moscú (agosto de 1991), no disparó en el Báltico, no disparó en Berlín y en otras capitales europeas (si lo hizo en Pekín), pero ¿cómo se comportaría, aquí y ahora, nuestro establishment ante una puesta en cuestión de aquella magnitud?

Se dirá que todo esto es un despropósito, un ejercicio vano, una pesadilla, pero es que, como admite Merkel, el futuro inmediato es fundamentalmente imprevisible, y la última vez que ocurrió algo así, en 1929, Occidente se acabó metiendo en una guerra mundial, recurso que la tecnología de destrucción masiva nos prohíbe hoy, o nos debería prohibir.

Sobre la forma que adoptarían nuestros actuales regimenes democráticos en tiempos de crisis, sólo podemos especular. Incluso en época de vacas gordas, en los años sesenta y setenta, hace muy poco, la mayoría de los actuales 27 miembros de la Unión Europea eran dictaduras. Media Europa, desde Lisboa hasta Moscú, pasando por Praga y Atenas. ¿Qué sería ahora de nuestras instituciones metidas en tal situación de colapso? ¿Demostrarían los británicos, los franceses, los españoles o los alemanes, la misma mansedumbre y resignación que demostraron los rusos en enero de 1992, en la hipótesis de que sus ahorros de toda la vida se evaporaran de un día para el otro? ¿Cómo nos comportaríamos ante las puertas de los bancos a los que confiamos nuestro dinero, cerrados por quiebra?

Una economía desarbolada e irracional hasta el suicidio. Una población educada en el egoísmo y moralmente ebria por el consumismo. Unos medios de comunicación manipulados. Quienes vivieron la quiebra de la URSS pueden reconocer muchas cosas de aquella profecía del siglo que decía: El hundimiento de una parte del mundo evidencia la enfermedad del resto. Si la gente no toma la palabra, no para conquistar el Palacio de Invierno sino para asumir su responsabilidad, el capital decidirá por ella, y nos podría llevar a algo así. Habría que irlo pensando.

(IAR Noticias) 01-Diciembre-09
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20 de noviembre de 2009

Bancos Centrales financian la expansión militar de EEUU

"...Los grandes medios corporativos continúan con la cháchara de una “superabundancia global de ahorros”, como si los gobiernos extranjeros invirtieran en bonos del Tesoro-Hacienda porque son “una buena compra” y los extranjeros “tienen fe en la economía de EEUU”. Pero las cuentas del Tesoro-Hacienda ahora están rindiendo solamente 1%, y el dólar se está debilitando, así que no es una buena compra en absoluto. Los extranjeros son atrapados en la mecánica del sistema financiero internacional controlado por EEUU vía FMI y Banco Mundial. En la reciente reunión de naciones G-20 en abril, los países llegaron a un callejón sin salida al abordar esta exacción. Pero la gran prensa no explicó el conflicto de intereses que existe detrás de este impasse..."
Superabundancia de dólares financia la expansión militar de Estados Unidos
Michael Hudson (GLOBAL RESEARCH)

El exceso mundial de dólares está forzando a los bancos centrales extranjeros a financiar el costo de la expansión militar imperial de EEUU. La acumulación de reservas internacionales en “dólares” en los bancos centrales de los países significa que cuando la especulación financiera y el déficit de pagos en EEUU hagan colapsar ese “papel moneda” en las economías extranjeras, esos bancos centrales tendrán pocas opciones, pero podrían reciclar esos papeles dentro de EEUU. Entretanto, las reservas “conservadas” en bonos del Tesoro son gastadas por ese mismo ministerio [equivalente al de Hacienda] en financiar la construcción de un enorme cerco militar hostil alrededor de los principales recicladores de esos mismos dólares, principalmente China, Japón y los países árabes productores de petróleo afiliados a la OPEP.

Estos gobiernos hoy son forzados a reciclar la afluencia de dólares de tal manera que ese flujo financie las políticas militares de EEUU, en cuya formulación [los países tenedores de los bonos] no tienen ninguna opción de opinar aunque representen para ellos mismos una amenaza cada vez más beligerante, como ocurre hoy con la habilitación de 7 nuevas bases militares en Colombia.

Hasta la fecha, los países se han mostrado impotentes para defenderse ellos mismos contra el hecho de que este financiamiento obligatorio del gasto militar de EEUU está incorporado al sistema financiero global. Los economistas neoliberales aplauden este trasvasije como “equilibrio,” como si fuera parte de naturaleza económica y del “libre mercado”, mientras los funcionarios de EEUU manejan la diplomacia de “nudillos desnudos” con un aumento de agresividad. Los medios de comunicación suenan en armonía, promoviendo la suposición de que el reciclaje de dólares para financiar el gasto militar de EEUU es la forma en que la comunidad internacional “demuestra su fe en la fortaleza económica de EEUU”, enviando a “invertir” aquí “sus” dólares. Tal “inversión” involucra una opción. Sin embargo, todos los países extranjeros en cuestión no son básicamente consumidores que compran exportaciones de EEUU, ni un sector privado de “inversores” que compran acciones, valores y bonos en EEUU. Más aún, la mayoría de las entidades extranjeras importantes que ponen “su dinero” aquí son bancos centrales, y no se trata en absoluto de su dinero. Están devolviendo los dólares que los exportadores extranjeros y otros beneficiarios volcaron a sus bancos centrales para sostener la moneda nacional.

La economía de EEUU puede crear dólares libremente, ahora que ya no son más convertibles en oro, e incluso comprar y estatizar compañías de EEUU. Por lo tanto, EEUU sigue siendo la economía más protegida del mundo. Solamente para proteger su agricultura permitió cupos de importaciones, autorizándolos en las reglas del comercio mundial hace medio siglo. El Congreso rechaza invertir fondos en “riqueza soberana” en sectores importantes de EEUU.

Las mayores salidas de capital de los inversores de EEUU se gastan en comprar economías extranjeras, el sector más lucrativo, donde los nuevos dueños de EEUU obtienen altas rentas monopólicas. Así, la mayoría de los fondos terminan en los bancos centrales extranjeros para apoyar el fortalecimiento militar global de EEUU.

Ningún libro de texto de teoría política o relaciones internacionales ha sugerido axiomas para explicar cómo las naciones actúan de una manera tan contraria a sus propios intereses políticos, militares y económicos. Con todo esto, ni siquiera ¿qué ha estado sucediendo para la última generación?

La última pregunta es ¿qué pueden hacer los países para contrarrestar este ataque financiero? ¿Cómo estos países podrían actuar como naciones reales, en su propio interés, en vez del interés de EEUU? Cualquier país que intentara hacer lo que ha hecho Estados Unidos en los últimos 150 años sería acusado de “socialista” o “proteccionista” por la economía más anti-socialista del mundo.

El problema de los movimientos de capital especulativo va más allá de apuntar a un sistema de regulaciones específicas. Concierne al alcance del poder del gobierno nacional. Las disposiciones estatutarias del Fondo Monetario Internacional (FMI) impiden que los países restauren los sistemas de “tipo de cambio dual” que muchos conservaron hasta abandonarlos en los años 50 e incluso en los ‘60. Antes fue una práctica extendida que los países tuvieran un tipo de cambio para los bienes y servicios (algunas veces diversos tipos de cambio para diferentes categorías de importación y exportación) y otro para los movimientos de capital. Bajo la presión de EEUU, el FMI hizo cumplir el falso precepto de que existe una tasa de “equilibrio” que justamente debe ser igual para los bienes y servicios como para los movimientos de capital. Los países que no compraron esta ideología fueron excomulgados de su calidad de miembro del FMI y del Banco Mundial o sus gobiernos simplemente fueron derrocados.

Esto implica que hoy la única manera en que una nación puede bloquear los movimientos de capital es retirándose del FMI, del Banco Mundial y de la Organización Mundial del Comercio (WTO). Por primera vez desde los años 50 esto parece una posibilidad real, gracias a la conciencia mundial de cómo la economía de EEUU devoró a la economía global con “papel de sobra” y la resistencia de EEUU a ponen fin a su pase gratis. Para la perspectiva de EEUU, todo esto es nada menos que una tentativa de recortar su programa militar internacional de dominación global.

Actualización de Michael Hudson (de “Global Research”)

El más grande “almuerzo libre” del mundo es la capacidad del Tesoro de EEUU de emitir ahora 4 trillones (millones de millones de dólares) en papel a cambio de exportaciones extranjeras, ventas de compañías extranjeras y bienes raíces de compradores de EEUU y compras militares de EEUU en el extranjero. Estas tres dinámicas componen el déficit de la balanza de pagos de EEUU, que es “libre” en la medida en que los bancos centrales extranjeros reciclen los dólares sobrantes en bonos del Tesoro y otros valores de EEUU (incluyendo las hipotecas basura [“subprime”] de Fannie Mae durante 2004-07).

China intentó limitar su adquisición de dólares y otros países están discutiendo cómo limitar más futuras afluencias de dólares.

Los grandes medios corporativos continúan con la cháchara de una “superabundancia global de ahorros”, como si los gobiernos extranjeros invirtieran en bonos del Tesoro-Hacienda porque son “una buena compra” y los extranjeros “tienen fe en la economía de EEUU”. Pero las cuentas del Tesoro-Hacienda ahora están rindiendo solamente 1%, y el dólar se está debilitando, así que no es una buena compra en absoluto. Los extranjeros son atrapados en la mecánica del sistema financiero internacional controlado por EEUU vía FMI y Banco Mundial. En la reciente reunión de naciones G-20 en abril, los países llegaron a un callejón sin salida al abordar esta exacción. Pero la gran prensa no explicó el conflicto de intereses que existe detrás de este impasse.

He escrito [en inglés] sobre la dinámica del “pase gratis” del dólar en “Super Imperialismo: la estrategia económica del imperio estadounidense”, 1972, nueva edición de Pluto Press en 2002. La cosa más notable es que la información está “a simple vista”, en el sentido que Edgar Allen Poe significó cuando discurrió cómo ocultar “La carta robada”. Los reporteros ni siquiera leen el Boletín de la Reserva Federal ni el Boletín de Hacienda, donde parecen mes a mes las estadísticas que indican dónde sepultaron los cadáveres. En su lugar, repiten los contenidos de la folletería de propaganda del Tesoro o de la Reserva Federal, ignorando las estadísticas sobre las responsabilidades del gobierno ante los bancos centrales extranjeros y otros tenedores foráneos de bonos estadounidenses.

