31 de marzo de 2009

El Imperialismo internacional del dinero

Por Alberto Buela

La fabulosa y enorme crisis de la economía usamericana y su inusitada proyección mundial con la conmoción de todos los mercados de valores nos obliga a la siguiente meditación.

Los hechos:

A finales del 2008 la quiebra del banco de los hermanitos Lehmann, uno de los grupos financieros que fundara el Banco de la Reserva Federal de USA en 1913, le costó al tesoro norteamericano 700.000 millones de dólares y otro tanto a los gobiernos europeos en el auxilio de sus bancos también afectados con la explosión de la burbuja financiera.

Algunas sotovoces se dejaron oír en el sentido de averiguar hacia que país fueron derivados parte de semejantes fondos financieros computados como pérdidas, pero nadie lo firmaba. El hecho que llamaba la atención es que de los Estados-nación modernos organizados al estilo occidental y con peso relativo en el orden internacional, el único que no tomó ninguna medida oficial de auxilio a sus bancos fue el Estado de Israel.

El tema siguió en el más absoluto silencio, pero una vez más la fuerza de la realidad se impuso sobre el simulacro o el disimulo. Explotó el lunes 15 de diciembre, primero en los diarios de España (había perdido el Banco Santander 2500 millones de dólares), el fraude por 50.000 mil millones de dólares realizado por Bernard L. Madoff, un judío norteamericano a quien le confiaron sus ahorros organizaciones judías y judíos enriquecidos como Stiven Spielberg, Elie Wiesel, Robert Lappin, Julian Levitt, Fred Wilpon, Norman Braman, Erza Merkin, Carl Shapiro, Frank Lautenberg, Benbassat y &, y Reichmuth y &, entre tantos otros.

Hoy se sabe, en Argentina lo denunció antes que nadie Eduardo Linares comentando en un estupendo artículo titulado Steven Spielberg y "The Madoff's list" by Tim Roth, que "Tan sólo Lehman Brothers y Berni Madoff, expatriaron, nunca mejor usado el término, 400 mil y 100 mil millones de dólares a bancos del Estado de Israel antes de declararse en bancarrota los primeros y ser apresado por fraude el segundo", esta es la razón profunda de por qué el Estado de Israel fue el único estado de forma occidental que no se conmovió para nada por la gran crisis financiera newyorkina.

La teoría:

El imperialismo ha sido caracterizado por el marxismo desde que Lenín escribió sobre el tema en 1916 en su folleto El imperialismo la fase superior del capitalismo, donde afirma en el prólogo para franceses y alemanes: "En esta obra hemos probado que la guerra 1914-1918 ha sido, de ambos lados beligerantes, una guerra imperialista (esto es, una guerra de conquista, de bandidaje y de robo), una guerra por el reparto del mundo. Me he apoyado precisamente en estos datos generales irrefutables al describir el reparto del mundo en 1876 y en 1914 (§ VI) y el reparto de los ferrocarriles en todo el globo en 1890 y en 1913 (§ VII)... Este "botín" se reparte entre dos o tres potencias rapaces de poderío mundial, armadas hasta los dientes (Estados Unidos, Inglaterra, Japón) que, por el reparto de su botín, arrastran a su guerra a todo el mundo". Y termina en el último párrafo afirmando: "La época del capitalismo moderno nos muestra que entre los grupos capitalistas se están estableciendo determinadas relaciones sobre le base del reparto territorial del mundo".

Y es a partir de Lenín que para el marxismo-leninismo el imperialismo se limita a la dupla Estados Unidos-Inglaterra. No hay en el marxismo, en general, ni una sola palabra acerca del "imperialismo internacional del dinero". Claro está, ello habría significado poner en contradicción su propia revolución bolchevique que como es sabido fue financiada por el imperialismo internacional del dinero de las bancas judeo usamericanas como la Warburg, Khun, Loeb y Cía, la Jacobo Schiff, etc. Ello lo corrobora el mismísimo León Trotsky, apellidado Bronstein, quien criticó la exagerada y desproporcionada intervención y preponderancia de los hebreos en la revolución y el partido bolchevique.

Origen del concepto:

Quien habla por primera vez del imperialismo internacional del dinero fue el papa Pío XI en su encíclica Quadragesimo Anno en 1939 quien afirma tajantemente: "Por lo que atañe a las naciones en sus relaciones mutuas, de una misma fuente manan dos ríos diversos: por un lado, el nacionalismo o imperialismo económico (el mundo liberal); y del otro, el no menos funesto y execrable internacionalismo o imperialismo internacional del dinero (la finanza apartida) para el cual, donde esta el bien, allí su patria (ubi bene, ibi patria est)." (1)

Esta clara distinción ubica a la sana doctrina social católica como término medio entre dos extremos opuestos: capitalismo y marxismo; liberalismo y socialismo; nacionalismo e internacionalismo.

En nuestros días se debe a ese buen pensador nacional Santiago Alonso el rescate de este tema tan actual, quien en el anexo del libro de Alan Jones Cómo funciona el mundo presenta su excelente trabajo El imperialismo internacional del dinero. Y así afirma: "Llama la atención que se haya extendido un manto de silencio o del olvido respecto de las enseñanzas sobre el imperialismo internacional del dinero, así como la poca o ninguna apelación que se hace de ella... tantas omisiones, olvidos e ignorancia nos hace sospechar de la existencia de alguna voluntad oculta que obstinadamente ignora o no quiere saber o no desea que se difunda sobre la importancia ni el rol específico que tiene el citado imperialismo en el destino de los pueblos". (2)

En el orden político

Este imperialismo internacional del dinero tuvo su mejor caracterización politológica en la idea de sinarquía lanzada y utilizada por el General Perón allá por los años setenta.

El término sinarquía es una palabra griega compuesta por el prefijo "syn" que significa con, lo que da idea de convergencia y "arjé" que significa principio. El sentido etimológico menta la convergencia profunda de principios de poder, en apariencia contrapuesto, que gobiernan el mundo. (3)

Con motivo de la entrevista que le realizara el coronel Cornicielli como enviado del General Lanusse en España a Perón este respondió sobre el tema afirmando: "El problema es liberar al país para seguir libres. Es decir, que nosotros debemos enfrentar a la sinarquía internacional manejada desde las Naciones Unidas, donde están el comunismo, el capitalismo, la masonería, el judaísmo y la Iglesia Católica - que también cuando la pagan entra-. Todas estas fuerzas que tienen miles de colaterales en todo el mundo son las que empiezan a actuar" (diario La Razón, 4/7/72).

En su momento esta idea de sinarquía dio mucha tela para cortar. La izquierda marxista a través de sus múltiples voceros siempre la catalogó como una idea trasnochada de Perón, quien en el atardecer de su vida comenzaba a divagar. El mundo liberal la cuestionó como una versión más de la idea del complot político típica del mundo militar de donde provenía Perón. La Iglesia católica hizo mutis por el foro sabiendo que cualquier cuestionamiento del peronismo la ponía contra la gran masa del pueblo argentino. Y lo más grave que dentro del universo peronista no fue tomada seriamente en cuenta. Se bastardeó su uso y se abusó de un concepto político poco desarrollado. Esto último lo hace notar el historiador norteamericano, especialista en peronismo, Joseph Page quien afirma: "El tema está tratado con humor en la revista Cuestionario. Existe una descripción aparentemente seria de la sinarquía en A. Buela". (4)

No podemos olvidar acá que quien trabajó con mayor asiduidad el tema desde el orden intelectual fue nuestro maestro José Luís Torres (1901-1965), el fiscal de la década infame, (*) y en ese sentido tenemos que recordar su extraordinario trabajo Nos acechan desde Bolivia (1952) donde denuncia, según sus palabras, las andanzas y mutaciones de los "cuervos de las finanzas internacionales" y la intervención de la ONU, como organismo clave de dominación mundial, para invalidar las elecciones del 6 de mayo de 1951 que otorgaron en Bolivia el triunfo al Movimiento Nacionalista Revolucionario de Paz Estensoro.