Fuente:
Global Research, 29 de marzo de 2009,“Economic Meltdown: The "Dollar Glut" is What Finances America's Global Military Build-up”, por Michael Hudson

Traducción: Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info)
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16 de noviembre de 2009

LA DEUDA "ETERNA"

EL NUEVO ENDEUDAMIENTO DEL GOBIERNO KIRCHNER 2009

Por Héctor L. GIULIANO


¿Dónde se habrán metido los carteles?


El adelanto de las elecciones de Octubre al 28.6 habría tenido como objetivo primario despejar el clima político electoral antes de las importantes decisiones en materia de re-endeudamiento y toma de nueva Deuda que el Gobierno Kirchner debía afrontar inmediatamente después de los comicios.

Esta nueva etapa se encaró en forma acelerada enseguida después de las elecciones, con la designación del nuevo Ministro de Economía Amado Boudou, cuya primera y principal prioridad declarada es el retorno de la Argentina a los Mercados Internacionales de Capitales, lo que en buen romance significa volver a endeudarnos.

A tal efecto, la Administración Kirchner está adoptando toda una batería de medidas cuya finalidad convergente, a corto plazo, es llegar a un nuevo Canje de Bonos con los Holdouts, arreglar el pago de la Deuda Externa con los Países del Club de París y redefinir los términos de la nueva relación con el FMI en el marco de los compromisos que se están asumiendo con el Grupo de los 20.


EL FRACASO DEL MECAGANJE DE 2005

La nueva Crisis de Deuda que vive hoy la Argentina – una crisis por imposibilidad de pago de Capital y de gran parte de los Intereses Devengados – es propia de nuestro país y no viene derivada de la Crisis Financiera Global.

En realidad – y siempre dentro del marco del endeudamiento estructural sin capacidad de repago de la Argentina - estamos asistiendo al fracaso del Megacanje Kirchner-Lavagna de Junio de 2005, presentado en su momento como un hito del cambio de situación de la Deuda, que acordó una gran refinanciación de Pasivos con la mayoría de los tenedores de bonos sobre la base de condiciones que agravaron ciertas condiciones clave del endeudamiento:

  • la Capitalización parcial de Intereses por Anatocismo durante el decenio 2005-2014, sobre la base de una tasa de referencia promedio equivalente del 8.28 % anual.
  • a emisión de nuevos Bonos en Pesos indexados por Inflación, que empezó con un ritmo de aumento del orden de los 5.000 Millones de Dólares (MD)(*) por año y luego tuvo que ser frenado manipulando el Índice de Precios del INDEC para que esa cifra, en función de la Inflación Real, no se triplicara.
  • La emisión adicional de Cupones ligados al Crecimiento (UL PBI) bajo un mecanismo de aumento acumulativo, que el primer año fue de 390 MD (2006), el segundo de 820 MD (2007), el tercero de 1.420 MD (2008) y este año estaría en el orden de los 1.700 MD (2009) o podría llegar a los 2.000.
Estos tres elementos agravaron el cuadro de endeudamiento público argentino a mediano y largo plazo – por aumento de los Servicios de la Deuda y de la base de Capital – a costa de diferir o “patear para adelante” (a 30, 35 y 42 años de plazo) vencimientos que no tienen capacidad de repago demostrada.

Con el agravante – bien observado por Javier Llorens – que dicho Megacanje se hacía con la inconsistente esperanza de volver al Mercado de Capitales mientras se dejaba en default Deuda por unos 20.000 MD.

Ha sido esencialmente este fracaso del Megacanje Kirchner-Lavagna del 2005, dentro de la insolvencia estructural del Estado Argentino, y no la Crisis Financiera Global la que ha llevado ahora al Gobierno a una nueva reestructuración acelerada de sus obligaciones para evitar un nuevo default, cubriendo los vencimientos con más Deuda.


LOS PLANES EN CURSO

El nuevo ministro Boudou negocia hoy un complejo mecanismo de ingeniería financiera dentro de esta nueva etapa dentro del Endeudamiento Público Estructural e Institucional del país cuyos principales ejes visibles son:

1. La aceptación de la propuesta de los bancos Barclay´s, Citi y Deutsche para llegar a un nuevo arreglo de Canje con los Tenedores de Bonos que no entraron en el de 2005 (los llamados Holdouts) bajo condiciones que todavía no están claramente definidas y fueron asumidas según los términos de una Carta Intención firmada por la Presidenta que no ha sido dada a conocer.

En función de informaciones parciales conocidas, los nuevos bonos de canje tendrían características similares a los del 2005, habilitándose la capitalización de intereses impagos, la emisión de deuda indexada por inflación y la entrega de cupones ligados al PBI.

No se han informado datos básicos como las Tasas de Interés y/o la frecuencia o forma de pago de los Servicios.

El objetivo expreso de esta operación es descomprimir la situación con los holdouts para poder volver al Mercado de Capitales con el objeto de tomar más Deuda Pública.

2. La aceleración del arreglo de pago de la Deuda con el Club de París, tratando de evitar la regla de Evian (2003) – que implica la intervención del FMI para auditar la capacidad de pago del país.

La refinanciación de los pasivos con los países del Club de París habilitaría una serie de nuevos créditos a la Argentina y/o a las empresas extranjeras que inviertan o hagan operaciones en nuestro país.

3. La “normalización” de las relaciones con el FMI, sobre la base de retomar sus misiones anuales de supervisión financiera aquí, suspendidas desde 2006 (Artículo IV del Estatuto del Fondo), acordar una fórmula intermedia para destrabar las negociaciones con el Club de París y replantear las relaciones institucionales con la Argentina en el nuevo marco del G-20.

Como ya ha sido sugerido, lo que realmente busca el Gobierno con todo esto no es lograr un préstamo del organismo sino una suerte de “certificado de sustentabilidad” de la Deuda Argentina para poder volver al Mercado de Capitales.

En síntesis, la gestión actual del Ministerio de Economía – en línea con la del Banco Central – está centrada en el objetivo de despejar estos tres inmediatos teatros de operaciones para volver a colocar Deuda Externa a partir de 2010.

Los tiempos para esta tarea se le estrechan al Poder Ejecutivo dada la grave situación financiera fiscal que vive en materia de Endeudamiento y la necesidad de obtener avales parlamentarios antes del recambio de legisladores del 10 de Diciembre.


EL CUADRO FISCAL DE LA DEUDA

El último stock oficial de la Deuda Pública Argentina es de 170.000 MD, al 30/6/09, desagregado en 141.000 de Deuda Performing o “regularizada” y 29.000 de Capital e Intereses de la Deuda con los Holdouts.

Por concepto de Capitalización de Intereses, Indexación de Deuda por Inflación, Valor de Mercado de los Cupones ligados al PBI y otros rubros conexos podría haber, además, entre 15 y 20.000 MD de Deuda no Registrada.

Ésta es Deuda solamente en cabeza del Estado Central. No incluye: Deuda del BCRA (aproximadamente 14.000 MD), Deuda Consolidada de las Provincias (unos 26.000 MD), Deuda de los Municipios (sobre la cual no existen datos), Deuda de Empresas del Estado y Fondos Fiduciarios (también sin datos), Deuda Flotante o Exigible (unos 4.000 MD) ni Deuda Contingente (por Juicios contra el Estado).

En todos los casos, las cifras se expresan aquí en dólares - siguiendo la metodología tradicional - aunque las obligaciones están contraídas en distintas monedas.

La Deuda del Gobierno en Pesos es menos del 40 % de su Deuda Total (64.000/170.000, MD según datos al 30.6.09).

Durante el Ejercicio 2010 al Estado Central le caen vencimientos de Capital equivalentes a 31.000 MD según el Presupuesto enviado al Congreso, mientras que la Secretaría de Finanzas del Ministerio de Economía consigna en su página web sólo 11.300 MD (!). Y está previsto tomar más Deuda por unos 7.100 MD.

Esto surge del Cuadro de Resultado Financiero, donde por Endeudamiento Público y aumento de otros Pasivos figuran 38.100 MD como Fuentes de Financiamiento del año, mientras que por Amortizaciones de Deuda se registran como Aplicaciones los 31.000 MD citados.

Estos son los vencimientos de Capital del 2010 según la palabra oficial del Presupuesto enviado por el Gobierno al Congreso.

A su vez, dentro del Gasto Corriente está previsto el pago de 6.760 MD por concepto de Intereses, pero hay que hacer la importante observación que esta cifra se estima cubre sólo las 2/3 partes de los Intereses Devengados durante el año, porque el total sería de unos 10.200 a 10.500 MD como mínimo, siendo que la diferencia se capitaliza por Anatocismo.

El Ministerio de Economía nunca informa cuánto es el total de Intereses Devengados por año ni la Tasa de Interés Promedio Ponderada de la Deuda, que aún pensada con benevolencia no bajaría hoy del 6.0-6.2 % anual.

La relación Capital/Intereses deviene así del orden de 3:1, manteniendo la imposibilidad de cancelar Capital o Principal de la Deuda (que se renueva sistemáticamente) y ni siquiera alcanzar a pagar la totalidad de los Intereses.

Tal es el estado de criticidad de la actual nueva Crisis de Deuda (a sólo 4 años del supuestamente exitoso Megacanje del 2005) que mueve las urgentes necesidades del Gobierno en materia de re-endeudamiento y toma de nuevas deudas.

Es por este motivo que la Administración Kirchner se encuentra hoy en abierto proceso de refinanciaciones y toma de préstamos adicionales vía negociaciones con los Holdouts, el Club de París y el Fondo Monetario, vía aumento sistemático de la Deuda Intra-Sector Público (BCRA, ANSES, BNA, FFRE, AFIP, PAMI y otros organismos del Estado), vía toma de nuevos préstamos del Banco Mundial, el BID y la Corporación Andina de Fomento (CAF) y, especialmente, vía búsqueda de nuevas colocaciones de Deuda Soberana en Bonos.


EL ROL DEL CONGRESO

Dentro de este gravísimo cuadro de situación financiera fiscal, el Gobierno Kirchner está apelando a la ayuda del Congreso que – tanto por medio del Oficialismo como por el de la mayoría de la Oposición – le está facilitando los avales institucionales que necesita para esta nueva etapa de Endeudamiento Institucional de la Argentina.

Así, en las últimas semanas, se han acelerado los tiempos parlamentarios para colaborar con el Ejecutivo en toda una batería de proyectos en curso convergentes en materia de Deuda:

1. La prórroga de condiciones excepcionales de diversos Impuestos, por hasta 10 años más (Ganancias, Bienes Personales, Impuesto al Cheque y otros) así como la no objeción al mantenimiento de la Presión Tributaria en general (caso del IVA y las Retenciones), para garantizar los niveles de Ingreso del Estado Central.

2. La suspensión de la Ley 25.917 de Responsabilidad Fiscal para permitir el aumento de la Deuda Pública de Nación, Provincias y Municipios; la toma de Deuda para financiar Gasto Corriente (pago de Sueldos, Contratistas y Proveedores) y – en concurrencia con la modificación de la Ley 25.152 de Solvencia Fiscal – levantar las restricciones generales vigentes sobre Equilibrio Financiero del Estado para cubrir los Déficits Fiscales con más Deuda.

3. La aprobación del Presupuesto para el Ejercicio 2010 manteniendo las Facultades Delegadas al Poder Ejecutivo en general y, en particular, para la reestructuración de Deuda Pública. Y aprobando los nuevos niveles de endeudamiento antes citados para el año.

4. La suspensión de la Ley 26.017 o “Ley cerrojo” para autorizar la reapertura del Canje de Bonos con los Holdouts concediéndole un virtual “cheque en blanco” al Gobierno para que negocie la reestructuración de acuerdo con los tres Bancos Colocadores sin conocimiento o información previa al Parlamento.

5. La prórroga de la Ley de Emergencia, tal como se viene autorizando desde el 2002, que mantiene las facultades excepcionales del Poder Ejecutivo en materia económica en general y de endeudamiento público en especial.

Estos son los principales instrumentos legales a través de los cuales el Gobierno Kirchner tendría garantizada la apoyatura parlamentaria a sus planes financieros para evitar un nuevo default y tratar de llegar así al final de su gestión en el 2011 sin una nueva Crisis de Deuda.


LA VUELTA AL ENDEUDAMIENTO

El objetivo final de todo este complejo operativo político-financiero en curso es, en definitiva, autorizar el levantamiento de las restricciones remanentes para encarar una nueva etapa de Endeudamiento del Estado – Nacional, Provincial y Municipal – con miras a cubrir los desequilibrios fiscales con más Deuda Pública.

Y ello, a su vez, está vinculado a la extraordinaria presión externa que existe para colocar grandes masas excedentarias de Capital Financiero Internacional que hoy pugnan por acrecentar sus negocios en los denominados Mercados Emergentes obteniendo altos márgenes de ganancia por medio de los arbitrajes entre Tasas de Interés y Tipos de Cambio, y expandiendo más aún los préstamos con Usura.

En realidad, esto no es algo nuevo sino que constituye la regla histórica que ha precedido a todas las grandes operaciones masivas de macro-endeudamiento de las décadas del ´70 y del ’90; y que hoy perfilan repetirse, siempre con el mismo argumento de una supuesta “oportunidad favorable” para tomar deuda.

Esto ha sido grave para el mundo en general pero particularmente para la Argentina, donde seguimos bajo el esquema de servidumbre de la Deuda Perpetua, es decir, toma de deuda sin capacidad de repago que está inexorablemente condenada a ser repactada en el futuro, según los cánones o patrones del Sistema de la Deuda.

Pero esta tremenda coordinación entre Finanzas, Política y Gobierno – de la cual nosotros no vemos sino los movimientos “de superficie” – no es sólo resultado de una gestión de funcionarios gubernamentales sino producto de toda una red existente entre Clase Política de Gobierno, dependiente de las Estructuras de Poder Económico-Financiero, y Medios de Comunicación formadores de la Opinión Pública, que se encargan conjuntamente de alentar los temas distractivos de turno para que el ciudadano medio no perciba lo que realmente está ocurriendo en materia de Deuda Pública.

La serie de concesiones que estamos viendo hoy para abrir una nueva etapa de endeudamiento, coordinadas desde el Gobierno (con los Acreedores y sus tradicionales intermediarios) para poder llegar al 2011 sin una nueva Crisis de Deuda, tienen y seguirán teniendo inevitablemente consecuencias financieras negativas y ruinosas para las Finanzas Públicas de la Argentina porque se basan en el principio de asunción de Pasivos, en su mayoría ilegítimos, y sin Capacidad de Repago, aunque el día de mañana – como viene ocurriendo desde hace más de 30 años – se nos vuelva a anunciar que el país ha obtenido, una vez más, una nueva y “exitosa re-estructuración de Deuda”.-

Lic. Héctor L. GIULIANO
Buenos Aires, 9.11.2009.

NOTA: (*) En todos los casos, la abreviatura aquí utilizada es MD para indicar Millones de Dólares.

10 de noviembre de 2009

FMI y las recetas de siempre

Primero deuda y luego ajuste

David Hawley, primer consejero del FMI, advirtió ayer que el aumento de la deuda pública de los países es necesario para sortear la crisis económica mundial, pero que en el futuro se convertirá en un factor de preocupación para los gobiernos. "El aumento de la deuda pública para estímulo de la economía se va a convertir en un asunto muy serio para los gobiernos y llegará el momento de ocuparse de ciertas restricciones presupuestales", dijo Hawley, que disertó como invitado en la Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa que delibera en Buenos Aires.

Página 12, 9/9/2009. Pág.5

28 de octubre de 2009

El Sistema Financiero Mundial y el Crimen Organizado

Se estima que el Crimen Organizado recauda unos 700.000 millones de euros que hay que reinsertar en la economía formal. Para eso las grandes entidades financieras crean diversos paraísos fiscales a través de los cuales realizan esa tarea en distintos lugares del mundo, incluidas las Islas Malvinas.

El “Crimen Organizado Mundial”, es una nueva forma criminal que se ha visto favorecida por el triunfo de la globalización asimétrica. Según fuentes especializadas, la misma “alimenta la economía mundial”, y eso es de una gravedad terrible, ya que estamos viendo los primeros ejemplos en Argentina, de situaciones que en otros países de la región son claves en su economía e imposibilitan su crecimiento.

...

Hoy el Crimen Organizado representa el 5% del Producto Bruto Mundial. En un hipotético ranking de PBI, hoy el top five sería de la siguiente manera: 1º Unión Europea, 2º Estados Unidos, 3º Japon, 4º el Crimen Organizado y 5° China.

La red de “servicios” que abarcan al Crimen Organizado es muy variada: ropa, medicamentos, cosméticos, electrodomésticos, juegos, equipos electrónicos, trata de blancas, armas, juego, emprendimientos inmobiliarios, mas el apetecible y superrentable comercio de droga. Por todos esos conceptos se logra recaudar alrededor de 700.000 millones de euros.

Es indudable que este flujo de dinero tiene que reinsertarse en la economía formal y para ello, las actuales entidades financieras, que por otra parte causaron la crisis de los mercados mas importantes desde el crack de 1930, y en especial las anglosajonas, crean diversos paraísos fiscales y fondos de inversión para poder reinsertar esos dineros generados por la delincuencia mundial. Estos están concentrados fundamentalmente en el Caribe y en nuestra América del Sur en Uruguay y Malvinas. Si nuestras Malvinas, así lo describe un buffet que da información sobre paraísos fiscales en Internet: http://www.ibchouse.com/offshore.htm .

Como podemos apreciar el Crimen Organizado difícilmente sea combatido por este “sistema mundialista”, ya que este solo sirve para sostener a un mundo caótico que asiste de manera perpleja a su propia destrucción ecológica. Los principales culpables se cuentan de a miles, en especial los detentadores de las finanzas mundiales, ya que ellos son los que nos manejan realmente nuestro tiempo profano y mundano, y a través de sus medios de comunicación masivos desvían y confunden a la ciudadanía los verdaderos objetivos, que no son otros que proteger a su sociedad y desarrollarla en consonancia con los intereses nacionales y regionales.

Este tema del crimen organizado debería estar en la agenda de todos los sectores para al menos intentar socavar el poder que acrecientan con el correr de los días y ante la impávida mirada de las autoridades nacionales y mundiales. Y no permitir que con el falso argumento de la lucha contra el narcoterrorismo, el Comando Sur norteamericano se arrogue ser la cabeza visible de esa supuesta lucha y que nos impongan en nuestra región Suraméricana: bases militares, la IV Flota junto a las bases de la OTAN en el Caribe y Malvinas.-

Nota completa del Lic. Carlos A. Pereyra Mele, en
http://licpereyramele.blogspot.com/2009/10/el-crimen-organizado-y-el-sistema.html
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29 de septiembre de 2009

¿Nuevo Orden Monetario?

El HSBC le dice adiós a la supremacía del dólar
por Ambrose Evans-Pritchard, 20-09-2009
Telegraph.co.uk


El sol se está poniendo para el dólar al tiempo que la ultra-relajada política monetaria de la Reserva Federal de EE.UU. fuerza a China y a las vibrantes economías del mundo emergente a forjar un nuevo orden en materia de moneda global, de acuerdo a un informe del HSBC

"El dólar se parece tremendamente a la libra esterlina después de la Primera Guerra Mundial", dijo David Bloom, el jefe de monedas del banco.

"Todo el cuadro de riesgo-premio para las monedas del mercado emergente ha cambiado. No es tanto que se hayan elevado hacia nuestros estándares, es que nosotros hemos caído a los de ellos. Solía ser que el riesgo soberano era principalmente un tema del mercado emergente pero los eventos del año pasado han demostrado que ese ya no es el caso. Miren al Reino Unido - la deuda esta subiendo rápidamente hasta el 100% del PBI", dijo.

Crucialmente, China y la creciente Asia han alcanzado el punto en donde ya no pueden mantener abajo sus monedas para impulsar las exportaciones porque esto está causando un caos en sus propias economías, avivando burbujas de activos. El "modo de pensar mercantilista" de Asia en décadas recientes está a punto de quebrarse por el espectro de una espiral inflacionaria.