Es interesante notar como en Iberoamérica luego del triunfo de la revolución cubana, el marxismo se apodera del monopolio del antiimperialismo al menos en su aspecto mediático y propagandístico, mientras que el nacionalismo popular se refugia más bien en la batalla por la restauración cultural de nuestros pueblos.

Triunfa así la versión marxista del imperialismo como etapa superior del capitalismo, la del imperialismo como una categoría universal plasmado en una sola nación: los Estados Unidos.

Se abandona, entonces, la idea del nacionalismo hispanoamericano del imperialismo como un "internacionalismo situado", el imperialismo con pelos y señales, donde, si bien existe una primacía indudable de la banca judía, convergen regímenes comunistas, liberales y dictatoriales.

Esta primacía del marxismo sobre el nacionalismo hispanoamericano, incluso a pesar que éste último se adelantó en el tiempo con las denuncias pormenorizadas que realizaron Torres y tantos otros autores, y a pesar de la firme, decidida y clara definición de Perón del imperialismo como sinarquía. A pesar de todo ello el peronismo o mejor aún los peronistas vergonzantes que hacen de ideólogos, buscan en el movimiento radical de Forja el semental ideológico del peronismo. Olvidando o peor aun desconociendo o tergiversando la verdad indudable que el peronismo como nacionalismo antiimperialista de carácter hispanoamericano tiene su fuente en la profundidad de dicho nacionalismo.

Y así, y esto es significativo a tener en cuenta, mientras el nacionalismo europeo se identifica con la idea de Estado-nación, el nacionalismo popular hispanoamericano tiende a identificarse con la idea de nación-pueblo, identificación que obedece a una doble exigencia histórica: a) a la integración étnica y cultural en la formación de nuestra identidad a través del mestizaje y b) el carácter revolucionario de nuestros propios pueblos expresado en la movilidad social y política que se da en Iberoamérica a diferencia de Europa. (5)

Algunas conclusiones

Hoy asistimos luego de la debacle financiera internacional a una avalancha inconmensurable de artículos y libros, publicaciones y videos de todo tipo, pelo y señal que nos quieren explicar qué es lo que sucede en el mundo. De esta avalancha se destacan como es natural y habitual los intelectuales de la izquierda progresista como Noam Chomsky, James Petras, Samir Amin, Antonio Negri, Slavoj Zizek et alii quienes se desgañitan denunciado las mil tropelías del imperialismo usamericano pero sin decir ni pío acerca de quienes son los gerentes responsables, ciertos y reales, de tamaño desastre financiero internacional. En una palabra, por los prejuicios de su formación marxista denuncian al imperialismo "sobre la base del reparto territorial del mundo" según afirmaba Lenín, pero no al "imperialismo internacional del dinero" que es la causa última de la gigantesca estafa internacional a todos los pueblos de la tierra, salvo a uno.

Es extraordinario ver y leer las mil y una explicaciones que nos brindan estos esforzados teóricos de lo políticamente correcto a quienes se les puede aplicar el viejo verso criollo: Que gente que sabe cosas, la gente de este albardón. Que gente que sabe cosas, pero cosas que no son.

Si alguna enseñanza puede dejar semejante descalabro financiero y económico internacional es que la economía es algo demasiado serio para dejarla en manos de economistas y especuladores y que a los dueños del mundo, aquellos que manejan los piolines detrás de los batidores, les importan un bledo los pueblos y sus padecimientos, salvo uno.

Un obrero metalúrgico como Lula, que no es un genio pero que prefiere antes que nada a su Brasil natal, lo acaba de denunciar en términos simples ante la presencia del premier inglés Brown: "La descomunal crisis actual fue causada por comportamientos irracionales de gente blanca de ojos azules, que antes parecía saber todo y ahora demostró no saber nada. No es responsabilidad de ningún negro, indio o pobre" (diario La Nación 27/3/09).


Notas:
(1) Pío XI: Encíclica Quadragesimo anno, parágrafo 110
(2) Alonso, Santiago: en Como funciona realmente el mundo, de Alan Jones, Buenos Aires, Ed. Segunda Independencia, 2004, pp.330 y 331
(3) Cfr. Buela, Alberto: La sinarquía y lo nacional, Buenos Aires, Ed. Marcos, 1983
(4) Page, Joseph: Perón( segunda parte), Buenos Aires, Ed. Javier Vergara, 1984, p. 327
(5) Quien más en profundidad ha trabajado esta idea en América ha sido uno de los padres de la sociología indiana don Julio Ycaza Tigerino en su libro Perfil político y cultural de Hispanoamérica, Madrid, Ed. Cultura Hispánica, 1971.
(*) Para ampliar sobre José Luís Torres, consultar: José Luis Torres y el imperialismo y José Luis Torres (1901-1965): El fiscal de la década infame, ambos artículos de Alberto Buela (N. del E.).

Fuente: www.rebanadasderealidad.com.ar
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30 de marzo de 2009

El rescate de Obama: ¿la "burbuja" reciclada?

Socializar las pérdidas, privatizar las ganancias. En la Argentina ya lo conocemos.

"Mediante los planes de "rescate financiero" emprendidos por el Estado USA hoy gerenciado por Obama, los súper bancos y fondos de inversión nucleados en el sistema privado de la Reserva Federal reciclan una nueva "burbuja financiera", no ya con dinero especulativo proveniente del sector privado, sino con fondos públicos puestos compulsivamente al servicio de un nuevo ciclo de rentabilidad capitalista, y al margen de una ascendente crisis de la economía real que marcha por vía paralela. El costo de este monumental negocio capitalista con la "crisis capitalista" (que ya está siendo exportado desde EEUU y Europa a los países de la periferia de Asia, África y América Latina) es financiado con el dinero de los impuestos pagados por el conjunto de la sociedad. Se trata, en suma, de una "socialización de las pérdidas" para subsidiar un "nuevo ciclo de ganancias privadas" con el Estado como herramienta de ejecución, mediante el cual los megaconsorcios más fuertes (los ganadores de la crisis) se degluten a los más débiles generando un nuevo proceso de reestructuración y concentración del sistema capitalista."

Nota completa de Manuel Freytas en:
IAR Noticias
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25 de marzo de 2009

11 Billones

No hace mucho, un historiador (no un economista) alertaba del peligroso camino de solucionar el problema financiero -que es un problema de deuda- creando más deuda:

Tan endeudados como Argentina
El mundo padece una crisis financiera inusitada y los gobiernos pretenden salir de ella con la falsa ilusión de que la deuda excesiva se resuelve creando más deuda. Parecen imitar los comportamientos de ciertos mercados emergentes.