El dolor de cabeza político ya se estaba haciendo claro en la fase final del boom del crédito mundial pero la crisis financiera enmascaró temporalmente el efecto. Las presiones retornarán con una venganza al tiempo que estos países vuelven rugientes a la vida, dejando bien atrás a los Estados Unidos y a otros rezagados del viejo mundo.

Una política monetaria de tasas de interés cercanas a cero - aún más aderezada con facilidades cuantitativas- es completamente incompatible con las circunstancias en la mayor parte de Asia, Medio Oriente, Latinoamérica y África. El divorcio es inevitable. Se espera que EE.UU. mantenga tasas cercanas a cero hasta 2010 para hacer frente a su propia crisis.

Lo que está ocurriendo es una pérdida épica en la riqueza y poder económico relativos del viejo bloque de países ricos del G10 comparado con las regiones ascendentes del mundo. El euro, el yen, la libra, el franco suizo y otras monedas maduras serán relegadas junto con el dólar en este gran proceso de rebalanceo, pero el dólar se va a llevar la peor parte.

La política super-relajada de la Fed está convirtiendo al dólar en la moneda clave de financiación para la siguiente fase del "carry trade" global, reemplazando el rol del Japón durante su período de estímulo de emergencia.

El señor Bloom dijo que las monedas regionales emergerían como ancla para sus socios comerciales más pequeños, con China, Brasil o Sudáfrica sustituyendo el rol de Estados Unidos. Australia ya está vinculando sus fortunas a China a través de lazos representados por materias primas.

Fuente:
http://eldolarespapelpintado.blogspot.com/2009/09/lo-que-se-viene-nuevo-orden-monetario.html



9 de julio de 2009

Crisis financiera: Reorganización del capitalismo global.

"...Los ciclos económicos del capitalismo se desarrollan a través de las crisis periódicas que se producen en el seno del sistema económico. A los ciclos de expansión del crédito les suceden los de contracción, fase esta última en la que la falta de financiación para la economía real provoca la devaluación de los activos y la quiebra de empresas que son absorbidas por corporaciones financieras globales..."
LA CRISIS FINANCIERA INTERNACIONAL: UN PROCESO DE REORGANIZACIÓN DEL CAPITALISMO GLOBAL


1. Introducción

Durante la guerra fría, debido a la existencia de un mundo dividido en bloques antagónicos, la crisis general del sistema capitalista se identificó con la división del mundo en dos sistemas opuestos: el capitalista y el socialista.[1] Pero con la desaparición del mundo bipolar, y especialmente con la desintegración del campo socialista, el capitalismo se ha establecido como único sistema a escala global. Por esta razón, y en la medida en que no existe de forma operativa una alternativa al capitalismo como la que hubo durante la guerra fría, las crisis del propio sistema capitalista han respondido generalmente a su necesidad de renovación y reinvención para adaptarse a las nuevas circunstancias, lo que ha logrado a través del perfeccionamiento de los instrumentos y de los mecanismos de explotación del trabajo.[2]

En este nuevo contexto en el que impera el capitalismo como sistema-mundo se hace necesaria una definición del concepto crisis, cuyo origen se encuentra en la medicina hipocrática y con el que se explicaban los desajustes de los diferentes “humores” del cuerpo humano. La crisis hace referencia a una situación patológica y por analogía con la economía refleja los desajustes de las relaciones entre las variables económicas. Sin embargo es difícil conocer con total precisión el origen de las crisis económicas, pues suelen producirse como consecuencia de la convergencia de diferentes factores.[3]

Sin obviar que el capitalismo lleva en sí mismo el germen de su desaparición, su desenvolvimiento histórico ha supuesto el despliegue en el espacio-tiempo de sus contradicciones internas que periódicamente se han manifestado por medio de diferentes crisis. Las crisis del capitalismo han tenido un papel muy funcional ya que han permitido la supervivencia del sistema mediante la renovación de sus distintas formas de explotación y producción cuando estas se han agotado. El capitalismo, en el desarrollo de sus contradicciones, ha variado en cuanto a la forma en la que se ha manifestado históricamente pero ha conservado su lógica fundamental que lo convierte en un sistema socioeconómico de explotación del hombre por el hombre. Juntamente con esto se han agudizado progresivamente las tendencias monopolísticas inherentes al sistema de libre mercado, lo que ha favorecido la formación de importantes oligopolios en diferentes sectores de la economía y ha reforzado el control del poder económico sobre el poder político.

Así pues, como en los años 70, pero también como a finales de los 80 y a principios del siglo XXI, nos encontramos ante una crisis más del capitalismo en su intento por perpetuarse bajo nuevas formas en la organización de la economía y del trabajo. Como en otras ocasiones también han confluido causas de orden estructural y coyuntural que hacen explicable el origen, fundamento y desarrollo de la propia crisis. El desarrollo histórico del capitalismo ha seguido un patrón dialéctico en el que sus diferentes contradicciones han operado produciendo cambios cuantitativos que, finalmente, una vez alcanzado cierto grado de saturación han devenido en cambios cualitativos con el progresivo perfeccionamiento de su lógica interna[4].

La actual crisis es fruto de la convergencia de multitud de diferentes variables y factores, pero en cualquier caso todos ellos son reducibles a una interrelación entre causas de orden estructural, aquellas que han creado el contexto favorable para la crisis, y las causas de orden coyuntural que actúan como detonantes. En función de este criterio la crisis actual se abordará por medio del análisis de la estructura financiera profundizando en su naturaleza y funcionamiento para, posteriormente, dilucidar en qué medida se han creado las condiciones favorables para que la actual crisis haya tenido lugar, lo que, inevitablemente, conducirá a exponer el papel que juegan los bancos centrales, la forma en que se crea el dinero en el sistema financiero y la lógica especulativa que rige en el conjunto del mundo de las finanzas.

Por otra parte se integrarán en nuestro análisis las causas de orden coyuntural que han actuado como detonantes de la crisis. En lo que a esto respecta se expondrá la cadena de acontecimientos que provocaron la tormenta financiera que originó la crisis más importante de los últimos años, y cuyos nefastos efectos se han extendido a la economía real y al conjunto de la sociedad. Las concesión de créditos hipotecarios subprime junto a la devaluación del precio de la vivienda contribuyeron de manera importante a que se produjera una alarma financiera. Con particularidades como la retirada de fondos, que inevitablemente conllevó a una pérdida de confianza entre los bancos y que éstos dejaran de prestarse dinero, unido, a su vez, a la contracción del crédito para la economía real.

Asimismo, se expondrán las consecuencias de la crisis y el ahondamiento de las tendencias monopolísticas del propio sistema capitalista. Se pondrá de relieve el origen financiero de la crisis y sus efectos, tanto en el propio mundo de las finanzas con la devaluación de los activos y las quiebras de diferentes firmas financieras, lo que ha creado una situación propicia para que grandes empresas y bancos consigan a precio de saldo dichas entidades quebradas y se hagan así todavía más grandes; como en la economía real con la contracción del crédito, y con ello la disminución del consumo y la aparición de problemas sociales derivados de una situación de recesión. Juntamente con esto, la superconcentración de la riqueza y la formación o tendencia hacia la formación de monopolios en el mundo financiero con multitud de ramificaciones en la economía real parecen ser los principales rasgos del nuevo capitalismo global.

Finalmente, y tras la exposición de las principales causas y consecuencias de la grave crisis en curso, se llevarán a cabo unas conclusiones que pondrán de manifiesto la relación e interacción entre los diferentes tipos de causas, cómo han operado y cuál ha sido la secuencia lógica de acontecimientos en los que se han combinado e influido recíprocamente. Todo ello contribuirá a hacer más comprensible la tesis central del presente trabajo que consiste en poner de manifiesto las tendencias monopolísticas del capitalismo, las mismas que con la actual crisis se han afianzado, reforzado y agravado con una superconcentración de la riqueza mediante la devaluación de activos económicos y la quiebra de empresas y bancos, habiendo pasado todos ellos a manos de grandes corporaciones financieras.

2. Causas estructurales

La estructura, como unidad de análisis, permite establecer la conexión y relación recíproca entre las partes y elementos de un todo, de un sistema. Generalmente la estructura se encuentra sujeta a leyes que le confieren su correspondiente estabilidad a pesar del cambio constante de las partes, transformándose cuando en el todo se produce un salto cualitativo. Por esta razón la estructura permite conocer el modo en que se organiza un sistema y la lógica que rige en los nexos de sus elementos constitutivos. Debido a lo anterior se hace necesario un estudio de las causas estructurales que crearon las condiciones favorables para la crisis, lo que exige un análisis del modo en que se organiza el sistema financiero en la creación de dinero, la lógica especulativa que impera en el mercado y el papel que desempeñan los bancos centrales.

En primer lugar es importante destacar la dimensión del sistema financiero internacional, pues este se extiende por todo el planeta y debido a la apertura económica y a la supresión de trabas a la movilidad de capitales ha generado una densa red de interrelaciones e interconexiones. A esto cabría añadir la inestimable contribución de las tecnologías, y más concretamente de las telecomunicaciones, a la supresión de las barreras del espacio-tiempo y su aplicación al mundo financiero, lo que ha hecho posible agilizar y aumentar las operaciones bursátiles. El establecimiento de un tiempo global ha tenido como consecuencia una creciente inmediatez que se ha reflejado en los flujos financieros,[5] por lo que la interdependencia a escala mundial se ha densificado de forma que cualquier cambio significativo en cualquier lugar tiene, instantáneamente, su repercusión en el conjunto del mundo financiero. Este rasgo del sistema financiero es el que ha hecho que las actuales crisis tengan una dimensión planetaria debido a la alta interdependencia que ha desarrollado la globalización.

2.1. La creación de dinero

Hasta 1971 el régimen de regulación monetaria internacional que imperó fue el patrón de cambio oro-dólar. Hasta ese momento el oro había sido el valor que respaldaba a la moneda y al que en último término remitía el dólar. Con la ruptura de este patrón las diferentes divisas entraron en un régimen de flotación y se pasó a dibujar un nuevo esquema monetario internacional con la inexistencia de relación entre el valor y la cantidad de cada moneda. El dinero se convirtió en una mercancía más y abandonó la función de medio de cambio que pudo haber conservado hasta aquel momento. Fue así como el dinero pasó a ser un negocio más con el que traficar y enriquecerse, fomentando la especulación y la aparición de un mercado de divisas en el que no se crea valor.