"...La falsa ilusión de que una crisis de deuda excesiva se resuelve creando más deuda es el corazón de la Gran Represión. Sin embargo, eso es precisamente lo que la mayoría de los gobiernos está proponiendo. Estados Unidos podría llegar a terminar con un déficit mayor al 10% del PBI este año..."
Por: Niall Ferguson - historiador
Clarín - 11/2/2009


Pero los economistas del sistema no saben hacer otra cosa, y siguen en ese camino, que no es otro que seguir alimentando al monstruo que creó la crisis.


La Fed inyectará US$ 1 billón al mercado: alivio en Wall Street
Comprará bonos del Tesoro y valores vinculados a hipotecas o a activos tóxicos.

Por: WASHINGTON. AFP Y AP

La Reserva Federal de Estados Unidos anunció ayer que comprará 300.000 millones de dólares en Bonos del Tesoro de largo plazo en un esfuerzo sin precedentes para impulsar a los inversores a que vuelvan al sector privado, y que adquirirá otros 750.000 millones de dólares en valores vinculados a hipotecas, o valores tóxicos. En total, una inversión de un billón de dólares.
Clarin - 19/3/09


Mientras tanto, la deuda Nacional de EEUU ya llega 11 "trillions" (no asustarse, "apenas" son 11 billones en castellano):

National Debt Hits Record $11 Trillion



Total, mientras los chinos y otros sigan acumulando dólares y bonos del tesoro, está todo bien
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La deuda actual puede verse en "el reloj de la deuda"
brillig.com/debt_clock
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24 de marzo de 2009

Defendiendo el papel pintado

Todos saben que el dólar es papel pintado, y que el monopolio de su emisión como "moneda global" por parte de los Estados Unidos les permite vivir a costa del resto del mundo. No obstante, mientras el Imperialismo Internacional del Dinero no encuentre con que reemplazarlo y -fundamentalmente- no encuentre una fuerza que pueda defender globalmente sus intereses como lo hace la actual primera potencia mundial, acudirán en defensa de los criticados papeles verdes.

La rebelión de papel
Teorías conspirativas y doble discurso chino: ¿El mundo liberado del dólar?

A una semana de la cumbre del G-20 (países ricos + emergentes) China pidió la creación de una nueva moneda de reserva internacional en reemplazo del dólar. ¿Qué hay de verdad y de mentira en esta postura acompañada por países que tienen atadas sus economías y sus reservas al dólar?

Informe especial - IAR Noticias

El lunes, la primera potencia capitalista asiática propuso una amplia reestructuración de las finanzas globales que refleje el creciente descontento de los países en vías de desarrollo con el rol imperial en la economía global.

La inesperada propuesta realizada por el gobernador del banco central Zhou Xiaochuan el lunes en Beijing, es parte de la actitud cada vez "más enérgica" por parte de China para -según su gobierno- delinear una respuesta global a la crisis financiera recesiva, diferenciada de EEUU y las potencias europeas.

China, la primera economía capitalista "emergente" asiática, y la tercera a nivel global después de EEUU y la UE, continúa dando peligrosas señales de desaceleración que ya se expresan principalmente en una caída abrupta de su comercio de exportación y en una reducción del consumo interno, que impacta en el mercado laboral.

Según los datos oficiales publicados la semana pasada, China ha reducido en febrero su superávit comercial a menos de una séptima parte en comparación con el dato registrado un mes antes.

Las cifras muestran que las exportaciones cayeron en este periodo un 25,7% interanual, hasta los 64.900 millones de dólares (millones de euros), mientras que las importaciones lo hicieron en un 24,1%, hasta los 60.540 millones de dólares (millones de euros).

Las ventas en el extranjero de la tercera potencial mundial, motor de su economía, se desplomaron un 27% en febrero.

Esta declinación acentuada en sus indicadores económicos, a su vez, repercute en la reducción de sus reservas en moneda extranjera, que han sufrido su peor descenso en nueve años. Esta sumatoria de datos negativos -según los analistas- comienza a desvanecer la esperanza de pronta "recuperación" anunciada por el gobierno chino.

Las reservas chinas, de acuerdo con el último dato oficial existente, de finales de diciembre, ascendían a US$ 1,94 billones (casi 1,5 billones de euros), y habrá que esperar hasta abril para conocer las cifras de este trimestre.

De confirmarse la predicción, las reservas, que llegaron a los US$ 2 billones (1,54 billones de euros), no superarían los US$1,92 billones (1,48 billones de euros).

Según la fuente citada por el diario South China Morning Post, la caída, en parte, se debe a la apreciación reciente del dólar, que deprecia, a cambio, los activos en otras divisas (básicamente, el euro, que pasó de los US$1,41 del 31 de diciembre a US$ 1,27 un mes más tarde).

En este escenario, marcado por la desaceleración creciente de su economía, China ensaya un discurso internacional difuso y plagado de contradicciones con EEUU, del cual es principal acreedor y socio comercial.

Por un lado, el capitalismo chino aumenta su dependencia externa de EEUU invirtiendo en Bonos del Tesoro estadounidense , y por otro, hace un llamado internacional para la creación de una nueva moneda supranacional (de reserva global) que no pertenezca a ningún país en un claro intento por acabar con la dependencia del sistema financiero internacional al dólar estadounidense.

Simultáneamente, las autoridades chinas anunciaron el lunes que continuarán comprando bonos del Tesoro estadounidense, ya que consideran que acarrean un riesgo crediticio bajo.

La vicegobernadora del Banco Popular de China, Hu Xiaolian, señaló que, en cualquier caso, seguirán muy de cerca las fluctuaciones del valor de esos activos.

El anuncio de nuevas compras de bonos USA se efectuó no obstante que a principios de marzo el primer ministro de China, Wen Jiabao, expresó su "preocupación" por la enorme inversión que su país ha hecho en Estados Unidos en bonos del Tesoro y otros títulos de deuda.

En la actualidad, y mientras pide el reemplazo del dólar por una moneda supranacional, China posee US$ 1 billón (un millón de millones) en bonos del Tesoro y otros títulos de deuda de EE.UU.

En 2008 Pekín se convirtió en el principal acreedor de bonos del Tesoro estadounidenses, por encima de Japón, con una inversión que ascendía a US$585.000 millones.

El monto total de la deuda estadounidense a principios de marzo de 2009 llegó a US$ 10.942.165.294.650,89 (es decir, casi US$11 billones).

Pero el doble discurso respecto del dólar y la relación con EEUU no es de exclusividad china.

Mientras EEUU ya se ha convertido en el epicentro del "peligro recesivo" a escala global, paradojalmente su moneda, el dólar, ha experimentado una suba vertiginosa desde el estallido de la crisis con quiebras bancarias, convirtiéndose en un "refugio seguro" para los capitales que huyen de la crisis financiera.

En contra de las tesis de los que sostienen que el Imperio USA está en "crisis terminal" y a punto de ser desplazado del centro de las decisiones mundiales, su divisa se ha disparado pese al déficit y los números en rojo que exhibe la economía real estadounidense.

Y hay una razón central que lo explica: Mientras se profundiza la crisis financiera, inversores y países (que como China abogan por el reemplazo del sistema financiero internacional hegemonizado por el dólar) reconvierten sus activos y reservas en dólares, generando de esa manera una fuerte demanda de la moneda estadounidense.