Esta nueva situación ha hecho que las economías contemporáneas sean “|...| esencial e inextricablemente monetarias, lo que nos aboca a razonar desde una concepción endógena, histórica, social e institucional del dinero, con lo que éste se convierte en un vínculo social esencial, una institución ligada a la soberanía |...|”.[6] El dinero es, por decirlo de alguna manera, el poder mismo dentro de las sociedades capitalistas. En este sentido la sociedad capitalista puede definirse como un totalitarismo monetario en el que una “|...| infinidad de operaciones monetarias se extienden a todas las facetas de las vidas de las personas y de la sociedad en su conjunto”. Por este motivo el sistema financiero se ha convertido en “|...| un mecanismo que regula |...| el sector monetario. Pero, debido a la importancia de este sector, el mecanismo acaba regulando el funcionamiento global de la sociedad”.[7]

El carácter endógeno del dinero hace que sea una categoría “|...| inherente a la naturaleza y funcionamiento de la economía capitalista”.[8] Se puede decir, entonces, que la economía capitalista es esencialmente monetaria, en la que el dinero es el elemento constitutivo de su funcionamiento. Es aquí donde radica la importancia de quién y cómo se crea el dinero.

Históricamente la cantidad de dinero en circulación ha guardado cierta proporción con el volumen de transacciones, sin embargo en la actualidad el dinero ha dejado de ser ya un instrumento al servicio de esos intercambios para ser una mercancía más que es objeto de especulación. El dinero se ha divorciado del comercio y la cantidad en circulación se ha disparado de manera desmesurada habiendo dejado de crecer en proporción al número de transacciones.

El dinero no lo componen únicamente los billetes y las monedas, que solamente representan entre el 7 y el 10% de todo el dinero en circulación, sino que es el dinero bancario el que forma la mayor parte de la masa monetaria. Este dinero lo crean los bancos a partir de la deuda que originan con la concesión de préstamos, lo que produce un efecto multiplicador en la cantidad de dinero en circulación.

El proceso a través del que se crea el dinero bancario es bastante elemental. La gente crea depósitos ingresando su dinero en los bancos y estos, al ser conscientes de que sus clientes no van a necesitar todo este dinero, conceden créditos con los que crean nuevos medios de pago, en este caso dinero bancario. Ejemplo:

“En el momento en que se ingresan las 100 u.m. su propietario sigue teniendo esa cantidad como medio de pago (podrá hacer uso de ellas en cualquier momento). El banco hará una reserva determinada (supongamos que el 20% de la cantidad depositada) y prestará el resto (80 u.m.) a un tercero, que podrá utilizarlas, a su vez, como medio de pago. En ese momento, la cantidad de dinero existente en la economía no será de 100 u.m., sino de 180 u.m.: el banco ha creado dinero al utilizar una parte de sus depósitos (la que no queda en reserva) para generar nuevos medios de pago, en este caso bajo la forma de un préstamo”. [9]
Efectivamente los bancos se ven obligados a contar con unas reservas para hacer frente a los posibles pagos de sus clientes, y cuya cantidad es en la actualidad el 2%, por lo que el dinero que crean es mayor que los depósitos de sus clientes.[10]

Además de lo anterior también hay que destacar que al efecto multiplicador del dinero bancario hay que sumar el hecho de que el dinero nace de una deuda que está cargada por un interés. Todo el dinero que existe nace como una deuda contraída con el sistema bancario que, al estar cargada de intereses, se vuelve impagable.[11]

2.2. La lógica especulativa

La expansión del crédito y con ello la aparición de una inmensa masa de dinero bancario en circulación son las causas de la financierización de las economías capitalistas. Sin la existencia de medios de pago sobrantes no es explicable la formación de las burbujas financieras que produce la especulación, pues el dinero persigue la máxima rentabilidad lo que le lleva a desvincularse de la creación de negocios productivos y con ello de la economía real. Mientras que la actividad productiva requiere mucho esfuerzo y tiempo, la inversión financiera obtiene una mayor rentabilidad relativa en un menor espacio de tiempo y con mucho menos esfuerzo.

En la medida en que las finanzas se han hecho autónomas con respecto a la economía real los recursos monetarios han perseguido una mayor rentabilidad con la especulación. Así pues, la lógica especulativa consiste en comprar barato para vender caro ante la expectativa de que los precios vayan a seguir subiendo constantemente. Esta es la lógica que rige en el mercado financiero y en el conjunto del sistema, por lo que se ha convertido en la forma más rápida y fácil de obtener beneficios.

Los productos financieros que han atraído la inversión siguen la lógica especulativa, al mismo tiempo que la han reforzado y amplificado. Se caracterizan por ser títulos (bonos, contratos, divisas, etc...) que se venden en el mercado y donde miles de inversores los compran para revenderlos, todo ello porque son operaciones que proporcionan mucho beneficio rápidamente y porque existe una cantidad ingente de dinero sobrante. Lo que se compra y se vende es papel, pues los títulos no son otra cosa más que papel, y si se negocia con ellos es debido a la expectativa de que vayan a subir de precio. De esta manera es como se crean multitud de formas de papel, productos financieros, para venderlos en el mercado.

Esta dinámica especulativa se lleva a cabo, por ejemplo, con las hipotecas pero también con otros negocios. “A partir de muy poco dinero “real”, es decir, vinculado a actividades de producción o distribución de bienes y servicios, se deriva una masa inmensa de productos financieros del altísima rentabilidad |...|”.[12]

La creación de dinero por parte de los bancos no tiene como destino en la mayor parte de los casos financiar la economía real, y con ello incrementar la producción y aumentar el empleo, sino que tiende a buscar la máxima rentabilidad a través de actividades financieras de alto riesgo por medio de la especulación.

2.3. Los bancos centrales

En cuanto a los bancos centrales es difícil de determinar de una manera clara su surgimiento, ya que en su mayor parte su aparición ha sido el resultado de la conversión o evolución, ya fuese paulatina o repentina, de bancos de titularidad privada que operaban como monopolios bajo autoridad legal del gobierno.[13] Históricamente la emisión de dinero ha estado unida a la actividad consubstancial del negocio de la banca, sin embargo los poderes públicos terminarían haciendo de esta actividad un privilegio de un solo banco que lo pasaría a ejercer en régimen de monopolio.

Entre las principales funciones que le suelen corresponder a un banco central se encuentran: la emisión de billetes de curso legal y la puesta en circulación de las monedas; la centralización y control de las operaciones económicas y financieras con el exterior; la actuación como banco de bancos que custodia las reservas de las demás entidades, a las que también les concede créditos; se ocupa de la supervisión del sistema bancario y de las entidades que lo componen; y ejecuta la política monetaria según el grado de autonomía que cuente con respecto al gobierno.

Para que la moneda provista por el banco central sea fiable se debe contar con una reserva, condición que se ha hecho extensible a todos los bancos comerciales. Por otra parte el banco central también concede créditos sobre la cuenta de reserva de los bancos, lo que significa que sus préstamos pueden crear reservas a su vez. Fue así como se convirtió en el prestamista de último recurso manteniendo la integridad del sistema de pagos. [14]

Los bancos centrales coordinan las actividades del resto de bancos que operan en una economía nacional, y sus reservas son el respaldo de los préstamos que realizan estas entidades. Esto ocurre así en la medida en que dichas reservas son dinero contante y sonante o bonos del Estado que, en un momento dado, pueden ser cambiados por dinero en metálico. De esta manera los bancos centrales controlan la oferta monetaria, pues es el mecanismo que les permite aumentar o disminuir las cantidades de dinero de curso legal.

En las economías capitalistas, y muy especialmente tras la puesta en práctica de las tesis neoliberales en el ámbito monetario, los bancos centrales suelen ser organismos independientes del gobierno que conciben, planifican y ejecutan la política monetaria. Estos bancos no están sometidos a un control social tanto en lo que se refiere a la elección de quienes ocupan los cargos de dirección como al diseño de la política monetaria. El Estado ha perdido así su soberanía monetaria en la medida en que no crea por sí mismo el dinero ni diseña la política monetaria con la que determinar la cantidad de dinero en curso, por lo que finalmente se ve obligado a pedir prestado el dinero a otras entidades.

Entonces, el banco central

“|...| al gozar de plena autonomía para operar con las variables monetarias, condiciona la política presupuestaria que puede elaborar el Gobierno de la nación. |...| lo que significa que el banco central determina en última instancia el alcance de la política económica global”. [15]
Los bancos centrales dentro del sistema financiero se ocupan de diseñar la política monetaria que, al tratarse de organismos independientes que están fuera del control de la sociedad y del Estado, la conciben según sus intereses particulares, y se encargan, también, de financiar al Estado. El Estado es, entonces, un cliente más de la banca, pues el banco central lo financia pidiendo prestado el dinero a la banca privada que es la que endeuda al ente público con créditos a un interés elevado.


3. Causas coyunturales: la crisis hipotecaria

Aprincipios de esta década dos eran las particularidades que podían observarse en las pautas de consumo y en la economía estadounidense: el progresivo endeudamiento y la especulación financiera. La combinación de ambos factores propiciaron el crecimiento económico del país. Así, la especulación con los capitales enraíza con la explosión de la burbuja Internet -el auge de las nuevas empresas de base tecnológica o punto.com- que unida a la creciente internacionalización de las finanzas, provoca grandes entradas de capital en la bolsa de Estados Unidos en busca de una rentabilidad máxima a corto plazo.

Por otra parte, la población mantiene un consumo elevado y va acumulando deudas mientras se despreocupa del ahorro, por lo que es necesaria la entrada de capitales externos para financiar los desequilibrios comerciales del país. Paulatinamente el crecimiento económico se ve afectado, la burbuja de las punto.com se colapsa en 2001y después de los ataques del 11-S se hace un llamamiento al consumo para la recuperación de la economía; pero la deuda contraída por la población es tal que impide una respuesta positiva. Entonces se decide bajar el tipo de interés para reactivar la economía, noticia que se recibe con optimismo en las bolsas, donde se puede especular en un mercado en alza y obtener altos beneficios. Pero donde esta medida tuvo importantes efectos y consecuencias fue en la dinámica del sector inmobiliario[16]. La liberalización financiera de las últimas dos décadas y el exceso de liquidez global alimentaron una euforia financiera que distorsionó la percepción del riesgo, que ligado a un sobreendeudamiento de familias y empresas y a la escasa regulación del sector bancario no tradicional, dieron lugar a burbujas, tanto inmobiliarias como de otros activos.