Pese a que EEUU atraviesa por la peor crisis financiera desde la Gran Depresión, desde inicios de septiembre, el dólar se ha fortalecido contra una canasta compuesta por las monedas de 26 socios comerciales, según el índice de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).

Luego del estallido de la crisis bancaria, en octubre de 2008, un grupo de países "emergentes" encabezados por China, y un conjunto de "desarrollados" (entre ellos Alemania) comenzaron a esgrimir la tesis de la "pérdida de influencia de EEUU" de la mano de la crisis económica y la debacle de su economía real.

Según esas teorías, las turbulencias del sector financiero amenazan con socavar el respaldo al dólar entre los inversionistas y perjudican la competencia de bancos y mercados financieros de otros países que buscan expandir su influencia global.

Se afirmaba que la crisis en EEUU podría acelerar el cambio hacia una "nueva arquitectura financiera" donde los países y sus economías dependiesen menos de las decisiones que se toman en Washington y en los centros financieros de Nueva York.

Como reacción al colapso financiero en EEUU, países y gobiernos "emergentes" y europeos (los propios socios de USA) comenzaron a cuestionar el liderazgo económico de EEUU y a proponer políticas alternativas al "modelo estadounidense" y a su divisa monetaria.

Esta percepción mitificada del derrumbe de la moneda imperial USA llevaba a otra conclusión:
La crisis de la economía mundial capitalista referenciada en el dólar posibilitaría el declive de la supremacía imperial de EEUU poniendo en el centro de la hegemonía económica mundial a China y al resto de los países emergentes (en crecimiento acelerado) de Asia o América Latina.

De acuerdo con esta teoría del "desacople", este proceso marcaría el "fin del reinado del dólar", y el ascenso de naciones como China, India y algunos países exportadores de petróleo y de materias primas que sustituirían a EEUU y a Europa como motores centrales de la economía mundial capitalista.

Curiosamente, esos mismos países, siguiendo el ejemplo de China, están ahora reforzando y protegiendo sus reservas en dólares y refugiándose en activos del Tesoro estadounidense.

Incluso, los tiburones de la especulación internacional, los fondos de inversión están apostando por estos papeles, en vista de que con el inicio de la crisis otros activos financieros parecen más arriesgados.

En cambio, el dólar se ha beneficiado (y se sigue beneficiando) de la huida de los "inversionistas" de los activos riesgosos así como de la descarga de apuestas que se hicieron con dinero prestado.

En este escenario, y apelando a su clásico doble discurso, el régimen chino vuelve a la carga planteando la creación de una moneda supracional en reemplazo del dólar.

Mercados grandes, diversificados y con altos volúmenes de transacciones de una moneda en particular "no aparecen espontáneamente sólo porque el presidente del banco central de China sugiere que sería una buena idea", dice Barry Eichengreen, economista de la Universidad de California en Berkeley.

Es más, una moneda supranacional no tendría usuarios potenciales o país de origen donde pueda ganar aceptación gradualmente, opinaban el lunes expertos en Wall Street.

La Unidad Monetaria Europea (ECU) fue creada como una divisa de integración en 1979 y no tuvo una acogida significativa hasta que esfuerzos concretos (y una buena cantidad de dinero) de las autoridades europeas la transformó en el euro dos décadas después.

Incluso el euro, considerada la innovación monetaria más exitosa del último tiempo, sigue siendo una segunda opción después del dólar en el uso internacional. La crisis financiera global también ha dejado al desnudo los inconvenientes inherentes a una moneda común.

Teorías conspirativas y doble discurso

Según el Banco Mundial y el FMI, más de un 70% de las reservas mundiales están en dólares, frente a un 25% en euros de la Unión Europea, que también utiliza el dólar. China, la tercera economía mundial, después de EEUU y la UE, tiene sus reservas en dólares.

Paradojalmente, los países señalados por los teóricos del "desacople" como los que van terminar con la vigencia de la economía "dolarizada" (China, Rusia, Brasil, India, Corea del Sur y Taiwan, etc) lideran la acumulación mundial de las reservas en dólares.

El dólar es la moneda de cambio y de reserva internacional, y los países de todos los continentes (Europa, Asia, Latinoamérica y África) la utilizan en sus transacciones comerciales y tienen la mayoría de sus reservas en dólares, por lo que el fin del dólar implicaría un derrumbe mundial generalizado del sistema capitalista de la que ningún país estaría a salvo.

Un 80% de las transacciones internacionales, un 70% de las importaciones mundiales y la casi totalidad del comercio petrolero se realizan en dólares, según el Banco Mundial y el departamento de Comercio estadounidense.

EEUU, la primera economía mundial, Europa, la segunda economía mundial y China, la tercera economía mundial realizan la mayoría de su comercio en dólares. Si la divisa estadounidense colapsara, colapsarían EEUU, la Unión Europea y China (los mayores vendedores y compradores del mundo), que juntos suman casi la mitad de la economía mundial.

Además, los motores del crecimiento asiático, China, India y Japón son dependientes del comercio exterior en dólares con EEUU.

Por lo tanto, en la realidad fuera del discurso, los más interesados en salvar al dólar y a EEUU del colapso son Europa y las potencias centrales, además de China y las potencias emergentes, cuyo desarrollo económico depende de EEUU y de Europa y del entramado de la economía global que tiene al dólar como moneda patrón.

Esto explica porque el gobierno chino, en pleno declive del dólar frente al euro, ratificó su decisión de mantener sus reservas en dólares, y explica porqué la UE y el banco central europeo salieron a contener el avance del euro frente al dólar.

Las empresas y los grupos financieros transnacionales que controlan los sistemas financieros especulativos y los sistemas económicos productivos a escala mundial (por encima de los gobiernos) realizan mayoritariamente sus volúmenes de negocios, inversiones y tomas de ganancias en dólares.

Por lo cual un colapso terminal de la moneda estadounidense (como vaticinan los partidarios de la teoría del "desacople") produciría una parálisis de la actividad económica mundial en cuestión de horas.

Los obstáculos técnicos y políticos para implementar la propuesta china son enormes, de modo que, incluso si obtuviera el respaldo de otros países, es improbable que la iniciativa cambie el rol del dólar a corto plazo, coinciden analistas europeos y estadounidenses.

"El reestablecimiento de una moneda de reserva nueva y aceptada ampliamente con un valor de referencia estable llevará un largo tiempo", reconoció gobernador del banco central chino Zhou Xiaochuan.

La propuesta china llega en medio de los preparativos para una cumbre del G-20, que reúne a los mayores países industrializados y en vías de desarrollo del mundo, que tendrá lugar en Londres la próxima semana.

La propuesta china de crear una moneda de reserva internacional se produce después de que Rusia lanzara una iniciativa similar a principios de mes durante los preparativos para la próxima cumbre del Grupo de los 20 (G-20).

Al igual que China, Rusia recomendó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) emitiera la moneda y destacó que la propuesta provenía de una necesidad de actualizar "el obsoleto orden económico mundial unipolar".

Mientras tanto, la divisa estadounidense se revaloriza impulsada por la demanda de los bancos de todo el mundo, desde Asia, América Latina y Europa, que pugnan por obtener dólares USA y bonos del Tesoro de EEUU.

La demanda y suba del dólar en plena agudización de la crisis financiera, mientras el euro (promocionado como su "sepulturero") se desploma, es la más clara señal de que los países y potencias capitalistas (pese su doble discurso en los foros internacionales) lo consideran como la única moneda segura.

La escalada vertiginosa del dólar, mientras en EEUU se derrumban los bancos y estallan en rojo todos los indicadores de la economía real, es la mejor prueba de que la moneda imperial continúa siendo el único activo creíble para refugiarse en tiempos de crisis.

Según el Banco Internacional de Pagos, el banco central de los bancos centrales, el dólar continúa siendo la "moneda favorita de los bancos centrales" y representa un 55% de sus activos y pasivos en moneda extranjera.

En consecuencia, si EEUU y el dólar colapsaran, simultáneamente colapsarían el comercio exterior, el sistema financiero y el sistema económico productivo, tanto de los países centrales como de los periféricos y emergentes.

IAR Noticias - 24 de marzo de 2009
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21 de marzo de 2009

Otro que avisó

Arturo Pérez-Reverte es un novelista y periodista español (corresponsal de guerra). No es economista. Tal vez por eso pudo escribir un artículo profético en "El semanal", el 15 de noviembre de 1998.
Basta comparar ese escrito con lo que decían los "gurúes" económicos de la época, y los diarios y revistas "especializados".

Los Amos del Mundo

Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla antro del computador, su futuro y el de sus hijos.

Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro.

Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio, o al revés, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street, y dicen en inglés cosas como long-term capital management, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.

Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo. Porque siempre ganan ellos, cuando ganan; y nunca pierden ellos, cuando pierden.

No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tienen que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la Tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.

Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder. El riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia.

Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático, y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.

Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días. Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.

Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad.
Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces, ¡oh, prodigio!, mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.

Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros.

Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos, y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda. Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la paga con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con su puesto de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.

Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.

Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.


www.elmanifiesto.com
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19 de marzo de 2009

Mirá que les avisé

"Pienso que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos enteros listos para el combate. Si el pueblo americano permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que florecerán en torno a los bancos, privarán a la gente de toda posesión, primero por medio de la inflación, enseguida por la recesión, hasta el día en que sus hijos se despertarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron"
THOMAS JEFFERSON, 1802

Federal Reserve Note: billete de dos dólares
Jefferson: "¿Qué hago yo acá?"

...y la imagen de Jefferson está en el billete de dos dólares, emitido por la Reserva Federal de Estados Unidos ... ¡UN BANCO PRIVADO!

"Denme el control de la moneda de una nación, y no me importa quien haga sus leyes".
Meyer Amschel Rotschild

Y desde 1914, el control y la emisión de la moneda de EE.UU, está a cargo la Reserva Federal, un banco privado.

Jefferson les había avisado.

www.usura.8m.com
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17 de marzo de 2009

¿Del "soft power" a la "democracia blindada"?

Lo que viene en América Latina
La "democracia blindada" y el final del capitalismo asistencialista
(IAR Noticias) 16-Marzo-09

El modelo de capitalismo "asistencialista" en América Latina, con bancos centrales atestados de dólares y sin distribución social de la riqueza, con pobreza y desocupación estructural, con contratos laborales basura, con subsidios al capitalismo para contener la inflación y los conflictos sindicales, estalla por falta de recaudación. La recesión económica termina con el proyecto imperial de "poder blando" y prepara el terreno para la "democracia blindada".

Por Manuel Freytas (*)
Informe especial


Desde hace más de 20 años, en América Latina la democracia de mercado made in USA (el "poder blando") convive con la cadena de bases y el Comando Sur de los Estados Unidos, cuya misión es preservar la hegemonía militar norteamericana en la región (el "poder duro").

Se trata de una estrategia de "dos caras" orientada a preservar el dominio geopolítico y militar del imperio norteamericano en su histórico "patio trasero".

Debajo de ese paraguas de dominio geopolítico estratégico se construyó y desarrolló el modelo de capitalismo asistencialista en democracia extendido en toda América Latina y que permitió que gobiernos con discurso de izquierda (falsas alternativas al neoliberalismo), sin romper con la estructura política y económica del capitalismo, se convirtieran en opción electoral en la región.

El "poder blando" (la democracia imperial) estuvo expresado, mucho antes, en la década del 80, en los documentos del "Proyecto Democracia" difundidos por el Departamento de Estado en reemplazo de las dictaduras y golpes de Estado militares (el "poder duro").

Luego de las dictaduras setentistas, Washington sustituyó el gerenciamiento militar del dominio por el gerenciamiento civil del mismo, sin alterar para nada el proceso de control económico, por medio del cual los bancos y empresas transnacionales continuaron transfiriendo recursos y ganancias a EEUU y a las metrópolis capitalistas.

El sueño del dominio sin rebelión social, que los bancos y las trasnacionales imperiales no pudieron concretar con las dictaduras y los golpes militares diseñados en el Departamento de Estado, empezó a cumplirse con la aceptación pasiva del sistema capitalista como "única alternativa", modelada masivamente en los cerebros por los sacerdotes de las grandes corporaciones mediáticas que sustituyeron a los curas y a los maestros en la orientación de conducta social.

En los 90, tras la desaparición de la URSS y de la Guerra Fría por áreas de influencia en América Latina, Washington terminó de implantar el nuevo sistema de control político y social, el cual se situaba en las antípodas del anterior (basado en gobiernos y dictaduras represivas), y que explotaba el consenso masivo que despertaba la apertura de procesos constitucionales después de largos años de dictaduras militares con supresión de elecciones y parlamentos.

Paralelamente, y en el plano político, en la década del 80 los gobiernos "democráticos" (el "poder blando") fueron sustituyendo en América Latina a los viejos y gastados gobiernos militares (el "poder duro") mediante elecciones, procesos constitucionales, y banderas de defensa de los derechos humanos.

La nueva estrategia de dominio -sustitutiva del "viejo orden militar"-, a su vez, impuso la "guerra contraterrorista" como nueva lógica de control geopolítico y militar en la región.

La condición esencial para el funcionamiento del nuevo Estado capitalista "democrático" (tanto en América Latina como en el resto del mundo) se resume en tres factores: Estabilidad económica, gobernabilidad política y "paz social".

Esas tres condiciones son básicas para que el "sistema" (la estructura funcional) de los negocios y la rentabilidad capitalista funcionen sin interferencia y no se alteren las líneas matrices de la propiedad privada y concentración de riqueza en pocas manos.

En ese nuevo escenario de poder geopolítico-estratégico, legitimado por gobiernos satélites elegidos en elecciones populares, Washington consolidó su dominio regional en un teatro latinoamericano sin lucha armada, sin estallidos revolucionarios, sin huelgas y con las organizaciones populares y de izquierda participando como "opción de gobierno" en los países dependientes.

Los países son "libres y soberanos" solo como una formalidad jurídica y política: En América Latina los llamados "Estados" cuentan con una aparente "independencia" conformada por fronteras geográficas, una bandera y una moneda propias, pero, en la realidad funcional, sus economías están atadas al dólar y a los "programas económicos" exportados (nivelados mundialmente) que responden a los intereses de los grandes pulpos imperiales concentrados que controlan sus sistemas financieros y económico-productivos, además de sus comercios exteriores.