La bajada de los tipos de interés y su vigencia por tiempo prolongado conllevó a que los bancos concedan créditos baratos, que el endeudamiento fuese más asequible y que las familias decidiesen comprar inmuebles, que destinaron sobre todo a segundas residencias. Así, la lógica se centra en el endeudamiento con la perspectiva futura de poder vender los inmuebles a un precio más alto; hecho que conlleva un evidente enriquecimiento a corto plazo y a una lógica de mercado fuertemente especulativa. Asimismo, en ese contexto los bancos creían que si no podían pagarse las cuotas, siempre podrían vender la casa en un mercado en alza donde obtendrían un precio mayor de la deuda contraída sin reducir desmesuradamente los márgenes de beneficio[17].

Pero a la vez, la concesión de préstamos a bajo interés hizo disminuir el negocio de los bancos, que aunque debido al boom inmobiliario el número de préstamos concedidos aumentó, ya sea para destinarlos a segundas residencias o para especular en el mercado, los bancos se encontraban preocupados por la necesidad de hacer negocio y decidieron dar préstamos más arriesgados con los que cobrar más intereses. Así es como se extendieron las llamadas hipotecas “subprime”[18].

3.1. El negocio con las hipotecas “subprime”

Es en ese contexto de burbuja inmobiliaria[19] que los bancos decidieron ofrecer hipotecas a un tipo de interés más elevado a familias poco solventes o con menos garantías de pago[20] con la finalidad de mejorar sus propios rendimientos, porque dada la situación de euforia inmobiliaria, en pocos meses seguramente que la casa valdría más que la cantidad dada en préstamo.

A este tipo de hipotecas con un alto riesgo de impago se les llamó hipotecas “subprime”, sobre todo porqué se concedían a personas con pocos recursos económicos o con una estabilidad económica fuertemente condicionada por el mercado laboral. Muchas de las hipotecas se concedieron no directamente a través de los bancos sino mediante personal contratado para ese único fin. Con el cometido de encontrar clientes potenciales se les remuneraba a comisión por número de préstamos concedidos. Este planteamiento les fue bien a los bancos durante algunos años ya que los endeudados iban pagando los plazos de la hipoteca y, además, como les habían dado más dinero del que valía su casa, se habían comprado un coche, habían hecho reformas en la casa y se habían ido de vacaciones con la familia [21]. Pero en multitud de casos quienes acudían a solicitar los préstamos no eran conscientes de hasta qué punto se estaban comprometiendo dado que los mecanismos de pago eran realmente complejos y apenas comprensibles para la mayoría de la población que no domina la confusa jerga económica. Además, los bancos forzaban a muchos prestatarios a contratar préstamos hipotecarios “subprime” a pesar de que disponían de recursos suficientes como para poder optar a un préstamo con mejores condiciones o más ventajoso. Pero ahí estaba el negocio de los bancos, muchos créditos a un elevado interés como una fuente segura de beneficios fáciles. En ese entonces, la Oficina de Responsabilidad del Gobierno de Estados Unidos ya advirtió a los bancos de su falta de transparencia e información en ese complicado entramado de concesión de préstamos “basura”.

Como los bancos concedían muchos préstamos hipotecarios, se les acababa el dinero. Aprovechando la globalización y la internacionalización de las finanzas, decidieron acudir a bancos extranjeros para que les prestaran dinero. Pero como estaban pidiendo dinero a otros bancos y dando muchos créditos, el porcentaje de capital sobre el activo de los bancos bajaba e igualmente la protección de las entidades frente a los riesgos financieros y operativos no estaba tan asegurada. Es en ese contexto cuando nacieron los “productos derivados”.

3.2. Los internacionalización de los productos financieros derivados

Ante la necesidad de disponer de dinero líquido para seguir concediendo créditos y dadas sus escasas reservas, los bancos decidieron poner remedio a la situación vendiendo estos créditos hipotecarios por el mundo entero. Para ello “titulizaron” sus contratos [22], hecho que les permitió obtener liquidez sin aumentar sus obligaciones, es decir, sin tener que endeudarse con la petición de préstamos a terceros.

Mediante este proceso el banco vende los derechos de cobro del préstamo a entidades denominadas “vehículo” que a su vez emiten un conjunto de títulos susceptibles de ser negociados con otros inversores. Esta operación lleva pareja la transferencia de los riesgos a los titulares de los títulos emitidos con cargo al fondo, que asumen el riesgo de impago de los activos agrupados en él [23]; contando que el riesgo financiero de los valores emitidos siempre es objeto de evaluación por una entidad calificadora (agencias de rating) [24].

Dada la complejidad de su naturaleza y el desembolso de capital necesario, quienes compran los bonos emitidos por los “vehículos” [25] suelen ser inversores institucionales como bancos, compañías de seguros, fondos de inversiones, etc. Y su negocio radica en especular sobre el precio de estos bonos, que no son más que derechos de cobro representados en un papel; los compran a un determinado precio y luego esperan a venderlos en el mercado financiero cuando ha aumentado su valor, y así sucesivamente, transfiriendo el riesgo a las entidades compradoras que no son plenamente conscientes de la poca calidad de los derechos de crédito que están comprando. Y todo se basa en la lógica de la especulación, sin mantener una vinculación directa con la economía real o productiva.

Pero esta titulización o transformación en nuevos productos financieros era todavía más compleja. Se hacían “paquetes” de inversión en los que juntaban disimuladamente distintas obligaciones hipotecarias de distinta calidad y riesgo asociado, algunas buenas (prime) y otras malas o muy arriesgadas (subprime) y a las que se llamaba obligaciones garantizadas por hipotecas o MBS (Mortgage Backed Securities), que eran las vendidas por las empresas “vehículo” a otras entidades. Terminaron por formarse paquetes verdaderamente desarrollados donde los “vehículos” mezclaron ya todo tipo de préstamos, activos de alto riesgo y también de bajo riesgo, creando unos complejos paquetes financieros en los que era casi imposible conocer inequívocamente su contenido real[26]. Finalmente vendían los bonos a los inversores y así obtenían la financiación necesaria para poder seguir comprando préstamos a los bancos; los paquetes iban recombinándose y se revendían sucesivamente en los mercados financieros internacionales. Así el afán de rendimientos altos y rápidos dio rienda suelta a la especulación desenfrenada, incentivada por sistemas perversos de remuneración de los dirigentes.

Además las agencias de rating tenían que dar calificaciones a los “paquetes” en función de su solvencia, es decir en función del riesgo de impago. Como la mayoría eran empresas privadas contratadas por los propias empresas “vehículo” emisoras de títulos, muchos de los “paquetes” obtuvieron notables calificaciones que aseguraban su calidad, aunque no fuera del todo cierto [27].

Además la libre movilidad de capitales y la interdependencia del sistema financiero actual permitieron que estos derivados financieros se comercializaran en todo el mundo. Inversores de todo tipo iban comprando y vendiendo los bonos emitidos por las “vehículo” y así fue como gracias a las nuevas tecnologías se transmitieron por el mundo entero e “infectaron” todos los sistemas financieros desarrollados. Este factor ligado a la alta rentabilidad de los productos financieros derivados con un inapreciable alto riesgo de impago asociado, hizo que los capitales prefiriesen ser invertidos en este mercado especulativo de beneficios seguros y rápidos.

3.3. La insolvencia arrastra a los bancos

El estallido de la burbuja inmobiliaria en EEUU y las primeras quiebras derivadas del mercado subprime se remontan a agosto de 2007, cuando el aumento de la morosidad generó importantes pérdidas en las instituciones financieras. Muchos propietarios habían utilizado su vivienda para obtener financiación con la que hacer frente a circunstancias imprevistas; por lo que con precios de la vivienda en caída o estables, los prestamistas con hipotecas recientes y casi sin pagos iniciales decidieron abandonar sus viviendas y dejarlas en manos de los bancos que se veían obligados a embargarlas, desencadenando un proceso de venta de los activos que las respaldaban (MBS) [28].

Además cuando empezó a desinflase la burbuja inmobiliaria disminuyó la valoración de los activos que tenían los bancos. Para que pudieran recuperar el dinero perdido, se decidió subir el tipo de interés, y eso tuvo un efecto desastroso para muchas familias. Un grupo de personas poco solventes no pudieron continuar pagando sus créditos hipotecarios, aumentaron los retrasos en los pagos y las ejecuciones bancarias. Asimismo, a principios de 2007, los precios de las viviendas norteamericanas se desplomaron, mucha de la gente estaba pagando por sus casas más de lo que en ese momento valían, muchos trabajadores se quedaron sin empleo, dejaron de pagar sus cuotas y los bancos se llenaron de un stock de viviendas que debían subastar[29]; los precios de las viviendas empezaron a bajar y los bancos con gran cantidad de hipotecas comenzaron a comunicar pérdidas enormes.

Automáticamente, nadie quiso comprar los “paquetes” de derivados que tan bien se habían vendido en el mercado, y los que ya los tenían no pudieron venderlos. Los activos de los bancos se depreciaron como consecuencia de la crisis inmobiliaria y empezaron a registrar grandes pérdidas en sus cuentas. Las entidades “vehículo” ya no eran capaces de vender los títulos dado que empezaba a cuestionarse su calidad, y como muchas habían sido creadas por los propios bancos, éstos tuvieron que contabilizar también sus pérdidas en sus propios balances.


4. La crisis bancaria y la formación de monopolios

A raíz de la crisis inmobiliaria en Estados Unidos y la pérdida de valor de los MBS que se encontraban ya repartidos por el mundo entero, las entidades financieras empezaron a declararse en bancarrota. En 2007 fueron tres los bancos que quebraron mientras que en 2008 ascendieron a veinticuatro y en lo que va de año han quebrado ya veintinueve [30], además de la quiebra de otras tantas entidades de crédito más pequeñas. Las pérdidas ascendieron a miles de millones de dólares como consecuencia de la depreciación de sus activos [31] y no sólo las entidades estadounidenses se vieron afectadas, sino que los efectos se expandieron rápidamente a otros mercados.