En la tramposa democracia burguesa (que el Departamento de Estado norteamericano estableció para sustituir al dominio desgastado de las dictaduras militares) la "mayoría" electoral es el símbolo máximo del poder y la "aceptación popular".

El Estado trasnacional

Desde la década del 90, y en el marco estratégico del "poder blando", la extinción del Estado nacional terminó con las oligarquías, los políticos, los militares y las sociedades nacionales. Surge así el Estado transnacional que termina con los proyectos "diferenciales" del capitalismo nacional que convivían desigual y combinadamente dentro del escenario geopolítico y mundial del sistema capitalista de la Guerra Fría.

Las oligarquías locales de América Latina se asociaron con los bancos y corporaciones trasnacionales que de esa manera nivelaron su control sobre los recursos naturales, los sistemas económicos productivos, y el comercio externo e interno de la región.

El viejo "Estado nacional" instrumento histórico de poder en manos de las oligarquías locales, fue sustituido por el "Estado trasnacional" controlado por las empresas trasnacionales en sociedad con los grupos de poder locales, que luego de apoderarse mediante las privatizaciones de sus empresas y medios productivos, utilizan a los países como "satélites" (o terminales de mercado) de sus políticas de expansión y de acumulación capitalista, con las oligarquías locales asimiladas como socias en el nuevo sistema.

Al no tener el poder gerenciador nacional sobre los recursos y medios de producción, el Estado (en manos de gobiernos de derecha o de izquierda) depende de los impuestos (el presupuesto nacional) en la mayor parte evadidos por las corporaciones que controlan la economía.

Sin poder gerencial real sobre sus medios productivos y recursos los Estados y sus gobiernos quedan reducidos a gerencias de enclave de las corporaciones transnacionales (bancos y empresas) que deciden los niveles de producción y comercialización de sus recursos y sistemas económico-productivos.

Sin proyecto estratégico nacional, sin recursos ni medios productivos para explotar y comercializar, esos Estados se convierten en instrumentos reguladores entre los intereses empresariales capitalistas que manejan sus medios de producción y recursos privatizados.

Las clases políticas dejaron de diseñar políticas de Estado independientes y se convirtieron en gerenciadoras del Estado trasnacional funcionalmente diseñado para regular y conciliar los distintos intereses comerciales intercapitalistas.

El viejo proyecto nacional de los capitalismos locales fue sustituido por programas monetarios, fiscales y macroeconómicos exportados y nivelados para todo el planeta y monitoreado por instituciones hegemónicas del sistema globalizado como el FMI y el Banco Mundial.

Eximida de pensar proyectos económicos nacionales propios, la clase política latinoamericana se dedicó a diseñar proyectos de marketing para elecciones, y luego gerenciar los distintos niveles del Estado (municipal, provincial o nacional) sobre la base del "modelo universal" de administración y de gobernabilidad nivelados como un "programa global" (político, económico, militar y social).

En ese contexto, desde hace más de veinte años la estrategia de dominio "blando" de Washington y del Departamento de Estado en América Latina consiste en impulsar los regímenes y gobiernos electos en las urnas, más allá de que asuman o ganen elecciones con discursos de "izquierda", "progresistas" o "neoliberales".

Está estadísticamente probado (cualquiera lo puede verificar investigando) que las administraciones de los estados de América Latina, más allá del discurso de izquierda o de derecha de sus presidentes, no tienen poder real de decisión sobre sus medios de producción y recursos naturales, los que se encuentran en manos de corporaciones que hegemonizan las reglas y la formación de precios.

Paralelamente, y potenciado por la democracia del "poder blando", la misión funcional del aparato mediático, cultural y publicitario consiste en imponer y legitimar a la sociedad de consumo capitalista basada en la propiedad privada de los medios de producción, como modelo aceptado y nivelado universalmente por la "globalización" en América Latina.

Las mismas trasnacionales que controlan países y sistemas sistemas económico productivos en América Latina, lo hacen también en Africa, Asia y en el resto del mundo periférico. Dirigen la producción, el comercio, las finazas y los comercios internos y externos. El mercado de importación y exportación (así como su regulación) está en sus manos y las monedas que rigen las transacciones comerciales pertenecen al polo dominante que las emite: EEUU y la Unión Europea + Japón.

Como contrapartida, y también a modo de emergente y "producto final" de la explotación capitalista sin resistencia armada, social o sindical, en América Latina se verifica el mayor crecimiento estadístico de las ganancias y los activos empresariales y de las fortunas personales ( por ejemplo, el mexicano Carlos Slim, está considerado como el tercer hombre más rico del mundo).


El modelo económico trasnacional


Este proceso, en los últimos diez años en América Latina se nutrió de un modelo de capitalismo trasnacional globalizado edificado sobre el eje del boom exportador e importador y la burbuja financiera que derramó dinero y créditos sin respaldo (apalancamiento) a manos llenas, y que hoy agoniza de la mano de la crisis financiera recesiva expandida por todo el planeta.

En la articulación del "modelo" interactivo de acumulación capitalista vigente desde más de una década, Latinoamérica y los países "periféricos" exportadores de materia prima conformaron "la granja barata", China y los países "emergentes" asiáticos conformaron, a su vez, "la fábrica barata", y juntos alimentaron la existencia funcional del "gran casino global" del dinero sin fronteras con sede central en Wall Street.

En estos tres motores se asentó hasta ahora lo que los expertos (antes de la crisis) señalaban como "formidable crecimiento mundial de la economía", y que en la realidad sólo se trataba de un proceso de concentración de la riqueza en pocas manos, con su contrapartida de pobreza y exclusión social, inédito por sus alcances en la historia del sistema capitalista.

Este modelo de economía trasnacional con dominio "blando", en América Latina registró, en los últimos cinco años, un crecimiento constante (y sin excepción) de las economías regionales, acompañadas de ganancias siderales para los bancos y empresas (que hegemonizan el control económico-productivo de los países), y crecimiento desmesurado de los activos empresariales y fortunas personales.

Este proceso (a modo de contradicción) fue acompañado de un crecimiento sostenido y sin interrupción de la llamada "pobreza estructural" (falta de trabajo estable, vivienda y seguridad social) que ya afecta a más del 40% de la población del continente, cuya mayoría permanece sometida a políticas "asistenciales" y a empleos temporarios y en negro (contratos "basura").

Durante los últimos cinco años en América Latina hubo un crecimiento sostenido de las ganancias y de los activos de la economía capitalista posibilitado por la "gobernabilidad democrática" sin huelgas ni conflictos sociales.

Esta situación (de "paz del dominador") permitió que el sistema de concentración de riqueza capitalista (posibilitado por la explotación de mano de obra barata con salarios africanos, apropiación de recursos naturales y control hegemónico de todo el sistema económico productivo) genere como contrapartida: pobreza, desocupación y exclusión social en masa en toda América Latina.

Como resultante social y producto final de este cóctel interactivo" de dominio "blando" con Estado y economía trasnacional (donde cada eslabón se retroalimenta con los otros) según la ONU, la CEPAL y otras instituciones del sistema, en América Latina hay más de 200 millones de "pobres estructurales" y 100 millones de indigentes que carecen de los elementos esenciales para sobrevivir.

La política asistencialista


El salvajismo impune del capitalismo trasnacionalizado unido a la corrupción entreguista de las clases políticas latinoamericanas (tanto "progresistas" como "derechistas") dio como resultante la implementación del "asistencialismo" como política de Estado, cuya existencia se hace más visible en períodos electorales.

El "asistencialismo" consiste en repartir partidas oficiales (mendrugos del presupuesto) orientadas a paliar algunas necesidades básicas imperiosas, como un "plato de comida" precario, sin atender a las necesidades estructurales de la pobreza como el trabajo, la vivienda, la salud, la escolaridad, la seguridad social, etc.

El "asistencialismo" es algo así como el equivalente de la limosna que le da el "buen cristiano" al mendigo que pide a las puertas de una iglesia.

En términos prácticos y estadísticos, la política "asistencialista" de Estado constituye una "institucionalización de la pobreza" al subordinar los derechos y reinvidicaciones sociales a una "limosna" que le arroja el capitalismo a los pobres, mientras depreda los recursos naturales de sus pueblos y somete sus estructuras económico-productivas con la complicidad de los políticos.

Son precisamente el empleo en negro (contratos "basura") y el asistencialismo los instrumentos de que se valen los gobiernos de la región (por derecha y por izquierda) para bajar falsamente los indicadores oficiales de la pobreza y la desocupación en América Latina.

Pero este robo capitalista con exclusión y pobreza masiva no hubiera podido concretarse sin la complicidad de los gobiernos (de derecha y de izquierda) en la región.

Más allá de que hablen un lenguaje de derecha o de izquierda, las administraciones de los 34 Estados de América Latina desarrollan niveladamente (salvo Cuba y Venezuela) un solo programa económico destinado a favorecer, no a las mayorías sino a un sector de empresas y bancos transnacionales que concentran en sus manos la hegemonía sobre los recursos naturales y el sistema económico-productivo.

El estallido del modelo

La crisis hipotecaria en EEUU, primero, la irradiación de la crisis a los mercados financieros globales, después, y la crisis recesiva con desocupación luego, terminaron de configurar un proceso financiero-recesivo que hoy amenaza con arrasar los cimientos del modelo de explotación capitalista vigente a escala global.

Proyectado al escenario de América Latina ese modelo de acumulación capitalista trasnacional, basamentado en el asistencialismo social y en el dominio con el "poder blando" del proyecto democracia made in USA, comienza a resquebrajarse y a colapsar en toda la región.

El modelo del "boom exportador" se está cayendo: China y las potencias "emergentes" asiáticas (las mayores compradoras de materias primas) están en recesión y en consecuencia baja los precios de las materias primas y del petróleo.

Los emergentes de esta depresión del mercado de las exportaciones ya impactó en las principales economías de América Latina que han desarrollado su crecimiento (sin distribución social de la riqueza) sobre la base del "boom exportador" y del alto precio internacional de las materias primas.

Como emergente más inmediato, las grandes economías regionales han ingresado en un proceso recesivo, con achicamiento del consumo y extinción del crédito, que revierte el crecimiento del último quinquenio, que se apoyó en una significativa mejora de los términos de intercambio (33% en comparación al promedio de la década precedente).

El PBI del 2008 se desaceleró a 3,3% y todas las estimaciones del 2009 se están ajustando hacia abajo.

A causa de la recesión mundial que impulsa a la baja los precios de las materias primas y del petróleo, la estrategia de poder "blando" con asistencialismo sin distribución social de la riqueza recibió una estocada de muerte en América Latina.

La reducción y la baja de los precios de las materias primas y del petróleo impacta directamente en las políticas asistencialistas de países como Venezuela, Brasil, México y Argentina. En consecuencia estos países venden menos y a menor precio y sus recaudaciones por exportación han caído a niveles estrepitosos.

Por lo tanto tienen que eliminar parte de los subsidios a las empresas capitalistas para que no aumenten precios, y ven comprometidas sus políticas asistencialistas diseñadas para contener los desbordes sociales y sindicales.

La depreciación de las materias primas activa la recesión, y la recesión potencia la baja del consumo y el desempleo, terminando con el crecimiento con desigualdad social que predominó en los últimos cinco años.

A este cuadro hay que sumar la crisis financiera con contracción del crédito y fuga de fondos por vía de las filiales de los mega bancos que tienen sus matrices en EEUU y Europa.

El impacto social


Así como las potencias centrales (con EEUU y la UE a la cabeza) son las grandes exportadoras de crisis mundial, los bancos y empresas transnacionales imperiales son los grandes exportadores de desocupación masiva a escala global. Ambos, son los principales generadores del colapso financiero recesivo con crisis social que hoy ya se proyecta por toda la geografía de América Latina.

De la misma manera como se "globaliza" en estos grandes pulpos toda la actividad económica a escala planetaria, también en ellos se concentra todo el peso de la crisis recesiva con desocupación masiva que hoy se extiende por toda la geografía estadounidense y europea, con parálisis de la economía y el consumo y conflictos sociales que comienzan a expandirse por Europa, sobre todo en las zonas más "vulnerables" y desprotegidas de Europa del Este.

Esta centralización y nivelación multinacional de la economía capitalista hace que tanto los procesos de bonanza (crecimiento con alta rentabilidad) como los procesos de crisis (recesión con baja de la rentabilidad) repercutan simultáneamente en todos los países donde actúan esos pulpos concentradores de la economía mundial.

Dentro del actual diseño de economía trasnacional en América Latina los consorcios empresariales, con casa matriz en EEUU y Europa (que desarrollan la totalidad de la actividad productiva, comercial y financiera a escala global), concentran la mayoría de la mano de obra ocupada en la región.

Eso convierte a esos grandes pulpos concentradores de la "economía global" en actores centrales del proceso económico recesivo que hoy se extiende desigual y combinadamente por toda la geografía de América Latina.

Con un detalle siniestro: Los planes de reducción de planteles de obreros y empleados que hoy manejan esos grandes consorcios depredadores de la economía mundial se concentran prioritariamente, no en sus casa matrices de EEUU y Europa, sino en sus filiales de mundo periférico "emergente" o "subdesarrollado", principalmente en América Latina.

De la misma manera, la crisis recesiva con desocupación que hoy se proyecta por las economías de América Latina llega de la mano de los grandes gigantes bancarios, de las empresas automotrices o de servicios, que han ingresado en un proceso de quiebra o de cierre a causa del colapso financiero recesivo que azota a EEUU y Europa, las cabezas de la red capitalista global.

En ese contexto, las empresas y bancos trasnacionales que han contagiado la crisis global en América Latina han recibido en países como México, Brasil y la Argentina, subsidios estatales, bajas de impuestos y reducción de salarios a cambio de no cerrar sus plantas y no reducir personal.

La estrategia de los gobiernos centrales, parece orientarse a "salvar" a las matrices operativas de las megacorporaciones situadas en las cabeceras imperiales de Europa y EEUU, y obligar a los gobiernos de América Latina a realizar la misma operación (salvataje de megaempresas privadas con dinero público) dentro de sus países.

Esta realidad, además de agravar la crisis recesiva en la región, torna inevitable la escalada de desocupación masiva que las transnacionales van a lanzar sobre América Latina cuando la crisis recesiva se convierta en crisis social, con despidos en masa de trabajadores para mantener el nivel de rentabilidad de las empresas, produciendo y vendiendo menos.