Ante tal panorama, los bancos empezaron a perder confianza mutua ya que nadie era consciente de hasta qué punto tenían “paquetes” de hipotecas basura en sus carteras, porque estos productos derivados habían sido adquiridos por multitud de bancos de todo el mundo cuando habían ido financiándose unos a otros. La desconfianza hizo subir el tipo de interés interbancario, que es el tipo al que se prestan entre sí los bancos, por lo que como no se fían, cuando necesitan dinero, o no se lo prestan o se lo prestan caro. Entonces no es que haya una falta de liquidez, sino que la desconfianza es tal que dejan de prestarse entre ellos. Y la crisis hipotecaria que estalló en agosto de 2007 se ha transformado en una crisis financiera sistémica, cuyo epicentro ya no está sólo en EEUU, sino que se ha desplazado a Europa y Japón y está teniendo un fuerte impacto en el crecimiento de las economías emergentes[32].

4.1. Quiebras y más quiebras

A partir del segundo trimestre de 2008, los bancos y otras entidades empezaron a quebrar como consecuencias del fin de la burbuja inmobiliaria. En primer lugar cayeron los grandes bancos hipotecarios; el primero en caer fue American Home Mortgage. El siguiente fue el quinto banco de inversión más grande de Estados Unidos, el Bearn Stearns, cuyas acciones fueron compradas por otro banco, el JP Morgan. Y así fueron cayendo otros tantos bancos hipotecarios, tanto en Estados Unidos como más allá de sus fronteras. Luego les siguieron las quiebras de Fannie Mae y Freddy Mac, que eran agencias públicas que avalaban gran cantidad de préstamos hipotecarios suscritos por otras entidades, aunque como eran empresas patrocinadas por Estados Unidos los inversores podían confiar especialmente en ellas, ya que en caso de pérdidas estaba garantizado que el gobierno intervendría para rescatarlas.

La desconfianza y el temor se propagó con gran rapidez y las pérdidas arruinaron otras compañías como Lehman Brothers y Merril Lynch, que fueron absorbidas respectivamente por Goldman Sachs y el Bank of America. Así, de los grandes bancos de inversión estadounidenses sólo se mantenían en pie Goldman Sachs y Morgan Stanley que no tardaron en ser víctimas de la crisis y absorbidos por JP Morgan y Bank of America. Al mismo tiempo, el contagio alcanzó a Europa, con quiebras bancarias en el Reino Unido, el Benelux y Alemania, lo que aceleró acciones unilaterales que pusieron de manifiesto la falta de coordinación y la debilidad de la gobernanza económica europea.

La desconfianza que se instaló en los mercados ante la opacidad ocasionada por los productos financieros que se habían vendido frenó temporalmente la espiral especulativa, pues ya no se compraban títulos ni prestaba dinero al carecer de la suficiente información de los activos financieros en venta y de las entidades que los ofrecían.

4.2. La instrumentalización de la crisis

Pero como apunta Torres López: “detrás de la operación de compra, profundamente ventajosa para el banco JP Morgan, no había un ejercicio de altruismo sino toda una estrategia de mercado”[33]. Considera que detrás de toda ese entramado de quiebras y adquisiciones, había gente muy poderosa que estaba particularmente interesada en la compra de los activos de los bancos en bancarrota. Así se hizo creer a los grandes inversores que la situación de la entidad era realmente preocupante, que la falta de liquidez era alarmante, por lo que decidieron retirar sus fondos y el precio de las acciones bajó tanto que la llevó a la quiebra a Bearn Sterns. Según el autor se estaba consolidando lo que él llama “capitalismo de carroñeros”, caracterizado por la agresividad de los agentes implicados en la búsqueda de rentabilidades cada vez mayores y en menos tiempo.

Estos procesos de devaluación y quiebras de empresas y firmas financieras refleja la consecuente superconcentración de la riqueza en manos de grandes corporaciones, las cuales han aprovechado el contexto de crisis para absorber a la competencia. Todo ello ha reforzado las tendencias monopolísticas del capitalismo que desde el sector financiero se extienden al conjunto de la economía real.


5. Conclusiones

Los ciclos económicos del capitalismo se desarrollan a través de las crisis periódicas que se producen en el seno del sistema económico. A los ciclos de expansión del crédito les suceden los de contracción, fase esta última en la que la falta de financiación para la economía real provoca la devaluación de los activos y la quiebra de empresas que son absorbidas por corporaciones financieras globales.

El efecto multiplicador del dinero bancario da lugar a un exceso de dinero que persigue una gran rentabilidad y la encuentra en la especulación con activos financieros. A esto hay que añadir las expectativas de subida de precios constante a la que están ligados, lógica inherente a la especulación y que rige el funcionamiento del mercado financiero. Este contexto ha hecho posible la actual crisis en la medida en que las hipotecas subprime fueron titularizadas para su posterior venta a infinitud de inversores sin advertir del riesgo que suponían esos activos financieros. La elevada interconexión e interdependencia en el sistema financiero ha provocado el pánico y la retirada masiva de los fondos, lo que a su vez se ha reflejado en una contracción del crédito para la economía real.

Las denominadas hipotecas basura han sido el catalizador, el detonante, de la crisis, ya que la estructura del sistema financiero ha creado por sí misma el contexto de interdependencia y especulación favorable para crear pánico en los mercados y provocar una crisis así. La cadena infinita de inversores implicados en la compra de activos financieros que se creían buenos pero que, finalmente, resultaron ser un fraude ha ocasionado importantes y considerables pérdidas que han devaluado infinidad de empresas y en otros muchos casos ocasionado su quiebra, como de hecho ocurrió con importantes firmas financieras. Además de esto, la existencia de una cantidad enorme de dinero sobrante, dinero bancario, ha sido un elemento crucial que ha fomentado las inversiones especulativas en perjuicio de las productivas.

La crisis ha dado lugar a una desinversión ante la falta de financiación, por lo que la economía productiva se ha visto seriamente afectada ante una situación en la que las empresas no consiguen créditos, y de forma similar las personas físicas tampoco los obtienen para su consumo. Las consecuencias sociales son el incremento del desempleo y una bajada de los salarios, a lo que hay que sumar la creciente deuda que están acumulando los Estados ante un aumento de la demanda de prestaciones sociales.

La crisis financiera ha actuado como mecanismo para provocar la quiebra de empresas y devaluar los activos, lo que inevitablemente en la lógica darvinista del mercado ha significado la absorción de dichas entidades por gigantes financieros y corporaciones globales. Por decirlo de otra manera, la actual crisis ha servido para contraer el crédito y favorecer la formación de grandes monopolios en el sector financiero cuyas ramificaciones se extienden por toda la economía real productiva.

Se puede destacar igualmente que esta crisis no ha sido fortuita, sino que más bien ha existido una estrategia de mercado con la que se ha perseguido la quiebra y devaluación de multitud de empresas para su posterior compra a precio de saldo. Las hipotecas basura han respondido a esta estrategia, pues las autoridades sabían lo que ocurría y estaban al tanto de todo pero no hicieron nada al respecto. Permitieron y promovieron los procesos de titulización aún a sabiendas del riesgo creciente que conllevaban.

Asimismo se puede apreciar que la expansión del crédito ha sobreendeudado al sector privado, por lo que la contracción del crédito no sólo sirve para quebrar empresas, sino sobre todo para pasar a endeudar al Estado ya que en una situación así se ve obligado a incrementar el gasto público mediante más y mayores servicios sociales para hacer frente al desempleo, la falta de inversión, etc. También hay que tener en cuenta a las empresas y bancos que cuentan con aval del Estado y que han quebrado o sufrido graves pérdidas durante la crisis, lo que ha exigido del propio Estado el desembolso de importantes sumas de dinero que han agravado la deuda pública. Juntamente con esto el Estado, al no ser soberano en lo que se refiere a materia monetaria, se ve obligado a pedir créditos que se le concederán a un tipo de interés más elevado y es, a su vez, un cliente mucho más seguro que cualquier empresa o persona física.[34]

En lo que se refiere a las pérdidas que han sufrido importantes bancos y las campañas de financiación desde los bancos centrales, cabría decir que dichas inyecciones además de fomentar la dinámica especulativa que ha conducido a la crisis actual, corren a cuenta del Estado, por lo que finalmente son los ciudadanos quienes pagarán con sus impuestos el daño económico que ha provocado una minoría plutocrática. Por otra parte, todo los créditos concedidos por los bancos centrales han sido justificados por la necesidad de dotar de liquidez al sector bancario de cara a financiar la economía productiva, pero los bancos están utilizando dichos recursos para tapar sus pérdidas y continuar con su juego especulativo.

El sentido de los mercados financieros debe ser el de “|...| canalizar los fondos a aquellas personas físicas o jurídicas que presenten oportunidades de inversión productiva. Si el sistema financiero no lleva a cabo esta función adecuadamente, la economía no funcionará bien |...|”.[35] Todo esto hace exigible y necesaria una teoría cualitativa de la moneda[36], aquella en la que la sociedad determine con una finalidad productiva el destino de los créditos emitidos para financiar la economía real y no las prácticas especulativas. Algo así implica recuperar la soberanía monetaria a la que el Estado renunció en su momento autorizando a los bancos a crear dinero bancario y concretamente permitiendo al banco central concebir y ejecutar de manera independiente la política monetaria, sin estar sometido a fiscalización pública alguna.

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[1] Rosental, Mark M. y Pavel F. Iudin, Diccionario de filosofía, Madrid, Akal, 1975

[2] Duguin, Alexandr, “Los paradigmas del fin” en Nihil Obstat Nº 5, 2005, pp. 23-58

[3] Torres López, Juan, Economía política, Madrid, Pirámide, 2003

[4] Aguilar, Juan Antonio, “Dialéctica y sistema” en Nihil Obstat Nº 5, 2005, pp. 147-180

[5] Virilio, Paul, La bomba informática, Madrid, Cátedra, 1999

[6] Medialdea, Bibiana y Ángel María Martínez González-Tablas, “Reflexión crítica sobre la globalización financiera” en Ekonomiaz: revista vasca de economía Nº 48, 2001, p. 64

[7] Zinoviev, Alexandr, La caída del imperio del mal, Barcelona, Bellaterra, 1999, p. 128

[8] Medialdea, Bibiana y Ángel María Martínez González-Tablas, Op. Cit., N. 6, p. 63

[9] Torres López, Juan, Op. Cit., N. 3, p. 217

[10] Torres López, Juan, La crisis económica. Guía para entenderla y explicarla, Madrid, ATTAC, 2009

[11] Bochaca, Joaquín, El enigma capitalista, Barcelona, Ediciones Bausp, 1977

[12] Torres López, Juan, Op. Cit., N. 10, p. 34

[13] Orriols i Sallés, Maria Àngels, El Banco Central Europeo y el Sistema Europeo de Bancos Centrales. Régimen jurídico de la autoridad monetaria de la Comunidad Europea, Granada, Comares, 2004

[14] Mayer, Martin, La Reserva Federal. La historia secreta de cómo la institución más poderosa del mundo maneja el mercado, Madrid, Turner, 2003

[15] Torres López, Juan, Economía..., Op. Cit., N. 3, p. 239

[16] La Reserva Federal de Estados Unidos bajó en dos años el precio del dinero del 6,55% al 1,0%. Como apunta Steinberg, Federico, “La crisis financiera mundial: causas y respuesta política”, Real Instituto Elcano, ARI Nº 126/2008, “Ninguna autoridad quería ser responsable de frenar el crecimiento. De hecho, la brusca bajada de tipos de interés de la Fed ante la recesión de 2001 (y el mantenimiento de los mismos en el 1% durante un año) fue considerada como una excelente maniobra para acortar la recesión en EEUU tras los ataques del 11-S. Sin embargo, hoy se interpreta como una política errónea que contribuyó a inflar los precios de los activos, sobre todo los inmobiliarios, impidiendo el ajuste que la economía estadounidense necesitaba para tener un crecimiento sostenible a largo plazo”.

[17] Steinberg, Federico, Op. Cit. N. 16, “aunque fuera posible prever que los precios inmobiliarios no podrían continuar subiendo indefinidamente, el elevado crecimiento de la economía mundial, la baja inflación, los bajos tipos de interés (negativos en términos reales) y la estabilidad macroeconómica (lo que se conoce como el período de “la gran moderación”) redujeron la aversión al riesgo. Ello llevó a un mayor apalancamiento, incentivó aún más la innovación financiera y las operaciones fuera de balance y dio lugar a lo que a la postre se ha revelado como una euforia irracional”.

[18] Las “subprime” se encuentran jerarquizadas en el último escalafón de calidad entre las hipotecas de Estados Unidos, por debajo de las “prime”, las “jumbo” y las “nearprime” o “Alt-A”.

[19] Torres López, Juan, La crisis económica..., Op. Cit., N. 10, “entre 1997 y 2006 los precios de las viviendas en Estados Unidos se incrementaron un 130% y en 2005 el 40% de las viviendas compradas fueron destinadas a segunda vivienda o a su especulación en el mercado”.

[20] A este tipo de clientes se los ha llamado los NINJA (“No Income, No Job and No Assets”; personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo, sin propiedades)

[21] Pero como la mayoría de las entradas de capital iban a parar al sector inmobiliario y no a otro tipo de inversiones más productivas, en última instancia el modelo se basaba en que los estadounidenses pudieran pagar sus hipotecas, lo que a su vez dependía de que el precio de sus viviendas siguiera subiendo, condición necesaria para que los hipotecados pudieran refinanciar su deuda contra el valor apreciado de su inmueble.

[22] La “titulización” consiste en vender los derechos de cobro del préstamo a un tercero, a cambio de lo cual se recibe dinero que se puede volver a prestar. Así los bancos para aumentar su liquidez se desprenden de su cartera de préstamos hipotecarios -derechos de cobro no negociables- mediante su venta a un fondo de titulización, el cual emite un conjunto de títulos o valores homogéneos y estandarizados y, por consiguiente, susceptibles de negociación en mercados de valores organizados, es decir que otros inversores podrán comprar.

[23] Como apunta Alejo González, Enrique, “Regulación, política monetaria y crisis financiera en los Estados Unidos”, Boletín Económico del ICE Nº 2954, 2008, p. 17, “El nuevo modelo, basado en la titulización de activos, consistía en que los bancos de inversión (los nuevos intermediarios entre los bancos comerciales y los inversores) creaban derivados financieros estructurados (conocidos como Structured Investment Vehicles, SIV) que permitían que los bancos comerciales subdividieran y reagruparan sus activos, sobre todo hipotecas, y los revendieran en el mercado en forma de obligaciones cuyo respaldo último era el pago de las hipotecas (Mortgage Backed Securities, MBS), muchas veces fuera de su balance”.

[24] El proceso de diversificación de riesgos, y la posterior evaluación de los mismos por parte de las agencias decalificación suponía que los bancos estaban ahora expuestos al riesgo de impago por parte de prestatarios a los que no conocían y de los que nunca habían evaluado su riesgo.

[25] Los “vehículo” son los actores fundamentales en el proceso de titulización, pues son ellos quienes tienen los derechos del préstamo en su poder –el papel que les vende el banco- que luego pueden vender a través de la emisión de bonos. Pero algunas de estas empresas “vehículo” habían sido creadas por los mismos bancos. Aunque el hecho de que aparentemente la conexión no fuera tan evidente les permitía poder sanear sus cuentas, conceder más créditos y aumentar su rentabilidad. Además para poder burlar con más facilidad las leyes nacionales, instalan estas entidades “vehículo” en paraísos fiscales donde no tienen que rendir cuentas de sus negocios con el mismo grado de exigencia y donde se les ofrecen ventajas fiscales. Pero también cabe decir que los bancos las respaldan en caso de pérdidas; véase Torres López, Juan, La crisis económica..., Op. Cit. N. 10.

[26] Como apunta Geier, Joel, “Etats-Unis: plus qu’une récession–un modèle économique en décomposition” en Inprecor Nº 536-537, Politique générale, 2008, p. 512, los MBS se estructuraban en tramos, a los que les llaman tranches, ordenando, de mayor a menor, la probabilidad de un impago, y con el compromiso de priorizar el pago a los menos malos. A estos MBS ordenados en tranches se les rebautizó como CDO (Collateralized Debt Obligations), pero es que además se creó otro producto importante: los CDS (Credit Default Swaps), en el adquirente que compraba los CDO, asumía un riesgo de impago por los CDO que compraba, cobrando más intereses. Y así se crearon un complejo conjunto de productos financieros derivados para obtener rentabilidades más altas y sin que se notase excesivamente que se estaban incurriendo en riesgos excesivos.

[27] Según Torres López, Juan, La crisis económica..., Op. Cit., N. 10, p. 36, “las agencias de rating han ocultado sistemática y deliberadamente la realidad del riesgo que se estaba asumiendo para no poner fronteras a un negocio tan rentable” ello explica “que de todaslas emisiones calificadas en EEUU a lo largo de 2007, el 62% obtuvieron una nota de AAA, es decir, la máxima calificación posible”.

[28] Alejo González, Enrique, “Regulación, política monetaria y crisis financiera en los Estados Unidos”, Boletín Económico del ICE Nº 2954, 2008, p. 23

[29] En Estados Unidos, cuando dejan de pagarse las cuotas de los créditos hipotecarios, el problema pasa a las personas que poseen los derechos sobre el préstamo hipotecario, que deben poner la casa a subasta y hacer frente con los costes de ejecución. Es evidente que si el precio de las viviendas desciende, se subastan a la baja y tienen que pagarse además costes, las pérdidas son inevitables.

[30] Datos extraídos de la lista del Federal Diposit Insurance Corpotation “Failed Bank List”:
http://www.fdic.gov/bank/individual/failed/banklist.html

[31] “When fortune frowned”, The Economist, Oct 9th 2008: “Según sus últimas estimaciones, el FMI calcula que las pérdidas mundiales en deudas originadas en Estados Unidos (fundamentalmente relacionadas con hipotecas) alcanzarán los 1’4 trillones de dólares, con 760 billones anotadas por bancos, compañías aseguradoras y fondos de cobertura”

[32] Steinberg,Federico, La crisis financiera..., Op. Cit., N. 16

[33] Torres López, Juan, La crisis económica..., Op. Cit., N. 10, p. 65

[34] Destacamos y reproducimos un fragmento del artículo de Primo González aparecido en Madrid en el Diario 16 el 30 de noviembre de 1981 en la página 12, que a nuestro parecer refleja bastante bien la dinámica de endeudamiento del Estado que sigue la banca privada. El fragmento en cuestión lo hemos extraído de Beveraggi, Walter, La teoría cualitativa de la moneda, Madrid, SOS Libros, p. 41: “...uno de los fenómenos que está atravesando la Banca y en general el sistema crediticio, es una cierta pérdida de su papel como financiador. Los Bancos y las Cajas de Ahorro tienen una función económica que consiste en recoger dinero del mercado en forma de depósitos para concederlo a sus clientes en forma de inversiones. Este papel se sigue jugando, lógicamente. Pero cuando más de 650.000 millones de pesetas que la banca debería haber prestado a sus clientes se lo tiene que dar al Banco de España para que éste cubra el déficit público y le proporcione al Tesoro los medios necesarios para cubrir sus necesidades crecientes de pago, el papel del sistema financiero se está desvirtuando a marchas forzadas”. “Bien es verdad que a la Banca una cosa así no le viene mal. Y por dos motivos. Primero, porque el dinero que presta al Banco de España tiene una remuneración del 16 por ciento como media, que no está nada mal, sobre todo teniendo en cuenta el bajo coste de manejo de estos recursos. Y segundo porque el Banco de España es un cliente mucho más seguro que los millones de clientes potenciales o reales de los bancos. Así que la Banca gana en rentabilidad y gana en seguridad”.

[35] Medialdea, Bibiana y Ángel María Martínez González-Tablas, Reflexión crítica..., Op. Cit., N. 6, p. 65

[36] Beveraggi, Walter, Op. Cit. N. 14
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Reflexiones de un emboscado - Junio 11, 2009
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