La "democracia blindada"


En resumen, el modelo de capitalismo trasnacional asistencialista en América Latina, con gobiernos convertidos en satélites de un modelo económico "único" nivelado para todo el planeta, con bancos centrales atestados de dólares y sin distribución social de la riqueza, con pobreza y desocupación estructural, con contratos laborales basura, con subsidios al capitalismo para contener la inflación y los conflictos sindicales, está en un proceso de colapso generalizado a causa de la recesión que achica la recaudación y los presupuestos de los gobiernos de la región.

A su vez, el achicamiento del consumo y la desocupación, van a actuar a corto plazo como detonante central de las revueltas sindicales y estallidos sociales que se van a multiplicar y expandir como un virus por toda la región terminando con el proceso de "paz" social y sindical y poniendo en riesgo la "gobernabilidad" del sistema, principalmente en los países más vulnerables al contagio de la crisis, como es el caso de Argentina, Brasil y México, las tres principales economías de la región.

La amenaza de desocupación masiva es el núcleo esencial, el detonante central de los conflictos sociales y sindicales que van a comenzar a extenderse por vía de los bancos y empresas transnacionales que hoy ya están despidiendo masa laboral en América Latina.

Este proceso a su vez, y a medida que avancen los conflictos sociales y sindicales, va a impulsar una profunda reestructuración en la estrategia y en los métodos del control político y social "sin represión" que los gobiernos de la región venían implementando de la mano de las políticas asistencialistas y el poder "blando" de la democracia imperial.

Los ejércitos y las policías regionales, que fueron relegados a un segundo plano por la estrategia de dominio con el "poder blando", van a adquirir un nuevo rol represivo para contener a las protestas violentas causadas por los despidos, las bajas de salarios y la imposibilidad de acceder al consumo elemental para la supervivencia por parte de las mayorías que van a ser desplazadas del mercado laboral y del consumo.

Ya no se va a tratar de la represión militar a la usanza de las viejas dictaduras militares setentistas, sino de un proceso que va a combinar simultáneamente la acción represiva militar con estrategias mediáticas de control social y sin romper el molde del orden constitucional.

"Mano dura" y democracia, con las fuerzas armadas bajo el mando de un gobierno civil desarrollando operaciones de "contrainsurgencia" (como en la favelas de Brasil), y medios de comunicación clasificando y valorizando los conflictos y protestas, situando a los "violentos" de un lado, y a los "pacíficos" del otro.

En otras palabras, la implementación de la "democracia blindada", que viene a realizar una síntesis operativa entre el poder "blando" y el poder "duro" para preservar la gobernabilidad regional, como condición básica para que EEUU y la potencias centrales rediseñen un nuevo proyecto de dominio trasnacional capitalista en América Latina.

(*) Manuel Freytas es periodista, investigador y analista, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.

Fuente: IAR Noticias

15 de marzo de 2009

La globalización y el imperialismo de los usureros

En 1931, cuando nadie hablaba de "globalización" - si bien ya había fuerzas trabajando organizadamente en esa dirección - el Papa Pío XI advertía sobre la existencia de un poder, el poder de "aquellos que, teniendo en sus manos el dinero y dominando sobre él, se apoderan también de las finanzas y señorean sobre el crédito":

"...
A la libre concurrencia sucede la dictadura económica

105. Salta a los ojos de todos, en primer lugar, que en nuestros tiempos no sólo se acumulan riquezas, sino que también se acumula una descomunal y tiránica potencia económica en manos de unos pocos, que la mayor parte de las veces no son dueños, sino sólo custodios y administradores de una riqueza en depósito, que ellos manejan a su voluntad y arbitrio.

106. Dominio ejercido de la manera más tiránica por aquellos que, teniendo en sus manos el dinero y dominando sobre él, se apoderan también de las finanzas y señorean sobre el crédito, y por esta razón administran, diríase, la sangre de que vive toda la economía y tienen en sus manos así como el alma de la misma, de tal modo que nadie puede ni aun respirar contra su voluntad.

107. Esta acumulación de poder y de recursos, nota casi característica de la economía contemporánea, es el fruto natural de la limitada libertad de los competidores, de la que han sobrevivido sólo los más poderosos, lo que con frecuencia es tanto como decir los más violentos y los más desprovistos de conciencia.
...
109. ... Por lo que atañe a las naciones en sus relaciones mutuas, de una misma fuente manan dos ríos diversos: por un lado, el "nacionalismo" o también el "imperialismo económico"; del otro, el no menos funesto y execrable "internacionalismo" o "imperialismo internacional del dinero", para el cual, donde el bien, allí la patria."
..."
Encíclica Quadragesimo Anno - 1931
http://www.vatican.va/holy_father/pius_xi/encyclicals/documents/hf_p-xi_enc_19310515_quadragesimo-anno_sp.html


Es el mismo poder que Carroll Quigley señala en 1966 con mayor precisión:


"...El Poder del capitalismo financiero tiene un objetivo trascendental, nada menos que crear un sistema de control financiero mundial en manos privadas capaz de dominar el sistema político de cada país y la economía del mundo como un todo. Este sistema ha estado controlado de un modo feudal por los Bancos Centrales del mundo actuando concertadamente y por acuerdos secretos, a los que se llegan en reuniones privadas y conferencias. Cada Banco Central buscó dominar a su Gobierno mediante la habilidad para controlar los préstamos al Tesoro del Estado, para manipular el mercado de cambios, en la determinación del nivel de la actividad económica del país y en influir sobre los políticos colaboracionistas mediante recompensas posteriores en el mundo de los negocios. La cúspide del sistema ha sido el Banco de Pagos Internacionales (BIS: Bank of International Settlements) de Basilea, Suiza; un banco de propiedad privada y controlado por los Bancos Centrales del mundo, que también son corporaciones privadas"

Carroll Quigley. Tragedia y Esperanza. 1966

"el mundo está gobernado por personajes muy diferentes a los que creen los que no ven más allá de sus ojos"
Benjamín Disraeli

"El imperialismo internacional del dinero": una entidad política

Con la denominación de "internacionalismo" o "imperialismo internacional del dinero", Pío XI se está refiriendo al imperialismo ejercido por lo que normalmente se conoce como el capital financiero internacional.

El Papa caracteriza al referido imperialismo como un "poder" real y concreto, surgido como consecuencia de la concentración de la riqueza mundial en pocas manos y de la esclavización de los poderes públicos o gobiernos y el cual ejerce el poder en forma despótica, tiránica, arbitraria o dictatorial a través de la apropiación absoluta del dinero y del crédito. De hecho está refiriéndose a una entidad no solamente económica sino también esencialmente política, con lo cual introduce una nueva categoría política en el ámbito de esta disciplina, de la cual -a pesar de haber transcurrido setenta y tres años- todavía no han acusado recibo de su existencia.

El "Imperialismo Internacional del Dinero"
Instrumento de Esclavización de la Humanidad
por Santiago Roque Alonso
Publicado en el Anexo 3, del libro: "Como funciona realmente el mundo", de Alan B.Jones. Edit. Segunda Independencia. Buenos Aires. 2da.Edición. 2004

Y es esa "entidad política", invisible a quienes "no ven más allá de sus ojos", la que detenta realmente el poder, y no los gobernantes "elegidos por el pueblo", quienes son sólo sus gerentes.